Toradora! (NL)

Volumen 3

Capitulo 5: ¡RYUUJI ES MIOOOO!

Parte 3

“¡Vaya, eso era el infierno!”

¡GOLPE!

“¡O, oye! … ¿Estás bien?”

Taiga de repente había golpeado su cabeza sobre la mesa. Cuando miró a Ryuuji con su mirada asesina reveló unos agudos ojos.

“¿¡Cómo podría estar…bien!?”

Su profunda voz llevaba un tinte de depresión… Incluso la Tigre de bolsillo había sido maltratada gravemente con las dos semanas de exámenes de final de semestre que se habían realizado después de la última clase de natación, aunque la verdadera razón de su estado depresivo era el daño psicológico que había sufrido como resultado del duelo.

Tanto Taiga como Ryuuji estaban ahora descansando en sus sofás de siempre en la zona de no fumadores del restaurante familiar que frecuentaban. La ceremonia de final de semestre había terminado al mediodía. Casi no había clientes, probablemente porque era un día normal de trabajo.

Sin preocuparse de las miradas de los del alrededor, Taiga levantó sus pies como una niña y amonestó a Ryuuji, quien estaba sentado al lado opuesto de ella.

“¡Esto es todo tu culpa, perro estúpido! ¡No me habría metido en tantos problemas si no fuese por ti! ¡Ahora pásame el menú!”

Incapaz de responder, Ryuuji le pasó obedientemente el menú.

Tal vez sí metí a Taiga en muchos problemas. Esto se debía a esa declaración. Todos escucharon a Taiga decir: ‘¡Ryuuji es mío!’ Por esto todos estaban absolutamente convencidos que Taiga y Ryuuji eran ahora una pareja oficial.

Sin importar cuán duro Taiga tratara de negarse o los amenazara, no conseguía que creyesen lo contrario. Incluso Kitamura y Minori decían en broma: “¡Ustedes dos tienen un largo camino por recorrer!” “¿Así que, finalmente lo admiten, no es cierto?”

“¿Puedo tomar su orden? ¡Jee jee, sólo es mediodía y ya están tan cariñosos!”

Esa voz…

“¡Minorin! ¡Ya basta! ¿¡No te he dicho que dejes de mencionar eso!? ¡Eres tan mala!” “¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Sólo estaba bromeando! ¡Así que no llores!”

Minori había llegado temprano al trabajo, y ya se había puesto su uniforme naranjo de camarera, sin embargo ahora estaba acariciando la cabeza de Taiga con la bandeja que llevaba. Luego miró a Ryuuji y dijo:

“Eres malo…”

“¡Tú fuiste la que la hizo llorar!” “¿Yo? ¡Nyaha!”

“¡No me vengas con ‘nyaha a mí!” “¡Regresa a trabajar!”

… Bromeando entre ellos, la amistad entre Ryuuji y Minori había evolucionado al punto de tener conversaciones de este tipo.

Ryuuji miró la sonrisa en la cara de Minori pensando en lo deslumbrante que se veía. Sabiendo que no podía mirarla directamente, pero… habían voces en su corazón diciéndole que ya no sólo estaba enamorado de Minori… No, aún estoy enamorado, pero…

La razón de aquellas voces se debía a la pequeña compañera haciendo pucheros delante de él, permitiendo a regañadientes que Minori le acariciase su cabeza. Ryuuji había estado aproblemado desde el incidente en la piscina.

En primer lugar, estaba preocupado por él mismo. Estaba realmente feliz por la declaración de Taiga diciendo ‘Ryuuji es mío’. Estaba tan feliz que no podía ocultarlo, porque era real. Sin embargo llegó un punto ciego con este sentimiento, y este era… Me gusta Taiga. Si no lo hiciera, no la cuidaría. Después de todo, yo fui el que dijo: ‘desde los tiempos ancestrales el dragón es la única bestia que puede quedarse al lado del Tigre como igual…’.

Sin embargo, este sentimiento de que te guste alguien, ¿no se limita al romance entre un hombre y una mujer, no es así? Como los amigos o la familia, ¿no hay muchas maneras de que te guste alguien? ¡Así que nuestros sentimientos por el otro deben pertenecer a uno de estos! Así que si me gusta Taiga, es algo bueno. Después de pensar esto por su cuenta, hizo sus propias conclusiones. Así que está bien de esta manera…la pregunta ahora eso, ¿qué hay de Taiga?

¿Cómo se sintió Taiga cuando gritó: ‘Ryuuji es mío’? Podría ser que…podría ser que… Ryuuji continuó entrelazando pensamientos, y terminó abriéndosele el apetito con su estomago rugiendo mientras el no dejaba de mover sus piernas.

“¡Oye! ¿¡No te dije que dejaras de mover tus piernas!? ¡Perro empobrecido!” Algunos de los clientes gritaron desde lejos:

“¡Perdone! ¿Puede tomar nuestros pedidos?” Minori se dirigió rápidamente hacia ellos, dejándolos a los dos.

“¿Qué esta pasando contigo…?”

La voz de Taiga sonó un poco más agradable. “¿¡Huh!?”

Una extraña atmosfera emitida desde este mágico espacio donde estaban ellos dos solos. “Me estabas mirando, ¿cierto? ¿Y bien? ¿Qué pasa? ¿Tienes un problema conmigo?” “¡N, No! … ¡No te estaba mirando a ti!”

“¡Me estabas mirando, pervertido! Mirándome así a plena luz del día, quien sabe que fantasías indecibles estabas teniendo…”

“¿¡Que diablos te estás imaginando!? ¿¡Cómo llegaste a una conclusión como esa!?” “…”

“¡Deja de ignorarme!”

Los gritos de Ryuuji estaban llenos de vacilación mientras se ponía de pie. En ese momento, dos caras conocidas entraron a su campo de visión.

“¡Hey! Sigues esperando, ¿huh?”

“¡Siento hacerte esperar, Takasu-kun! Oh, podría saludar también a esta enana de aquí.

¡Siento hacerte esperar también!”

Cuatros personas se sentaron juntas. Ami se sentó al lado de Ryuuji, e inevitablemente, esto quería decir que…

“¿Qué pasa Aisaka? ¿Por qué te estás tragando el agua tan rápidamente? ¿Acaso no tienen más bebidas para que te puedan llenar el vaso de nuevo? Sería mejor si ordenas otra”

Kitamura se sentó al lado de Taiga, quien rápidamente le volteó la cabeza y comenzó a engullirse su agua, sin atreverse a mirarlo. ¡Tin! El hielo en el fondo del vaso cayó sobre la cara de Taiga.

“¡Ah! ¡¡Ah!! ¡¡¡AH!!! ¡Taiga! ¡Se te está derramando!” “Ugh..”

El agua le goteaba por su barbilla como una niña. Ryuuji rápidamente sacó su pañuelo de bolsillo y limpió la mesa, asegurándose que toda superficie donde Taiga apoyase sus codos estuviese completamente seca. ¡Ahí!

¡Muy bien! Ryuuji asintió con la cabeza para sí mismo. A su lado, Ami comenzó a hacer pucheros y apoyarse en el brazo de Ryuuji.

“Takasu-kun, ¿por qué me has llamado aquí? Ah, ¿podría ser esto, porque vas a ir a la mansión? Si es eso, siempre podemos darnos un día entero para planificar nuestro viaje…”

“¡La que te llamo aquí fui yo! ¡Estúpida Chihuahua!” “¿¡Qué!?”

Taiga volteó todo su cuerpo a 90 grados a la derecha, evitando así el contacto con Kitamura a su izquierda. Aunque la mitad izquierda de su cara estaba teñida de un color rosa cereza, abrió su boca y dijo:

“Lo que yo estoy diciendo es, que también iré a tu mansión. Yo… perdí el duelo, así que Ryuuji tiene que ir, ¿cierto? ¡Pero si eso pasa, no habrá nadie que cuide de mis necesidades diarias, y eso sería problemático para mi! Aunque la madre de Ryuuji puede cuidar de sí misma, ella no tiene tiempo para cuidar de mí también. ¡Así que, aunque no quiera ir y como soy muy cautelosa, también iré con ustedes! ¡Está decidido!”

“¿¡Qué!? ¡Espera! Hablaste sin parar, así que Ami-chan está confundida… ¿¡Cómo!? ¿Por qué vienes?”

Esto en realidad se lo había pedido Kitamura. Él También quería que Taiga fuese a la mansión de Ami para divertirse juntos, pero le costaría mucho convencer a Ami de invitarla.

Según el razonamiento de Kitamura, si yo voy, y Kushieda también, ¿no sería una gran oportunidad para que nos divirtamos todos juntos como buenos amigos? Pero Ryuuji y Taiga no conocían su verdadera intención. Además, para Taiga, esta era una oportunidad perfecta para ir de viaje con Kitamura. Haciendo a un lado su malestar y desconfianza, y después de pensarlo un poco, Taiga aceptó decírselo con una condición; Si Ami se negaba rotundamente, no insistiría.

Kitamura se ajustó felizmente sus lentes, y extendió su calendario de bolsillo, el cual estaba dibujado a mano alzada en unas hojas de papel, sobre la mesa.

“¡Bien! ¡Decidamos cuando iremos! Aquí tengo el viaje de estudios con el consejo estudiantil, aquí tengo el viaje de entrenamiento con el equipo de softball, y aquí el partido de practica…”

“¿¡Y, Yusaku!? Cómo puedes decidir por ti…”

“¡Oye! ¿Estás libre ahora? ¡Necesitamos decidir la fecha para nuestro viaje!”

“¡Oh, déjame ver, déjame ver! Hmm… ¡Aquí tengo las actividades del club con Kitamura- kun también, y aquí tengo turnos de trabajo, así que un tiempo por aquí sería genial!”

“No tengo nada especial planeado, además de limpiar algunas cosas. Taiga, estás igual,

¿cierto?”

“No. Y no voy a ningún estúpido viaje familiar, no es que quiera de todos modos” “Eso significa, tiene que ser durante esta semana…”

“¡Es, es, espera un minuto! ¿Qué significa todo esto? ¡Es la mansión de mí familia! ¿¡Por qué están decidiendo todo esto por su cuenta!?”

Gritó Ami mientras arrebataba el calendario de Kitamura sobre la mesa. Ami tenía la cara roja y llena de nervios. Taiga la miró y le dijo con su suave e inexpresiva voz:

“¿Es muy pequeña?”

“¿¡Qué!? ¿¡Cómo podría ser muy pequeña!? ¡Mis padres tienen dinero de sobra, después de todo!”

“Ahh… entonces, ¿no quieres que la gente la vea para que no la critiquen?”

“¡Claro que no! ¡Esa casa es muy espaciosa, hermosa, y tiene una gran vista! ¡Mucho, pero mucho mejor que tu apartamento!”

“¡Entonces tengo que ir a verla!” “¿Qué…?”

“Yo también quiero verla”

Paralizada por un momento, Ami fue incapaz de responder. “Por qué…ustedes…”

Tenía una expresión de desagrado en su cara… La angelical Ami no se veía por ningún lado. Sentada bruscamente en el sofá, tiró el calendario devuelta a la mesa y dijo:

“Está bien… Estoy segura de esto después de todo, así que será mejor que no se intimiden por mi magnifica mansión… Además, no importa cuánto intente detenerlos, igual encontraran la manera de ir, ¿cierto?”

Taiga abrió sus labios ligeramente, y murmuró, ¡Muy bien!

Kitamura sonrió ampliamente y murmuró para si mismo, “¡Ami, parece que este verano será muy divertido!” Ami no lo escuchó o pretendió hacerlo, ya que no respondió nada.

Cuando todos volvieron a decidir la fecha para ir, Ami sonrió y dijo: “Ah… Así que es por eso…”

Normalmente, alguien no podría recuperar su estado de ánimo tan rápidamente después de tal situación. Esto demostraba que Ami no era una persona normal.

“Aisaka-san, ¿podría ser que te preocupe ser separada de Takasu-kun? ¿No está Ami-chan en lo correcto? Te da miedo que Ami-chan se lo lleve lejos. Es por eso que haces todo esto,

¿cierto? Después de todo, dijiste que ‘Ryuuji es mío’… ¿Verdad~?”

¡Uwaah! ¡Mierda! Ryuuji miró rápidamente a Taiga. En este momento, a Taiga la han golpeado con un lanzamiento aéreo de lucha libre, ¿¡Como podrá salir ilesa!?

Sin embargo…

“¡Tienes razón, en primer lugar permíteme dejar esto muy claro!”

Cuando Taiga levantó su cabeza, se vio inesperadamente calmada. Levantando su barbilla y enderezándose, parecía como si no sólo le hablase a Ami, sino que a todos. Calmadamente dijo:

“Esto… ¿cómo debería decirlo? Lo que acabas de decir… no puedo negarlo…”

Ryuuji pensó en ese momento: ¿¡Qué está pasando con ella!? ¿¡Qué está intentando decir!?

“¡Sí! ¡Lo admito! Hace tiempo, cuando vi a la estúpida Chihuahua abrazando a Ryuuji… realmente me hizo enojar…”

Minori, que se había acercado para escuchar la confesión de Taiga, casi se le había caído la bandeja vacía. Kitamura sólo ajustó sus anteojos. Y Ami, que había comenzado la conversación, contenía la respiración.

Una expresión tan seria como esta. Pareciera que Taiga esta a punto de decir algo que hará temblar la tierra.

“Ryuuji es mío… Yo dije eso. No puedo pedirles a todos que pretendan que nunca pasó, ya que eso es lo que realmente pienso. Esa es la verdad… pero, bueno, esto es porque…”

Taiga cerró sus ojos en silencio y se cruzó de brazos. Todos permanecieron callados, mientras Ryuuji sentía que su corazón esta a punto de estallar.

¿Qué pasa? ¿Acaso intenta resolver todo aquí y en este momento? Realmente no tiene que hacerlo, ¿o sí? No debería decirlo en una ocasión más normal, con sólo dos personas…

Taiga abrió sus ojos y miró directamente a Ryuuji, cuya incomodidad había llegado al punto máximo. Sus ojos brillaban intensamente bellos bajo sus hermosos parpados… Y luego, sus labios rosados dijeron sin titubear:

“Es porque Ryuuji es mi perro” “¿Eh….?”

“Porque él es mi perro, puede ir donde quiera con quien él quiera sin que me importe; eso es lo que creía. Pero no era del todo cierto. ¡Como su ama, si veo que mi perro se pone contento con alguna extraña bruja que no he visto antes, o la anda abrazando, me sentiría muy mal! “

Ryuuji casi se resbaló del sofá. ¿Estoy triste? ¿O aliviado? O… ¡Ah, no importa! ¡Estoy harto!

“¿Qué pasa con esa cara? ¿Estabas esperando algo?”

¡Hmph! Taiga miró fríamente a Ryuuji como a todos los demás, sus rosados labios los cuales habían dado vuelta la creencia de todos sonrieron con maldad.

“¿¡Qué cara!? Yo no estaba esperando nada…”

Ryuuji se acomodó de nuevo en el sofá y volvió a mirar el calendario. ¡Las vacaciones de verano comienzan mañana, así que deberíamos olvidarnos de todas las cosas inútiles y divertirnos tanto como podamos!

Aunque todavía tendré que pasar la mayor parte del verano con ella, creo que puedo seguir con mi pacifica vida cotidiana que me gusta esta estación.

Algo helado tocó el codo de Ryuuji. Los dedos de Ami lo había tocado bajo la mesa “¿Qué pasa?”

Ami no giró su cabeza, sino que miró hacia delante y sonrió. Murmuró en voz baja:

“Que mal que no pueda pasar tiempo contigo a solas… ¡Pero, podría haber una oportunidad!”

Sus mejillas permanecían serenas y puras, sin mostrar ningún rastro de su desviada naturaleza. Nadie había notado la mirada sorprendida de Ryuuji.

“¡Muy bien! ¡Entonces, lo dejaremos para este día!”

Todos aplaudieron y estuvieron de acuerdo con la conclusión de Kitamura.

Y así, el primer semestre del segundo año de escuela secundaria de Takasu Ryuuji había llegado a su fin.

-FIN DEL VOLUMEN 3-