Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: ¡Déjame ayudar!

Parte 5

Afuera del auto, el clima estaba tan seco como siempre; la inusual lluvia provocada por los Sepultureros se había desvanecido como una ilusión.

“… No es una buena foto.”

Dijo Dee, pensando que ya estaba harta de la atmósfera pesada. El peso del aire era algo a lo que este fantasma era extremadamente sensible, ya que era su campo. Miró hacia las páginas monocromáticas y vio la foto de Scar que no era Scar.

Ai asintió automáticamente. Esta reacción dejó la expresión de Dee cada vez más amarga.

“¡De todos modos…!”

Miró a Yuri en el asiento del conductor. “¿Por qué Scar simplemente desapareció?” “…No sé…”

Yuri dijo con una mirada sombría.

“Ehhh ~ eso es irresponsable de tu parte, viejo. Estuviste con ella todo el tiempo”.

“Sí… así que toda la culpa recae sobre mí…”

“¡Ahh en serio! No estoy hablando de eso. ¡Quiero que me expliques claramente!”

Yuri había aceptado toda la culpa por el abandono del bebé por parte de Scar y estaba dispuesta a recibir reproches. Sin embargo, lo estaba usando para ocultar los detalles de lo que había sucedido y no estaba dispuesto a revelar más. Dee quería exponer esto, Mfufu, así que se burló de él.

“¿Qué pasa, viejo? En serio, ¿qué hiciste? ¿La golpeaste?”

“Tal vez debería haber hecho eso…”

“¿!?”

Dee, que lo dijo, y Alice, que estaba escuchando en el fondo, miraron a Yuri una vez más en estado de shock.

“¡E-Eso es lascivo de tu parte! ¡Eres lascivo, viejo!

¡Me tienes harta! ¡Idiota! ¡Idiota!”

“V-Viejo. No sé si estoy listo para las sutilezas de los hombres y mujeres adultos todavía… bueno, ya sabes…”

“¿A qué te refieres con derribarla?”

“¡Ahh! ¡Dios! ¡No revivas solo en esos momentos!”

Alice y Dee chillaban de fondo, mientras que Yuri permanecía ajeno a ellas, perdido en su propio mundo.

“… Viejo, ¿no hubo una señal o algo así?” “¿Una señal…?”

Yuri básicamente abrazó el volante mientras él lo agarraba.

“Hay muchos de esos signos. Después de estar lejos de Ai, Scar se volvió cada vez más inestable. En ese entonces, solía abrazar a Celica con fuerza, pero luego ignoró a Celica, y también perdió un poco de peso… se sentía como si fuera una chica que tuvo un embarazo adolescente y no sabía qué hacer…”

“Si supieras tanto… deberías haber seguido con ella, viejo. ¿No eres un hombre adulto?”

“Sí, tienes razón. Debería haberla ayudado. Y probablemente podría haberlo hecho… pero no lo hice…”

No estoy tan seguro de eso, Ai pensó distraídamente.

Yuri dijo que podría haber hecho algo para que Scar se relajara, y debería haberlo hecho, pero se olvidó de hacerlo por descuido. Eso fue lo que afirmó.

Eso es una mentira, Pensó Ai. No es que no lo hiciera, sino que no podía.

Scar, que llevaba a Celica de un lado a otro, era cada vez más estable mentalmente con cada día que pasaba.

Pero, ¿y Yuri? Así que Ai se preguntó. ¿Estaba Yuri mentalmente estable para empezar?

¿Cómo podía mantener la calma cuando estaba rodeado de una chica que acababa de tener un bebé?

Yuri había perdido a su esposa hacía siete años. En aquel entonces, la norma social era que “los Muertos simplemente deberían morir”, pero Yuri se negó a aceptar esto y deambuló por el desierto con su esposa muerta y su hija restante. Al final, vivió recluido, escondido en las montañas. No había manera de que su esposa pudiera haber recibido ningún tratamiento post-parto y se volvió cada vez más ‘egoísta’. Inicialmente, su deseo era básicamente ‘Estoy bien con que me entierren, ustedes dos deberían regresar a la ciudad’, y su alma se pudrió lentamente, hasta que solo pudo hacer ruidos como ‘kyarararara’ o ‘urererere‘”.

¿Estaba Yuri verdaderamente estable? ¿Podía realmente mantenerse mentalmente estable viviendo en las montañas, escondiéndose con una mujer cuyo espíritu se debilitaba gradualmente?

Además de eso, la mujer tuvo un bebé. Un bebé recién nacido.

En ese momento, Yuri tenía treinta y dos años, la misma edad que Hampnie. Su hija, que murió el año pasado, tenía quince años. En otras palabras, se convirtió en padre cuando también tenía dieciséis o siete años. Se dijo que su esposa también era compañera de clase de él, y su matrimonio no fue completamente por su propia voluntad. Ai lo sabía. Se enteró de esto por Hampnie Hambert, quien le dijo esto entre muchos otros en esa última noche, en la colina bajo la luna llena.

Así que Ai nunca imaginó que alguien como Yuri podría haber sido estable, viviendo escondida en las montañas con una niña que acababa de tener un lindo bebé.

Debería ser capaz de hacerlo, la insistencia de Yuri le pareció tan llamativa a Ai.

Afirmó que podía hacerlo a pesar de que no podía. Era como un niño.

“…Bueno, no seas tan duro contigo mismo. Viejo.” “Sí….”

Alice consoló a Yuri, que se quedó en silencio. Ai no pudo decir nada porque ella misma estaba demasiado deprimida para intervenir.

El estado de ánimo en el automóvil era tan pesado que parecía una materia sólida y nadie podía moverse.

“… Uuu, no debería haber terminado así”.

El fantasma aparentemente se ahogó en el aire. Cayó sobre la silla y se desplomó. Celica lo miró con curiosidad y se rio divertida.

Lo único que se mantuvo saludable fue esta bebé.

***

El sol se estaba poniendo y el grupo comenzó a armar su campamento nocturno.

“¡Ai, está oscureciendo! ¡Vuelve!”

Una roca enorme y extraña apareció de repente en el desierto, como un hito.

Ai subió a la cima y vio la puesta de sol. Al oeste había un mar de desierto, y detrás de ella había una sombra que se alargaba, haciendo que la noche apareciera temprano en la tierra roja.

“¿Ai? El Viejo está llamando”.

Dee, la única que la acompañó a un lugar tan alto, gritó con preocupación.

“¿Ai?” ”          ”

“¡Ah! ¡Espera!”

Con un resoplido, Ai de repente saltó de la cornisa como si fuera a arrojarse hacia abajo. Aterrizó un nivel más abajo, corrió por la pendiente de otros dos niveles, ¡plop! Y aterrizó en el suelo de nuevo.

“…………… ¿Qué pasa?”

Yuri preguntó, dejando escapar un suspiro en lugar de quejarse.

“Nada.”

Ai murmuró para sí misma. “De verdad, no es nada”. ”      ”

El hombre grande miró a Dee, “¿qué está pasando?”

El fantasma negó con la cabeza, “¿quién sabe?”

Ai se sentó frente al fuego y levantó las manos hacia él. Era la mitad de la primavera, pero el anochecer seguía siendo un poco frío al anochecer. Las llamas que ardían en la luz roja parecían extrañamente surrealistas y no parecían muy calientes, hasta el punto en que sintió que debería estar bien si lo agarraba.

“No.”

Alice estaba sentado frente a Ai como dijo. Uno tenía que preguntarse qué perspicacia tenía para darse cuenta de que algo andaba mal. Ai lo miró por un momento y luego respondió honestamente, sí.

Yuri avivó la leña en silencio, y los tres se quedaron en silencio, como si se confundieran con la naturaleza que los rodeaba.

Pronto, las latas estaban echando vapor. Yuri preparó un poco de té y llenó la taza de todos.

Yuri había estado trabajando en el auto, Alice había estado encendiendo el fuego y Ai había estado holgazaneando. Este fue el descanso que todos tuvieron después de terminar.

Nadie dijo nada. Sólo el té menguó. “El aire es… pesado”.

Dee vagaba como un pez de aguas profundas que hubiera sido arrastrado a tierra. A diferencia de sus movimientos generalmente volubles, se movía tan pesadamente como una nube cumulonimbus.

Sin embargo, nadie replicó. Dee no tuvo más remedio que empezar a limpiar su propio desorden.

“… Oye, Ai, ¿estás tan preocupada por los Sepultureros?”

El tema que los dos hombres habían evitado con cautela, el fantasma simplemente lo dijo.

Ai, inmersa en un mar de pensamientos, solo miró hacia arriba y respondió rotundamente:

“En realidad, no”.

A Dee no le gustó esa respuesta. Si no era tan terrible, ¿por qué Dee tuvo que mencionar que el estado de ánimo era pesado? Dee no iba a dejar pasar esto, dependiendo de la respuesta.

“Estoy pensando en Scar-san”. Dijo Ai.

“Estaba pensando en Scar-san y en por qué dejó atrás Celica”

“… No hay forma de que sepas por qué. Quién sabe lo que está pensando un Sepulturero”.

“No precisamente.” “¿Eh?”

Los tres miraron hacia arriba confundidos.

“Estoy segura de que Scar-san quiere convertirse en una Sepulturera… Como solía ser yo…”

Scar desapareció porque quería volver a ser una Sepulturera nuevamente. Este razonamiento era casi absoluto en la mente de Ai.

Scar se había sentido incómoda consigo misma desde que obtuvo a Celica. Estaba preocupada por su cambio de mente y cuerpo.

Ai recordó su antiguo yo. Cuando estaba en el pueblo, tenía que insistir cada segundo “Soy una Sepulturera”, para no ser asfixiada. Su antiguo yo era tal que deseaba tanto ser una Sepulturera.

Scar era todo lo contrario; amaba a Celica y el peso en sus brazos la calmaba, pero había momentos en que miraba a la bebé con miedo en los ojos, con desconcierto, hacia el ser que inexplicablemente la había cambiado.

Quizás era cuestión de tiempo.

Así que Ai pensó para sí misma. Al igual que su pueblo fue destruido. Era cuestión de tiempo hasta que las emociones de Scar se dividieran en dos. No importaba lo bien que lo hiciera Yuri, no importaba cuánto amaba a su bebé, Scar habría explotado así algún día.

Tal como lo hizo Ai en ese momento.

Ai miró hacia el desierto e imaginó la vista de Scar que estaba delante de ellos. Pensó en el grupo de Sepultureros con caras idénticas cargando palas. Entre ellos, Scar estaba sola, con una mirada preocupada en su rostro. Le preocupaba la herida que tenía en la ceja derecha, que nadie más tenía, y dudaba de que fuera falsa.

Tal como lo hizo Ai en ese momento. ”   ”

Ai finalmente volvió a guardar silencio y volvió a mirar el fuego parpadeante.

“… No te entiendo en absoluto. ”

Como Ai no estaba dispuesta a hablar, dijo Dee con una mirada de puchero en su rostro.

“Esto es estúpido. ”

Hizo un gesto de patada a una piedra en el aire. “Dime, Ai”.

“¿Sí?… ¿Hay algo más… ?”

“Tengamos una charla”. “¿Tenemos algo que discutir?” “No discutir. Charlar. Charlar”. “¿? ¿Cuál es la diferencia?”

¡Es completamente diferente! Dee levantó el dedo índice como una maestra y chasqueó la lengua profusamente.

“¿Por qué? ¿No es esta Ai-san? ¿Puedo sentarme a tu lado?”

“H-huh. Gracias, Dee-san… ¿Qué pasa con el pequeño sketch?”

Dee, con un movimiento caballeroso, se abalanzó, se sentó en la piedra,

“Es un hermoso día, ¿no?”

“Ya casi es de noche…” “No, no, no”.

Dee agitó su dedo frente a ella y chasqueó la lengua repetidamente.

“Ai, esto es una ‘charla’. No se permiten réplicas serias. No te preocupes si esta conversación tiene sentido, o si está bien o mal. Incluso si está lloviendo, tienes que decir ‘Supongo que sí’, o de lo contrario… no puedes decir ‘sí’ incluso cuando está lloviendo, no sobrevivirás, ¿verdad?”

“¿N-No es eso estricto?”

“Es divertido una vez que te acostumbras, es un hermoso día, ¿no?”

“¿¡Estás preguntando de nuevo!?” “Es un hermoso día, ¿no?”

“Tan-tan exigente… sí, lo es. Hace buen tiempo… hasta el punto de que los Sepultureros están lloviendo”.

“No, no, no. No hay necesidad de sarcasmo ni nada”.

“E-Esto es difícil…”

La inútil conversación continuó por un tiempo. Parecía que Dee estaba completamente entusiasmada con la charla, sus preguntas y respuestas eran todas inapropiadas. Ai, que era seria por naturaleza, respondió con seriedad en cada turno, pero cada línea fue quisquillosa. Fue gracias a la conversación que el estado de ánimo se calmó un poco. Dee se entusiasmó cada vez más y comenzó a arrastrar a Alice y Yuri. Fue entonces cuando Ai se enteró por primera vez de que Alice y Yuri tenían la misma comida favorita. Hamburguesa.

Fue durante este tiempo. “¿Cuándo es tu cumpleaños, Ai?” Preguntó Dee.

“¿Cumpleaños?” “Sí.”

“Todavía no. Es en el verano.”

“Ah, de verdad…………………………………………… “