Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: El Hermano y Sus Amigos

Parte 7

A partir de ese momento, comenzó la destrucción de la torre.

“¡Q-qué!”

La torre tembló. El impacto de la explosión viajó por el espacio y subió hasta el cielo.

Fue dos días después.

***

“Bueno, ahora son exactamente dos días”.

Dee Ensy Stratmitos, a la deriva a través de la niebla, levantó el pecho y esbozó una sonrisa impertérrita.

“… Esta torre es desagradable sin importar cuántas veces la mire”.

Ante sus ojos estaba la Torre del Mundo perforando el cielo

“Ahora bien, todos, ¿me animan? Ohhh~”

Se dio la vuelta y golpeó ligeramente su puño derecho.

“Ahgh… Agh…”

“Vamos, vamos, un poco más fuerte por favor. ‘¡Ooohh’!”

“Ohhh… oh… ohhhh…”

Había una multitud que salía lentamente de la niebla.

No había nada en común para ellos. Entre ellos estaban Muertos, Vivos, deformes, ordinarios, hermosos, grotescos, independientes y ‘egoístas’.

“¿Pero estás seguro, Fantasma? ¿No hay algunas personas adentro? Como las que te preocupan…”

Preguntó un hombre con cicatrices y vendajes en las manos.

“Sí, están ahí”.

“Eso es problemático…”

Dijo una doncella con un vestido rojo brillante. “¿Quieres salvarlos?”

“Por supuesto…”

Dijo un joven con un esmoquin y un sombrero de 10 galones.

“¿Ustedes también?”

Dee preguntó a todos los miembros. La mayoría asintió.

“Estoy impresionado. Ustedes que realmente quieren salvar el mundo”.

Dee se rio.

“Bueno, ¿por qué algunos de ustedes no van a salvarlos?”

“No.”

Sacudió la cabeza.

“Es de esperar un pequeño sacrificio antes de una gran salvación”.

“¿Uhm? ¿Qué hay de ti?”

“Entraron solos, ¿no? Esa es su responsabilidad”. “¿Qué pasa contigo?”

Los otros también aceptaron este argumento, pero por razones diferentes.

“Heheh”, se burló Dee. “Heheh”.

“Está bien. Entonces, por favor. Ahí es donde está el mal, héroes de la justicia”.

El Fantasma se levantó y se deslizó hacia el lado de los Muertos ‘egoístas’.

Ella susurró.

“Ahora, muchachos, bájenlo”.

“¡Ahhhh… ahhhhhhhhhh!”

Ella susurró en el oído de un Muerto podrido y ‘egoísta’, casi besando su oído podrido mientras hablaba de cerca.

‘Susurros del Mal.’

Ella susurraba palabras directamente a los Muertos que ya no recordaban las palabras de los demás. Su cerebro podrido aceptaría todas las palabras del fantasma sin la capacidad de discernir.

“¡Ahhhhhh!”

Cien muertos podridos cargaron hacia la torre.

“… ¿Todos ellos son útiles?”

Preguntó el hombre con vendajes en los nudillos.

“Están rotos, así que déjalos que se rompan. El mundo será un lugar más limpio”.

“…Ya veo…”

“Ya basta de esto… ¿Puño Roto?” “Entiendo.”

El hombre vendado comenzó a correr más allá de los Muertos que caminaban lentamente, les lanzó un puño en el momento en que instintivamente saltaron sobre él y se apresuró a la torre.

“¡Desmorónate—!”

Movió su mano derecha mucho como si estuviera levantando algo pesado y mientras corría hacia adelante

“¡Abajo!”

¡Kwaaaann!

Hubo un sonido similar a un ariete meciéndose a través de la niebla. La torre gigante tembló ante el golpe del débil humano.

“Creyente hecho polvo”. “Entonces yo también iré”.

El vestido rojo brillante se incendió. Su cabello ardía, y también su piel. Ella estaba ardiendo. El olor a carne quemada llenó el aire, y luego a cenizas, mostrando huesos blancos.

“¡Kerakerakerakerakerakerakerakera!”

Los huesos blancos se rompieron y estallaron en llamas. El cráneo se rio entre las llamas. Los huesos de las llamas se elevaron en un loto rojo, secando la niebla que protegía la torre.

“BBB”.

“Esto es para ti. Eso es para ti. Y esto es para ti”. “Sí.” “Sí.” “Sí.”

El hombre de esmoquin entregó a los niños latas de chocolates. Los niños los abrazan felices.

“Ahora bien, adiós”.

“¡Adiós!”

Los niños corrieron hacia la torre mientras sostenían las latas de chocolate. Corrieron por la entrada, eligieron sus lugares favoritos y abrieron los chocolates.

Booom. Crack…

El hombre vio cómo sucedía, derramó tres lágrimas de su ojo derecho y dio una profunda calada a su cigarrillo.

“Adiós. Adiós. Adiós. Eso es para tres personas. Siguiente. Siguiente. Siguiente adiós”.

Los niños dieron un paso adelante. Todavía había más de ellos. No te preocupes, porque había suficientes latas de chocolate para cada uno de ellos.

“Jarras de Alma Púrpura”. “¡Kuararara!”

“¡Kuwaba!”

“¡Rarakuara!”

“¡Bakuwa!”

Un ejército llevó una bandera de ataúdes en lo alto de un árbol y gritó en voz alta. Eran los soldados muertos que comenzaban a entrar en la fase egoísta. Gritó el único Viviente entre ellos, una chica con un uniforme militar obviamente mal ajustado con el emblema del Mayor.

“¡Rairararararara!”

“¡Rairararararara!”

Los viejos cadáveres cargaron contra la torre con armas nuevas. La maniobra militar estaba tan bien entrenada que no se parecía a nada que los cabezas podridas pudieran hacer.

Puños, llamas y explosiones perforaron la torre e hicieron varios agujeros grandes en sus paredes. La torre arrojó su contenido desde allí como un chorro de sangre. Alimentos, tesoros, agua, árboles, todo tipo de tesoros se derramaron y fueron consumidos por la violencia.

“Bien, bien. Esos son los aliados de la justicia. De eso es de lo que estoy hablando”.

Dee estaba sola, a la deriva a través de la niebla con una sonrisa en su rostro, solo para mostrar una mirada preocupada.

“Espero que todos puedan venir aquí pronto…”

Era una mirada preocupada, impropia de la persona que había creado el desastre.