Eiyuu Ou (NL)

Volumen 4

Capítulo 3: Inglis, 15 Años — Dobles Aspirantes A Estrellas (3)

Parte 2

“¡Por supuesto! ¡Inglis, eres tan lindo! ¡Eres perfecta para la  [Star Princess]  !”

“¡Seguro es! Conozco mejor a Chris y lo diseñé, ¡así que tiene sentido!”. Rafinha se jactó.

“Bueno, creo que todavía hay algunas cosas que no entendemos el uno del otro…”, respondió Inglis. Especialmente en lo que respecta al diseño de  [Star Princess]  .

“¡Muy bien entonces! Ahora, ¿puedes dar vueltas sobre la audiencia como si estuvieras tratando de obtener la ventaja en una pelea de perros? Pidió el Conde Weismar.

“Claro— ¿Listo? ¿Todo listo, Yua? preguntó Inglis.

“Si. Déjame esto a mi.”

“¡Muy bien entonces! Uno dos…!”

Los dos Flygears se pusieron en movimiento a la vez, dibujando un arco circular mientras se enfrentaban a una distancia constante.

“Esto es demasiado simple, no impresiona en absoluto. ¡Hagámoslo más elegante! ¡Sígueme!” dijo Lahti.

Los movimientos del Flygear que pilotaba se volvieron más complejos. Incluso en un espacio limitado, hizo grandes bucles verticales y dibujó una trayectoria compleja similar a una onda. El hecho de que estuviera en el interior lo hacía aún más impresionante.

“Guh… ¡No está mal! ¡Sin embargo, la Star Princess es aún mejor en general…! Rafinha se quejó. Estaba asombrada por las asombrosas habilidades de pilotaje de Lahti.

La escena solo tuvo acrobacias. Le faltaba algo, necesitaba tener más impacto mezclándose en el combate cuerpo a cuerpo.

“¡Yuá! ¡Saltemos de nuestros Flygears e intentemos un poco de combate aéreo!” —apuntó Inglis.

“¡Esta bien, ve!” Yua bailó en el aire como si estuviera saltando de una silla o una cama. Ella hizo que los movimientos se vieran tan naturales.

“¡Haaah!” Inglis la siguió y se acercaron en el aire. “¡Yua, dame un puñetazo! ¡Está bien si es solo actuación!”.

“Está bien”.

¡Bam!  ¡baaam! ¡Buuuum!

Sus puños se encontraron, y el sonido de los golpes resonó en las paredes y el techo.

“¡Ahora intercambiemos Flygears con el retroceso de nuestras patadas!” dijo Inglis.

“Mmm”.

¡Sonido metálico!

Inglis y Yua intercambiaron patadas con otro choque audible. Usando el impulso de sus ataques, aterrizaron con seguridad en los Flygears del otro.

“¡Oh mi! ¡Tan intenso! ¡Esto es increíble!” elogió al conde Weismar.

Tanto el Conde Weismar como los demás miembros de su compañía quedaron satisfechos. De repente sonó una ola de aplausos.

“¡Realmente son un espectáculo para la vista! ¡Este será un gran espectáculo!”

“¡Nunca podríamos haber logrado eso nosotros mismos! ¡Gracias a Dios por la academia de caballeros!”

Lahti se rió entre dientes. “Ja, ja, ja… Hombre, eso me dejó alucinado”.

“Vamos, Lahti, tú también eres un piloto fantástico”, dijo Inglis. Luego volvió los ojos hacia la  [Star Princess]  , que Yua estaba usando ahora, solo para ver un estallido de luz mágica fusionarse alrededor de la pequeña tronera en su proa. Inglis jadeó. “¡¿Qu-?!”

Yua estaba agarrando los controles, y de ahí venía la extraña luz.

“¡¿Eh?! ¡¿Qué está sucediendo?! ¡¿Yua, estás haciendo eso?!”

“¡No! ¡No sé qué es!”

“¡Lahti, sal de ahí!”

¡Vaya!

La luz mágica de  [Star Princess]  brilló hacia Lahti.

“¡Aaagh!” Lahti apenas logró apartarse a tiempo. Él e Inglis estaban a salvo, pero estaban practicando para un espectáculo. Podían darse el lujo de mantener la acción en marcha.

“¡Haaah!” Inglis saltó hacia una pared cercana y pateó fuera de ella. Su impulso la impulsó hacia la trayectoria de la luz, donde atrapó la explosión mágica en la palma de su mano.

¡Fzzzt!

Un coro de voces asombradas gritó: “¡¿Qué—?! ¡¿Ella acaba de…?!”

“¡Esperar! Chris, ¿estás bien? ¡Está saliendo humo de tu mano! exclamó Rafinha. Incluso ella no había predicho que Inglis haría eso.

“No es para preocuparse. Hacía un poco de calor, eso es todo”, respondió Inglis.

“¡¿Estás tratando de quemarte?! ¡Ya habías evitado la explosión!

“Es mejor recibir un ataque de frente que evitarlo”.

Incluso suponiendo que la luz mágica no hubiera sido intencional, definitivamente tenía algo que ver con Yua. Inglis estaba intrigado.

“Eso no tiene sentido”, replicó Rafinha.

“Piénsalo de esta manera: estaríamos en problemas si ese ataque rompiera la pared, ¿verdad?”

Rafinha hizo una pausa. Ella tenía que estar de acuerdo con eso. “Está bien, supongo que tienes un punto”.

“Lo siento. No fue a propósito…” Yua negó con la cabeza confundida.

“Lo sé”, dijo Inglis. “La Princesa de las Estrellas debe haberse vuelto loca”.

Esa unidad Flygear había pertenecido a los Highlanders antes de que Inglis y Rafinha la capturaran y la instalaran exclusivamente para su propio uso. Cuando Inglis y Lahti lo investigaron más, se encontraron con una característica que nunca habían visto en los Flygears de la academia: un arma que amplificaba la magia y la disparaba desde la proa. A diferencia de los artefactos, esta herramienta no controlaba automáticamente el flujo de maná, lo que significaba que una persona necesitaba poder usar magia, o algo muy parecido, para dispararla. Era un arma solo para Highlanders.

De alguna manera, Yua fue una excepción.

Después de todo, Inglis la había visto cortar una bestia magicita por la mitad con sus propias manos. Se preguntó si era posible encarnar el poder mágico envolviéndose en él, de forma similar a como usaba Aether Shell. Sin embargo, en el caso de Yua, ciertamente no era maná normal. Inglis había tenido problemas para detectarlo, pero no obstante era bastante poderoso. La explosión había sido más poderosa de lo que había esperado a primera vista; su palma todavía estaba hormigueando.

Por el comportamiento de Yua, era obvio que no había disparado el arma deliberadamente. Si usó algún tipo de mejora mágica, entonces ese poder podría haber fluido involuntariamente hacia el cañón.

“Este es peligroso. Probablemente no debería montarlo”. Yua saltó del  [[Star Princess]]  con un ligero toque a pesar de que el avión flotaba en el techo. pero a pesar de que vino desde casi el techo, aterrizó suavemente.

“¡Así es! Un Flygear normal realmente sería mejor”, coincidió Inglis enfáticamente. De esa manera no tendré que mostrarme en público a bordo de algo que me pudre los dientes con sacarina.

“¡No! ¡No importa cuál uses, lo estamos pintando!” Rafinha insistió.

Hablar más alto no significa necesariamente que tengas razón…  pensó Inglis.

Entonces, el casco del  [Star Princess]  se sacudió de repente.

“¡¿Eh?! ¡De ningún modo! ¡¿Se congeló?!” Pullum jadeó.

La activación repentina de su sistema de armas puede haber sido demasiado para  [Star Princess]  . Empezó a caer.

Yua estaba debajo y preocupado. “Oh no, se resbaló”. Se refería, entre todas las cosas, a las inserciones acolchadas que Rafinha le había puesto en la ropa.

“¡Ah, cuidado!”

Inglis vio a un niño de su edad correr hacia Yua para empujarla fuera del camino.

Él  parece un miembro de la compañía de Weismar. Es un chico valiente, pero…

¡Ruido sordo!

Yua no se inmutó cuando él se estrelló contra ella. En cambio, simplemente terminó abrazándola.

“¡¿E-Eh?! ¡¿Por qué estás atrapado en el lugar?!”

“¿Mm?” Yua inclinó la cabeza confundida cuando los ojos del chico se abrieron en estado de shock.

“¡Yua, es peligroso! ¡Muévanse!” Rafinha gritó.

“¿Ah?”

¡Tortazo!

Yua distraídamente atrapó a la  [Star Princess]  que caía con una mano. Tenía mucha fuerza para alguien con una forma tan pequeña y esbelta.

Pero eso es Yua para ti.  Inglis se había movido, lista para atraparlo, pero eso no había sido necesario.

“G-Gracias, Yua. ¡Eso fue útil! Si se hubiera estrellado, ¡habría sido horrible!”. exclamó Rafinha.

“Si. Supongo que te he pagado por las almohadillas.

“Rani, ¿estás bien?” preguntó Inglis.

“Si estoy bien.”

“¿Entonces, qué estás haciendo?” Yua se giró para mirar al chico cuyos brazos todavía estaban envueltos alrededor de su cintura.

“Oh, ja, ja… Estaba pasando y vi que algo se caía, así que traté de ayudar… Aja, ja, ja…” No había esperado que una chica tan delgada permaneciera imperturbable.

Entonces Lahti habló. “Eh…? H-Oye! ¡¿Ian?! ¡¿Eres tú, Ian?!”

“¡Ah, realmente es Ian! ¡Ha sido tan largo!” dijo Pullum. Parecía ser un conocido de ellos.

“Oh…?! Ah… ¡¿Príncipe-?!”

“¡¿Qu-?! ¡Oye!” Lahti tartamudeó.

“¡¿Príncipe?!” Aferrándose a la palabra, todos miraron a Ian, esperando que dijera más.

“¡Ah, no, no importa! De todos modos, ¡ha pasado tanto tiempo, ustedes dos! Ian continuó.

Rafinha se volvió hacia Inglis. “Acaba de decir algo sobre un príncipe, ¿verdad, Chris?”

“Lo hizo, sí”.

“¡¿Qué-?! ¡No fue nada! ¡Lo siento! ¡Realmente, no fue nada!” Ian insistió.

“Espera, ¿quisiste decir que quieres interpretar al príncipe?” Yua le preguntó a Ian.

“¡Ah, cierto, eso es todo! Me uní a la compañía para trabajar en el set, ¡pero también me gustaría intentar pararme en el escenario!”.

“Claro, eso funciona. Estás contratado”, respondió Yua sin perder un poco. Dio una palmada en el hombro de Ian. Su expresión suave tenía el toque de un brillo.

Mirando más de cerca a Ian, Inglis notó que tenía una cara excepcionalmente bonita, casi de niña. Este chico es exactamente su tipo, pensó.

“Viejo, quiero que haga de príncipe”, anunció Yua.

El Conde Weismar asintió casualmente ante la petición de Yua. “¡Mi mi! ¡En ese caso, el papel del Príncipe Malik es tuyo, Ian!

Ian divagó sorprendido. “¡¿Qué?! ¿Conseguir la ventaja es tan fácil? Sin embargo, todavía soy un aficionado a la actuación. Soy un novato en comparación con los otros que han estado con la compañía por más tiempo…

“Es un pedido de una protagonista”, dijo el Conde Weismar. “Estarás bien. Después de todo, esta obra realmente depende de Inglis y Yua, y son estudiantes de la academia de caballeros, no son actores. Esta será una actuación especial, única. Tu inexperiencia no causará más problemas. Inglis, ¿lo encuentras aceptable?

“No me importa”. La parte importante fue que Yua lo eligió. Eso funcionó para Inglis.

“¡P-Pero—!”

“Ian, tienes potencial como actor. Con experiencia, te convertirás en una estrella. Yua también debe haberse dado cuenta de eso y te sugirió”, dijo el conde. “¿Verdad, Yua?”

“¿Eh? No estoy muy seguro de lo que quieres decir, pero creo que su cara es linda”.

Bueno, no es como si hubiéramos esperado que Yua tuviera opiniones sobre la capacidad de actuación.  , pensó Inglis.

“Es decir, ¡eres fabulosa! ¡Acepta el desafío con confianza, Ian!” continuó el conteo.

“Okey…”

“Estará bien. Pruébalo”, animó Lahti. “No tengo ni idea de por qué estás en una compañía de teatro, pero siempre es bueno aprender nuevas habilidades y es bueno tener gente que confía en ti”.

“Pr— Uh, Lahti… Entendido. ¡Lo haré!”

“¡Entonces está decidido! ¡Empecemos con los ensayos! ¡Primero, una lectura del guión!” declaró el conde Weismar.

El ensayo comenzó en serio. Una vez que el día llegó a su fin, el grupo conversó entre ellos.

“De todos modos, ¿qué estás haciendo aquí, Ian?” preguntó Lahti. Se volvió hacia sus compañeros de clase y agregó: “Ah, es un amigo mío y de Pullum de casa”.

“¿Entonces es de Alcard?” Inglis confirmó.

Lahti y Pullum eran estudiantes de intercambio de Alcard, un país al norte que limita con Karelia. Si Ian era amigo de ellos en su país de origen, probablemente también era originario de allí.

“Si. A diferencia de nosotros, es un noble que se porta bien”, dijo Lahti. “Entonces, ¿qué estás haciendo con una compañía de teatro?”

“Déjame fuera de esto, por favor. Creo que me porto bastante bien”, intervino Pullum.

“Caramba, encuentra un mejor momento para defenderte. Estás interrumpiendo.

“¿Y con quién se supone que debo tener buenos modales?”

“¡Como se supone que debo saber! ¡Estoy tratando de hablar con Ian!

Ian se rió entre dientes. “Ustedes dos parecen llevarse tan bien como siempre”.

“Lo que. De todos modos, ¿qué pasó? preguntó Lahti.

“Honestamente… no tenía otro lugar a donde ir…” Ian miró hacia abajo y se estremeció mientras hablaba. Los rostros de Lahti y Pullum palidecieron.

“¡¿Eh?! ¡¿Qué pasó?!”

“¿Están todos bien, Ian?”

“¡Eran bestias mágicas! Una gigantesca bestia mágica destruyó la mansión de mi familia, nuestras tierras, mi familia y la gente del pueblo. Y no solo eso, ¡hizo mucho daño a la capital! Afortunadamente, la familia real está a salvo, pero…”

“¡¿Qué?! Ha habido más bestias mágicas últimamente, pero…” comenzó Lahti.

“¡No puedo creer que haya aparecido una bestia magicita tan fuerte!” Pullum jadeó.

“Chris, ¿podría ser eso…?” Rafinha se apagó.

“Si. Me pregunto si es un Prismer.

Alcard era una tierra nevada, su suelo yermo y su paisaje áspero compensado por una presencia comparativamente baja del Prism Flow. Si bien la amenaza de las bestias mágicas, por supuesto, no estaba completamente ausente, el daño que causaban era comparativamente bajo, lo que significaba que no tenían una fuerte dependencia de Highland. Alcard ni siquiera tenía una amenaza hieral. Highland tampoco intervino en sus asuntos, tal vez sin interés en la taiga estéril.

Del área circundante, las tierras de cultivo más ricas estaban claramente en la tierra natal de Inglis, Karelia. Por eso las dos grandes facciones de Highland le dieron tanta importancia allí y compitieron por su influencia.

“No sé con seguridad si era uno de los Prismer legendarios, pero lo vi brillando como un arcoíris…” dijo Ian.

“Uf… Y sin una amenaza hieral, Alcard no puede protegerse. ¡Algo como un Prismer no dejará rastro de nada en pie! Lahti se lamentó.

“Pero… al menos estás bien, Ian… Eso por sí solo significa mucho…” Pullum, con lágrimas en los ojos, agarró con fuerza su mano.

“Si. Me alegro de que estés bien”, asintió Lahti.

“Gracias, Lahti. Gracias, Pullum… De todos modos, cuando estaba perdido, el Conde Weismar me encontró. Siempre me ha gustado el arte, por lo que estar expuesto a la compañía ha sido una buena distracción”.

“Yo… lo siento… acabo de abrir la boca sin tener idea de lo que pasó…”, dijo Lahti, angustiada.

“No, no te preocupes por eso. Verte de nuevo y que me des ese pequeño empujón me ha animado”.

Rafinha se mordió el labio mientras los observaba. Demasiado silencioso para que Lahti y los demás la escucharan, le susurró a Inglis. “Me siento tan mal que no pudimos estar ahí para ellos…”

“Eres una persona amable, Rani. Pero no hay nada que pudiéramos haber hecho”.

Ya había sucedido en un país lejano.

En este momento, alguien probablemente esté perdiendo la vida por una bestia magicita. Eso es lo que significa vivir en la superficie, vivir bajo el Prism Flow. Estar incómodo con que eso suceda incluso en una tierra extranjera, compartir su dolor… El corazón de Rafinha es admirable. Ella es noble. Compasivo. Fuerte. Ella simpatiza con aquellos que no tienen nada que ver con su propia vida. Sería fácil llamar a esos sentimientos inocencia infantil, pero al final, son las personas que mantienen viva esa inocencia dentro de sí mismas las que pueden conmover los corazones de los demás. Esas personas pueden cambiar el mundo.

Inglis lo sabía por experiencia. Por eso, desde la perspectiva de un guardián, sigue velando por Rafinha.

Pero me temo que dirá algo como “¡Voy a detener el Prism Flow para que todos puedan vivir en paz!” El Prism Flow es conveniente: ¿qué haría sin el poder de la naturaleza creando enemigos poderosos?  Si Rafinha quisiera eso, por supuesto que ayudaría. Solo me pregunto si sería posible dejar lo suficiente para mí y asegurarme de que no molestaran a nadie más.

“Ahí ahí.” Yua caminó hacia Ian y le dio unas palmaditas en la cabeza.

“¿Eh…? ¿Yuá? Qué son-”

“Te estoy calmando. ¿Está funcionando?”

“Yua, no es un niño pequeño…” Lahti parecía estupefacta.

“Entonces, ¿qué tal si te animamos moviendo el beso antes de lo previsto?” ofreció Yua.

“¡¿Huuuh?! ¡¿Q-Qué estás diciendo, Yua?! ¡Eso es tan avanzado! El rostro de Ian se puso rojo brillante. Era bastante tímido.

Eso podría no ser un gran consuelo, pero al menos probablemente sería una distracción para él.  pensó Inglis.

“¿Por qué esperar si eventualmente nos vamos a besar? Hay uno al final de la obra.

“¡¿Qué?! ¡Ah—! ¡Realmente lo hay! ¿Soy… soy…? —chilló Ian mientras pasaba al final del guión. Su lectura completa no había llegado al final, y él no había revisado aún.

“¿Ver? ¿Por qué esperar?”

“¡No!” Inglis advirtió bruscamente a Yua.

“¿Mm?”

“Eso es algo para el escenario, ¡no ahora!”

Si a Yua se le permitía satisfacerse a sí misma aquí y ahora, existía el peligro de que pudiera decir que no quería pelear o no darlo todo durante el espectáculo. Todo estaba funcionando tan bien que sería una tragedia que las cosas se desmoronaran ahora. Inglis tuvo que cortar esto de raíz.

“De todos modos, trata de no jugar demasiado con él. Está en un lugar difícil”, dijo Yua, extrañamente serio.

“Así es.” Lahti colocó una mano sobre el hombro de Inglis.

“¡¿Eh?! ¿Soy solo yo, o…? Inglis se apagó, confundido.

“Estaba hablando en serio”, insistió Yua.

“Está bien, pero yo también”.

“¡Ay, lo que sea! De todos modos, por favor. Es un querido amigo mío”.

“Lahti, no tienes que estar tan enojado”. Ian sonrió, ligeramente desconcertado.

“¿Ian?”

“Necesito encontrar una nueva forma de vida y vivirla… Si no lo hago, mi familia y las personas cercanas a nosotros no podrán descansar. Todos ustedes parecen entusiasmados. Si puedo pasar algún tiempo contigo, creo que encontraré algún tipo de propósito. Así que no te preocupes por eso. Vamos a llevarnos bien.”

“¡El placer es nuestro! De todos modos, ¡alegrar las cosas es mi especialidad!” Rafinha sonrió. La expresión de su rostro decía que quería apoyarlo mientras él intentaba ser positivo. No había ninguna razón para detenerla mientras no lo encontrara molesto. “Soy una bailarina de apoyo para Chris, pero si hace algo imprudente, la regañaré. ¡Si ella causa problemas, no dudes en decírmelo!

“Uhhh… Lo tengo. Gracias”, respondió Ian.

Yua miró a Inglis y señaló a Rafinha. “¿Guardián?”

“¡N-No! ¡Soy yo quien vela por Rani!” Inglis insistió.

“¿En realidad? No lo parece.

“Sólo estás imaginando cosas. Soy el futuro escudero de Rani, así que la cuido en todo momento, desde su vida diaria hasta sus acciones en el campo de batalla”.

“Sin embargo, alguien tan hermosa y elegante como Inglis no parece que vaya a hacer nada imprudente”, dijo Ian.

“¡Oh, definitivamente lo haría!” La respuesta llegó al unísono de todos los presentes.

“¡¿Eh?! ¿En realidad?” preguntó Ian.

Inglis no se molestó en defenderse. Bueno, hay una parte de mí a la que le gusta pasar un buen rato, pensó Inglis. Pero no llamaría a mi comportamiento “imprudente”, exactamente.

“No viste lo que sucedió antes… De todos modos, lo descubrirás tarde o temprano”, dijo Lahti. “Si esto es lo que quieres hacer, te apoyaré todo el tiempo”.

“Está. Gracias, Lahti. Ian sonrió suavemente.