Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 23

“Seguramente no deseáis objetar. De hecho, debéis desearlo. Simplemente os encontrasteis con Kiss-Shot en las vacaciones de primavera y, como os encontrasteis con ese temible vampiro, no tuvisteis más remedio que entablar una relación de pareja. Al volver a vuestro estado actual, no debéis tener ningún deseo de soportar una carga tan pesada, ¿o me equivoco?” Preguntó el chico de Asesino de Excentricidades, mirándome fijamente.

A mí, alguien a quien consideraría su kouhai.

“Kiss-Shot no necesita dos siervos—¿no estáis de acuerdo?”

“Ni siquiera debería necesitarlo.” Respondí, como un intento de desviar la conversación del tema, pero también lo había pensado durante un tiempo. “Tanto tú como yo nos convertimos en sus siervos por accidente. Nunca planeó crear ninguno.”

“Me lo pregunto.” El chico de Asesino de Excentricidades soltó una débil carcajada. “Bueno, en realidad es bastante distante.”

Aunque no pude evitar sentirme molesto por el hecho de que actuara como si conociera a Shinobu, cuando lo pensé, sí sabía más de ella que yo.

Mi relación con ella sólo había durado el medio año, más o menos, desde las vacaciones de primavera, pero la cantidad de tiempo que Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade pasó con el primer Asesino de Excentricidades cuatrocientos años antes abarcó años.

Desde su punto de vista, más que verde era semilla que ni había germinado.

“Por supuesto, creo que entiendo la situación—sé que vos y Kiss- Shot estáis unidos en una relación que nunca podrá ser cortada.”

“Lo sabes…”

Conocía mi relación con Shinobu.

Una relación retorcida de amo y sirviente entre almas gemelas.

Sí, es cierto. En ese sentido, mi postura respecto a Shinobu era diferente a la del primer Asesino de Excentricidades—la suya era bastante retorcida, pero probablemente no tanto como la nuestra.

Mi relación con ella era más irregular que la suya, por lo que, según él, era yo quien debía apartarse.

“Pero ¿cómo es que sabes…?”

“No hay nada que no sepa sobre las historias de excentricidades que tienen lugar en esta ciudad—soy casi omnipotente en cuanto a excentricidades de esta zona.”

Desde hace quince años, dijo.

Hace quince años, cuando el primer Asesino de Excentricidades, convertido en cenizas tras arrojar su cuerpo bajo el sol, se reunió aquí tras cuatrocientos años de convergencia, arrastrado poco a poco por los vientos y las olas.

Desde entonces, es más fácil que se produzcan fenómenos excéntricos en esta ciudad, por lo que su existencia es la causa subyacente de cada historia.

El cangrejo. El caracol. El mono. La serpiente. El gato. El fénix.

Si lo sabía todo, de ahí sacó su conocimiento, al haber recuperado la conciencia.

Había hecho todo su trabajo de campo a través de sus propias cenizas, lo que significaba que probablemente podía decir cualquier nombre occidental que quisiera, no sólo el de Kiss-Shot.

Sólo se hizo más y más fuerte, y ganó conocimiento de forma infinita. Parecía que intentaba demostrar cuánto más grande era el Primero que el Segundo.

Puede que Shinobu dijera que no tenía sentido compararnos, pero en este momento no había nada que comparar.

Era incomparable.

¿Quién era más adecuado para ser el siervo y esclavo de la vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente, de sangre fría? Ni siquiera valía la pena hacer la pregunta. La respuesta era simple, un tiro al piso.

Pero…

“No entiendo. ¿Has vuelto para formar una sociedad con Shinobu?

¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué me dices que deje a Shinobu?”

“Shinobu—Oshino Shinobu. Sí, así es como habéis decidido llamar a Kiss-Shot.” Asimiló mi pregunta sin dar una respuesta directa. “¿Por qué no la llamáis por su nombre? ¿No es eso una afrenta para un vampiro?”

“Ya sabes por qué. Afirmas ser omnipotente. ¿Por qué preguntas eso si eres básicamente este pueblo en sí mismo?”

“Llamarme así es ir demasiado lejos… Ah, veo con agudeza lo distintas que son nuestras personalidades. Qué diferencia hay entre el Primer y el Segundo.”

Me resultaba difícil creer que estuviera siendo considerado mientras me hablaba, pero la disparidad podría haber sido más adecuada—apuesto a que nunca esperó que su sucesor fuera un joven como yo.

Por supuesto, en su forma actual, era mucho más joven que yo… Pero tenía que haber algún tipo de intención astuta detrás de sus rasgos delicados y casi femeninos.

“Mi objetivo es—Kiss-Shot.” Dijo con su mirada complaciente. “Reconciliarme con la que llamáis Oshino Shinobu.”

“¿R-Reconciliarte?”

“Reconciliarme. Ahora que mi forma física ha sido restaurada, deseo lo mismo para nuestra relación. Debéis saberlo, dado vuestro comportamiento. Kiss-Shot y yo nos separamos después de una disputa—le dije cosas despiadadas a Kiss-Shot en un momento equivocado. Deseo disculparme con ella, y ser perdonado.”

“…”

“Entonces, tal como hicimos antes, me gustaría que lucháramos juntos contra las excentricidades. Me gustaría defender la espalda de esa espinuda con aspecto de diosa, luchando como su espada.”

Puede que no lo entendáis—dijo, como si quisiera trazar una línea entre nosotros, y de hecho, no lo hice. Bueno, bien, sabía que Shinobu, la antigua Shinobu, era un demonio de una belleza escalofriante, eso nunca lo negaría.

¿Pero luchar como su espada?

¿Eso es algo que deseaba como especialista?

¿O era algo que deseaba como siervo vampiro?

Solicitaba la devolución de la espada encantada Kokorowatari de la Asesina de Excentricidades, para poder convertirse él mismo en una espada, el brazo derecho de su ama…

¿Tal vez no fue capaz de dejar claras sus intenciones cuando me confió su mensaje? No… ¿cómo podría creerlo?

Entonces Kanbaru tenía la visión correcta de la situación.

Como nada más que cenizas reunidas en el Santuario Kita- Shirahebi.

Sintió la presencia de Shinobu, lo que le excitó a existir todo para volver a encontrarse con ella—su determinación era singular. Aunque Gaen-san se mostró despectiva, tenía cierto sentido.

Si nos guiamos por nuestra teoría magnética para explicar por qué se despertó, debería haber ocurrido lo mismo en el mundo de hace once años que visitamos el otro día, viajando en el tiempo. Después de todo, si retrocedemos y miramos la línea de tiempo, fue cuando Shinobu visitó ese lugar por “primera” vez.

No ocurrió en el mundo de hace once años porque sólo habían pasado cuatro años desde que las cenizas llegaron a la bolsa de aire, y ni siquiera podía reconocer subconscientemente a Shinobu… ¿No debería ser así como lo veía? Entonces, Shinobu agotó todos la esencia excéntrica de ese lugar, y por eso el Primero nunca regresó en esa línea temporal…

¿Pero Gaen-san pasaría por alto algo que incluso yo noté?

“¿Sorprendido, Araragi-dono? ¿De qué quiera presentar una disculpa a Kiss-Shot?”

“No me sorprende tanto como me parece una mentira. De hecho, ya le enviaste un asesino a Shinobu, esa burla de una excentricidad de mono.”

“Eso fue un asesino enviado a vos—al igual que la burla de una excentricidad de caracol. Sólo un poco de acoso a mi kouhai… Pero no os preocupéis. No enviaré más burlas ahora que he visto la señal y el sello en vuestra cara. A vos, por supuesto, o a Kiss-Shot.”

“Me parece que estás tratando de hablar para acercarte a Shinobu y así poder vengarte.”

“¿Vengarme? ¿Vengarme por qué? ¿Qué razón tengo para estar resentido con ella? ¿Vos que la llamáis con un nombre como Shinobu?”

“Sí, tienes una razón. No trates de disimularlo llamándolo un

momento de despiste. Le dijiste cosas horribles a Shinobu.”

“Ninguna más horrible que llamarla Shinobu, a mis ojos—pero dejando de lado tales argumentos infructuosos, no puedo negarlo. Así que deseo disculparme. Deseo verla personalmente y disculparme.”

“¿Verla personalmente? Espera, ¿me estás pidiendo que los ponga en contacto?”

“No diré nada de eso. No espero que mediéis entre nosotros. Todo lo que necesito de vos es vuestra separación de Kiss-Shot.”

Sólo necesita un siervo, me dijo el chico Asesino de Excentricidades, con determinación.

“Puedo convertirme en el brazo derecho de Kiss-Shot, mientras que vos podríais convertiros en nada más que sus grilletes. ¿Me equivoco?

¿Alguna vez la habéis protegido?”

“¿Qué hay de ti? Intentaste matarla. E incluso esta tu exigencia de devolución de esa espada encantada… Si te remontas a todo lo anterior, hiciste esa espada para matarla, ¿no es así?”

“En efecto, la hice para eso. Esa imitación es una gran espada creada con el único propósito de matarla, hecha con mi carne y mi sangre, mi cuerpo y mis huesos. Tampoco puedo negar eso, pero

¿nunca intentasteis matarla vos mismo? Creía que teníamos algo en común, pero ¿me equivoco? ¿Deseáis que no nos tratemos como semejantes?”

“Eres sorprendentemente hablador.” Dije. “Te imaginaba más del tipo reservado. Como cuando eras aquella armadura de guerrero.”

“Ya no podía mantener mi silencio. Aunque por el momento, se puede decir que he sido arrastrado a hablar por esta pequeña aparición mía… Araragi-dono. Una vez intentaste matar a Kiss-Shot personalmente, pero ahora os habéis reconciliado, ¿no es así? ¿Os parece audaz que yo desee hacer lo mismo?”

“…”

“Me trajo de vuelta del borde de la muerte. Aunque en su momento enloquecí, ahora le estoy agradecido—¿son tan extrañas estas palabras?”

Me pareció extraño que dijera “enloquecí”, pero no se equivocó en su conjunto. Me pareció que habíamos dicho y hecho exactamente las mismas cosas.

Pero aunque no podía negar sus palabras, si podía afirmarlas o no era una cuestión diferente hasta que tuviera una visión más clara.

Sí, podría tener razón, teníamos eso en común, pero difícilmente podríamos contradecirnos más en todo lo demás.

Llámenme mezquino, un defecto que yo mismo reconozco, pero no sería la única persona que se sintiera disgustada, o como diría el chico Asesino de Excentricidades, enloquecida, al recibir la orden de apartarse.

No tengo la integridad necesaria para responder con un rápido es así y un movimiento de cabeza.

Aunque lógicamente. Pensé que tenía razón.

“¿No queréis dejarla? Aunque cualquiera podría reemplazaros, yo no podría ser reemplazado por nadie. Porque soy especial. Soy un humano elegido.”

“Me encanta eso. Desearía poder decir ese tipo de cosas aunque sea una vez en mi vida—no es que sea capaz de hacerlo, dado lo frívolo que sonaría.”

“Jajaja. No, Segundo, no me he ofendido tanto.” Dijo el chico Asesino de Excentricidades con expresión desenfadada.

Por un momento no entendí lo que significaba esta respuesta, pero luego me di cuenta de que probablemente pensaba que enloquecer era un sinónimo de enfurecer.

… Su autoproclamada omnipotencia tenía sus límites.

Me sentí un poco más como si pudiera debatir con él en un terreno parejo—puede que fuera el primer Asesino de Excentricidades, pero no era intachable como Hanekawa.

En todo caso, la forma en que intentaba torpemente introducir palabras modernas en nuestra conversación parecía un intento de competir contra mí, alguien de cuatrocientos años en el futuro.

Así es.

Él era… tan serio en esto como yo.

Con una agudeza propia de la katana más afilada.

“Habéis salvado a Kiss-Shot—la encontrasteis en un momento de crisis y la salvasteis. ¿Pero no haría cualquiera lo mismo y salvaría a una hermosa mujer derrumbada y al borde de la muerte?”

“…”

“Es algo que cualquiera podría hacer, y algo que podría pasarle a cualquiera, un hecho común que podría ocurrir en cualquier lugar de Japón. En ese caso, ¿por qué no cambiar de lugar conmigo? No…” Sacudió la cabeza. “Supongo que no tiene sentido enfrentarnos a nuestros  defectos  y  debilidades  así.  De  qué  serviría  que discutiéramos—no sería más que una indecorosa guerra civil. Porque, al fin y al cabo, se trata de dos hombres que se pelean por una mujer— yo veo todo en ti como defectuoso, mientras que vos debéis ver todo en mí de la misma forma. Dicen que ni siquiera los perros se atreven a interrumpir una pelea entre amantes. Ni siquiera una excentricidad pensaría en molestar una pelea entre siervos.”

De qué serviría demostrarnos mutuamente nuestro servilismo, dijo el chico Asesino de Excentricidades, antes de aplaudir y quitarle el tapón a su botella de plástico.

Antes había dicho algo parecido a que era más hablador porque tenía cuerpo de niño, pero saber cuándo hacer una pausa para respirar en el momento justo sugería que, para empezar, nunca fue un mal orador.

“En ese caso, ¿qué deberíamos hacer? ¿Empezar a elogiarnos mutuamente?” Pregunté mientras esperaba que se quitara la botella de la boca.

“Eso sería indecoroso.” Contestó, sensiblemente. “Así que permitidme presentar los beneficios. Araragi-dono, le informaré de todas las cosas maravillosas que os ocurrirían si dejarais a Kiss-Shot— como yo, pensad en las cosas maravillosas que me ocurrirían si no lo hicierais.”

“¿B-Beneficios? ¿Cosas maravillosas?”

Las palabras parecían completamente fuera de lugar e inoportunas, como si fueran contrarias a nuestra situación. ¿Era ese tipo de negociación?

“No es una negociación. Me limitaré a explicaros de forma amable y meticulosa aquellas cosas que no debéis entender. Que os liberaréis si dejáis a Kiss-Shot, que os desataréis de esos nudos llamados Kiss- Shot. Que podréis liberaros de la forma en que estáis entrelazados y atados el uno a la otra. En otras palabras, mi propuesta no es otra cosa que un ofrecimiento de asumir vuestra agobiante responsabilidad ante ella. Veo el impresionante acuerdo al que habéis llegado con respecto a Kiss-Shot. Parece loable desde el punto de vista de un especialista— no sé quién lo ha hecho, pero es magnífico. Sin embargo, no es como si no pagarais por mantenerlo. Debéis vivir una vida distorsionada, y yo me ofrezco a hacerme cargo de esta distorsión que os ha llegado.”

“Dices, ¿todo?” Respondí con cautela—no importaba lo que dijera, no podía permitirme hablar sin pensar. La conversación entre el Primero y el Segundo había entrado efectivamente en este tipo de fase. “¿Dices que quieres reemplazar todo sobre mí?”

“Desde mi perspectiva, fuisteis vos quien reemplazó todo lo mío. Vos—tomasteis mi lugar. Todo lo que quiero es recuperarlo—mi espada y mi posición. Yo podría convertirme en vos, pero vos nunca podríais convertiros en mí.”

“…”

“¿O pretendéis ser capaz de servir mejor a Kiss-Shot? ¿Un aficionado, mejor que yo, un especialista? Debéis daros cuenta de que no pretendo despreciaros, a quien se quedó al lado de Kiss-Shot mientras yo no estaba. O para ser más franco, no deseo perjudicaros a vos, una existencia que debe ser importante para ella a su manera.”

“Le di tu mensaje.” Dije en voz baja.

Su respuesta era la única prueba que podría permitirme enfrentarme al chico Asesino de Excentricidades.

“Parece que no tiene interés en verte.” “Es así. Bueno, seguramente es el caso.”

No parecía afectado, como si esperara mi respuesta. Como si viera directamente cualquier cosa que Shinobu pudiera decir…

“Pero sean cuales sean las intenciones de Kiss-Shot, debo hacer que me devuelva lo que le he prestado.”

Mi espada, y mi posición.

Casi sonaba como un cobrador.

“Deseo florecer por segunda vez. Deseo brillar una vez más después de cuatrocientos años. No veo esto como algo vergonzoso— en todo caso, ¿no es vergonzoso vuestro aferramiento a vuestra posición de Segundo?”

“¿Estás seguro de que no es como humano que quieres florecer por segunda vez? ¿Un siervo de Shinobu? Incluso si no es por venganza,

¿no estás tratando de verla para poder volver a ser un humano?”

“No puedo volver a ser un humano.” Me espetó el Primero. “Después de todo, han pasado cuatrocientos años, ha pasado demasiado tiempo. Nosotros dos también somos diferentes desde esa perspectiva. Pero… ya no lo considero una tragedia. Es porque es demasiado tarde para mí que deseo quedarme para siempre, semi eternamente con Kiss-Shot.”

“Podrías ver eso como amor verdadero o algo así, pero en estos días… llamamos a la gente como tú acosadores.”

¿Eh?

Algo se siente extraño en esa línea cuando la digo yo, ¿por qué?

¿Qué es lo que no se siente natural en este momento? No, tal vez no antinatural, sino una extraña concordancia…

“Como dije antes, no nos demos a la tarea de desprestigiarnos unos a otros. Más importante aún, ¿habéis pensado en algo? ¿Qué grandes cosas me sucederán si os negáis a dejar Kiss-Shot?”

Si me quedo con Kiss-Shot.

Si permanezco con Kiss-Shot— “…”

Por supuesto, no se me ocurría nada, no se me ocurría ni una sola cosa, así que, para ganar tiempo, giré el tapón de la botella de té que me habían dado. Esta era mi relación con Shinobu—algo que hacía infeliz a todo el mundo, que desesperaba a todos sin que hubiera supervivientes. Me bebería el té, y seguramente no se me ocurría ninguna idea. Sólo quería escapar de ser perseguido y acorralado por el chico Asesino de Excentricidades. Tomé la botella y, como si estuviera esquivando mi derecho a contestarle, me la llevé a la boca.

Mi boca.

La coloqué allí y… “¡¿?!”

No llegué a beber nada. Se desintegró.

Di un salto hacia atrás, sorprendido.

Un algo plateado pasó frente a mis ojos a una velocidad increíble y, en un abrir y cerrar de ojos, destrozó la botella que tenía en mis manos, con contenido y todo.

Se convirtió en polvo—pulverizada.

Ni un fragmento de la botella ni una gota de su contenido cayeron sobre mí. Aun así me dejé caer cojeando sobre mi trasero antes de que eso pudiera ocurrir.

No es que me haya echado hacia atrás por reflejo. Más bien fui… empujado hacia atrás por la violenta presión del viento de un objeto que pasaba ante mí a una velocidad terriblemente alta.

Por supuesto, el chico Asesino de Excentricidades intencionalmente y de inmediato saltó hacia arriba y hacia atrás para evitar—eso.

Eso—era una enorme cruz de plata.

Eso es lo que evadió.

La cruz estaba en el suelo del solar vacío, enterrada profundamente como una especie de lápida. No era la primera vez que veía el objeto plateado de tamaño imposible. La reconocí.

Este elemento llamativo al que los vampiros serían débiles…

El arma de un cazador de vampiros.

“¿Qué demonios estás haciendo, bebiendo algo que te da un enemigo sin pensarlo dos veces? Y aun así te he salvado a pesar de lo idiota que eres… ¿en qué medida llevas una vida pacífica? Incluso con tu vínculo cortado como está ahora, no durarías ni un segundo si bebieras agua bendita…”

Allí estaba, con su cabello y ojos dorados.

Un joven con un uniforme escolar tradicional blanco. “Qué hilarante.”