Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 32

“Huh… ¿Qué es esto?”

Un mensaje de Hanekawa Tsubasa.

Sin embargo, el cuerpo y el asunto estaban en blanco, con sólo una fotografía adjunta. El correo electrónico ya parecía bastante extraño, pero la extraña foto que parecía ser una selfi era realmente indescriptible.

Esa Hanekawa Tsubasa.

Se tomó una selfi en mi habitación, con mi ropa puesta.

Eso es lo que mostraba esta foto única (bueno, supongo que no era única ya que estaba en nuestros dos teléfonos como datos).

“¿Qué ha pasado en la escuela mientras he estado fuera?”

Mi deseo de ver a la representante de clase entre los representantes de la clase, Hanekawa-san, en ropa de calle, se había hecho realidad de una manera incomprensible, pero no podía quedarme sentado y disfrutar del momento.

Para empezar la ropa era mía, un atuendo con el que estaba familiarizado… Aunque una parte de mí tenía ganas de aceptar la situación tal y como se presentaba, todo el asunto desprendía un ambiente bastante extraño.

Yo llevaba la chaqueta y los zapatos de Kanbaru y estaba a su lado mientras ella llevaba mi chaqueta con capucha y mis extraños zapatos, y miraba una foto de Hanekawa con un conjunto completo que me pertenecía en mi habitación… Qué desastre de situación.

“¿Qué pasó con Hanekawa…? Kanbaru, ¿sabes algo?”

“No, no tengo ni idea… Lo único que se me ocurre es que después de que su casa se incendiara, habló con Karen-chan y a Tsukihi-chan con Senjougahara-senpai como mediadora y les preguntó si podía quedarse en tu casa.”

“¡Probablemente sea eso…! Espera, ¿un incendio? ¡¿Su casa se incendió?! ¡¿Cuándo ocurrió eso?!”

“Oh, claro. Supongo que no lo sabías. En pocas palabras, su casa se quemó el primer día del segundo trimestre.”

En pocas palabras, sí.

No puede ser… Pensé que había tenido una aventura dura desde el último día de las vacaciones de verano, pero parecía que Hanekawa lo estaba pasando peor…

Aun así, Kanbaru me sorprendió. Sabía lo fanático que era yo de Hanekawa y, sin embargo, se las arregló para no decírmelo durante casi todo el día. ¿A esto se refería Senjougahara cuando la describió como aterradora? Ah, pero Kanbaru y Hanekawa no tenían mucha relación… Ahora que lo pensaba, ¿no había murmurado Kanbaru algo sobre Hanekawa mientras estábamos rodeados de llamas en la escuela abandonada?

¿Hm? ¿Podría ese fuego haber sido…?

“¿Qué es esto? Parece que está llegando a lo bueno por sí misma,

¿qué harás, Koyomin?”

Saltando como si quisiera echar un vistazo a mi teléfono celular, Gaen-san me llamó Koyomin por primera vez desde aquella mañana.

“Espera… ¿Llegando a lo bueno? Ga—” No. “Izuko-san, ¿hay algo que sepas? Sobre Hanekawa—espera, ¿conoces a Hanekawa? ¿Y qué quieres decir con eso de qué voy a hacer?”

“Lo sé todo… Estoy tratando de decir que es un tigre, Koyomin. Irónicamente, también fue un tigre el que te salvó en la escuela de preparación abandonada. Parece que Tsubasa-chan se ha decidido y ha decidido enfrentarse a ese gran tigre que blande sus llamas purgatorias. Je, no me extraña que Meme le tuviera miedo. Nunca esperé que hiciera tal movimiento. Aun así… es conveniente.”

“Conveniente… ¿Cómo?”

¿Un tigre?

Espera, no—Shinobu había mencionado más de una vez a un gato—¿exactamente qué estaba pasando en el lado de Hanekawa ahora mismo? La gente decía que lo sabía, e incluso me lo explicaba, pero yo no me hacía ninguna idea clara.

Lo único que sabía es que algo muy extraño estaba ocurriendo allí si Hanekawa me había enviado una foto como esta.

Una señal de socorro, no, más bien un grito de auxilio.

“Así es, tu preciosa Tsubasa-chan está en problemas. Entonces,

¿qué harás, Koyomin?”

“¿Qué voy a hacer? Una vez más, ¿qué quieres decir con eso?” “Si permites que tu amiga, que lo sabe todo, te haga un rápido

resumen, en realidad no es sólo Tsubasa-chan quien está en problemas—tu novia, Senjougahara-san, también lo está.”

“¿Qué?”

Fue Kanbaru quien reaccionó primero. No se la podía culpar, cuando Senjougahara Hitagi estaba en la cima de la jerarquía interna de esta siempre fiel kouhai, pero no es que no me sorprendiera. Quiero decir, ¿qué hay de nuestra llamada telefónica de hace un momento? No es que ella haya… mostrado ninguna señal… o tal vez sí, y…

… no me había dado cuenta.

¿Cómo pude ser tan negligente?

“Esas chicas podrían estar ardiendo en llamas mientras hablamos— si quieres ir a rescatarlas, deberías ir tan pronto como sea humanamente posible. Olvídate de este duelo sin sentido.” Dijo Gaen- san, como si quisiera echármelo en cara.

“…”

“A eso me refiero cuando digo que es conveniente. Me facilita las cosas si no participas en este duelo. Porque sería un problema si murieras—como dijo el Primero, hemos tratado de establecer las cosas de manera que no mueras, pero no es como si pudiéramos evitarlo por todos los medios. No puedo romper las reglas, lo que significa que te agradecería que lo hicieras tú. Y esto también es bueno para ti, Koyomin. Ahora tienes una razón perfecta para cancelar el duelo.”

Gaen-san me calló y me silenció por completo.

Sabía que me estaba metiendo en una pelea en la que nadie me quería, pero esto me hizo ser muy consciente de lo poco que se deseaba mi participación—me hizo ver que no había ninguna mejora personal en lo que estaba haciendo, sólo satisfacción personal.

“Es hora de elegir, Koyomin.” Dijo Gaen-san, en un tono desagradable. “Quedarte aquí para luchar en un duelo inútil, o huir para salvar a Tsubasa-chan y Senjougahara-san. ¿Elegirás a Shinobu-chan, a Tsubasa-chan, o a Senjougahara-san?”

Elige.

Compara y elige.

Un problema de relación de elección múltiple.

Comparar lo que es importante para mí y definir cuál es más importante.

Puntúa y diferencia.

“De esas tres, ¿a quién quieres más?” Gaen-san pareció bromear. “¿No sería suficiente un límite de tiempo de cinco minutos? De verdad, creo que podrías dar una respuesta en cinco segundos. Shinobu ni siquiera ha venido aquí, mientras que Tsubasa-chan es tu salvadora y Senjougahara-san es tu novia—oh?”

Todavía sin palabras, le pasé el teléfono a Kanbaru—Gaen-san tenía razón. Tardé más de un instante en dar con la respuesta, pero cinco segundos fueron suficientes.

Sin embargo, que una respuesta sea sencilla, no significa que sea fácil.

Ah, así que esto es lo que significa elegir.

En ese caso, el derecho a decidir—la última palabra—no es realmente deseable.

Pero tuve que elegir. Y tuve que decidir.

“Kanbaru. Por favor, encárgate de esto.” “Entendido.” Contestó enseguida.

Sabía que esta respuesta no era la que Kanbaru, que trataba a Senjougahara como a una hermana mayor, quería escuchar—aun así, asintió inmediatamente.

No te equivoques con quién intentas salvar, me había dicho una vez Kanbaru, pero ella sabría mejor que nadie que no existe una respuesta correcta a esa pregunta.

No poder cometer un error no es necesariamente correcto. “¿Sólo necesito ir a tu casa?”

“Sí. Eres libre de usar ese teléfono, así que dile a Karen que te deje entrar—dudo que Hanekawa siga allí, pero puede que quede algo en mi habitación. No tardaré en seguirte, así que quiero que investigues hasta entonces.”

Por supuesto.

Kanbaru ya había echado a correr cuando se despidió. Era difícil creer que llevara mis extraños zapatos mientras salía corriendo del campo de atletismo de la Secundaria Naoetsu a una velocidad superior a la que el ojo podía ver, perforando la tierra con cada paso.

“¿Estás en tu sano juicio?” Preguntó Gaen-san, horrorizada. O quizás más bien no podía empezar a entender mi decisión. “Eso es impensable, ¿realmente sólo consideras lo que está frente a tus ojos?

¿Cómo crees que se sentirían Tsubasa-chan y Senjougahara-san si se enteraran de tu decisión? ¿No es lo correcto perseguir a esa chica?”

“…”

“Es cierto, Kanbaru Suruga es mucho más móvil que tú, y podría ser capaz de manejar ambas situaciones con su velocidad al correr, y Tsubasa-chan podría ser capaz de enfrentar sus problemas por sí misma. Tú eres el único que puede luchar aquí, así que puede que lo correcto sea que te quedes atrás, pero eso es todo lógica, es podría esto y podría aquello. La gente tiene emociones. ¿No crees que te envió ese mensaje creyendo en ti? ¿Y vas a traicionar su confianza de esa forma?”

Gaen-san continuó con su tono distante, pero también parecía que la conveniencia que obtendría de que yo no aceptara el duelo no era su única razón para decir todo esto.

Este pensamiento me ayudó a calmar mi mente en cierta medida. Así que ella también tenía un lado normal, aunque quizás yo no.

“Después de traicionarlas de esta manera, esas dos podrían no volver a confiar en ti.” Dijo Gaen-san como si quisiera recalcar el punto.

“Tal vez.” Respondí. Con frialdad, y sin vergüenza. “Pero creo en ellas. Desde el fondo de mi corazón. En Hanekawa, y en Senjougahara.”

Creía que lo entenderían.

Esas dos, que trataron a alguien tan poco especial como yo de una manera tan especial, nunca traicionarían mi confianza.

No esas dos personas especiales en mi vida.

Ni Hanekawa Tsubasa, ni Senjougahara Hitagi.

“Creo que entenderán que por encima de cualquier salvadora o cualquier novia, el hombre conocido como Araragi Koyomi va a poner a una niña en primer lugar.”