Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: El Interludio de Cierto Hermano y Hermana

Parte 5

El Interludio de Ciertos Hermanos y Hermanas C.

“… ”

Ai y Alice pasaron por alto la historia y ya no la comentaron.

Había una casa donde se escribió la historia. Esa era la casa de la persona llamada abuelo.

“—¿No puedes dejárselo a ese niño Jarg? ¿Qué, no está? Busca en la taberna, si no lo encuentras allí, ve con la hija de la tintorería. Si no está, es la hija del panadero… si no está ahí, ya no sé”.

Un anciano está sentado en una cómoda mecedora frente a la casa. Había mucha gente a su alrededor, preguntándole muchas cosas.

“¡Vamos! ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Usa tus piernas!”

Ai esperó hasta que todas esas personas instruidas se hubieran ido antes de decir:

“¿Eres el abuelo?”

Había un anciano imponente con la cabeza calva y barba blanca, sosteniendo una pipa de roble en la boca. Él vio.

“¿Uhm? ¿Qué quieres?”

“Uhm, cierta persona en la tienda de dulces nos dijo que preguntáramos aquí…”

“Ah,…, otro recién llegado. Dios mío, todos me echan el problema a mí”.

“¿Te estamos molestando?”

“No, no, en absoluto. Siéntense ahora, los dos”.

Seguro que eres un asesino de ancianos…Alice se rio. Ai le dio una patada en la espinilla y se sentó en la silla.

“Ahora bien, ¿qué quieres saber?”

Ai y Alice se miraron y se giraron para mirar hacia adelante.

“Bueno, antes que nada. ¿Qué está pasando?”

Eso es, Ai señaló una esquina de la ciudad. Había otro grupo de sepultureros reunidos allí.

No había sonrisas en sus rostros, y todos se quedaron allí con miradas ansiosas.

“¿Por qué no los entierran simplemente?”

Señaló a esos Sepultureros y luego al anciano que tenía delante.

El anciano que tenían delante parecía débil, con el cuerpo reseco y los huesos protuberantes.

Él también era un hombre Muerto.

El anciano se rio y respondió simplemente:

“Han fallado”.

“¿Fallado?”

“Sí, esos Sepultureros han subido a esta torre en busca de los Muertos y los han encontrado, pero aquí no hay tierra”.

“¿No hay tierra en todas partes?”

Ai miró a su alrededor. Esta ciudad tenía mucha vegetación, y había árboles plantados por todas partes. Naturalmente, debería haber tierra negra brillante debajo—

“¿Eh?”

No hubo ninguno.

En una mirada más cercana, había canales de agua en las raíces de las plantas.

“Hohoh. Todas las plantas de este piso fueron plantadas hidropónicamente. Mira eso”.

El anciano señaló una ventana, una que estaba inusualmente allí. Había capas de tela que se extendían por la pared exterior de la torre.

“El agua sobre el quinto piso absorbe la niebla del exterior a través de este método, y así es como fluye el agua en esta torre”.

El anciano explicó con orgullo el mecanismo.

“Los Sepultureros necesitan un puñado de tierra al menos para enterrar a los Muertos. Pero no hay tierra aquí, y es por eso que no funcionan bien. Por supuesto, algunas ‘familias’ inteligentes intentan pasarlos de contrabando desde otros pisos, pero pueden ‘ No llegar a esta ruta en primer lugar. Así es como está diseñado”.

“¿Cómo haces eso?”

“Vaya, llegaré a eso más tarde. Mira esto…”.

La tubería apuntaba a un grupo de Sepultureros. “Estás de enhorabuena…”

En este momento, una chica muerta se acercó corriendo. Era seria, y si todavía estuviera viva, seguramente se sonrojaría. Corrió hacia uno de los Sepultureros y le ofreció una canasta.

“¡Mike! ¡Te hice algunos dulces! ¡Cómelos!”

Un Sepultureros parecía un cachorro al que le habían dado una orden que no podía hacer.

“… Milanshah-san. No debería aceptar estas cosas, debería enterrarte”.

“¡Cielos! ¡Sigues diciendo esas cosas otra vez!”

“Pero el entierro es muy importante. Es desafortunado. Puede que no estés de acuerdo, pero me he visto obligado a hacerlo”.

La niña puso sus manos en sus caderas, luciendo disgustada,

“¿Es el trabajo más importante que yo…?”

“Milanshah-san…”

“Sí, sí, entiendo… Haz lo que quieras, ¿entonces?

¿Qué se supone que debo hacer?”

“Simplemente necesitas mantener una mentalidad saludable. Yo me encargaré del resto”.

Con eso, el joven la sentó, bajó la pala y apuntó al suelo.

Entonces, el joven se congeló allí. No hay tierra para la hoja de plata. Miró a la derecha, a la izquierda, arriba y abajo. Allí tampoco había tierra.

“… Ahaha. Lo siento por ser malo. Vamos, vayamos allí. Hay un buen café”.

“¡Ah! ¡Milanshah-san!”

La joven salió corriendo, llevando al Sepulturero de la mano.

“… Parece que está enamorada de ese Sepultureros”.

HoHoHo, El anciano se rio. “¿Eh?”

Ai escuchó sus palabras y las miró de nuevo. El joven tenía una expresión preocupada, mientras que la niña sonreía feliz. Como espectador, ciertamente parecían amantes.

“Amor, ¿Un Sepulturero?”

“Sí.”

“Eso es—”

“Bueno, no está permitido”.

HoHoHo.

“Es completamente tonto enamorarse de un Sepulturero. Seguramente aquellos a su alrededor se opondrán a esto, especialmente porque el joven estaba aquí para enterrarla. Si estuvieran en el suelo, es seguro que ella será enterrada , o que le fusilen”.

“… ”

“Pero tal escenario es permisible aquí”.

El anciano dejó escapar un suspiro de satisfacción y apoyó su peso profundamente en la mecedora. Era el aliento de satisfacción de alguien que había realizado una gran tarea.

En el lugar que miraba había una pareja que había dado sus primeros pasos en el amor. El anciano los miró con satisfacción.

”  Valió la pena construir esta torre”.

“¿Tú construiste este lugar?” Preguntó Ai, sorprendida. “Sí. Construimos esta torre”.

Peinándose la barba blanca, el anciano entrecerró los ojos con orgullo.

“…¿Puedo hacerte algunas preguntas?”

“Ciertamente.”

“… Alguien dijo una vez que este lugar era el cielo.

…”

“Hohoho, ahora eso es interesante”.

“¿Querían crear un cielo cuando construyeron esta torre?”

“¿Quién sabe?”

Dio una calada a su pipa.

“Tal vez lo hicimos, tal vez no”. “Por favor, no seas vago”.

“No estoy siendo vago. Estábamos unidos en la construcción de esta montaña de piedra, pero no compartíamos el mismo propósito. Construimos la pila de piedras por diferentes razones… La llamaste torre, pero resultó que se formó uno. Inicialmente, no nos dimos cuenta de que estábamos construyendo una torre”.

“¿Qué, entonces, estabas construyendo en…?”

El anciano guardó silencio. El silencio duró siete bocanadas.

Luego abrió la boca. “Míralo.”

Señaló a un joven que llevaba una piedra con una pipa. El joven parecía tan oscuro y delgado como un Muerto.

“Se dice que está construyendo el infierno”. “¿Infierno?”

Ai se retuerce y se sienta.

Así es, el anciano asintió profundamente.

“No sé mucho sobre él, pero he oído que cometió un crimen en el pasado. Es un pecado solitario, por el cual no hay nadie para juzgar sino él. Para expiarlo, desea trabajar para siempre”  ”

La tubería se movió. Mírala.

La pipa apuntaba ahora a una mujer que cosía alegremente ropa.

“Dicen que está haciendo el cielo. Ella anhela crear un lugar donde los Sepultureros no tengan que enterrar a todos después de la muerte, y donde todos puedan vivir felices para siempre. ”

“Míralos” Al final de la tubería hay un albañil, un pintor y un tallador de metal.

“Estos artistas desean crear sus obras maestras. Decoran y adornan las torres con la esperanza de crear sus obras maestras”.

“Míralos”.—al final del caño estaban aquellos que hacen su vida diaria.

“Quieren encontrar la paz después de la muerte. Por eso están construyendo una ciudad en la torre”.

“Míralos.”— Al final de la tubería estaban los que luchaban por subir las escaleras.

“Ven esperanza. Rezan y corren, creyendo que su destino está más allá de la torre”.

Míralo, mírala a ella.

El anciano luego señaló a todas las personas en el lugar.

“Has visto los pueblos de abajo, ¿no?… Son todas utopías que ellos han creado,… patrias, altares, tierras prometidas, lugares donde sus deseos se hacen realidad”.

“… ¿Es por eso que están deshabitados?”

“¿Deshabitados? Uhm. ¿Es eso lo que te parece? Oh, sí, ¿deshabitados? Hohoho”.

El anciano se rio por un momento, luego de repente volvió a su rostro serio.

“… Todas las personas aquí se reunieron con diferentes deseos y tomaron medidas para hacer que esos deseos se hicieran realidad. Cada uno de estos deseos se entrelazó para formar la torre… Esta torre es un lugar donde los deseos se hacen realidad”.

El anciano sonrió con satisfacción y miró hacia la joven que estaba enamorada del Sepulturero.

“Y ahora la torre ha comenzado a conceder los deseos de todos”.

“… ”

“Ya veo, tú también tienes ese deseo que cumplir,

¿no?” “Sí…”

“Entonces obtendrás tu deseo”. “No estoy tan seguro de eso”. Ai se rio sarcásticamente.

“Incluso si encontramos a Scar-san, lo más probable es que mis propios sueños no se hagan realidad”.

“¿Oh?”

El anciano levantó los ojos arrugados. Era la primera vez que mostraba interés en Ai.

“Hohoh. Por cierto, ¿Qué deseas?” “Quiero salvar el mundo”.

“¿Qué, eso es todo?”

El anciano simplemente respondió.

“Eso es lo que todos aquí están pensando. ‘Quiero salvar mi mundo’, y es por eso que amontonaron las piedras”.

”  ¿Cómo puede eso salvar al mundo?”

“¿Hohoh? Entonces te preguntaré lo contrario. ¿Qué más puedes hacer, qué otras hazañas, qué otras tonterías, puedes hacer para salvar el mundo?”

“… ”

“¿Salvarás el mundo si corres alrededor del mundo con esa pala?”

Ai se quedó en silencio.

“Es lo mismo. Lo que estás haciendo, lo que estamos haciendo. Hacemos lo que hacemos porque creemos que hará realidad nuestros deseos. Son idénticos en ese aspecto”.

El anciano dejó escapar una larga bocanada de humo y se rio entre dientes.

“La única manera de hacer realidad los sueños incumplidos son amontonando piedras, y nada más ”

Dentro de las palabras había años de soledad que Ai no podía comprender.

“¡Creímos! ¡Creímos que si amontonábamos piedras,  nuestros  deseos  se  harían  realidad!

¡Creímos en esa locura! Te quedaste en silencio hace un momento, ¿no? Cuando te pregunté si podías salvar el mundo con esa pala, No dijiste nada, ¿verdad? ¿Qué? ¿Estás dudando de tus propios sueños?”

“Sí.”

“No dudes… no dudes. Cree, y la torre te concederá tu deseo…”.

Así es como construimos esta torre…

Entonces el anciano guardó silencio.

El anciano, el Muerto, parecía haber envejecido un poco de nuevo, como si hubiera revelado todos sus pensamientos internos y estuviera más cerca que nunca de la muerte.

“Yo…”

Ai le dijo al anciano.

“Creo en mi deseo… pero al mismo tiempo, tengo mis dudas”.

Miró al anciano.

“Creo en mí misma. Por eso dudo de mí misma”. El anciano cerró los ojos y preguntó:

“… ¿No es eso una contradicción?” “No.”

Ai negó con la cabeza con firmeza.

“Creo que eso es lo que significa creer de verdad. Si realmente creo en mí misma, habrá cosas de las que tendré que dudar… de lo contrario, es una fe ciega”.

El anciano se rio y abrió los ojos, burlándose de Ai. “¿Llamarías a nuestros deseos fe ciega?” “…¿Estás enojado?”

“No, en absoluto.”

El anciano no parecía enfadado en absoluto. Él solo sonrió y fumó feliz.

“Ya sabíamos esto más que nadie. Cualquiera que se sienta ofendido por ser llamado creyente ciego no es un creyente ciego. Aquellos que tienen un punto de vista tan objetivo siguen siendo ingenuos”.

El anciano fumaba su pipa con deleite y echaba humo mientras hablaba,

“Un verdadero creyente ciego, incluso cuando se le dice esto, solo responderá ‘¿y qué?’”

Una bocanada de humo.

El anciano volvió a cerrar los ojos y se relajó. Murmuró con ojos huecos, como si exhalara su alma. No estoy seguro de qué hacer con él, pero creo que es una buena idea.

“… ¿De qué otra manera habríamos construido tal cosa? Fue por el bien de cumplir un sueño que no se suponía que se hiciera realidad.

Mera fe.

Mero fanatismo.

“…Si nosotros, la gente común, no somos capaces de llegar tan lejos, qué más es suficiente… ”

El anciano dejó su pipa sobre la mesa auxiliar. Señaló el final de la conversación.

“Es una pena. Pensé que estabas calificada para ser un seguidor ciego. ¿Vamos por caminos separados?”

“Sí.”

“Bueno, espero que tu deseo se haga realidad como deseas que sea”.

Waoaahhh~!

En ese momento, hubo una ovación. Se repararon las escaleras. La gente se arremolinaba como un tsunami, y la gente de la calle se sintió inmediatamente atraída por las escaleras, dejando de lado si estaban comiendo o lavando ropa. Se terminó la reparación de las escaleras. La gente entraba como un tsunami. Así fue como la ciudad exterior se volvió tan vacía.

Ai y el anciano se quedaron mirando la escena. La gente que se alineaba en las escaleras tenía la sonrisa de los niños que visitan un festival.

“¿No vas a subir?”

“No. Estoy bien con este nivel. Mi deseo ya ha sido concedido”.

Ai se puso de pie lentamente, llevó su pala y se sacudió el polvo.

“… Muchas gracias por la charla.”

Ella se inclinó profundamente ante el anciano.

“Hasta entonces….”

“Uhm. No creo que nos volvamos a encontrar, pero estas palabras son las más apropiadas para un adiós. Nos vemos entonces”.

“Oye, viejo”. Fue Alice.

Había estado en silencio durante tanto tiempo que Ai supuso que no iba a hablar hasta que se fueran. Sin embargo, inesperadamente, desató su lengua como una cuchilla al final.

“Tengo dos preguntas para que respondas”. “Uhm. ¿Qué pasa?”

“Bueno, ¿la parte de que tu deseo se haga realidad solo importa en la torre?”

“¿Hohoh? Aprendes rápido, ¿no?”

“Suficiente para la cortesía. Entonces, ¿qué es?” “Tienes razón.”

Tch, Alice chasqueó la lengua en voz alta,

“Hohohoh, pero esa realidad no hace ninguna diferencia para ti, ¿verdad?”

“Como el infierno lo es. Es una gran diferencia”.

“¡Hohohoh! ¡Eres joven, pero te las has arreglado para escapar del encanto de la fe ciega!”

El anciano se rio de buena gana.

“…Una última pregunta.”

“¿Cuál es?”

“… ¿Qué has estado deseando para ti?”

“¿Uhm?”

“¿Qué es esta torre para ti?” “Una tumba.”

El anciano respondió de inmediato.

“… Apilé las piedras para envolver a mi hermana en calor. Quería que estuviera en paz. Si es posible, espero que ella pueda decir ‘gracias’. Apilé estas piedras, construí esta ciudad, traje a todos aquí… ”

“… ¿Conseguiste tu deseo? “Uhm”.

El hermano asintió con confianza.

“Me da vergüenza admitir esto, y ella me regañó ‘estás haciendo algo estúpido’, pero al final está satisfecha”.

Luego envió una mirada amistosa al aire junto a la mecedora.

“¿En serio? No veo nada…” Ai tampoco podía sentir nada.

Pero al viejo creyente ciego no le importaban las opiniones de un hombre tan joven, y simplemente echó humo.

“…Adiós entonces.”

Alice no dijo ‘hasta luego’, sino que se despidió y se alejó. Ai hizo una reverencia y lo siguió. Dee, que había sentido que algo andaba mal, los recibió desde el otro lado, “Oigan~” agitando la mano y llamándolos.

Uhm, El anciano asintió con la cabeza y comenzó a pedalear de nuevo en su mecedora.