Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: El Hermano y Sus Amigos

Parte 3

Siguieron subiendo.

Ai subió los escalones de piedra frente a ella, uno por uno. Siguió subiendo, pisando ocasionalmente la tiza blanca guía que aparecía ante ella.

El octavo piso contenía un tesoro de oro, plata y tesoros, tal como lo hubiera querido un antiguo rey. Nadie estaba interesado, y siguieron subiendo.

El noveno piso contenía un restaurante buffet de todo lo que pueda comer. Yuri y Alice arrastran a Ai lejos de allí.

El décimo piso contenía un hermoso palacio que se asemejaba a las cámaras privadas de los dioses. El grafiti no mostró preocupación por dónde estaba, ya que se dejó una flecha en el retrato del rey.

La cima de la torre no parecía llegar pronto, y las escaleras seguían y seguían. Los grafiti blancos continuaron apareciendo, sin un final a la vista.

El undécimo piso era una ciudad de todo tipo de armas.

El piso doce era una ciudad que estaba expuesta a todo tipo de armas.

El piso trece estaba lleno de olor a pólvora, el patrón de agujeros de bala y una ciudad en llamas.

Subieron

Decimocuarto piso, un hábitat del cielo. Piso quince, un palacio de la tierra. Piso dieciséis, una ciudad milenaria. Piso diecisiete, la fundación de la nación.

Subieron. Siguieron subiendo.

Cada nivel comenzó a torcerse y girar de formas extrañas y, finalmente, adquirieron una especie de ‘calidez’. La atmósfera artificial se alivió, y hubo un olor cada vez mayor de estos pisos siendo utilizados por humanos.

Pero no había nadie allí.

El decimoctavo piso era un bosque, con su increíble cantidad de vegetación y ruidos de animales fuertes que aturdirían a cualquiera.

El piso diecinueve era un montón de rocas, donde estalló la ampolla del pie de Ai.

El vigésimo piso era el consultorio de un médico, justo en el momento justo, donde Ai fue tratada aquí.

El piso veintiuno era un laboratorio, donde se acabó la leche en polvo de Celica.

El vigésimo segundo piso era un pasto. Yuri recibió leche fresca de una cabra con niños.

Todo ello acompañado de un cartel de tiza blanca

‘¡Por aquí a XXX!’.

Vigésimo tercero, vigésimo cuarto, vigésimo quinto, vigésimo sexto, vigésimo séptimo…

Siguieron moviendo sus pies hacia arriba de la torre. Cada vez que se sintieran cansados, habría un camino pacífico bordeado de árboles, junto con las palabras de tiza ‘¡haz lo mejor que puedas! ¡Se vuelve mucho más fácil en el siguiente piso!’. Cuando pensaban que estaban sucios, ‘¡El siguiente piso son las aguas termales!’ aparecería el cartel. En el momento en que pensaron que se estaban quedando sin comida, las palabras “¡Próxima parada, el distrito comercial!” y se haría realidad.

El grupo subió, concentrado en mover las piernas, esperando el día en que Celica girara la cabeza hacia un lado. Subieron, rezando para que el día llegara antes.

“¡~~!”

“¡…!”

Siguieron subiendo “¡~~! ~~!”

“¡…!…! ~~!”

Siguieron subiendo”. “¡…!”

Siguieron subiendo. “¡Ai!”

“¡Wow!”

De repente, Dee apareció ante Ai y gritó algo. Luego descubrieron que Celica estaba llorando.

“¿Eh? ¿Eh? Lo siento, Dee-san, creo que me dejé llevar…”

“¡No hay necesidad de eso! ¡Despierten a los otros dos!”

“¿Heh? ¿Por qué estás tan asustada…?” “¡Hazlo!”

Ai miró hacia atrás con sorpresa. Alice y Yuri también parecían estar aturdidos y simplemente subieron las escaleras. Fue entonces cuando Ai se dio cuenta de que eso era lo que le había pasado.

“Alice-san, Alice-san, Yuri-san, Yuri-san”.

Dijo mientras los abofeteaba de un lado a otro, dos veces para Alice, tres veces para Yuri. Celica seguía llorando.

“…¿Oh?”

“Buenos días, Alice-san, Yuri-san”.

“No, no estoy durmiendo, ¡Espera, wow!”

¡Alice~!Dee se aferró a Alice, luciendo llorosa.

“Lo siento. Lo siento Celica, no me di cuenta. ¿Qué pasa? ¿Tienes hambre?”

Yuri comenzó a persuadir a Celica. El bebé finalmente dejó de llorar.

“… De alguna manera, se siente como si estuviéramos aturdidos, ¿eh?”

“Sí. Tenemos que tener cuidado”. “’¿Sólo sé cuidadoso’!?”

Dee arremetió con enojo.

“¿En qué piso crees que estamos?”

“No, no lo hacemos”. “Ah, lo dice justo ahí.”

Estaban a punto de llegar al siguiente piso, y el número escrito con tiza al costado decía, como de costumbre.

“¿Eh?”

“…¿Qué está sucediendo?”

‘¡Bienvenido al piso ochocientos veintiocho!’

¿Piso ochocientos veintiocho?

“E-Eso no puede ser correcto, ¿verdad? Hahaha,

¿qué es esto… otra broma…?”

“S-sí, lo es. Hahaha. De ninguna manera… este tipo ha estado hablando en serio últimamente, pero ahora está empezando a hacer bromas de nuevo. Hahah…Haha..Hahah…”

Después de eso estaban las palabras ‘¡es verdad!’ ” “

‘Puedes echar un vistazo desde allí’

“¿Allí?”

Justo después de que vieron esas palabras, un fuerte viento sopló con un ‘rugido’.

“¡Chicos, miren aquí!”

Gritó Yuri. Había una ventana al otro lado del grafiti y el viento entraba a través de ella.

¿Había una ventana allí para empezar?

Ai reprimió sus dudas y corrió hacia la ventana, empujando su rostro hacia el estrecho espacio lleno de Alice y Yuri.

El sol brillaba intensamente.

La niebla era clara. No, no era solo la niebla— Las nubes estaban muy por debajo de ellos. “Esto es imposible…”

Yuri murmuró, atónita.

“Nosotros no subimos tan alto—” Ellos simplemente esperaban.

Siguieron adelante, con la esperanza de ser más rápidos.

Al darse cuenta de esto, el grupo cerró la boca.

Ai se dio cuenta entonces de que todavía subestimaba esta torre.

***

Innumerables deseos reunidos y entrelazados. La punta de la torre siguió creciendo.

El hermano y los demás ya no necesitaban materiales, y el solo deseo de ‘apilar piedras’ hizo que la torre se hiciera más alta. Cada uno tenía su sueño único y amontonaron piedras para hacerlo realidad.

En algún momento, la punta de las torres comenzó a ramificarse y dispersarse. Los constructores de la torre comenzaron a ver diferentes escenarios basados en sus propios sueños.

Para aquellos que deseaban la punta, vieron la punta de lanza.

Para los que deseaban la eternidad, un círculo cerrado.

Para los que deseaban el final, el final como ellos deseaban que fuera.

La gente siguió subiendo a la alta torre. La torre se los tragó y formó más ramas. La gente deseaba decorar sus propias ramas y hacía realidad sus sueños como si fueran flores.

La torre se hizo más y más gruesa, y se convirtió en un enorme árbol con diez mil ramas y hojas.

Y la torre se convirtió en un árbol.

El árbol del mundo floreció en el momento de la floración. Las ramas y las hojas se llenaron de los sueños de la gente. Cientos de flores florecieron.

Las flores cumplían estos sueños, y daban descanso a aquellas manos que movían las piedras, a esos pies que corrían, ya esas almas que anhelaban.

Sin embargo, en la parte superior de la torre, todavía había quienes amontonaban piedras.

Aquellos que, incluso con el poder de la torre, aún tenían sueños incumplidos.

El deseo del hermano quedó incumplido.