Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 18

“¿R-Regresó? ¿A esta ciudad?”

Aunque había permanecido en silencio mientras Gaen-san seguía hablando, pensando que no debía interrumpirla, no pude contenerme más cuando escuché esas palabras y, por reflejo, hablé.

¿Volvió a esta ciudad? ¿De verdad? No quería decir—¿a este país?

“Oh, cuando la línea de tiempo dice quince años atrás, es una estimación cronológica aproximada. Puede que no sea exacto, pero el número es significativo, porque fue hace exactamente quince años, cuando todavía estaba en la universidad, cuando se me ocurrió la idea de crear, por medio de nigromancia, una excentricidad shikigami inmortal llamada Ononoki Yotsugi utilizando un cadáver humano que había sido utilizado durante un siglo. Y entonces…”

Esta vez Gaen-san me observó con lo que parecía una mirada significativa.

“Eso es exactamente cuando el fénix se encontró con su siguiente huésped, por lo que tú amiga Izuko cree que las cenizas que componen al Primero deben haberse reunido en esta ciudad justo en ese momento.”

“…”

Hace quince años.

Esa cifra no fue la que me hizo reflexionar, ni mucho menos, pero oírla decir «hace quince años» sí me hizo recordar una cosa más.

Cuando Hanekawa Tsubasa recibió el nombre de Hanekawa Tsubasa, cuando tenía tres años, eso fue hace quince años, ¿no? No, eso no puede tener nada que ver con esto. ¿Estaba leyendo demasiado en las cosas?

La tsukumogami. El fénix. El gato… no, pero si iba a decir eso,

¿por qué centrarse sólo en hace quince años? Si de eso se trata, debería pensar no en un punto en el tiempo sino en un lapso de él, desde hace quince años hasta este mismo momento.

El caracol, que se perdió por primera vez hace once años. El mono, cuyo deseo se hizo realidad hace siete años.

El cangrejo, que robó el peso de una chica hace tres años.

Incluso se tuvo en cuenta lo ocurrido con la serpiente hace apenas dos meses.

“No es posible… ¿Realmente estás diciendo que todas estas historias de excentricidades son culpa de esas cenizas que llegaron a la ciudad o lo que sea?”

“Por supuesto que no. Yozuru y compañía no hicieron a Yotsugi- chan en esta ciudad.” Gaen-san respondió fácilmente en forma negativa—pero la negación se sintió tan ligera que no pude verla como un absoluto. “Sólo digo que es una causa subyacente. O tal vez debería llamarlo una señal que debe hacer pensar. Toda excentricidad tiene una razón, pero esto no es más que parte de esa razón. Las excentricidades que encontraste fueron tu propia culpa, en general, no te estoy dejando libre de culpa. Pero…” Dijo, mirando a Shinobu con lo que de alguna manera parecía simpatía. “Tengo que suponer que Kiss-Shot Acerola- Orion Heart-Under-Blade vino a esta ciudad durante las vacaciones de primavera, por esas cenizas.”

“Qué tontería.”

Por fin, Shinobu se dirigió directamente a Gaen-san.

O bien no podía permitir que siguiera hablando de asuntos relacionados con ella, o bien no podía mantener su silencio. Sus ojos brillaron con lo que casi podría llamarse malicia cuando los clavó en Gaen-san.

“¿Y vos decís ser la hermana pequeña de ese mocoso de camisa hawaiana?”

Ella no lo era, por supuesto.

“Visité este país entonces porque deseaba ver el Monte Fuji.” “Jaja. ¿Nuestra montaña sagrada? Es cierto que el bosque de sus

faldas es un famoso lugar de suicidio. Pero esta montaña no es el Monte Fuji. Ni siquiera estamos en Shizuoka o Yamanashi, estamos en la prefectura equivocada… ¿te perdiste de camino? ¿Mientras tres cazadores de vampiros te perseguían? No, no te perdiste. Te guiaron hasta esta ciudad.”

“¿Guiaron?”

“Si quieres que te ponga un ejemplo, fíjate en cómo esa armadura de guerrero entró por casualidad en la escuela de preparación abandonada en la que se reunían tú y Kanbaru Suruga-san. Aunque estoy segura de que el Primero no tenía ni conciencia ni inconsciencia cuando llamó tan amablemente a la puerta.”

“…”

Silenciada, Shinobu rechinó sus afilados dientes. Ni siquiera intentaba ocultar su enfado, lo que sugería que Gaen-san había dado en el clavo.

En cuanto a mí, no era ira lo que sentía. Era asco.

Cómo decirlo—Gaen-san hizo que pareciera que todos los sufrimientos que me visitaban convergían en un solo hombre, y me pareció repugnante.

No.

Tal vez fue sólo un disgusto.

Pero cuando lo pensé, no era así como debía sentirme. Si ahora tenía una respuesta a la insistente pregunta: “¿Por qué me pasa todo esto?”, ¿no debería alegrarme?

Entonces, ¿por qué me sentí mal?

Si el Primero hubiera sentado las bases de todo lo que Shinobu y yo hicimos juntos, eso no sería motivo de disgusto. ¿Por qué debería sentirme inferior?

Casi parecía que estaba celoso o algo así. Aunque me había dicho que no lo estuviese. “Imposible.” Dijo Shinobu, tras un largo silencio. Su tono era directo, fuerte y definitivo.

“Imposible… es imposible. Murió—ese hombre murió. Falleció. Fue un completo tonto que no prestó atención a mis persuasiones, que eligió tirar su vida por la borda. Vuestras palabras no son más que un sofisma. No subestiméis mi pobre sentido de la orientación.”

“Bueno, creo que tu escaso sentido de la orientación merece ser objeto de burla… ja, ja, ahí suenas muy insistente, Shinobu-chan. Casi haces que suene como si fuera un problema si el Primero aún estuviera vivo, ¿sabes?”

Gaen-san no se dejó intimidar por el comportamiento de Shinobu— su antiguo yo, Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, no era una figura fácil de enfrentar, ni siquiera para un especialista, pero Gaen-san no mostró signos de temor.

Sólo siguió provocándola.

“En todo caso, deberías estar celebrando que tu amado siervo sigue vivo y tratando de restaurarse mientras hablamos. No me importaría organizar una fiesta, ¿sabes?”

“No os sobrepaséis, especialista.”

Shinobu se había dejado provocar, y su cuerpo temblaba de rabia— incluso yo me encontré molesto por el tono de Gaen-san, pero ver a Shinobu tan agitada en realidad me ayudó a calmarme.

“No os metáis demasiado en asuntos delicados. ¿Qué pretendéis saber sobre lo que ocurrió hace cuatrocientos años?”

“Lo sé todo, no hay nada que no sepa.” Declaró Gaen-san. Luego pareció cambiar el tema a algo que no tenía nada que ver. “Incluso hay una razón por la que cambié nuestro lugar de encuentro del parque a este santuario.”

Ahora que lo ha mencionado, ¿por qué ha cambiado nuestro lugar de encuentro?

“Tengo la sensación de que me han dejado fuera de juego.”

Entonces… hablando de calma, la persona más calmada presente— aunque tal vez simplemente estaba confundida por las palabras de Gaen-san—levantó la mano y habló. Kanbaru.

“¿Está bien si hago una pregunta, Izuko-san?” “Adelante, Kanbaru Suruga-san.”

“Um.”

Como se trataba de Kanbaru, me pregunté si estaría intentando suavizar las cosas con una frase ridícula. Me preocupé por ella como su senpai, pero le hizo a la sonriente Gaen-san una pregunta adecuada, y una sorprendentemente tonta.

“Durante cuatrocientos años, este tipo siguió repitiendo un ciclo de volver, y luego de nuevo convertirse en ceniza a causa del sol,

¿verdad? Eso significaría que seguía siendo básicamente ceniza cuando llegó flotando a esta ciudad hace quince años, ¿no es así? Entonces, ¿exactamente qué causó que el ciclo se detuviera y le permitiera presentarse ante Araragi-senpai como una armadura de guerrero?”

¿Esta chica sabía lo que era sentir nervios? Estaba siendo habladora, incluso social, con alguien a quien apenas estaba conociendo. ¿Tal vez inconscientemente sintió su parentesco? No, Gaen-san estaba tratando a su sobrina exactamente igual que a mí y a Shinobu.

“¿Por qué cree que fue así, Kanbaru Suruga-san? ¿Puedes adivinar por qué terminó el ciclo, por qué el Primero fue liberado de su ciclo kármico estéril?”

“No puedo, pero… ¿la razón tiene algo que ver con el cambio de nuestro lugar de encuentro?”

Esa es una forma extraña de unir los puntos, pensé, pero Gaen-san respondió: “Eres muy aguda” con un rápido lametón de labios. “Ah, qué desperdicio de talento dejarte libre, pero respetaré el deseo de esa extravagante.”

“¿Qué extravagante?” Preguntó Kanbaru, confundida.

“No te preocupes…” Dijo Gaen-san. “No estás fuera de onda. De hecho, puede que estés en el centro de todo… Puede que sólo lo diga por la frecuencia con la que la gente se refiere a mí como su senpai, pero Kanbaru Suruga-san, estaría bien que pudieras apoyar a tu propio senpai.”

Mis kouhais son todos unos inútiles—añadió la especialista jefa, no en tono de broma sino como un lamento serio, encogiéndose de hombros.

“Por supuesto. Servir a Araragi-senpai de cintura para abajo es literalmente mi trabajo.”

“¿Crees que también podrías servirme de cintura para arriba?”

Kanbaru parecía sorprendida al escuchar esto… Vaya, como si no supiera lo que quería decir.

“Hace quince años.” Gaen-san cambió de tema, abriendo de nuevo su línea de tiempo. “El Primero regresó a esta ciudad—sus andanzas llegaron a su fin al flotar de nuevo a esta, su ciudad natal. Lo que parecía ser su eterno viaje por el infierno había llegado a su meta.”

¿Ciudad natal? Habiendo lanzado la palabra de forma casual, Gaen- san continuó sin darle ninguna importancia.

“Y cada uno de esos granos de ceniza flotó y se reunió en la bolsa de aire de esta ciudad… Justo aquí, en el Santuario Kita-Shirahebi, construido ya entonces en la cima de esta pequeña montaña.”