Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 31

“Calculando en base a tu altura, diría que tu longitud de zancada es de unos setenta y dos centímetros. En otras palabras, diez pasos serían siete metros y veinte centímetros. Al igual que se utiliza un conjunto de estrategias para correr un maratón y otro para correr cien metros, se puede utilizar otro conjunto de estrategias para correr un sprint de siete metros, pero en este caso, el verdadero problema podría ser cómo asegurarse de que tienes suficiente resistencia.”

Kanbaru me lo explicó mientras me tocaba y flexionaba las piernas—parecía más un masaje que una especie de calentamiento, pero ella era la especialista en esto.

“¿A qué te refieres con el verdadero problema?”

“No todo acaba cuando terminas la carrera—aun tienes que tomar la espada de bambú y dar un golpe, ¿no?”

“Oh, claro.”

Incluso si ganaba nuestra carrera a pie y era el primero en agarrar la empuñadura, eso no importaría si luego me desplomaba agotado— asimismo, si me centraba sólo en la velocidad y llevaba demasiado impulso, existía la gran posibilidad de que me pasara de la espada que sobresalía del suelo. Entonces, ¿qué haría? Sería como poner el carro delante de los bueyes, o mejor dicho, sólo estaría haciendo el ridículo.

“Así que tendré que acelerar y desacelerar correctamente en el espacio de sólo siete metros… ¿Tal vez debería practicar?”

“No, no creo que debas hacerlo.”

“¿Porque estaríamos revelando nuestra mano al oponente?”

Miré al primer Asesino de Excentricidades—no estaba haciendo nada en particular. Se limitaba a estar sentado en el puesto de anuncios matutinos donde había estado la espada de bambú hasta hacía unos momentos, con los brazos cruzados como un guerrero que se prepara para la batalla. Si se colocara una bandera y se enarbolara un estandarte detrás de él, sería una escena sacada del período de los Estados en Guerra.

“No me parece que nos preste mucha atención.” Dije.

“No se trata de nuestra mano ni de nada. No podrías hacer un sprint total cuando llegara el momento si también lo hicieras para practicar.”

“Oh, claro.”

“Sé que acabo de decir que tu zancada es de setenta y dos centímetros, pero eso es cuando estás caminando. Probablemente llegaría a ochenta corriendo, lo que significa que llegarías a la marca de setenta y dos centímetros en exactamente nueve pasos. Si cuentas tus pasos mientras corres, eso debería servirte de guía aproximada, aunque sólo sería una aproximación.”

“Bien. Entonces necesito contar.” “1, 1, 2, 3, 5, 8, 13.”

“¿Por qué otra vez la secuencia de Fibonacci?”

“6, 0, 8, 6, 5, 5, 5, 6, 7, 0, 2, 3, 8, 3, 7, 8, 9, 8, 9, 6, 7, 0, 3, 7, 1, 7,

3, 4, 2, 4, 3, 1, 6, 9, 6, 2, 2, 6, 5, 7, 8, 3, 0, 7, 7, 3, 3, 5, 1, 8, 8, 9, 7, 0,

5, 2, 8, 3, 2, 4, 8, 6, 0, 5, 1, 2, 7, 9, 1, 6, 9, 1, 2, 6, 4.”

“¿Por qué números sublimes?” “¿Cómo lo sabes?”

“En todo caso, ¿cómo los conoces?”

“Adiviné cerca de la mitad de ellos. ¿Acerté?” “Sí. Increíble.”

Hablando de suerte.

De hecho, demasiada suerte.

Olvídate de los números, ella era la sublime.

En cualquier caso, nueve pasos. No podía recordar dónde lo había oído, pero nueve pasos era, casualmente, la cantidad de espacio que los practicantes de kendo abrían entre sí.

“Así que una norma aproximada podría ser acelerar durante los tres primeros, ir a toda velocidad durante los tres intermedios y reducir la velocidad durante los tres últimos.”

“Bien… Por cierto, no estará a 7,2 metros de distancia, ¿verdad? Es difícil saberlo por la armadura, pero ¿a qué distancia crees que estará alguien de su tamaño?”

Kanbaru debe haber calculado mi zancada basándose en mi altura, y aunque el primer Asesino de Excentricidades parecía más bajo que yo cuando lo vi de niño esta mañana, eso por supuesto ahora era irrelevante.

Uno pensaría que la altura media de hace cuatro siglos era menor, pero a mí me pareció bastante grande dado el tamaño de su armadura. Ese chico no podía estar dentro de esa armadura tal cual, aunque por su aspecto, el traje medía fácilmente dos metros y medio…

¿Tal vez del tamaño de Dramaturgy?

Ahora que lo pienso, yo también luché contra ese cazador de vampiros en este campo…

“Umm.” Kanbaru se enfrentó al estrado y le echó un vistazo. “Es un poco difícil de adivinar ya que está sentado, pero… diría que alrededor de un metro de zancada, ¿1,1 metros corriendo?”

“¿Una zancada de un metro, así que diez metros en diez pasos?”

Lo que me daba una ventaja de tres metros. Parecía una distancia insignificante, pero era bastante significativa en un sprint ultracorto, por no hablar de la armadura completa de mi oponente.

“Por supuesto, eso no está grabado en piedra. Podría caminar con pasos pequeños.”

“Pasos pequeños… Creo que tiene un poco más de dignidad que eso.”

Por otra parte, no había ninguna razón real para tomarnos la molestia de dar zancadas extra largas…

Supongo que nuestro orgullo garantizaba nuestro buen comportamiento.

“Ah, y otra cosa. Tenga cuidado de no torcer los pies al girar después de los diez pasos. El truco es girar con el pie no dominante como eje, no con el torso. Así.” Dijo Kanbaru, demostrando con un giro.

Se trataba de un movimiento de baloncesto, que no tenía nada que ver con la carrera, pero verlo de cerca era realmente útil—por supuesto, el guerrero con armadura que estaba junto al estrado también pudo ver este movimiento, pero no se podía hacer algo tan ligero con una armadura pesada.

“Bien. Eso es todo lo que puedo enseñarte en el momento, pero creo que lo realmente importante aquí es el manejo de la espada después de que la agarres. Incluso si lo consigues, todo tu trabajo duro será para nada si él esquiva tu ataque y te la quita, y luego la usa para golpearte.”

“Tienes razón, pero en cuanto a eso, lo que será, será. De lo contrario, estaría pidiendo demasiado de ti.”

“¿Oh? Incluso me cambiaría por ti si pudiera.” “Realmente eres leal, ¿lo sabías?”

Es cierto que nuestras posibilidades de victoria parecían ser mucho mayores si dejaba que Kanbaru luchara en este duelo por mí, pero por supuesto no podía hacerlo. Me alegraba oírla decir eso, pero…

Quería que un interruptor se activara dentro de mí.

“En ese caso, ¿por qué no te presto mis zapatos? Usamos la misma talla, ¿no?”

“Oh, gracias…”

“Normalmente es arriesgado usar zapatos a los que no estás acostumbrado, pero estos tienen que ser mejores que esas cosas raras que llevas ahora.”

“No los llames raros.”

“Esos zapatos tuyos tienen una forma única de atarse.” “Yo soy el único culpable de cómo se atan mis zapatos.”

“Toma.” Me dijo, entregándome sus zapatos… Bueno, aunque mis zapatos fueran extraños, los suyos eran uno con los que parecía mucho más fácil correr. Decidí aceptar su amable oferta.

Llevaba la chaqueta de atletismo de Kanbaru, y ahora sus zapatos. En este momento debía parecer un auténtico obseso de Kanbaru. Tal vez tenía que preguntarle a Karen cómo unirme al club de fans.

“Ack, están calientes por dentro…” “Los mantuve calientes para ti.” “¿Quién eres, Toyotomi Hideyoshi?”

“Ooh, los extraños zapatos de Araragi-senpai…”

“Deja de resaltar el hecho de que son raros.” Especialmente si ella también estaba resaltando que eran míos.

“Mi cansancio desaparece cuando me los pongo. Me siento tan bien que podría subir de nivel.”

“Estoy bastante seguro de que mis zapatos no son un objeto de Dragon Quest… Y espera, ¿realmente usas un número de zapato más grande que el mío?”

Con esto, había recibido mi instrucción para correr, así como un par de zapatos, y además me había divertido un poco. Ahora eran las 7:55

p.m. Restaban cinco minutos hasta el duelo.

Fue en ese momento cuando mi teléfono celular sonó, no por una llamada entrante, sino porque había llegado un mensaje.

“¿De verdad? Qué malos modales. Tienes que apagar el teléfono durante un duelo, ¿sabes?” Refunfuñó Episode desde lejos—nunca había oído nada sobre los modales en los duelos, pero tampoco podía responderle nada.

Casi me alegro de que mi teléfono sonara ahora, porque con toda seguridad habría perdido el duelo si hubiera sonado mientras corría mis diez pasos. Fui a comprobar lo que decía antes de apagarlo, suponiendo que Karen o Tsukihi me estaban advirtiendo del castigo que me esperaba al volver a casa.

De todas las personas, había sido enviado por Hanekawa Tsubasa.