Regressor Instruction Manual

Volumen 1

Capítulo 20: Ansia Oscura

“Oye, Hye-Young” me llamó Ji-Hye.

“¿Sí, Ji-Hye? Te escucho”.

“Por favor, ve a ver a Ki-Young”.

“¿Disculpa?”

“Necesito que te encargues de Ki-Young de ahora en adelante”.

“No entiendo, ¿a qué te…?”

“Lo dejaré a tu imaginación, solo haz lo que creas que puedas hacer. No importa si solo le hablas o… ¡ah! Acostarte con él no es mala idea” me explicó.

“¿Acostarme con él? ¿Por qué haría algo así?” levanté mi ceja, interrogándola.

“Eso último era una broma, pero no creo que sea mala idea que lo pienses en serio, ya que la situación actual es muy mala. Ya casi no hay nada para comer, y muy poca gente puede salir a cazar. Hyun-Sung ha estado matando a los monstruos de nuestros alrededores, pero no sabemos qué pasará en el futuro. Nuestra realidad es que nadie puede garantizar nada. Necesitamos pensar en la posibilidad de que la gente que sale del refugio puede no volver nunca más, y necesitamos prepararnos para cualquier imprevisto. ¿Me entiendes?”

“Ki-Young vendría siendo un seguro, entonces”.

“Por supuesto. Es buena idea mantener una conexión con un hombre tan capaz como él. Gente como nosotras necesitamos ese tipo de seguros, ¿no crees? ¿Quién sabe? Si las cosas salen bien, puede que te dé un trato especial, como a Jung Ha-Yan” me explicó.

“No me gusta tener que recurrir a esos extremos, pero… tienes razón. Quiero vivir, después de todo”.

“Y hacemos lo necesario para conseguirlo” asentí a sus palabras. “¡Oh! Y escuché que planean llevar a Jung Ha-Yan a la próxima incursión. ¿Por qué no intentas convencerlo de que te lleve?”

“Aprecio que me cuentes estas cosas, pero… ¿hay alguna razón en especial?”

“Yo te ayudo, tú me ayudas, así de sencillo. Verás, no me gusta dejar las cosas al azar, y menos si se trata de mi vida” me explicó con una sonrisa, la cual me hizo preguntarme si me estaba contando toda la verdad. Iría con los más fuertes del grupo, las posibilidades de que algo me suceda son mínimas.

***

Mínimas, pero no nulas. Maldita perra.

Esa zorra de Lee Ji-Hye. Seguí insultándola en mi cabeza, pero nada cambió ya que yo cometí el error. No, los errores: fue decisión mía venir en primer lugar. Accedí a sus palabras aún sabiendo sobre los peligros.

Nuestro viaje apenas había comenzado y ya había cometido errores muy estúpidos. Tenía que compensarlo.

Ataqué con mi lanza para demostrar que era útil, pero resultó en un grave error. Luego, grité con todas mis fuerzas, resultando en un error aún más grande.

Podía escuchar a Lee Ki-Young y a Park Deok-Gu frente a mí. El primero recitaba un hechizo, y el otro cargaba como una bola demoledora contra los monstruos.

Mis piernas temblaban, probablemente por el susto de muerte que me dio la criatura de antes, pero claro, no podía quedarme sentada en el suelo.

Moriré.

Si paraba, moriría.

Miré de reojo a Ha-Yan. Estaba murmurando algo para ella misma.

Idiota…

Era muy suertuda por haber llamado la atención de Ki-Young y por unirse a esta cacería. En este lugar, ella era la más afortunada.

Habiendo cometido errores graves, incluso si regresaba con vida, era seguro que me echarían de este grupo. Cuando pensé en que Ha-Yan se había desempeñado mejor que yo, sentí un sabor amargo en mi boca.

¿Cómo es que puede mantenerse con calma en una situación así?

Claro, Kim Hyun-Sung, Ki-Young y Deok-Gu eran increíbles por ser capaces de pelear con calma contra los demonios, pero yo no podía superar esa sensación en mis manos y el miedo de poder morir en cualquier momento. Empecé a criticarme por pensar en que esto sería fácil.

Pero Ha-Yan era diferente. Como yo, esta era su primera vez de caza y seguro que nunca se había encontrado con un monstruo antes. A pesar de todo esto, se mantenía impertérrita, sin una pizca de miedo en sus ojos.

Verla murmurar en silencio me hizo pensar en que se había vuelto loca, pero no pude ver ninguna señal de agitación en ella.

No puedo morir aquí.

En esta realidad llamada “El Tutorial”, necesitaba crecer en poder para poder sobrevivir, y desde que supe que era imposible hacerlo sola decidí que tenía que usar a Ki-Young y a Hyun-Sung.

Si llegaban a la conclusión de que no era capaz de ir con ellos, no sólo fallaría en volverme fuerte, sino que también me dejarían de lado. Solo me quedaba una posibilidad.

Necesito quedarme con ellos de alguna manera.

Si conseguía volver con vida, debía usar cualquier método posible para crear una conexión con Ki-Young y quedarme a su lado.

Desde luego, me molestaba el hecho de que Ha-Yan se le pegara como una lapa, pero una vez que pase el tiempo suficiente, Ki-Young se dará cuenta de su verdadero valor. Sin importar cómo lo mires, era mejor que esa furcia.

Mientras corría mordiendo mi labio, pude ver a Deok-Gu y a Ki-Young girar a la izquierda. Al doblar la esquina, ya no pude verlos. Habían desaparecido de forma repentina, una pared bloqueaba el camino.

¿Eh?

Mi corazón dio un vuelco. No podía comprender lo que pasaba.

¿Desde cuándo?

Corría muy pegada a ellos, no había manera de que esto sucediera. Sentía como si me hubieran transportado a otro lugar, apartada de todos.

“¿Sabes a dónde fueron? ¿Qué demonios acaba de pasar?” Le pregunté a Ha-Yan, que miraba en silencio a la pared.

¿Es retrasada o algo? No recibí ninguna respuesta.

Si alguien como yo los había perdido en un instante, era imposible que esa chica estúpida supiera a dónde fueron. Tan solo me estaba siguiendo.

“¡Graaaaah!” Al escuchar el rugido de un monstruo a lo lejos no pude evitar temblar. Intenté moverme, pero mis pies no me obedecían, en parte porque no sabía hacia dónde dirigirme.

Estaba segura de que Ki-Young se dio cuenta de que no estábamos. Si resistimos, él vendrá por nosotras.

Ha-Yan seguía murmurando incluso en esta situación. Sonaba tan absurda que estuve a punto de reírme a carcajadas.

“…fuerza para protegerme contra mis enemigos, que intentan quitarme lo que me pertenece…” murmuraba.

Parecía estar rezando, pero no pude terminar de entender lo que estaba haciendo. Cuidar de una mujer así me hizo pensar que Ki-Young no estaba completamente cuerdo.

Pude escuchar a Ha-Yan respirando muy hondo.

“Hoja de Viento” dijo en un suspiro.

Swish~

Una ráfaga de viento rasgó el aire.

“Cállate, maldita idiota. ¿No escuchas a los monstruos?” pregunté.

Justo cuando me giré para verla…

¿Qué?

El mundo estaba cayendo. No, era yo la que caía. Había perdido el equilibrio y ahora me encontraba en el suelo, boca abajo. Por unos segundos, me pregunté qué había pasado mientras me volteaba. Ahí pude verla, sangre carmesí salía a raudales por donde debía estar mi pierna. Unos metros más adelante, en el aire, estaba la parte faltante.

¿Qué está pasando…?

La realidad me golpeó con la fuerza de un tren.

“¡Kyaaaaaaaahh! ¡A-a-ayuda! ¡Por favorrr, ayuda!” un grito desgarrador salió de mi boca. Podía sentir como si mil agujas se clavaran en mi pierna.

“No sirve de nada que grites, Hye-Young”.

“Mi-mi pierna… ¡Dios, mi pierna!” lágrimas empezaron a caer de mis ojos.

“Usé magia para bloquear el sonido, así que nadie puede escucharte, ni siquiera los monstruos, por lo que no necesitas preocuparte”.

“P-p-por favor, a-ayuda…” le rogué.

“Eres más tonta de lo que pensaba. Le causaste problemas a mi Ki-Young y arruinaste la cacería”.

“¡Aaaaaaaggghh, duele! ¡Rápido, trae a Ki-Young!”

Intenté sobreponerme al dolor. Me quité mi camisa y la até alrededor de mi pierna. Rápidamente la tela se volvió oscura, demasiado húmeda como para convencerme de que había funcionado.

Todo mi cuerpo temblaba, me sentía mareada por mil razones: el saber que mi pierna ya no estaba, el dolor, la pérdida de sangre… Nunca volvería a correr, y en este lugar ni siquiera había sillas de ruedas. ¿Qué sería de mí?

No podía entender cómo terminé así, ni quería saberlo. Mi pierna había sido cercenada por encima de mi rodilla. No lo podía creer. Debía ser un sueño.

Mi pierna, o lo que quedaba de ella, se retorcía. Mi mente me hacía creer que seguía allí, como si quisiera ocultarme la horrible realidad. Mi visión se volvió borrosa por las lágrimas, por lo que bien podría creerle. Miré hacía Ha-Yan, que me veía con una sonrisa que iba de oreja a oreja.

Hoja de Viento.

Sus palabras resonaban en mi cabeza. Había visto una fuerza invisible, como las ondas de calor que se pueden ver a la distancia en el verano, saliendo disparada de sus manos.

¿Usó magia en mí? Pero, ¿cómo?

Ansiedad, sorpresa, un dolor extremo y ahora se le sumaba el miedo.

“Ha-Yan…” la llamé. Sentía un nudo en mi garganta, dificultándome el habla.

“¿Sí, Hye-Young?”

“Po-por qué… haces… esto?”

“No quería hacerlo, pero no me dejaste otra opción. Querías quitarme a Ki-Young, y no podía permitirlo” al igual que su sonrisa, sus ojos brillaban. Era una retorcida y oscura felicidad. “Esta… ansia oscura… no me dejaba” dijo, llevando sus manos a su corazón.

“¿Qui-quitártelo? ¿De qué… hablas?”

“No me gusta que la gente actúe como si no supieran nada. Querías robármelo. Tú misma dijiste que me lo quitarías” su sonrisa se borró, ahora era una mueca de desprecio.

Estás loca.

Jung Ha-Yan no estaba en sus cabales, me sorprendió no darme cuenta antes. Estaba loca, cada centímetro de su ser lo gritaba.

“No… pensaba hacerlo…”

“Mentiras”.

“Te lo… juro…”

“¡Mientes! ¿Sabes cuánto me dolía verlos juntos, hablando y tomándose de las manos? Sentía como si mi corazón fuera a partirse. No puedes ni imaginarlo”.

“Cla-claro que lo entiendo… por favor, ayuda” no podía evitar resollar cada vez que tomaba aire. “Nunca… los volveré a… mo-molestar”.

“No. Necesitas sentir el mismo dolor que yo. No puedo perdonarte. No”.

“¡GYAAAAAAAHHH!” una nueva ráfaga de viento apareció, esta vez amputando mi brazo izquierdo, el que hacía presión en mi pierna. Una nueva oleada de dolor me golpeó. Mi brazo aún se aferraba con fuerza a la tela.  Vomité lo poco que había en mi estómago ante tal vista. Ahora solo podía pensar en escapar. Empecé a arrastrarme, desesperada, clavando las uñas de mi mano restante en el frío y duro suelo. “¡Ayuda!… ¡alguien…!” rogué.

“No” respondió Ha-Yan.

“¡Es-es mi culpa! ¡Lo…! ¡Eup! ¡Eup!” de repente, ya no podía hablar.

“Eres muy ruidosa, y chillas como un cerdo, así que silencio”.

Sentía un extraño poder ahogándome. Lágrimas rodaban por mi cara, el sabor amargo del vómito llenaba mi boca.

“¡Hmmmmm! ¡Hmmm!”

“Te lo mereces”.

“¿Ha-Yan?” pude escuchar una voz.

“¿Ki-Ki-Young?” era él. El culpable de todo esto.

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Bejemon: ¡vaya capítulo! Me tardé en escribir la parte del ataque, quería transmitir lo mejor posible lo que sentía Hye-Young, espero haberlo logrado. ¡Agradezco a Stephen King por su manera de escribir tales escenas!

El nombre del capítulo está basado en Baldur´s Gate 3, específicamente en un personaje que debe resistirse o dejarse llevar por unas intenciones asesinas increíbles. Seguiré inspirándome en él para describir a Ha-Yan, nuestra yandere naciente.

Y bueno, cambié de traducción por tercera vez. Las dos primeras parecían escritas por una máquina, sin alma. Ahora usaré la de Wuxiaworld, donde tiene un traductor hecho y derecho.Uno de los cambios fue el nombre de Hye-Young, antes era Hyae-Young, es solo una letra pero suena más fácil de pronunciar así. Otro, por ejemplo, es el inicio del cap, donde no se deja claro cuál de las dos mujeres está hablando y en la nueva traducción se resuelve.  La página tiene novelas de paga pero tiene elementos para acceder a los capítulos gratis, por lo que veré hasta donde llego con ella.