Regressor Instruction Manual

Volumen 1

Capítulo 18: En Cada Grupo de Cinco, Siempre Hay un Peso Muerto (Parte 3)

Nunca antes me había parecido tan placentera la voz de alguien diciéndome que me levantara.

“Entendido”. La primera en levantarse era Park Hye-Young.

Después de eso, pude escuchar a Ha-Yan levantarse.

Mientras deliberaba sobre cuándo levantarme, sentí un toque en mi hombro.

“Hermano”.

Deok-Gu, bien.

Supongo que el miedo de anoche aún persistía, de lo contrario, no habría dudado.

Sentí una oleada de cansancio caer sobre mí, muy probablemente porque no pude dormir bien. Aún así, me levanté, con mis ojos entrecerrados.

“¿Ya es hora?”

“Sí, saldremos temprano. Decidí que nos adentraremos un poco más para cazar antes de volver al refugio”. Me explicó Hyun-Sung.

“De acuerdo”.

No me permití alejarme de Ha-Yan, pues podría levantar sospechas y volver la situación algo incómoda.

Cuando volteé a verla, me devolvió la mirada con una sonrisa brillante en su rostro. No había rastro alguno de lo que pasó anoche.

¿Cuál es la verdadera?

No sabía si su expresión era una mentira y la verdadera era la de hace unas horas. Por ahora, pensé que sería mejor mantener la calma, así que le devolví la sonrisa y me recompuse.

Cuando salimos, Kim Hyun-Sung me miró y empezó a hablar.

“Te ves cansado”.

“Lo estoy, pero solo un poco. Estaré bien”.

“Muy bien, pero déjanos saber si necesitas descansar. Por cierto, ¿qué opinas sobre aventurarnos más dentro de la mazmorra?”

“No creo que sea un problema, puesto que apenas hemos visto a esos demonios. Me preocupa un poco la gente del refugio, pero no creo que les pase nada en el tiempo que estemos afuera. Sin embargo, si nos encontramos con un grupo grande…”

“Por supuesto, volveremos de inmediato. No queremos atraerlos al refugio mientras huimos”.

“Por cierto, ¿por a dónde iremos?”

“Por el camino de la izquierda. Lo exploré un poco mientras dormían, se veía seguro”.

No sólo dobló guardia, sino que también se adelantó un poco.

“Muchas gracias por tu esfuerzo”. Cuando hay gente así de diligente es cuando mejor me siento.

Pensé que era posible que hubiera algo en el camino de la derecha, pero confiaba en Hyun-Sung.

“Hye-Young y Ha-Yan…”

“Estamos listas”.

“Bien. En cuanto a nuestra formación, si encontramos monstruos de nuevo, Ha-Yan reemplazará el lugar de Hye-Young. En marcha”.

Parecía que teníamos un largo camino por delante.

Ha-Yan me seguía preocupando. No tenía idea de lo que le pasaba, su comportamiento era anormal. Y nadie parecía notarlo, solo yo. Claro, su apariencia disfrazaba cualquier cosa rara que pasara por su mente.

Ahora, mi mayor prioridad era averiguar la causa. Tenía una idea, pero era bastante absurda, o por lo menos así me parecía.

¿Celos?

El problema era que apenas habíamos pasado tiempo juntos como para saltar a esa conclusión. El tiempo no siempre era proporcional a la fuerza de la relación, pero era, sin duda, un factor importante.

Claro, la situación en la que nos encontrábamos era especial. No era una cafetería o un cine: era una mazmorra que hedía a muerte. En las películas de Hollywood, un hombre y una mujer en una crisis de vida o muerte desarrollan sentimientos de amor en un periodo de tiempo muy corto. Tal vez lo mismo sucedía aquí.

Teniendo en cuenta su pasado, era posible que mi deducción sea correcta. Sus padres y hermanas, todos la abandonaron. Podía entender por qué quería depender de mí. Era simple. No obstante, convertirme en alguien a quien aferrarse con desesperación resultaba descabellado. Me había comportado como alguien amable y confiable, y como resultado, sus sentimientos parecían haber evolucionado en obsesión.

¿Cuál es la diferencia entre amor y obsesión? ¿Y entre obsesión y deseo? Me asustaba no tener una respuesta clara. ¿Debería ponerla a prueba? (Bejemon: referencia a “Under your spell” c; del grupo Desire)

Valía la pena intentarlo.

Mientras caminaba al lado de Hye-Young, tomé su hombro y la jalé hacia mí.

“Cuidado”. Le dije, como si hubiera evitado que se tropezara con una roca.

“Ah, gracias…”

Miré a Ha-Yan por el rabillo de mi ojo. Estaba observando fijamente a Hye-Young. Lo podía ver claramente: una intención asesina brillaba en sus ojos.

Puedo hacer uso de esto.

Esas intenciones no estaban dirigidas a mí.

Sus celos estaban lejos de ser normales, pero se mantenían dentro de un rango tolerable, pues seguía actuando con normalidad.

Mientras le siga dando atención, amor y cariño, ella permanecerá fiel y lo dará todo por mí.

Seguí pensando mientras caminaba. Era difícil concentrarme en otra cosa que no fuera en mis alrededores, pero lo intentaba. A veces una pequeña gota de agua resonaba por todo el lugar, y en otras ocasiones una rata pasaba corriendo frente a nosotros para después perderse de vista en algún oscuro recoveco. Nos poníamos tensos con cualquier pequeño sonido. Encontrábamos pasillos colapsados y suelos destruidos que conducían a una caída interminable en el vacío, obligándonos a dar media vuelta e intentar con otro camino.

Antes de darme cuenta, habíamos cubierto una buena distancia.

“Escucho algo cerca. Todos, en guardia”. Asentimos a las palabras de Hyun-Sung.

Un extraño olor inundaba el lugar. Era la peste que emanaba de los monstruos.

Sin embargo, un tenue rastro de magia que se extendía por el pasillo era lo que más me llamó la atención.

Podía sentir algo diferente en esa magia. Tal vez era lo que buscaba Hyun-Sung.

“Puedo sentir algo…”

“¿A qué te refieres, hermano? ¿Puedes verlos?”

“Percibo una pequeña fuente de magia más adelante. No estoy seguro de qué es…”

“Agh, desearía tener algo de magia. Hyun-Sung, ¿tú también lo sientes?”

“No estoy seguro. Puesto que Ki-Young es un mago, debe de ser más sensible a estas cosas. No es mala idea verificarlo, puede haber pistas sobre cómo dejar este lugar”. Era un buen actor.

“Bueno, ya vamos en esa dirección de todos modos. Llevaré la delantera para sentir cualquier peligro en esa magia”. Les dije.

“Ten cuidado”. Me respondió Ha-Yan.

No había necesidad de ser tan cuidadosos. Si Hyun-Sung sintiera que hay algo malo en este lugar ya habríamos dado media vuelta.

Seguimos avanzando, y por fin logré ver la fuente de la magia.

Escaleras.

“Conducen hacia abajo”.

Ya sabía de la posibilidad de otros pisos gracias a los huecos en algunos de los pasillos, por lo que no era una gran sorpresa.

“¿Esto significa que mientras más bajemos, más difícil se vuelve? Puede haber alguna conexión con completar la mazmorra”.

“¿Tú crees, Ki-Young?”

“Aún no estoy seguro, pero no haber encontrado otras pistas en este nivel es una señal. Concuerda con lo que ya habíamos hablado días atrás, sobre lo irracional que sería tener que esperar quién sabe cuánto tiempo para salir de aquí. Es muy probable que encontremos respuestas al bajar”.

“Pienso lo mismo”. Asintió Hyun-Sung.

“Pero es muy peligroso por el momento, por lo que sugiero regresar después. No venimos para despejar la mazmorra. Puede que haya algo que nos ayude allá abajo, pero es posible que otro tipo de monstruos habiten la zona”.

“Odiaría que más de esas cosas salieran de ahí”.

Hyun-Sung había logrado alertarnos sobre una posible salida sin levantar sospechas.

El crecimiento de Hye-Young y Ha-Yan era más importante por ahora. Teníamos que preparar más gente antes de bajar.

“¿Recuerdas el camino?” Me preguntó Hyun-Sung.

“Sí, no te preocupes por eso”.

“Entonces, ¿sólo buscaremos monstruos por ahora?”

“Sí. Prepárense para seguir andando”.

Continuamos igual que ayer, y logramos encontrar algunos en poco tiempo. Eran tres. Tal vez habían subido por la escalera.

Miré a Hyun-Sung, y ambos asentimos.

“Deok-Gu, atráelos. Yo y Ki-Young nos encargaremos de dos, usaremos al último como muñeco de entrenamiento”.

Yo y Hyun-Sung corrimos detrás de Deok-Gu. Contenía a uno con su escudo y a otro con su espada.

Hyun-Sung corrió y le cortó el brazo a uno de ellos con una habilidad increíble.

Es muy rápido. Ya me lo esperaba por su alta destreza, pero verlo en acción superó mis expectativas.

Al mismo tiempo, apliqué un poco de magia en mi lanza y la clavé en el torso del otro.

Sangre empezó a salir de la herida y el monstruo gritó, adolorido, pero aún no estaba muerto. Retiré mi lanza y volví a cargar, esta vez apuntando hacia su boca abierta, llena de colmillos amarillentos. La punta desapareció dentro de sus fauces, y reapareció por su nuca. Hye-Young estaba detrás de mí, con el arma en ristre, lista para cualquier cosa.

Nada mal. Ahora tiene la voluntad de actuar.

No tenía que preocuparme por Hyun-Sung. Él ya había decapitado a la criatura.

Así, el único que quedaba era el que usaríamos como saco de boxeo.

Sin embargo, antes de que Deok-Gu cargara contra él para aprisionarlo, Hye-Young ya se había lanzado contra la bestia.

¡Idiota!

El monstruo tomó su lanza fácilmente, sin planes de dejarla ir.

“¡Ack! ¡Mierda!”

“¡Graaaahh!”

En cada grupo de cinco, siempre hay un peso muerto.

“¡Deok-Gu!”

Parece que ese dicho tenía algo de cierto.