Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 20

Un drama de venganza.

No pude evitar tragar saliva cuando escuché esas pesadas palabras, pero la historia de Gaen-san hizo que muchas cosas tuvieran sentido. A mí, al menos, me costó mucho rebatir todas sus palabras.

¿Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade vino a esta ciudad durante las vacaciones de primavera no porque se perdiera, o porque la persiguieran tres especialistas, sino porque su siervo, el Primer asesino de excentricidades, la atrajo hasta aquí? ¿Es eso lo que decía Gaen Izuko?

Llamó a las excentricidades hacia él, y una de ellas fue una vampiresa.

Invitó a la presencia de su ama.

Invitó a una vampiresa suicida a la ciudad que había convertido en su fortaleza—no, según lo que acababa de oír, la armadura de guerrero sólo adquirió una firme voluntad propia en aquella vieja escuela de preparación. No es como si hubiera llamado conscientemente a Shinobu hacia él…

Sin embargo, la hipótesis sí sugería algo.

Después de quince años, esta existencia que había llegado a la ciudad como nada más que ceniza, después de quince años sobreviviendo sólo con el rocío de la mañana, por fin habría vuelto al nivel de poder invocar a un vampiro legendario. Aunque no estoy seguro de que se pueda llamar “invocación”, dado que ella era la ama y él el siervo…

Y aunque desde hacía quince años había aumentado la probabilidad de que se produjeran fenómenos excéntricos en esta ciudad, a estas alturas parecía que me encontraba con excentricidades casi mensualmente—o diariamente, según cómo lo viera. ¿No tenía eso algo que ver con todo esto?

Eso me preocupó. Realmente me preocupó. Pero al mismo tiempo…

Cuando pienso en cómo fue aquí, en este santuario abandonado por dioses y adoradores por igual, que el Primero siguió viviendo durante quince años enteros, no, en ese sentido, cuatrocientos años.

Cuatro siglos.

Un lapso de tiempo inimaginable, un periodo alucinantemente largo.

Seguir viviendo no es suficiente. Era como si siguiera muriendo. Era simplemente una tortura.

No más de cinco segundos bajo el sol como vampiro me causaron una cantidad trascendental de dolor—¿cuatrocientos años de eso? ¿Por cuánto hay que multiplicar cinco segundos para obtener cuatrocientos años?

“No hace falta que pienses en ello, Koyomin—el Primero ya ha salido de este santuario. No está aquí.” Dijo Gaen-san, sacando su teléfono celular.

Uno diferente al que usó hace un momento para contactar con Ononoki-chan. Pensé que podría estar enviando un mensaje a otra persona, pero parecía que sólo estaba comprobando la hora. Me di cuenta de que ya era de día.

“Hm… buen momento. Creo que más o menos he terminado de explicar, pero Koyomin, Shinobu-chan, Kanbaru Suruga-chan, ¿algo más que no entiendan?”

“B-Bueno, todavía hay un montón de cosas que no entiendo.” Dije con pánico, prácticamente aferrándome a ella antes de que pudiera poner fin a esto.

“Quéééé. ¿No puedes entender la mayor parte del resto?”

“¿Q-Qué deberíamos hacer después de esto? ¿En qué tipo de trabajo querías que te ayudáramos?”

“Como he dicho, tienes que asumir la responsabilidad. Vas a asumirla. Vas a asumir la responsabilidad. Tú, Koyomin—y Shinobu- chan.”

Esta vez Gaen-san no mencionó a Kanbaru, y Kanbaru no dijo nada a cambio.

“Al principio dijiste que el plan era que Ononoki-chan se encargara del asunto, ¿verdad? Que ahora la situación estaba más allá de tus cálculos, así que ¿podrías decirnos cuál era el plan original?”

“Me parece bien. Pero no tiene sentido que te lo cuente. No veo cómo ahora podría llevarse a cabo, ¿recuerdas por qué Meme, mi hermano mayor, vino a este pueblo?”

“Porque Shinobu vino aquí, ¿verdad? Quiero decir que Kaiki dio la misma razón. En cuanto a Kagenui-san… me parece que se enteró por Kaiki.”

“Así es. Todos esos especialistas, cada uno con sus propias peculiaridades, vinieron a esta ciudad por razones similares, y los resultados de sus investigaciones llegaron a mí. Soy importante, lo creas o no.”

Gaen-san continuó.

“Después de escudriñar estos resultados—la información que recibí de cada uno de ellos—, llegué a conocer la extraña cadena de acontecimientos que se han producido en esta ciudad durante los últimos quince años. La forma en que el viento soplaba aquí. Llegué a saber—que esta amable dama que lo sabe todo llegó a conocer la historia de cuatrocientos años del Primero que acabo de explicarles.”

“…”

“Por eso envié a Yotsugi-chan aquí. Para reducir la tasa de ocurrencia de excentricidades que había aumentado en unos pocos puntos porcentuales. Su trabajo era limpiar las cenizas—para decirlo de forma sencilla, ordenar un santuario…”

Ononoki Yotsugi, la mitad de una célula de dos hombres especializada en excentricidades inmortales. Parecía que aún no sabía cuál era su misión cuando se encontró conmigo el último día de las vacaciones de verano, pero le habían encomendado su misión de Cenicienta justo después.

Los vampiros son como los chicos cartel de las excentricidades inmortales, así que limpiar a uno de sus siervos parece su tipo de trabajo.

De acuerdo, tal vez podría haber averiguado eso sin tener que hacer ninguna pregunta, pero ¿por qué falló?

¿Alguna vez Ononoki-chan falló en su trabajo?

Estamos hablando de ese caballo de batalla que salvó no sólo mi vida sino la de Shinobu en el transcurso de una noche.

“Bueno, Ononoki-chan tiene un lado cabeza hueca… así que quizá falle de vez en cuando.”

“Lo haces sonar como si fuera un problema de otros, Koyomin.

Yotsugi-chan fracasó por lo que ustedes, sí, en plural, hicieron.” “¿Lo que hicimos?”

¿A quiénes se incluyó en esto?

Sin embargo, una mirada a los ojos de Gaen-san respondió a esto— sólo nos miró a mí y a Shinobu.

“Sólo es una suposición, pero ¿tiene algo que ver con que Shinobu y yo usemos las… ‘cosas malas’ reunidas en la bolsa de aire, que el talismán de Oshino había sellado para que se dispersaran con el tiempo?”

Una suposición a ciegas.

Sinceramente, no tenía ni idea de lo que habíamos hecho, pero eso fue lo único que hicimos Shinobu y yo después de encontrarnos con Ononoki-chan el último día de las vacaciones de verano.

Usamos las “cosas malas”, precursoras de las excentricidades, dejadas en este santuario para viajar en el tiempo como si estuviéramos en una especie de historia de terror, o quizás más bien de ciencia ficción. ¿De alguna manera le había salido el tiro por la culata? No, esas acciones descuidadas ya habían resultado bastante contraproducentes, pero ¿aún más?

“En todo caso, si entramos y nos llevamos la energía que pudo haber servido a las cenizas del Primero… ¿No retrasaría eso su resurrección? Como mínimo no veo que acelere las cosas…”

Volví a mirar a Shinobu mientras decía esto, y la encontré mordiéndose las uñas.

Hey. ¿No es eso lo que haces cuando estás irritada?

¿Se te ha ocurrido algo?

También habíamos utilizado la energía reunida en el santuario para volver de once años en el pasado al presente… si habíamos metido la pata haciendo eso, ¿qué significaba?

“Shinobu-han no hizo nada.” Dijo Gaen-san. “Nada—no necesitaba hacer nada. Venir a este santuario fue suficiente por sí mismo.”

“…”

“Cuando digo que el Primero atrajo a Shinobu-chan hasta aquí, sólo lo hizo a través de la relación amo-siervo que mantuvieron hace cuatrocientos años. No es que él le pidiera que se presentara como se le pide a alguien con un mensaje o una llamada. En otras palabras, él no sabía que lo estaba haciendo hasta entonces. No tenía ni idea de que su ama se había acercado. No tenía ni idea de que el monstruo que lo había convertido en uno había llegado.”

“…”

“Para ser sincera, no sé cuánto había averiguado mi querido hermano mayor, Meme. Él no dice mucho, e incluso sus informes sólo contienen lo mínimo. Lo único que sé es que utilizó ese talismán para llevar a cabo los primeros auxilios en este santuario—que se puede decir que terminó por matar de hambre al Primero, pero en su estado de hambre—”

Empujado una vez más a su punto de ruptura. Justo entonces, en ese estado de ánimo.

“Se enteró. La vio. Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade.

Por primera vez en cuatrocientos años, la atestiguó.” Un jadeo silencioso.

Shinobu dejó de morderse las uñas—y levantó la vista. Aturdida, la expresión de su rostro refleja una clara conmoción. Sí.

Cierto, cuando visité este santuario con Kanbaru en un recado para Oshino, y de nuevo por Sengoku, Oshino Shinobu aún no había empezado a vivir en mi sombra.

No fue hasta entonces que entró por primera vez en esta bolsa de aire…

“En otras palabras…” Dijo Kanbaru pensativa.

Cuando empezamos a hablar de los viajes en el tiempo, ella podría haber perdido el hilo, como si yo estuviera hablando de algún sueño de la noche anterior. Encomiablemente, ella seguía el ritmo.

“¿Ver a Shinobu por primera vez en cuatrocientos años le dio fuerzas al Primero, y este estímulo le hizo despertar a pesar de no ser más que cenizas, resucitándolo a pesar de su estado de inanición?”

“¿Quién ha dicho algo tan romántico?” A pesar de la alta estimación que Gaen-san tenía de Kanbaru hasta este momento, no parecía estar impresionada con esta opinión. “¿Por qué las cenizas volverían a la vida por una razón sacada de una comedia romántica para adolescentes? Una existencia cercana a la suya apareció en proximidad física, eso es todo, provocando que su naturaleza excéntrica se excitase rápidamente. ¿Sabes cómo poner un imán contra un hierro durante un rato lo magnetiza un poco, de modo que puede aspirar arena de hierro? Es más o menos así.”

“Ya veo…” Asintió Kanbaru. Parecía querer insistir en su punto de vista, pero se tragó las palabras—una actitud que no se veía muy a menudo en alguien tan poco reservado como ella. “¿Pero es cierto que la venida de Shinobu a esta ciudad tuvo el efecto de excitar… o de impulsar al Primero?”

“Así es, por eso el Santuario Kita-Shirahebi era una cáscara vacía cuando Yotsugi-chan llegó aquí en su misión. Un trabajo que debería haber requerido poco más que un plumero se hizo más difícil. Tuvo que empezar por encontrar dónde se había ido el Primero. Mientras ustedes dos se divertían viajando en el tiempo desde esta puerta del santuario, nosotros teníamos todo tipo de problemas.”

“…”

No nos estábamos divirtiendo, pero no podía culparla por pensar así.

“A estas alturas, ya debes haberte dado cuenta de la tarea que te he encomendado. Cazar al Primero, y no es sólo que quiera más manos en la cubierta. La mano de obra podría provocar bajas… Más bien, como el Segundo, eres adecuado para encontrar al Primero. El Primero y el Segundo, siervo y siervo, deberían acabar atrayéndose mutuamente.”

No te preocupes. No es que quiera que limpies las cenizas, aseguró Gaen-san.

“Aunque es demasiado perfecto que te hayas encontrado con el Primero antes de que te diera los datos, Koyomin, por no mencionar que le has ayudado a crecer.”

“Crece…”

Cierto, lo había ayudado.

La armadura de guerrero, lenta y pesada cuando recién apareció, pudo incluso hablar bien después de drenar mi energía y la de Kanbaru.

Si algo nos hacía responsables, era eso, ¿no? Aunque no parecía que pudiéramos haber evitado ese resultado incluso si hubiéramos sabido todo esto de antemano…

“Oh, lo siento, ¿hice que sonara como si te estuviera culpando? Hiciste movimientos bastante irregulares, pero en este punto, estoy casi agradecida. Me has facilitado el trabajo en algunos aspectos, sobre todo al dotarle del habla. Eso es grandioso. Si puede entender las palabras, significa que podemos negociar, que podemos ir con la zanahoria y al palo.”

“Zanahoria y palo…”

Verdaderamente Gaen-san era la senpai de Kaiki en el sentido de que todo lo que decía sonaba a mentira, pero esta era la parte que la realzaba como la senpai de Oshino. Odiaba la idea de exterminar excentricidades, en su mayor parte.

Pero me imaginé el claro, el clarísimo perfil de la armadura de guerrero.

El siervo vampiro que se aprovechó de todos los fenómenos excéntricos que ocurrieron en esta ciudad durante quince años.

El primer siervo de un vampiro legendario. El Primero, lo que le convirtió en mi senpai.

Y también de Shinobu, en cuanto al título de Asesino de Excentricidades, como portador original de la espada encantada Kokorowatari.

Sobre todo. Inmortal.

“¿No es Kagenui-san por la que deberías haber preguntado? Ya sabes, la ama de Ononoki-chan, la onmyoji violenta que se especializa en excentricidades inmortales.”

Si Oshino era un pacifista, Kagenui-san era una belicista.

Nunca tuve que enfrentarme a ella directamente, pero era lo suficientemente hábil en el combate como para poder enfrentarse a Shinobu—sin embargo, Gaen-san sólo negó con la cabeza.

“No puedo controlarla.” Dijo. “Preferiría que tuviera que pasar el resto de su vida quejándose por no ver nunca un atisbo de acción.”

Conseguir que Gaen-san, de entre todas las personas, dijera esto fue algo impresionante.

Algo en la onmyoji me pareció poco convencional, incluso entre los diversos especialistas que conocía, y supongo que realmente había algo especial en ella.

“¿Será Ononoki-chan suficiente en cuanto a reservas de combate?”

“No. Cuando ayer recibí el informe de situación de Yotsugi-chan, es decir, cuando me enteré de que tú y el Primero habían entrado en contacto, ya me adelanté y llamé a otro ayudante. Que está esperando para reunirse conmigo.”

Por eso le preocupaba la hora.

Mi lentitud para entender debe haber consumido más tiempo del esperado, así que ella tenía razón, las cosas no siempre salen exactamente como se planean, incluso para alguien del nivel de Gaen- san. Y mucho menos para alguien del mío…

“¿Pero un ayudante? ¿Ononoki-chan realmente no es lo suficientemente buena por sí misma?”

“No lo es, porque me gustaría resolver esto antes de que termine el día de hoy.” Respondió Gaen-san, tan despreocupada como siempre, pero por una vez, percibí su determinación de profesional. “Ahora que tiene voluntad, y ahora que está consciente, y ahora que es capaz de usar ese drenaje de energía como desea, cuanto más tiempo lo dejemos estar, más fuerte se pondrá, y no hará sino mejorar exponencialmente. Se recuperará por completo si no nos tomamos en serio esto. Sería demasiado para mí en ese momento, entonces no tendría más remedio que llamar a Yozuru.”

“…”

Habló de Kagenui-san como si fuera una especie de arma inhumana…

Estuve a punto de esbozar una sonrisa por primera vez en mucho tiempo, pero las palabras que salieron a continuación de la boca de Gaen-san fueron más que suficientes para hacerme reprimirla.

Sea cual sea el caso.

“Lo que quiero es matarlo antes de que se coma a un humano.”