Buta Koushaku ni Tensei Shitakara, Kondo wa Kimi ni Suki to Iitai (NL)

Volumen 7

Prologo: Siempre Me Excedo

“¡¡¡Ohoink… Ohoooink!!!” Aullé con esfuerzo.

Todo el mundo tiene sus defectos, que se manifiestan de todas las maneras. Por ejemplo, algunas personas tienen defectos de carácter como el egoísmo, desearle el mal al prójimo o las tendencias violentas. Otros pueden tener defectos superficiales, como el sobrepeso de un orco. Teniendo esto en cuenta…

¿Cuál sería el defecto del antiguo Prodigio del Viento?

Respiré profundamente. “¡Ohoooi… Ohoooink!”

Je, je, supongo que sería mi costumbre de exagerar.

Cuando era niño, deseaba tanto estar con la chica que me gustaba que cambie hasta convertirme en el Duque Cerdito de corazón negro… En realidad, creo que es más preciso decir que evolucioné.

Pensando ahora, había muchas otras mejores opciones. A decir verdad, no podía soportar la idea de seguir el camino predestinado de un heredero de la Casa Denning, y eso me llevó a tomar el curso de acción más drástico. Pero en retrospectiva, bueno… Hacer de villano no fue exactamente mi idea más brillante.

Desde entonces han pasado muchas cosas, buenas y malas. Ahora conseguí vivir mi mejor vida en Kirsch. Como mínimo, he conseguido cumplir mi mayor objetivo de seguir junto a Charlotte, así que lo considero una victoria.

Volví a gruñir, resoplando por el esfuerzo. “¡Oi… Ohoooink!”

Hablando de exagerar, toma lo que estoy haciendo ahora mismo, por ejemplo. ¿Oyes estos bramidos de agonía? Suena como un orco en su lecho de muerte, ¿no? Sí, soy yo. ¡Claro que soy yo! ¿Quién más podría ser?

Quizá pienses: “¿Un orco? A estas alturas, eres un monstruo mucho más horrendo que eso,” Pero tranquilicémonos con esos comentarios, porque sí, soy yo.

“¡Ohoink… Ohoooink!”

Estaba haciendo levantamiento de peso muerto con barras de metal que había hecho con magia de tierra. Algunos de los estudiantes que pasaban por allí actuaban como si acabaran de ver un fantasma, pero yo los ignoraba.

O-oops. Mis pesas hechas a medida se me escaparon de las manos y se estrellaron contra el suelo, dejando una gran abolladura a su paso. Debería haberlo visto venir. Levantar algo que pesa tanto como yo seguro que es duro. Pero finalmente alcancé mi objetivo.

Me desplomé sobre el frío suelo, rebosante de sensación de logro. El sol deslumbrante me cegó cuando miré al cielo no un momento después, y me sumí en un silencio pensativo. Ha pasado un mes desde aquel día… el día en que luché contra la bruja y perdí total y absolutamente.

Y, como habrás adivinado, desde ese día, me dedico sin descanso a poner mi cuerpo en forma.

Oí el susurro silencioso de un estudiante. “Mira, nuestro señor cíclope residente está aquí. Un minuto está engordando, y al siguiente cambia de parecer y baja de peso. Ese tipo vive su vida a toda velocidad como si no hubiera un mañana.”

“Oye, no le señales,” advirtió otro. “¿Ya has olvidado lo que le pasó al tipo que se burló de eso hace un tiempo? ¿Lo llamó asqueroso? No pudo comer durante días.”

He llegado a una conclusión. Verás, aunque tenga este supuesto conocimiento del anime, al final, no puedo predecir el comportamiento de todos. Ni siquiera en mis sueños más locos preví que la bruja traficante de sueños, una de las tres mosqueteras, se uniría a la lucha. ¡Y estamos hablando de mí!

“Mira el cuerpo del Duque Cerdito. Cielos, no lo cuestionaría si dijera que es un mercenario de algún lugar. Es prácticamente un ogro en miniatura.”

“Sabes, creo que antes era más accesible. No es como, grande e imponente o algo así ahora, pero sólo estar cerca de él se siente intimidante

… Oh, se levantó. ¡Demonios, está mirando hacia nosotros! ¡Corre!”

Desde el día en que me desperté con el conocimiento del anime, siempre acababa dándole demasiadas vueltas a las cosas. Por eso, últimamente me había dedicado a templar mi cuerpo para que mi ansiedad no se desbocara. Y además tenía unos resultados increíbles para demostrarlo.

Había conseguido un físico que haría que la gente se tambaleara al verlo; eso era obvio por las reacciones de los estudiantes de antes. Sin embargo, no me importó mucho, porque después de mi juego de vida o muerte con esa bruja, me di cuenta de algo: cuando se trata de empujar y golpear por encima de mis posibilidades, lo único en lo que puedo confiar es en mi propio cuerpo. El destino podría ── y probablemente lo haría ── traicionarme, como es su costumbre, pero mi cuerpo nunca me fallaría.

“Dime, Miha. ¿No decías hace un rato que te gustaban los chicos musculosos?,” susurró una chica. “¿Qué pasa con él?”

“Oh, ese cuerpo es demasiado. Todavía puedo imaginarme claramente el aspecto de Lord Denning antes. Sinceramente, no sé cómo reaccionar ante esta nueva figura por eso. Creo que era más encantador y lindo cuando la gente lo llamaba orco.”

La primera chica dudó. “Espera, ¿cómo es que los orcos son lindos?”

Como resultado de mantenerme firme en un régimen de pérdida de peso excesivamente feroz ── bueno, más bien un régimen de construcción de músculos ──, antes de darme cuenta, ya nadie me hablaba en la escuela. Antes de que todo esto ocurriera, había mucha gente que se me acercaba y me pedía clases de magia. Pero ahora, bueno… Honestamente, esto no es nada nuevo.

Lo siguiente que supe fue que el día había pasado volando y me di cuenta de que había pasado todo el día sin hablar con nadie.

“Mira, es Quien-Tú-Sabes. Lord Cíclope. Está mirando a lo lejos… Me pregunto qué estará pensando,” susurró una chica.

“No estoy segura. Mi opinión es que está pensando en los músculos, pero quién sabe…”

Incluso un hombre tan estoico necesitaba alguien con quien hablar regularmente para mantener su salud mental. ¿Y quién era el contendiente número uno para tener compañía para charlar todos los días?

¿Tienes que preguntar? Es Charlotte, por supuesto.

Una chica se rió cerca, y luego dijo: “¡Char, eso es ridículo! Oye, ¿ya has hecho los deberes?”

¿Eh? ¿Huuuh? Bueno, ¡mira eso! Había visto a Charlotte, mi querida amiga. Parecía muy metida en una conversación con la chica que paseaba por el campus a su lado, que sólo podía adivinar que era su amiga. La diferencia entre ellas y yo es como la noche y el día… Aquí estoy, sentado en una pila de tubos de drenaje de arcilla, mirando a todo el mundo. Menudo matón.

“¿De verdad? ¿Has estudiado con tanta antelación? Eres tan buena estudiante, Char. No me puedo comparar en absoluto,” se quejó la chica. “Ya que has terminado, ¡déjame echar un vistazo a la tarea! ¿Por favor?”

La noticia de nuestro regreso a Kirsch tiene que haber llegado ya a mi padre y al resto de mi familia. Sin embargo, la Casa Denning no se ha movido en absoluto para obligarnos a volver a casa. Esa loba Mallow es así de influyente en nuestra casa. ¡Ni siquiera se detiene ahí! Incluso se las arregló para convencerlos de que permitieran a Charlotte tomar lecciones de magia. No puedo exagerar lo increíble que es esa mujer.

La chica que hablaba con Charlotte empezó a adularla. “Escucha, Char,

¡estás mejorando a pasos agigantados! En los pocos años después de despertar mi magia, no podía hacer nada con ella. ¡Pero mírate! ¡Deberías tener más confianza en ti misma! Eres increíble.”

Ya ha pasado un mes desde que el imperio retiró sus tropas del frente de batalla. Hoy en día, nadie teme la posibilidad de una próxima guerra.

Mientras me sentaba, escuché a otros estudiantes charlar también a mi alrededor.

“…Oye. ¿Cuándo crees que volverá? El profesor Loco Moco, quiero decir.”

“Oh, ¿él? Todos pensábamos que había vuelto para siempre, pero luego desapareció con el director y la profesora Yugiri… Bueno, conociendo al profesor, probablemente esté en algún lugar divirtiéndose o algo así,” dijo alguien encogiéndose de hombros.

“Me pregunto qué recuerdos traerá esta vez,” comentó otro niño.

“Olvídense de eso; ¿han escuchado las noticias? Se dice que la profesora Yugiri estuvo explorando en secreto a personas con talento para el futuro Caballero Guardián de la Princesa Carina durante su estancia en Kirsch.”

“Sin embargo, suelen elegir al Caballero Guardián de entre las filas de los Caballeros Reales. Es decir, si tienes habilidades incomparables como las de Denning, probablemente harían una excepción, pero de lo contrario… No.”

La profesora Yugiri era una Caballero Real que había aceptado un trabajo como profesora en Kirsch. Se especuló mucho sobre el motivo por el que había venido a Kirsch, y las teorías iban desde la búsqueda de posibles candidatos a Caballeros Reales entre los estudiantes hasta unas vacaciones de salud mental. Pero nadie supo la verdad sobre su presencia hasta el final, y para entonces, la profesora Yugiri ya había recibido órdenes de regresar a los Caballeros Reales. Si todo hubiera ido según el plan, el profesor Loco Moco habría regresado a Kirsch en su lugar.

Pero entonces ocurrió ese incidente. No quería ni pensar en ello. A causa de todo lo ocurrido, el director había corrido hacia la capital con la profesora Yugiri e incluso con el profesor Loco Moco, a pesar de que este último acababa de instalarse en su nuevo puesto.

“Las cosas son bastante aburridas sin el profesor Loco Moco alrededor.

Me gustaban sus lecciones a medias…”

No debería ser una sorpresa que la ausencia del profesor más popular de la escuela dejara a gran parte del alumnado abatido.

“Sé que esto es probablemente golpear un caballo muerto, ¡pero escucha esto! Así que, Tully fue al bosque a ver el meteorito caído, y aparentemente no queda nada reconocible del lugar. Es como si el apocalipsis hubiera ocurrido allí. Completamente destrozado, según Tully…”

La gente visito el meteorito en el bosque como un monumento, uno que celebraba el nuevo futuro que le esperaba a este mundo. Marcaba la retirada de Dustour de Daryth y el comienzo de una paz que duraría siglos. La Edad del Amanecer, la llamaban. Bueno, eso es lo que la gente decía, al menos, pero en verdad, esa cosa había sido creada por un guerrero de la nación enemiga.

Los poderes fácticos, incluido el personal de Kirsch, barrieron por completo bajo la alfombra el alboroto de la bruja traficante de sueños, sin dejar ni un solo rastro.

“Pensaba alistarme en el ejército, pero ¿qué debo hacer ahora que no es realmente necesario? Hmm…”

“Sí, probablemente ya es hora de que empecemos a pensar en eso seriamente. Incluso si volviera a casa después de la graduación, mi hermano sólo me usaría como su recadero.”

Una atmósfera relajada y despreocupada se cierne sobre la escuela a pesar de haber estado tan cerca del desastre. Sin embargo, eso no era tan malo. La ignorancia es una bendición, después de todo, y la presencia de un agente de Dustour en el bosque era una verdad que era mejor no contar a las masas.

Ahora, si pudiera borrar los recuerdos de la profesora Yugiri sobre Charlotte, todo sería perfecto. La profesora prometió que no nos causaría ningún problema, tal vez como agradecimiento por haberle salvado la vida, pero aún así… Charlotte era mi sirvienta, proveniente de Huzak, un país famoso por su destrucción a manos de monstruos.

“Huh” murmuró la amiga de Charlotte. “Una sirvienta de la gran Casa Denning tiene que cargar con unas expectativas bastante altas en términos de habilidad, ¿eh? Eso sí que suena duro, Char.”

¿Oh? ¿Charlotte y su amiga se dirigen ya a su próxima clase? Bajé de un salto de las tuberías y me acerqué a ellas con un bufido despreocupado.

Últimamente, Charlotte no me acompañaba durante mis entrenamientos. Entiendo que ahora tenía clases y estaba ocupada repasando los apuntes y preparándose con antelación. Charlotte nunca tuvo la educación que recibieron los nobles como yo, así que debía estar trabajando sin descanso. Por supuesto que inevitablemente no tendría tanto tiempo para estar conmigo, pero…

La llamé. “Oye, Charlo…”

“¡Ah, Char! Lord Denning te llama… ¡¿Eh?! ¡¿A dónde vas, Char?! ¡La clase no empieza hasta dentro de un rato! ¿Qué? ¡¿Qué preparativos?!”

Y sin embargo… y sin embargo… Me sorbí los mocos. Que la misma joven que había servido durante años como sirvienta del despiadado Duque Cerdito, sin ni siquiera pestañear ante la presencia que supuestamente asustaba a los niños que lloraban hasta hacerlos callar, acabara huyendo en una nube de polvo, así…

“¡Ah, Lord Denning, mis más profundas disculpas!” La amiga de Charlotte inclinó la cabeza disculpándose en mi dirección. “¡Tenemos un poco de prisa!”

Le hice un gesto exagerado y pomposo con la cabeza, como si el comportamiento de Charlotte no me hubiera afectado en absoluto, pero en mi interior alimentaba un corazón totalmente roto. Pero bueno, traté de convencerme, Charlotte es responsable, así que probablemente no quiera llegar nunca tarde a clase. Qué estudiante tan seria. Estoy muy orgullosa de ella.

“Un estudiante trabajador es admirable, oink” murmuré lentamente.

De acuerdo, deja ya la negación y piensa, Slowe. ¿Qué demonios ha sido eso de ahora? Quiero decir, ya estoy acostumbrado a que la gente reaccione de forma tan deprimente hacia mí. Pero Charlotte siempre ha permanecido firmemente de mi lado, incluso en mis momentos más oscuros. Y definitivamente huyó con sólo verme.

Ahogué un suspiro. “Apuesto a que lo hace por lo que pasó ese día, ¿eh?

No me lo estoy imaginando, ¿verdad? Definitivamente lo hace a propósito.”

Todo había empezado el día en que el mosquetero había tomado a Charlotte como rehén. Hicimos retroceder a la bruja con la ayuda del Gran Espíritu de la Oscuridad, y mientras conseguíamos defender la tambaleante paz del continente…

Mi vida se había hecho añicos porque Charlotte me evitaba.

Hubo un largo tramo de silencio abatido antes de que soltara un oink desconcertado. Lo triste era que se me ocurrían varias razones que podían explicar su comportamiento. Empiezo a sospechar que es porque la arrastré a un peligro demasiado grande… ¿Se ha dado cuenta de que mientras esté a mi lado, estas situaciones de peligro para la vida no cesarán? ¿O simplemente está completamente harta de mí?

Una voz irrumpió en mi espiral de pensamientos. “Oye. ¿Qué haces?

Parece que el mundo está a punto de acabarse, ya sabes.”

El fin del mundo. Este tipo tiene razón. Eso lo describe perfectamente.

Para mí, que Charlotte me evite no es muy diferente del apocalipsis, y-

“Espera…” Me giré lentamente. “¿Esa voz es…?” “¡Sí! ¡He vuelto, Denning!”

Detrás de mí, con los brazos cruzados y la imagen de la pasión de siempre, estaba nada menos que el profesor Loco Moco, el antiguo Caballero Real que había ido a la capital junto con el director y la profesora Yugiri.