Monogatari (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: Correo Shinobu

Parte 16

Esta falsedad era tan flagrante que me dejó estupefacto—no es que sea tan honesto como para merecer el título de contador de la verdad, pero me quedé perplejo al saber que alguien podía decir una mentira tan descarada.

¿Qué?

Ahora que lo pensaba, me había dicho con muchas palabras que lo mantuviera en secreto. Aun así, ¿no temía que yo hubiera compartido su origen con Kanbaru, al haberle pedido que viniera hasta aquí?

Incluso podría haber dejado escapar su nombre por accidente. Pero entonces, ella era la senpai de ese ominoso estafador Kaiki Deishu, ¿no es así?

Jefa de un gran mentiroso que perpetró una estafa inimaginablemente grande en esta ciudad, un hombre que una vez engañó incluso a Senjougahara Hitagi, esperar la sinceridad de su forma de vida fue un error desde el principio.

Aun así, su sucio truco, que me convertía en cómplice de su mentira, parecía incluso más ruin en cierto modo que cualquier cosa que hiciera Kaiki, pero así era. Tenía que seguirle el juego.

No tuve la fortaleza mental para hablar aquí y decir: No, ambos sabemos que eso no es cierto. Tu apellido es Gaen, ¿no es así?

Gaen-san debía de haber discernido este hecho de antemano, por supuesto—me miró con una sonrisa soleada que parecía contener un mensaje sin palabras: Lo entiendes, ¿verdad?

“Ah… así que el mocoso de la camisa hawaiana tenía una hermana menor. Ahora que lo mencionáis, veo el parecido.”

“…”

También había engañado a Shinobu.

Por supuesto, al ser de otra especie, en principio, Shinobu no era capaz de distinguir muy bien entre los humanos individuales. Olvidando cualquier parecido, a veces dudaba de que pudiera distinguir entre hombres y mujeres.

No recordaba nombres ni caras, y ni siquiera lo intentaba.

“Ja, ja, ja. Me lo dicen mucho. Sí, siento que debo disculparme por todos los problemas que mi hermano mayor parece haberte causado…”

Gaen-san mantuvo el acto perfectamente.

Su tono era tan natural que me hizo preguntarme a mí, que sabía la verdad, si le pasaba algo en la cabeza—la única explicación parecía ser que creía sinceramente que era la hermana pequeña de Oshino.

… La verdad era que ella era la senpai de Oshino. Si iba a mentir,

¿no debería llamarse su hermana mayor?

¿Por qué hermana pequeña?

¿Por qué mentir sobre su edad sin una buena razón para ello?

“Soy Kanbaru Suruga.”

Sea cual sea el caso o la verdad.

Kanbaru correspondió tras escuchar la autopresentación de Gaen- san.

“Estoy empleada como esclava sexual de mi querido Araragi- senpai.”

“¡¿En serio has estado diciendo eso a todos los que conoces?!”

Esta vez logré contrarrestar una mentira—es una de las ventajas de ser amigos. Pero se podría decir que el problema de Kanbaru estaba mucho más arraigado.

“Ja, ja, ja. ¿Es así, una esclava sexual? Qué bonito es ser joven y libre.” Gaen-san se mostró comprensiva.

Su propia sobrina iba por un camino horrible, pero supongo que no podías actuar en consecuencia si decías no ser su tía…

Pero hablando de parecidos, Kanbaru y Gaen-san, separadas por menos de tres grados de sangre, no se parecían en nada. Tal vez fuera porque estaba tan unida a mi kouhai que distinguía tan claramente, pero, como mínimo, no parecían compartir ni un solo rasgo físico. No sabía cómo era la madre de Kanbaru, pero quizá se parecía más a su padre.

Espera, espera… Estaba siendo demasiado hostil. Necesitaba darle a Gaen-san el beneficio de la duda.

Shinobu y yo, así como la propia Kanbaru, buscábamos una explicación completa de nuestra situación actual por parte de esta mujer; sería un gran problema si simplemente fuera una mentirosa patológica o una fabulista.

Tenía que haber alguna razón (necesitaba que la hubiera).

Una razón por la que tuvo que ocultar su identidad—pensando en esto racionalmente, la madre de Kanbaru, Gaen Tooe, se había alejado de los Kanbaru por diversas razones, así que tal vez no podía usar el apellido Gaen.

Cierto, y no era como si Gaen-san quisiera conocer a su sobrina perdida. Sólo necesitaba el brazo de Kanbaru para algún trabajo… Llamarse a sí misma pariente de Oshino aumentaba su autoridad en el tema de las excentricidades, al menos entre nosotros.

En ese caso, no podía desenmascarar su mentira después de todo… Tenía que esperar y ver.

Pero si eso era cierto, tenía que desconfiar de Gaen-san, esta amable y alegre dama, no se sabía cuándo podría mentir.

Se presentaba como una persona nítida y clara, pero en realidad era un completo desastre.

Era demasiado para los ingenuos estudiantes de secundaria.

“En ese caso, todos, vayamos directamente al asunto que nos ocupa. Hablemos de negocios.” Dijo Gaen Izuko—Oshino Izuko, con los brazos extendidos. Puede que lo hiciera para mostrar lo abierta que estaba siendo, pero sólo me hizo querer cerrarme.

“Primero, déjame escuchar sobre la aventura que ustedes tres tuvieron en su camino hacia aquí—cuéntame tu historia completa. Me encanta escuchar la vida de la gente, ya ves.”

“Um… Bueno, probablemente se superponga mucho con el informe que recibiste de Ononoki-chan.”

“Eso no me molesta. La misma historia contada desde una perspectiva diferente sigue siendo un cuento diferente, y aparte de eso, no hay emoción en las historias que me cuenta Yotsugi-chan. No se puede hacer una lista de hechos y llamar a eso un cuento.”

Parecía estar obsesionada con ese término, cuento—algo que tenía en común con su kouhai Oshino, cuya hermana pequeña decía ser.

Leyendas urbanas. Susurros en la calle. Chismes de segunda mano.

No sabía si lo que habíamos vivido esa noche estaba a la altura de alguna de esas etiquetas, pero sí sabía que nuestra situación ya estaba en un punto muerto. Sería inútil tratar de ocultar las cosas, así que le conté los acontecimientos de la noche, tal y como habían sucedido.

Oculté los asuntos que debían ser ocultados, dado que Kanbaru estaba justo detrás de mí, pero siempre que pude conté como las cosas sucedieron.

La armadura de guerrero que apareció en el aula de la escuela de preparación abandonada.

Las ruinas ardiendo en llamas. El mensaje que me dejaron. Perdernos y no poder llegar a ningún sitio.

La excentricidad quimérica cangrejo-mono-serpiente.

Al igual que con Kanbaru, Shinobu nunca intentó hablar con Gaen- san. Especialista o senpai de Oshino (hermana pequeña en el entendimiento de Shinobu), al final de día era una humana. Esto significaba que también tenía que relatar la historia de Shinobu sobre su lucha con un mono que controlaba la lluvia.

No había conocido los detalles de esta batalla, pero supuse que un resumen sería suficiente si ya había recibido un informe de Ononoki- chan, que fue parte de ella.

El hecho de que Shinobu se comportara como la realeza y no se preocupara por hablar con ningún otro humano que no fuera yo no pareció molestar en absoluto a Gaen-san.

Pareció disfrutar escuchar los treinta o más minutos de mi historia, hasta el final.

“Realmente estás acostumbrado a contar historias, ¿no es así, Koyomin? Ha sido interesante. Eres un buen narrador. Uno realmente bueno.”

Gaen-san sonrió y asintió.

Yo, con mi sencilla personalidad, me sentí feliz de que me elogiaran, pero no fue como si se lo hubiera dicho para que me elogiaran. Aunque hubiera terminado el relato de mis aventuras, no estaba dispuesta a bajar del escenario para recibir sus aplausos.

Mientras hablaba, me acordé del primer trimestre—de la forma en que pedaleaba hasta aquella escuela abandonada cada vez que me encontraba con una nueva historia sobre excentricidades, para consultar con el especialista Oshino Meme. Me hizo sentir un poco sentimental, pero no era como si hubiera venido a consultar con Gaen- san sobre los acontecimientos de la noche.

No, la necesitaba para restablecer mi vínculo con Shinobu, y necesitaba negociar con ella la protección de Kanbaru, pero si volvías al principio, venía a ayudar a Gaen-san con su trabajo.

Estaba aquí a petición suya.

Nos hemos encontrado con muchos problemas en el camino, e incluso nos cambiaron el punto de encuentro en el último momento.

“Ja, ja, ja. No seas tan mezquino, Koyomin, ¿acaso la amistad no significa nada para ti? Vas a perder amigos actuando así, lo sabes.”

“No tengo suficientes amigos para perder ninguno.” Dije, pensando al principio que había dicho una frase genial, antes de darme cuenta de que era algo triste—el cielo empezaba a iluminarse mientras hablaba.

A este ritmo no llegaría a tiempo a clases—una cosa era yo, pero, como senpai de Kanbaru, me avergonzaría si también la obligara a faltar a la escuela.

Mientras tanto, Shinobu parecía tener sueño.

Al parecer, no había perdido todo rastro de ser nocturna. Puede que haya dormido un poco bajo los columpios, pero tal vez se volvía a sentir somnolienta ahora que tenía la barriga llena.

Pero entonces.

Gaen-san fue y dijo algo que le hizo abrir los ojos.

“Permítanme ir al grano.” Comenzó, con un tono despreocupado, como si esto no tuviera importancia. “Esa armadura de guerrero es el primer siervo creado por la anterior encarnación de Shinobu—Kiss- Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, la legendaria y elevada vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente, de sangre fría, Asesina de Excentricidades y rey de las excentricidades—cuando le chupó la sangre. En otras palabras, Araragi Koyomi, como alguien a quien Shinobu-chan convirtió en su segundo siervo cuando bebió tu sangre durante las vacaciones de primavera, es una especie de senpai tuyo. Y en el sentido de que fue el primer Asesino de Excentricidades, supongo que eso también lo convierte en el senpai de Shinobu-chan.”

“…”

“…”

“…”

Por supuesto.

Incluso si se hubiera dado aires de grandeza y hubiese hecho que su explicación fuese un gran espectáculo de luces y colores, dudo que ninguno de nosotros se hubiera sorprendido lo más mínimo. Incluso Kanbaru, que no está relacionada con este asunto ni está demasiado familiarizado con él, parecía haberlo comprendido.

Me lo imaginaba.

Eso es todo lo que se puede decir.

Nada más que sí, eso es lo que me imaginé—pero al mismo tiempo, un impulso de contradecirla surgió en mí.

Lo pensé y me lo imaginé, pero aun así quise decirlo: No, no puede ser, no hay manera.

Esa no era la explicación que quería escuchar. No había subido a una montaña en la noche para que me dieran los comentarios que podría dar un forastero despistado. Quería que la aguda visión de un especialista nos abriera los ojos.

Bueno.

Supongo que lo que dijo cumplió esa tarea.

“Um. Sí…” De todos nosotros, Shinobu fue la primera en reaccionar, pero aun así me habló a mí y no directamente a Gaen-san. “Qué aficionada es. ¿De verdad es la hermana pequeña de ese mocoso de camisa hawaiana?”

Eso fue una mentira. No era cierto.

Pero Shinobu tenía que saber lo que Gaen-san iba a decir, y debía haber preparado una frase para cuando la oyera.

Sin embargo, no discutió directamente con Gaen-san—tal vez no se trataba de una vampiresa de alta cuna que se negaba a tratar con los humanos, sino que temía que su argumento fuera rebatido y derrotado.

“Ve y decídselo, ¿queréis? Golpeadla con la verdad sádicamente.

Deberíais enderezar los malentendidos de esta absoluta aficionada.” “Eh… Claro.”

Sádicamente era pedir demasiado, pero si Shinobu no lo decía, eso significaba que tenía que hacerlo—no era como si pudiera pasarle esto a Kanbaru. Me volví hacia Gaen-san.

“P-Pero G—” Tartamudeé, casi usando su apellido real. “Izuko está bien.” Se me adelantó.

¿Qué la llame por su nombre? Bueno, está bien. “Izuko-san.”

“¿No acabo de decir que Izuko está bien?”

¿Sin honoríficos? No era Oshino ni nada parecido.

“Izuko-san. El primer siervo de Shinobu debería estar muerto, debería haber muerto hace cuatrocientos años. La propia Shinobu lo vio con sus propios ojos.”

“Sí, m-hm.”

“Salió al sol como un vampiro, lanzándose a su propia muerte—”

Lamentando su desgracia como especialista exterminador de excentricidades que se encontró convertido en un chupasangre— oponiéndose a su propia ama a pesar de estar cautivado por ella— bañando todo su cuerpo en los rayos del sol, némesis de todos los vampiros…

Se quemó.

Y se convirtió en cenizas.

“Así que ya se ha ido, es imposible que esté por aquí. Es imposible que esa armadura de guerrero sea el primer siervo de Shinobu.”

“¿Por qué?”

“¿Eh? No, como he dicho…”

“¿Por qué? ¿Por qué es imposible?” “…”

Cuando me preguntaron esto a bocajarro, me quedé sin respuesta— no sabía cómo responder, como si me hubieran preguntado: ¿Por qué uno más uno es igual a dos?

En mi confusión, di algunas respuestas que no eran respuestas en absoluto, como “Bueno, porque se murió” y “Porque es así, esas son las reglas”, pero entonces desde atrás mío.

Con la misma franqueza. Kanbaru habló.

“Pero si vas a decir eso, ¿no era un vampiro imperecedero porque no muere?”

“¿Eh?”

No muere, y porque no muere, ¿es imperecedero?

No, espera, eso no puede ser… No es eso, quiero decir, la luz del sol es la debilidad absoluta de un vampiro… Al igual que el ajo, o las cruces, o las balas de plata, así que…

Se quemó… y se convirtió en cenizas, y…

¿Eh?

Pero si vamos a hablar de características…

Tal y como discutí con Ononoki-chan mientras comíamos helado ese día, la inmortalidad de un vampiro es de un orden diferente a la de un fantasma o un tsukumogami.

No es que no mueran.

Son imperecederos porque no hay muerte para ellos.

En otras palabras, no son inmortales porque vuelven a la vida.

Son inmortales, porque siguen viviendo pase lo que pase. Vampiros.

“Ah… podría significar…”

“Así es, Kanbaru Suruga-san—justo el tipo de brillantez que esperaría de alguien que hizo que la pata de mono trabajara para ella.” Dijo Gaen-san. “En otras palabras, cuatrocientos años después de arrojarse a la muerte—después de chamuscar su cuerpo, convertirse en cenizas y volver a la nada, el vampiro ha hecho un regreso sorprendente.”

Había vuelto a pesar de haberse convertido en nada más que cenizas y huesos.

No es de extrañar que la legendaria vampiresa Kiss-Shot Acerola- Orion Heart-Under-Blade lo eligiera para ser su primer siervo— comentó Gaen-san sin rodeos.