Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 28

Esto está fuera del orden cronológico, pero…

La pelea entre Kanbaru Suruga y Oshino Shinobu terminó alrededor del mediodía, así que si querías saber lo que pasó después, tomó una dirección que se desvió un poco del “clímax emocional” que Ononoki-chan esperaba.

En primer lugar, una vez que Shinobu terminó de recibir toda la reprimenda y la insistencia de Kanbaru, su siguiente acto fue enfurruñarse e irse a dormir—se levantó para despegarse del cuerpo de Kanbaru, y luego caminó hacia la parte trasera del santuario. En ese momento Kanbaru desistió de seguirla. La nocturna Shinobu estaba en parte demasiado somnolienta para continuar, pero seguro que ser derrotada en una discusión por una chica de secundaria la golpeó inesperadamente.

Cuando lo pensé, dormirse cada vez que ocurre algo molesto es un mecanismo de afrontamiento que ella ha utilizado desde hace cuatrocientos años—en respuesta, Ononoki-chan, que había visto su intercambio desde casi el principio, dijo a mi lado:

“Ja. Lamentable.” (De nuevo, ¿qué clase de personalidad se suponía que tenía?) La shikigami se encogió de hombros, se puso en pie y continuó: “Qué pelea más aburrida. Me voy, Oni-chan. Tengo que informar a Gaen-san sobre esto. Cuando termine de informarle, creo que borraré mis aburridos recuerdos de esta aburrida pelea.”

“¿Qué has experimentado en las últimas doce horas para que te pongas así? Además, ¿me estabas escuchando? Esta marca y sello en mí cara…”

“¿Marca y sello? ¿Podrías no utilizar términos tan anticuados? Por favor, llámalo donde otros temen pisar.”

“No voy a seguir tu broma. ¿Por qué clase de lamebotas me tomas? Y además me has pisado con los pies descalzos, no con los zapatos.”

“De acuerdo, bien. Te lo quitaré esta noche. También lo añadiré a mi informe.”

“Te lo agradecería. Ah, y si vas a ver a Gaen-san—”

“Tu vínculo, ¿verdad? Supongo que tienes que restaurarlo si quieres tener una oportunidad de luchar.” Dijo Ononoki-chan mientras se alejaba y salía del Santuario Kita-Shirahebi, caminando directamente hacia la montaña en lugar de usar las escaleras.

Para ser sincero, no sabía qué hacer ahora que estaba solo. Tenía muy poca idea de cómo debía enfrentarme a Kanbaru o a Shinobu después de ver ese intercambio de cerca. Tenía ganas de volver a bajar la montaña, pero no era como si pudiera hacerlo.

También quise echar un vistazo a la cabeza de Kanbaru. Estaba sangrando, aunque no gravemente—puede que ahora no sea capaz de tratar sus heridas, pero aun así.

Volví por donde había venido, pasé una vez más por la puerta torii y,  con  mi  mejor  mirada  despreocupada,  intenté  caminar  con naturalidad (en realidad, probablemente un poco más rápido de lo habitual) antes de llegar a Kanbaru. Había dado un rodeo bastante largo.

“¿Hm? ¿Qué pasa, Kanbaru? ¿Qué haces ahí en el suelo? Estás sangrando por la cabeza, ¿estás bien?”

“¿Eh? Lo sabes, ¿no? Estabas mirando desde allí hasta hace un segundo.”

“¡¿Lo sabías?!”

¿Así que había tenido esa conversación con Shinobu sabiendo que yo estaba cerca? ¡Su corazón era tan duro que necesitaba ver a un cardiólogo!

Ononoki-chan podía ocultar su presencia perfectamente (o más bien, no tenía ninguna presencia para empezar), así que parecía que Kanbaru no se había dado cuenta de ella, pero debió de percibirme en los arbustos, aunque no pudiera verme.

No hay que subestimar el sexto sentido de un atleta…

“No te preocupes, Shinobu-chan no se ha fijado en ti. Entonces,

¿me compraste ese libro?”

“¡Espera un segundo, no puedes dejar de lado ese tema! ¡Tienes que dejarnos discutir un poco más lo que acaba de pasar!”

“¿? Pero ya lo has oído todo. Más importante, el libro…”

“Estás demasiado obsesionada con ello. ¿Qué importancia tiene para ti? Al menos déjame ver tu herida en la cabeza.”

Por supuesto, lo que ocurría en su interior me preocupaba mucho más que cualquier lesión externa…

“Mmf.” Kanbaru sacó la cabeza hacia mí.

No esperaba encontrar el gesto tan adorable… Bueno, siempre y cuando ignorara el hecho de que era el resultado de sostener con fuerza los dos volúmenes de su novela en cada mano.

Separé el cabello de Kanbaru, que había crecido mucho desde que dejó el equipo, y eché un vistazo a las laceraciones de su piel creadas por la Garra de Hierro de Shinobu.

Hmm… Bueno, parecía estar bien…

Tenía mala pinta, teniendo en cuenta lo fácil que es sangrar por la cabeza, pero cuando limpié la sangre, comprobé que las heridas eran lo suficientemente leves. Podría dejarlas así y no usar ningún tipo de habilidad vampírica…

“Sería estupendo que pudieras jugar con mi cabello mientras leo esta novela…”

“¿Podrías no entretenerte con una novela mientras me preocupo por ti?”

“No tienes que preocuparte, este tipo de lesiones no tardan en sobrevenirte si haces deporte. De todos modos, ¿podrías seguir tocándome el cabello así un poco más?”

“¿Qué sentido tendría? Um…”

¿Qué era? Necesitaba hablar con ella de algo… “Eh, supongo que está bien.”

“¿Hm? ¿Qué es?” “Nada.”

Sería extraño darle las gracias aquí, y las cosas estaban bien por el momento ahora que sabía que no estaba gravemente herida… Eso es todo lo que había que decir. Dejé en paz el cabello de Kanbaru.

“Sí, nada. Vamos, Kanbaru. Vamos a comer.”

“Sí, me muero de hambre. Voy a seguir leyendo este libro, así que me alimentaras, ¿de acuerdo? Aahh.”

“Nada de ‘aahh’. Ningún senpai mimaría tanto a su kouhai.” “¿Hm? No parece haber mucho aquí.”

“Me encontré con problemas de presupuesto… También compré algunas donas, pero Shinobu…” Miré hacia el santuario, preguntándome qué hacer. Casi parecía que iba a tener que despertar a un dios dormido. “¿Qué es lo siguiente para ella?”

“Si está durmiendo, yo digo que la dejemos dormir. A fin de cuentas ella es nocturna. ¿No debería despertarse cuando sea de noche?”

“Sí, pero… ¿No te interesa, Kanbaru? Se lo has puesto tan difícil a ella y aun así no te importa lo que haga después?”

“Si me interesa o no, depende de ella. Ya he dicho lo que quería decir, así que estoy satisfecha.”

Lo que me interesa ahora es saber qué hará el camarero salvaje con su manjar caliente, dijo Kanbaru, absorta en su libro.

Quería hacerle saber los problemas en los que me había metido este caramero salvaje suyo, pero esto también formaba parte de lo que era Kanbaru—las personas sociales como ella también tienen una sólida línea que las separa de los demás.

Mientras tanto, la gente con tan pocos amigos como yo tiene la tendencia a no diferenciar sus propios asuntos de los de los demás casi tanto como debería, lo que conduce a problemas.

Algo que Shinobu y yo podemos tener en común. “Entonces, ¿mi querido Araragi-senpai? ¿Mi sujetador?”

“Como si eso fuera lo que realmente querías que comprara. Sí, te he comprado uno. Toma.”

“¿Mi sujetador?” “¡Toma!”

Era uno barato de una tienda de descuento y no de lencería debido a mi presupuesto… pero lo que cuenta es lo que hay dentro.

Tanto si se trata de cabezas como de pechos.

“Bien, voy a seguir leyendo, así que pónmelo. Aahh.”

“Deja de decir ‘aahh’ como si fuera una especie de doble sentido.

De todos modos, Kanbaru. ¿No tienes nada para mí?” “¿Hm?”

“¿Algún tipo de consejo por el que estés dispuesta a arriesgar tu cuerpo?”

“¿Qué es eso? ¿Dónde quieres que ponga mi cuerpo?”

“Lo siento, no. Puedes dejarlo donde esta. Sólo dámelo oralmente.” “Tampoco sé nada de eso… Pero no, de verdad que no tengo nada.” “¿De verdad? ¿Nada?”

“Oh, nunca podría ser tan atrevida como para atreverme a dar consejos a mi estimado senpai. Sólo soy una jovencita.” Dijo la jovencita que había discutido sin reparos con una vampiresa de más de quinientos años, mientras mantenía la mirada fija en su novela.

Lectores como ella fueron una bendición para los autores… Sin embargo, me gustaría que reservara un poco de sus bendiciones para su senpai.

“Sólo tienes que ser el mismo senpai de siempre. No te esfuerces ni nada por el estilo, sólo sé tú mismo. Trata los entrenamientos como si fueran de verdad, y trata los entrenamientos como si fueran de verdad. Eso es lo que viven los atletas.” Dijo Kanbaru, casi como un capitán hablando a un compañero de equipo el día antes de un gran torneo. “Si tengo que seguir adelante, todo es cuestión de DIY.”

“¿DIY?”

“Do your best.” “…”

Eso sería DYB, y no el término que ella había utilizado para referirse a la artesanía amateur, pero decidí no hacer ninguna ocurrencia.

Porque—“do it yourself/hazlo tú mismo” era en realidad el consejo exacto que necesitaba escuchar.

Después de esto, me eché una siesta para prepararme para esa noche—Shinobu había acaparado el espacio dentro del santuario propiamente dicho, así que básicamente estaba durmiendo a la intemperie. A falta de mi mejora física, necesitaba dormir, pero tenía problemas para hacerlo. Pero no sólo porque estuviera a la intemperie, estoy seguro. Todo el tiempo Kanbaru siguió leyendo su novela—¿los atletas nunca se quedaban sin energía?

Episode visitó el santuario por la noche y me dio los detalles sobre el duelo que Gaen-san había preparado.

El campo de atletismo de la Escuela Secundaria Privada Naoetsu.

La escuela en la que Kanbaru y yo estábamos matriculados.

Claro, Episode lo vería como algo predestinado—fue donde luchó contra un vampiro legendario al que había perseguido, así como con su siervo.

Al mismo tiempo.

También fue donde Shinobu y yo, donde Araragi Koyomi y Kiss- Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, luchamos a muerte.

Tenía razón. Seguía los precedentes, y era un lugar adecuado. Para un duelo entre el Primero y el Segundo.

Para un cisma entre siervos.

Para una conclusión tan adecuada que apenas pude soportarla.