Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Escaleras al Sexto Piso

Parte 1

Era un pueblo de niebla. “Esto es….”

Estaban en una colina justo antes de entrar al pueblo, el grupo detuvo el auto y miró hacia abajo. La niebla que rodeaba la ciudad era espesa como nubes de lluvia sobre el suelo, y el coche tenía las luces encendidas aunque era de día.

Ese era el lugar donde se suponía que debía estar Scar.

“……Alice,  mira  el  mapa.  Hay  un  pueblo  aquí,

¿verdad?”

“No, no está allí”

“Viejo, ¿falta una página o sucedió algo después de que se hizo el mapa…?”

“¿Cuándo fue fechado este mapa?” “…El año pasado.”

“… ”

Ai no se unió a la conversación, mientras miraba la espesa niebla que era similar a una cascada, donde ocasionalmente se podían ver los edificios de piedra. El pueblo estaba oscuro, aunque era poco más del mediodía, y la niebla era tan fría como el viento en un cementerio.

¡Clang!

Yuri tocó la bocina del auto brevemente en la entrada de la ciudad.

“… “

Nadie salió.

“… Oye Dee, ¿por qué no vas y haces algo de reconocimiento?”

Dijo Alice mientras revisaba el arma en su cintura. Sin embargo, Dee sonrió.

“¡No quiero!”

“¿Eh? ¿Por qué no?”

“¡Da   miedo,   está   embrujado!” “ Oye, tú eres el fantasma aquí…”

Alice le gritó a Dee, pero la fantasma fingió ser sorda y se negó a escuchar. Para empezar, Yuri nunca confió en ellos con esto, y pisó el pedal sin dudarlo.

El coche entró lentamente en la ciudad a velocidad de peatón. Los faros dibujaron un doble círculo frente a ellos, y las ventanas se cubrieron lentamente con escarcha. Ai pegó la frente a la ventana del pasajero y miró hacia las calles.

”  ¿No hay nadie alrededor?”

“No… no lo parece…”

Yuri dijo mientras señalaba a un lado. Al otro lado de la calle había una mesa con un tablero de ajedrez, que mostraba que se jugaba un juego.

Ai se sintió muy aliviada al encontrar una señal de presencia humana.

“Creo que se fueron por un rato…” “Sí.”

Una vez que notaron esto, se dieron cuenta de que había señales de muchas personas en todas partes. Había un camión con las puertas abiertas estacionado frente a una licorería, materiales de construcción de carreteras que parecían haber sido ‘dejados allí por un tiempo’, una tienda de vendedores ambulantes con artículos pequeños en exhibición, una pared amarilla que estaba ‘en medio de ser pintado’, en lugar de estar recién pintado.

Pero sucedió que no había gente.

Hay tantos rastros de personas en este lugar, pero no había personas.

La preciosa paz mental de Ai fue rápidamente devorada y borrada por la niebla.

El auto avanzó lentamente. “¿¡¡Hay alguien ahí~~~~!!!?” “¡Ah! ¡Oye!”

Gritó a la niebla desde la ventana del pasajero. “¿Hay alguien ahí~~~~~!!!???”

No hubo ni un eco. “… ”

Thud.

La ventana estaba cerrada. Yuri permaneció en silencio, hasta el punto de olvidarse de estar enojado.

“… Viejo, muévete un poco más a la derecha, por favor”.

“¿Encontraste algo? ” “Tal vez.”

Siguiendo las instrucciones de Alice, el auto se detuvo a la derecha de la carretera. Había una bonita terraza de café con varias mesas y sillas al lado de la carretera.

El coche se acercó. Una por una, las mesas quedaron expuestas a la niebla y pudieron ver lo que había sobre las mesas.

Había un sándwich a medio comer y una taza llena de té.

“¿Qué es esto …?”

Una voz seca salió de la garganta de Ai, como si no fuera la suya.

“… ¿A dónde fue la gente de aquí?… ¿Adónde desaparecieron? ¿Ni siquiera pudieron terminar su comida?…”

Nadie pudo responder a la pregunta.

***

“Conozco una historia muy parecida a esta…”

Ai comenzó a hablar mientras miraba las calles llenas de niebla.

“Había un barco vacío que llegó a un puerto marítimo. Se sentía tan vacío como esta ciudad, el té recién hecho, la ducha abierta y, sin embargo, no había nadie a bordo. Es ese tipo de barco… el barco fue atacado por una misteriosa criatura del mar, y todos fueron devorados por el monstruo antes de que se dieran cuenta. Ese monstruo realmente los devoró rápidamente…”

Ai dijo, y comenzó a tener un poco de miedo. Todo su cuerpo se estremeció y agarró firmemente la pala con ambas manos.

Pero había alguien más asustado que ella. “¡Deja de hablar de fantasmas, Ai, da miedo!” Nadie se molestó en replicarle.

Ai miró las calles que ocasionalmente emergían de la niebla que fluía de vez en cuando. Los edificios seguían apareciendo y desapareciendo en un constante estado de desorden, como una ciudad en ruinas que se ha derrumbado.

“¿Hay algún fantasma…?” “¿Por qué habría?”

Dijo Yuri.

“Uhm, no lo sabes, ¿verdad?”

“¡Sí, viejo! ¿¡Qué vas a hacer si es obra de un fantasma!? Woaahh, qué miedo…”

“¿Cómo puede haber fantasmas en este mundo… y tú mismo no eres una fantasma? ¿¡ Como es que le tienes miedo de los fantasmas!?”

“No lo entenderías”

Dee movió su dedo índice y declaró con orgullo.

“¡No soy como la persona promedio que ni siquiera sabe si hay fantasmas! Sé que existen, así que, por supuesto, debería tenerles más miedo, ¿de acuerdo?”

Ai no pudo evitar estar algo iluminada.

Yuri, por otro lado, parecía completamente despreocupado.

“Sí, sí, mi error, tal vez realmente hay fantasmas en este mundo… pero al menos la gente de este pueblo no es devorada por fantasmas. Caminaron por sus propios pies”.

Sus palabras fueron extraordinariamente convincentes, “¿?” porque todos los demás tenían miradas perplejas.

“No solo mires al costado, mira más tus pies”.

Ai miró hacia abajo y encontró sus botas habituales, una pala con un agujero y un peldaño de goma debajo de ellas que estaba cubierto de barro. Ah, una vara de incienso había caído por la puerta. Que afortunado.

“No me refiero a eso, me refiero al suelo”.

Yuri agarró la nuca de Ai como si fuera una cámara y la empujó por la ventana. Si bien estaba disgustada con esto, decidió protestar más tarde.

Observó el camino y había muchas huellas en el suelo.

“Todos están entrando en pánico. Todos van al mismo ritmo. Todos se dirigen en la misma dirección. Supongo que ahí es donde todos desaparecieron”.

Ai se separó de la mano derecha de Yuri, “Ehhhh” y después de ajustar su sombrero de paja, alguien más soltó el mismo comentario al unísono. Se dio la vuelta para ver a Alice y Dee asomando la cabeza por la ventanilla del coche (y el cuerpo) para echar un vistazo más de cerca al suelo.

“¡Eres increíble, viejo! Todo me parece igual”. “¡Eso es asombroso! ¡Viejo!”

La multitud mostró su respeto a Yuri, pero él los detuvo con una mirada de molestia.

“Tienes razón al pensar que son todos iguales. Después de todo, casi todas las huellas en este camino las dejan ellos”.

“…¿Ellos?”

“Sí. Las personas con la postura para caminar más bonita del mundo… están justo delante…”

Yuri redujo aún más la velocidad del auto, tan lento que uno podía escuchar las llantas presionando sobre la arena. El automóvil viajó a través de la niebla a una velocidad no diferente a la de una caminata.

No se veía nada más adelante, y la luz de los faros fue absorbida por la niebla sin captar nada, formando dos halos circulares.

El halo de la derecha se rompió de repente. Iluminado con la luz reflejada que destelló había otro halo.

Lo que causaba este reflejo era una pala plateada que se llevaba en el hombro.

“Hola, Sepultureros”

Yuri bajó la ventanilla y llamó. El auto pasó junto a Sepultureros que se movía a la velocidad de un peatón.

“Hola, ser viviente”

Ese Sepulturero era un hombre de mediana edad, más o menos de la edad de Yuri. Intercambiaron saludos cómodamente como si fueran amigos desde hace mucho tiempo.

“Disculpe por caminar mientras charlamos”.

“No, está bien. No quiero demorarte más”.

El coche se fue junto con los Sepultureros en la niebla.

“… ¿Están todos, ehm, bien? ¿Van a enterrar a los muertos?”

Yuri preguntó en medio de la niebla. Había otros tres hombres con la misma cara que ese Sepulturero. Parecía que había muchos más hombres en la niebla.

“Por supuesto. Ser viviente”

“… ¿Están cerca?”

“Sí. Cerca de aquí” “¿Qué?”

Los Sepultureros señalaron al unísono. La dirección que señalaron…

“¡Yuri-san, deténgase!”

Tiró del freno de emergencia.

El auto se inclinó hacia adelante y todos cayeron hacia adelante. Ai apenas logró evitar golpearse la frente, Alice cubrió apresuradamente la cuna con su cuerpo para proteger a Celica, y Dee, que seguía al auto a la misma velocidad, tenía una mirada estupefacta mientras salía.

El auto hizo un chirrido escalofriante y apenas logró detenerse.

Unos centímetros más allá del parabrisas había un muro de piedra.

“¡Lo siento! ¿Todos están bien?” “S-Sí”.

“¡E-Estoy bien, gracias!”

“Mierda, bajé la guardia. No había ninguna pared del otro lado, así que pensé, ¡Oye! ¡Ai!”

Ai abrió la puerta del asiento del pasajero y saltó. Yuri estaba a punto de decir algo, pero cerró la puerta de golpe.

El olor de la niebla. Visión blanca.

Y un muro de piedra delante de ellos.

Miró en tres direcciones en orden, derecha, izquierda y arriba. Las piedras blancas se extendieron como la leche en estas direcciones y finalmente se mezclaron con la niebla y se asimilaron al paisaje.

Al igual que la ciudad, se desconocía la extensión total.

“…¿Qué es esto?”

Las paredes estaban hechas de piedras blancas apiladas. Lo tocó y descubrió que estaba mojado por la niebla y frío al tacto.

“La Torre del Mundo”.

Ai miró fijamente el rostro barbudo del Sepulturero junto a ella y preguntó:

“¿Tu conoces este lugar?” “No, está escrito en él”.

Ella echó un vistazo, y allí, “¡Bienvenidos a la Torre del Mundo!”

Estas fueron las palabras escritas con tiza blanca.

Y al lado estaba la entrada a la torre con una abertura negra.

“La Torre del Mundo…”

Ai apartó la mirada de la entrada y miró hacia arriba, a la izquierda y a la derecha en la dirección opuesta.

“¿Es esta la… torre?”

La pared no era lo suficientemente redonda para ser una torre, pero era plana e interminable como la superficie de un planeta.