Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Había vagado por este mundo en busca de señales de un dios. Vagaba sin rumbo, acercándose a cualquier cosa que apareciera al alcance de sus sentidos. Básicamente, lo único que podía hacer era matar. Así que cuando se encontraba con una persona que no era su objetivo, la mataba. Si se encontraban en su camino, si se defendían o si necesitaba información de ellos, los mataba.

Por supuesto, no era que tuviera una obsesión por matar a todo lo que no fuera el dios que buscaba. Si se daba cuenta de que el objetivo no estaba relacionado, a veces elegía un nuevo objetivo y se iba. Los criterios para esa decisión no eran muy claros. No se entendía realmente a sí mismo. Contenía varios dispositivos de procesamiento, pero habían sido insertados al azar en él y no estaban conectados de ninguna manera. La persona que lo había enviado aquí probablemente no tenía ningún plan concreto en mente. Sólo necesitaba encontrarse con su objetivo en algún momento. Eso es todo lo que habían pensado.

“¡Ah, maldición! ¡Mi cachorro se ha partido en dos! ¡¿Qué demonios te pasa?!”

En un bosque cercano a las ruinas abandonadas de la capital de Manii, una mujer divina se enfrentaba al Agresor conocido como Erizo. Su cuerpo negro cubierto de cuchillas era una encarnación de la matanza y se había cobrado ya innumerables vidas en este mundo. El Rey Lobo, un enorme lobo que la mujer había montado, se había convertido en otra de las víctimas del Erizo.

“Apenas puedo creerlo. ¿Por qué me ignoras y lo matas?”

Las acciones de la criatura habían sido perfectamente normales. La diosa tenía sus defensas preparadas y no mostraba ninguna apertura, por lo que había atacado al lobo. Un ataque a medias no afectaría a una diosa, pero un choque emocional podría hacerla perder la compostura. Así que había esperado crear una apertura para atacar, pero además de estar sorprendida, no había bajado la guardia en lo más mínimo.

La criatura no había pensado en lo que haría a continuación. Se limitó a repetir las mismas acciones en todos los lugares a los que iba, sin pensar en si esas acciones le ayudarían a llegar a su objetivo final. El Erizo estaba roto, podría decirse que era un defecto de fabricación. Al haber sido enviado a este mundo sin una puesta a punto adecuada, los numerosos procesadores que poseía tomaban decisiones de forma independiente entre sí, lo que le incapacitaba para pensar en la visión de conjunto.

“¡Sólo muere!” El brazo derecho del Erizo fue retorcido y volado. “¡¿Así que incluso puedes esquivar eso?!”

Aunque al principio parecía furiosa, la mujer aulló de alegría al ver la respuesta del Erizo. Había realizado un ataque en el pasado. El Erizo respondió al ataque moviéndose aún más hacia el pasado, evitando parcialmente el ataque que había reescrito a la fuerza un resultado ya determinado. Dentro de un entorno espacio-temporal limitado, la capacidad de alterar los fenómenos era algo natural para un dios. Si uno no podía luchar a ese nivel, no tenía nada que hacer contra un dios. Para el Erizo, que había sido diseñado específicamente para luchar contra los dioses, tal habilidad era una función necesaria.

“¡Como se espera de una máquina de matar dioses! ¡Pero está claro que no eres rival para mí! ¿Qué vas a intentar ahora?”

Este no era el mundo que esta mujer gobernaba, así que no podía ejercer todo su poder. Pero aun así, la diferencia de fuerza era evidente. Entonces, ¿qué podía hacer? El Erizo no tenía capacidad de pensamiento. Simplemente hizo lo que era posible en ese momento. Desplegando las cuchillas alrededor de su cuerpo, se inclinó hacia adelante, acumulando poder.

“¿Ohhh? Una última resistencia desesperada, ¿verdad? Muy bien, entonces. Me parece bien”.

La mujer juntó las manos frente a su pecho. Con un sonido explosivo, el mundo cambió. El dominio de su control se expandió a su alrededor. Incluso cuando el Erizo fue arrastrado a su mundo, se quedó allí, inmóvil, acumulando poder. Tanto si uno era un dios como si no, si estaba en un dominio ajeno, no podía ejercer todo su poder. Incluso si la mujer expandía su propio dominio aquí, el poder que podría emplear sería limitado.

El Erizo estaba expandiendo su propio dominio en una escala menor a su alrededor. Por eso, el poder del dios no podría alcanzarlo directamente. Al menos, podría evitar la muerte instantánea.

Entonces aparecieron unos ojos. Innumerables ojos se abrieron, rodeando al Erizo. Esta vez, sin duda, pretendía asestar un golpe sólido. Pasado, presente, futuro, desataría un ataque que lo atravesaría todo y sería completamente inevitable. El Erizo siguió acumulando poder, ignorándolos a todos.

La mujer abrió los brazos de par en par. Adoptar una postura física era totalmente innecesario para un dios, pero había algunos que encontraban útil este tipo de actuación. Esta mujer debía de ser una de las que sentía que su poder aumentaba cuando hacía tales cosas.

En silencio, el poder llenó el espacio entre los dos. En el momento antes de que esos dos poderes chocaran, algo cambió. La presencia de un dios que no había estado allí antes llenó el aire durante un breve momento, y luego se desvaneció. Como una ola, originada en algún otro punto, simplemente pasó a través del espacio que estaban ocupando.

“¿Eh? Eso fue… Ah, ya veo. ¡El dios de este mundo lo había sellado! No me extraña que no pudiéramos encontrarlo por mucho que buscáramos”.

Por un momento, la sensación de ese dios mantuvo la atención de la mujer. Era una oportunidad única para el Erizo. Si atacaba en esa abertura, aunque no pudiera derrotarla, podría infligirle graves daños.

Pero en lugar de eso, se dio la vuelta y corrió. Sus prioridades habían cambiado. Esta era la presencia del objetivo original del Erizo, la forma de onda del dios que estaba diseñado para matar.

“¡Eh, espera!”

Oyó la voz de la mujer desde muy lejos, pero a la velocidad con la que corría, pronto la perdió de vista por completo. Siguió corriendo hacia la fuente de esa ola. Sólo había percibido a su objetivo durante un breve instante, y la ola hacía tiempo que se había desvanecido. No estaba cerca, ni el Erizo conocía su ubicación exacta. Sin embargo, corrió ciegamente hacia delante, lanzando un grito desgarrador y sobrenatural. Era difícil saber si poseía algún tipo de emoción, pero a los que la escucharon, esa voz les habría parecido llena de una alegría abrumadora.