Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 28

Capítulo 3: El Tesoro Sagrado, Completo

Parte 2

“Deleiten sus ojos con la nueva serie de marines Frame Gear, ¡la Nereid!”

Quun estaba orgullosa frente al nuevo Frame Gear turquesa que había en la playa de la isla de las mazmorras, a sus espaldas, como si fuera ella quien lo hubiera creado. Aunque estaba especializado en batallas en el agua, tenía patas, así que probablemente también podría luchar en tierra.

¿Se parecía más a un anfibio?

Tenía una gran unidad de propulsión hidrojet en la espalda y cuatro garras deslizantes en cada brazo. Si se te cayera un arma bajo el mar, sería casi imposible recuperarla, así que el equipo de desarrollo de Babylon decidió que sería mejor que las armas estuvieran incorporadas. La forma curvada de su cuerpo tenía como objetivo hacerlo más aerodinámico para moverse por el agua.

“Es extremadamente móvil y tiene un gran poder de ataque incluso en el agua. Equipado con ocho cápsulas de cohetes en los hombros y cuatro torpedos en las piernas, puede enfrentarse a batallas a corta y larga distancia. Su arma principal es una lanza, pero las Garras del Abismo que lleva en los brazos son de phrasium, por lo que pueden atravesar fácilmente la arma—”

“Está bien, está bien. Es increíble, lo entendemos. Ahora, ¿podemos verlo en acción?”

“¡Grr! La presentación de la obra de un inventor es un acontecimiento único en la vida y de suma importancia. No podemos saltárnoslo, madre”.

A Quun le enfureció que Leen interrumpiera tan despreocupadamente su orgullosa explicación.

Te das cuenta de que Doc Babylon y su equipo son los verdaderos inventores aquí, ¿verdad?

Era cierto que Quun también había asistido, así que podía entender su deseo de presumir de ello, pero aun así…

“Entonces, ¿quién lo pilotará primero?” “¡Papi, quiero intentarlo!”

Steph fue la primera en levantar la mano. ¿Sería realmente bien, sin embargo…? Ella manejó el Ortlinde Overlord bien, pero …

“El sistema de evacuación definitivamente funciona, ¿no?”

“No te preocupes”, me tranquilizó el doctor Babylon. “Incluso en el caso de que se inunde, la cabina está configurada para desplegar una barrera antes de activar la magia de teletransporte para proporcionar seguridad extra para escapar. El destino está fijado para la sala de transporte de Val Albus”.

Eso sonaba seguro, al menos.

Cuando di mi permiso, Steph subió inmediatamente a bordo de la Nereida. Gold se aseguró de acompañarla, pero no estaba seguro de lo necesaria que era su presencia. Al menos ambas eran lo bastante pequeñas como para no sentirse apretadas allí dentro.

Aparentemente, se controlaba igual que un Frame Gear normal. La única diferencia real era que podía atravesar el agua, por lo que, naturalmente, era necesario que la unidad se desplazara en tres ejes, como una unidad aérea. Steph ya tenía experiencia controlando un Frame Gear aéreo, así que no me cabía duda de que se acostumbraría a controlar la Nereid en un santiamén.

“Bien, ¡es hora de intentarlo!”

Steph empezó a mover la Nereida hacia el mar. Poco a poco, el vehículo se fue hundiendo más y más bajo el agua, hasta que ni siquiera se le vio la cabeza.

“¿De verdad va a estar bien?” murmuró Sue preocupada mientras veía desaparecer a su hija. Saqué mi smartphone y mostré las imágenes del dron que la acompañaba desde el aire. La Nereida seguía en el fondo marino poco profundo. De momento parecía estar bien.

Tras acostumbrarse a los controles, Steph empezó a saltar ligeramente por el océano a cámara lenta. Tras ganar suficiente profundidad, dio un gran salto y activó los hidrojet.

“Es terriblemente rápido, lo es.”

Como Yae había dicho, la Nereida se movía en todas direcciones. Sólo estaba probando el movimiento, ¿no? No se estaba descontrolando, ¿verdad?

Los propulsores acoplados por todo el chasis ayudaron a mantenerlo estable incluso con el aumento de velocidad.

“Incluso nuestras valquirias tendrían dificultades para luchar en el agua”, murmuró Linze. Pero, ¿realmente era así? Leen y Yumina podían enfrentarse fácilmente a cualquier enemigo acuático a larga distancia, y Yae e Hilde sólo necesitaban estar lo bastante cerca para cortarlos por la mitad.

“¿Eh? Papi, hay un gran monstruo allí. ¿Puedo ir a derrotarlo?” “¿Hay un monstruo aquí?”

Giré la cámara del dron hacia delante y capté una criatura que nadaba hacia aquí. Tenía cuerpo de delfín, cabeza de perro y aletas de pez.

¿Qué demonios es eso?

Casi parecía una foca mutada del doble de tamaño que la Nereida. Probablemente medía treinta metros de largo.

“Oh, eso es un Cetus. Se dice que son criaturas feroces que atacan a los barcos en el mar y se comen enteros a los que están a bordo”, explicó Leen. El mencionado Cetus se dirigía directamente hacia la Nereida.

Había invocado a un Kraken para que patrullara la zona alrededor de las islas de las mazmorras, pero supongo que el Cetus se había escabullido. Si atacaba a los barcos, lo mejor era deshacerse de él ahora, pero ¿lo conseguiría Steph?

“La Nereid debería ser más que capaz de manejar un Cetus de ese tamaño. ¿Por qué tomas nuestras creaciones?”

La doctora Babylon sonaba segura de sí misma, así que probablemente estaba bien confiar en ella, pero no podía negar que seguía un poco nerviosa.

“¡Toma esto!”

Los hombros del Nereid se abrieron y enviaron misiles hacia el Cetus.

Temiendo el ataque, el Cetus abrió la boca y lanzó un ataque de aliento similar a una tromba de agua. Los misiles quedaron atrapados en la rotación y fallaron su objetivo, pero el ataque no se detuvo ahí, y Steph tuvo que esquivar ágilmente para salir del paso.

El Cetus disparó ese mismo ataque dos veces más, pero la Nereida esquivó ambas como pez en el agua. Steph se estaba acostumbrando.

“¡Ahora a por esto!”

Las cuatro garras de phrasium unidas a los brazos se deslizaron hacia delante y se acoplaron a la parte delantera de los puños. Se parecía a aquel héroe de cómic. En realidad, espera, ¿no tenía sólo tres garras en cada mano?

Steph maniobró la Nereid para evitar las bocanadas de agua entrantes, y en un abrir y cerrar de ojos, estaba justo en frente de su objetivo.

“¡Hah!”

Las garras del brazo derecho de la Nereida atravesaron el cuello del Cetus. Sólo con eso consiguió partirlo en dos (¿o en cinco?). La cabeza y el torso del Cetus se hundieron en el lecho marino y la sangre flotó por todas partes.

“¡Nooo, esos habrían sido buenos materiales!” Quun me miró.

¿Quieres que los recupere? No hago milagros, señorita.

“No está nada mal. ¿Pueden nuestras Valkirias actuar tan bien como eso?” Lu preguntó.

“Los Valkirias no se construyeron inicialmente pensando en batallas acuáticas, así que si se añadieran esas características, no serían tan buenos como los Nereid, hiciéramos lo que hiciéramos”, le dijo Doc Babylon. “Sin embargo, no perderían contra los Kyklops”.

Los Kyklops que habíamos conseguido recuperar estaban llenos de todo tipo de tecnología para hacerlos capaces de luchar en el agua. La tripulación de Babylon había robado su estructura y la había mejorado.

Cuanto más los desmontaban, más se daban cuenta de que uno de los cinco grandes gollemancers, Maestro, parecía haber participado en su desarrollo. Eso aumentaba la posibilidad de que Maestro estuviera de su lado. Si eso significaba que estaba trabajando con ellos por su propia voluntad, o que estaba siendo amenazado para trabajar con ellos, o que era uno de los devotos malvados, no había manera de saberlo.

“¿Puede la Nereida contrarrestar el veneno diluido?”

“La Nereida tiene instalado un horno de espíritus, por lo que no utiliza líquido de éter como único combustible. Toma prestado el poder de los espíritus marinos, lo amplifica y lo utiliza como fuente de energía. Todavía se verá afectado por el veneno, pero sólo será alrededor de un diez por ciento de pérdida de producción, que es mucho mejor que el cuarenta por ciento original, por lo menos “.

Doc Babylon parecía un poco molesta por eso.

Supongo que no se conforma con no poder contrarrestarlo del todo. “¿Las Valquirias seguirán afectadas por el cuarenta por ciento?”

“Desafortunadamente. No podemos entrar y cambiar de repente su fuente de energía a un horno espiritual. Aunque ajustamos la salida de líquido de éter, por lo que debería limitarse al treinta por ciento en su lugar.”

Sinceramente, incluso hacer que les afectara un diez por ciento menos era impresionante.

“Podemos lidiar con los Frame Gears, pero ¿qué hay de sus esposas?

¿Han encontrado una manera de bloquear el veneno divino?” “¡Vaya, tenemos buenas noticias para ti!”

Me sobresalté sin querer al oír a Linze gritar con fuerza desde detrás de nosotros.

“¡Santa mier—! ¡No hagas eso!”

“¡Tomamos fibras del Árbol Puro e hicimos que Flora y Rosetta nos ayudaran a fabricar un tejido capaz de repeler el veneno divino!”.

Lo habían terminado. Parecían inseguros de poder hacerlo cuando lo mencionaron antes.

Linze sacó una prenda del [Storage] de su smartphone. Hecha de un suave tejido gris, parecía un traje de vuelo con protectores por todas partes. Incluso tenía un casco integral con visera transparente. ¿Estaba hecho de phrasium? La parte trasera del casco sobresalía ligeramente, formando una línea suave.

“El interior de los cascos está forrado con el tejido del Árbol Puro para que sirva de filtro, y lo hemos encantado con magia del viento para que no esté demasiado cargado. La visera tampoco se empaña”.

“Vaya, así que es una protección completa, ¿eh?”

Casi se podría pensar que iban a salir al espacio, pero sólo demostraba cuánta protección era necesaria.

Doc Babylon cogió el traje con la mano y tiró de la tela.

“Esto tiene la elasticidad y la magia de bordado infundido en ella, ¿verdad?

¿Tiene efectos especiales?”

“¿Se nota? Se ha diseñado para que la talla se ajuste automáticamente al usuario. Yae, Sue, ¿puedes probárselo?”

“¡¿Qué?! ¡¿Yo?!

“Claro, suena divertido”.

Sus reacciones fueron completamente opuestas. Sin esperar a que Yae accediera, Linze sacó dos sencillos vestuarios del [Storage]. ¿Les estaba diciendo que se cambiaran aquí? Los únicos chicos que estábamos aquí éramos Kuon y yo, así que supongo que no había mucha necesidad de que se preocuparan, pero aun así resultaba un poco incómodo.

Linze empujó a Yae al vestuario antes de que pudiera quejarse. Había cambiado mucho desde la llegada de Linne. Aunque seguía siendo bastante reservada, tenía mucha más confianza en sí misma que antes.

¿Su poder maternal había despertado ese aspecto en ella?

“Oh, asegúrate de quitarte también la ropa interior, si no, no será tan efectivo”.

“¡¿Eh?!”

Esta vez, la sorpresa vino de los dos, pero fingí que no me había enterado de nada. Puede que estuviéramos casados, pero eso no significaba que momentos como este no requirieran tacto.

Steph regresó finalmente a tierra en el Nereid al mismo tiempo que se abría una de las cortinas del camerino, revelando a Sue con su traje de piloto.

“Es mucho más fácil de llevar de lo que esperaba. La armadura ni siquiera estorba”, dijo, dando un ligero golpecito a uno de los protectores.

Realmente parecía un traje de vuelo. Aunque estaban hechos para ajustarse bien al cuerpo, había protectores en los hombros, el pecho, los brazos, la parte baja de la espalda y los tobillos, por lo que la línea del cuerpo de Sue no era especialmente prominente.

“¿Por qué no te pruebas también el casco?”

“No hay problema. ¿Así? ¡Whoa!”

Cuando Sue se puso el casco gris, su larga melena rubia que había estado arrastrando detrás de ella fue absorbida por el casco. ¿Así que incluso almacenaba automáticamente el pelo de quien lo llevaba? ¿Era por eso que la parte trasera del casco tenía la forma que tenía?

“¿Nos oyes?”

“Sí, te oigo perfectamente”, respondió Sue con el visor aún bajado. “Tampoco me está sofocando aquí dentro”.

Bien, parece que no hay problema.

Sue corrió y saltó, probando la flexibilidad del traje. Cuando Steph salió de la Nereid, se acercó con curiosidad a su madre y empezó a acariciarla con las manos.

¿Qué le pasó a Yae? ¿Estaba luchando para ponerse el traje?

Justo cuando pensaba eso, Yae asomó la cabeza por la puerta. Tenía la cara muy roja.

“… ¿Qué estás haciendo?”

“Um, esta ropa… es un poco apretada, es…” “Oh, vamos. No pasa nada. Date prisa y sal”. “Ahhh, ¡¿L-Linze-dono?!”

Linze sacó a Yae lo suficiente como para que pudiéramos verla con el mismo traje gris de piloto. Aunque… a diferencia de Sue, se podían ver más claramente ciertos activos…

“Linze, nos elegiste a Sue y a mí precisamente por nuestros tipos de cuerpo contrastantes, ¿no?”

“Bueno… verás, es importante demostrar que la diferencia de tamaño no importa, ¿verdad?”.

Sue infló las mejillas, pero enseguida se aclaró la garganta al recordar que estaba delante de Steph.

“La línea de tu cuerpo se ve claramente”.

“Pero rara vez estarías delante de otras personas mientras lo llevas puesto, así que no debería importar demasiado, ¿no?”.

“Es mucho menos embarazoso que la ropa que teníamos que llevar en el Mar de los Árboles”.

Todas las demás chicas se agolparon alrededor de la avergonzada Yae, mirando atentamente el traje sin vacilar. Doc Babylon asintió con la cabeza mientras palpaba el material.

“Hm, puede que realmente sea capaz de hacer uso de esto. Si podemos proteger las líneas de éter con este tejido, podríamos debilitar aún más los efectos del veneno divino. Probablemente disminuiría su efecto en otro diez por ciento”.

“Me gustaría mucho que dejaras de tocarme las nalgas con esa cara tan seria, ¡me gustaría!”.

Ya harta, Yae se quitó las cintas y se colocó el casco, absorbiendo en el proceso su larga cabellera negra.

“Si pulsas el botón del lateral del casco, puedes hacer que la visera sea opaca desde el exterior. También puedes cambiar el color del traje con el brazalete”.

Yae pulsó el botón mencionado y, como había dicho Linze, inmediatamente se volvió negra y ya no pudimos verle la cara. Parecía una guerrera misteriosa como esta.

“Puedes vernos desde tu lado, ¿verdad?”

“Sí. Es un poco más oscuro, pero puedo verte bien, puedo”.

Sue hizo lo mismo y confirmó que por su parte estaba bien. Supuse que su uso era similar al de las gafas de sol.

Cada vez que Yae pulsaba el botón de su brazalete, el traje, incluido el casco, cambiaba de color. Yae se decantó por un morado claro, mientras que Sue eligió el amarillo como color personal. Me gustó. Los colores me parecieron naturales para ellas, aunque no podía decir con seguridad si les quedaban bien, ya que ni siquiera podía verles la cara.

“¡Whoa! Mamá Yae, Mamá Sue, ¡las dos están geniales!” “¡Sí! ¡Son iguales que los héroes sentai!”

A Linne y Steph les brillaban los ojos al mirarlos. ¿El futuro yo decidió enseñar a los niños algo de tokusatsu?

“¡Mamá, yo también quiero un traje así!”. “¡Y yo, mami!”

Ustedes ni siquiera los necesitan…

Ya podía imaginarme un futuro aterrador en el que las llevaran como ropa normal.

Los otros chicos no parecían muy interesados. Frei parecía un poco curioso, pero más bien por sus propiedades defensivas como armadura.

Kuon se había dado cuenta de que ya no necesitarían pilotar las Valquirias si sus madres dejaban de sentir los efectos del veneno divino, así que aunque mandaran hacer trajes, serían poco más que algo con lo que disfrazarse.

Normalmente, eran los chicos los que se volcaban con la estética sentai, pero nuestro hijo era todo lo contrario. No es que me sorprendiera mucho, por supuesto.

***

Una gran sombra recorrió lentamente las profundidades del mar. Asustados por el intruso, los peces que acechaban se dispersaron. Avanzó con paso firme por las turbias profundidades oceánicas antes de detenerse y soltar un centenar de pequeñas sondas a su alrededor.

“V00 a V99 despachados con éxito”.

En el puente de mando del Over Gear con forma de ballena blanca, Val Albus, la corona blanca, Illuminati Albus, puso en marcha las numerosas sondas. A pesar del gran número de ellas, escaneó todos y cada uno de los monitores en busca de cualquier anomalía.

Sombras sospechosas, terrenos extraños, depósitos artificiales… Cualquier cosa que llamara la atención de Albus, hacía que las sondas la analizaran en detalle. Al Gollem no se le escapaba ni un momento que había algo extraño a la vista.

“Ampliar datos del marco V21”.

Uno de los monitores se proyectó mucho más grande que antes. Mostraba lo que parecía ser una pared rocosa normal en el fondo del océano, excepto que había una gran falla en su superficie con una grieta que la atravesaba como si hubiera sido cortada por la mitad.

La sonda rodó hacia la grieta, cayendo más y más, hasta que finalmente, reveló algo en el monitor de Val Albus: un gran casco en forma de caja con sospechosas líneas de luz que lo atravesaban, flanqueado por hélices.

Albus cotejó los datos capturados con los registros y cambió del modo de exploración al de observación.

“El Arca ha sido descubierta”.