Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: ¡Déjame ayudar!

Parte 3

Habían pasado ocho días desde que comenzaron a calcular la posición de Scar, y ella se había estado moviendo a una velocidad constante, hasta el día anterior, cuando de repente se detuvo.

Esto nunca había sucedido antes.

“Bueno, no es que ella no se esté moviendo en absoluto. Mira este número aquí”.

Las yemas de sus dedos, que estaban manchadas con la mina de un lápiz, golpeaban el papel igualmente sucio.

“¿Qué es esto?”

“Desplazamiento del eje vertical del objeto con corrección de superficie… Scar-san probablemente se esté moviendo hacia arriba”.

“… ¿Arriba?”

Yuri sacó un mapa blanco y lo desplegó con un sonido de arrugas. Los registros de movimiento de Scar estaban marcados con círculos rojos.

“…¿Te refieres a esto?”

Señaló un lugar determinado en el mapa. Había un punto que indicaba un pequeño asentamiento y un nombre.

“La Torre del mundo”.

“¿Qué está pasando? ¿Hay una torre?”

“No, es solo un pequeño pueblo indicado en el mapa, y probablemente tenga ese nombre. ¿Tal vez es porque hay una torre abandonada como punto de referencia?”

“… Eso es bastante vago…”

Signos de interrogación aparecieron sobre las cabezas del trío, y se estrujaron los sesos, pero simplemente no pudieron obtener una respuesta.

“…Bueno, lo averiguaremos cuando lleguemos allí. Mirando esta distancia, la alcanzaremos mañana…”

“Mañana…”

Había pasado menos de un mes desde la última vez que vieron a Scar, y aunque pareció largo, también pareció corto…

Ai misma había cambiado un poco durante ese tiempo.

Uno tenía que preguntarse si Scar había cambiado durante ese tiempo. ¿O siguió siendo la misma?

“Vamos.”

Yuri tiró del freno lateral, pisó el acelerador y aceleró. El auto azul saltó a través del desierto y volvió a la carretera.

Al mismo tiempo, Alice asomó la cabeza por el asiento del pasajero y gritó al cielo.

“Oye~ Dee, es suficiente. Vuelve aquí”.

Dee, a quien se le había pedido que fuera el punto de referencia, estaba de pie justo encima de ellos, como si le estuvieran midiendo la altura.

“——”

Parecía que no escuchó a Alice, quien luego agitó su mano en el aire. Finalmente se dio cuenta y flotó hacia el auto con los pies hacia el suelo.

“¡—!—!”

“¿Eh~? ¿Qué~?”

Dee se tapó los oídos con las manos y dijo. “¿Eh~? ¿Qué~?”

“¡No puedo oírte!”

La distancia se cerró en un instante “¡Puedo ver tus bragas!”

“¡¡No mires!!”

Dee se agarró rápidamente el dobladillo de la falda, se dio la vuelta y lo pisoteó con los tacones.

“¡Eres repugnante! ¡Eres lo peor!”

Continuó con sus característicos ataques rápidos en los globos oculares.

“¡Hahaha, esos ataques ya no funcionan! ¡Hahaha!”

No se verá espeluznante si no miras, ¿verdad? Después de que Ai le enseñó a Alice, Alice era completamente invencible.

“¡Hahaha! ¡No es espeluznante, no es espeluznante!”

Después de mirar a Alice, Dee chasqueó los dedos. “Ai.”

“Sí.”

Ai luego golpeó a Alice en la nuca.

“¡Ahg! ¿Qué diablos estás haciendo? ¡No es asunto tuyo de todos modos!”

“Claro que sí. Somos amigas”

¿Verdad? Las dos chicas asintieron la una a la otra. Alice frotó su cabeza y se quejó.

“Maldita sea, ustedes dos están confabuladas. ¿No están siendo demasiado cercanas?”

“No los soporto a ustedes dos”, dijo Alice, mirando hacia adelante. El sabio Yuri nunca se unió a la conversación desde el principio.

“Entonces, Dee-san, ¿viste algo?”

Ai trató de pedir un informe, pero Dee luego frunció el ceño.

“Ai, no responderé a tu ‘pregunta’, porque eres un ‘enemigo'”.

“Uuu…”

El estado de ánimo entre ellas se volvió pesado.

“………Ustedes dos están en malos términos, oigan…”

Alice replicó.

Dee Ensy Stratmitos, Bruja del Oeste. Un fantasma.

Anhelaba acabar con el mundo y estaba en desacuerdo con los sueños de Ai. Hace solo unos días, ella había declarado que “tú y yo somos enemigos”.

Había un ambiente incómodo en el coche.

“Si son enemigas, ¿por qué nos acompaña?…”

Yuri murmuró para sí mismo. Obviamente, no era de extrañar que a Yuri no le gustara demasiado esta sospechosa pareja. Por lo general, habría deseado dejarlos a un lado, y lo dijo abiertamente, pero este fantasma era realmente un enigma, y era imposible espantarla.

“Nadie te pidió que te quedaras. ¿Por qué no te vas a otro lado?”

No quiero, Dee respondió frívolamente, y voló para unirse a Celica. El fantasma se había encariñado con el bebé recientemente.

Al ver eso, Yuri se frotó las cejas con fuerza. Alice le dio unas palmaditas en el hombro con un movimiento comprensivo.

“Mira, anciano… deberías renunciar a tratar de convencer a esa idiota. Al menos yo ya me he rendido. Tu rostro cincelado se va a arrugar aún más…”

“…… ¿Por qué estás actuando como si no tuviera nada que ver contigo? Eres la razón número dos”.

“¿Eh? ¿Yo también?”

“¿Qué diablos estás planeando, acompañándonos?

¿Qué quieres?”

“No, en realidad no hay nada. Si tengo que decirlo, acompañarte es mi objetivo… ¿Eh? Espera un minuto, viejo. ¿Estás tratando de agruparme con ese fantasma idiota en la misma categoría?”

“¡Sigo tratando de hacerme el tonto…!” “¡No! ¡No me voy a comprometer con esto!” “Ustedes dos, por favor paren”.

Ai dejó escapar un suspiro y declaró con firmeza.

“Yuri-san, fui yo quien permitió que vinieran Alice- san y Dee-san”

“… Tch… Vas a sufrir algún día… Dios mío, estás dejando que gente tan sombría te acompañe…”

Hmph,

Yuri resopló con molestia, pero no dijo nada más y volvió a conducir.

“… ¿Entonces? Dee. ¿Viste algo?”

Alice preguntó en nombre de Ai, mientras que Dee hizo un verdadero ‘peek-a-boo’.

“Nada.”

“¿Estás segura? No voy a dejar que me mientas como la última vez. ¿Estás seguro de que no viste arenas movedizas o personas obstinadas?”

“No, no—ah, pero, ahora que mencionas esto.” Se dio la vuelta con una mirada molesta.

“Hay un terreno extraño más adelante”. “¿Extraño?”

“¿No estoy respondiendo a la pregunta de Ai?”

Ai se quedó en silencio, abatida. La cara de Dee también se volvió un poco adolorida una vez que vio esto. Alice, a su vez, miró frustrada cuando él preguntó en lugar de Ai:

“¿Qué quieres decir con extraño?”

“Bueno, ya sabes, el suelo está lleno de baches…”

¿Baches? Un signo de interrogación apareció sobre la cabeza de todos. Ella dijo que estaba lleno de baches, pero no había lugar en el desierto donde ese no fuera el caso.

“No me refiero a eso… Ah, podemos verlo ahora, más o menos”.

Todos miraban hacia adelante.

Había un paisaje extraño allí.

Había tierra seca, rocas erosionadas por los vientos y diferencias de temperatura que casi volvían a ser arena. Había arbustos con troncos duros y hojas creciendo encima de ellos. Todo era normal hasta este punto.

Pero el suelo era anormal. La tierra formada por rocas y arena…

Tenía muchos baches perfectamente hemisféricos por todas partes.

“… El lugar de nacimiento de los Sepultureros…” Alice murmuró con voz distraída.

“Es la primera vez que lo veo…”

Los hemisferios hechos de roca o arena fueron arrancados limpiamente, dejando agujeros abiertos. Parecía que fueron excavados específicamente para evitar criaturas vivas, y no dañaron la pequeña parte de la vegetación en absoluto.

Fue entonces cuando Ai vio el momento en que nació un Sepulturero.

Estaba en silencio. El aire aparentemente se detuvo, y los sonidos habían desaparecido hasta un punto en el que parecía que los latidos del corazón también se detuvieron. Todos los temblores desaparecieron de este espacio, y el mundo quedó en silencio como si estuviera lleno de vacío.

El olor del aire cambió, y el olor del agua, que no debería existir, instantáneamente envolvió el desierto como si surgiera un espejismo. El viento seco se volvió húmedo y pegajoso, adhiriéndose a sus frentes.

Y entonces, el cielo se volvió más azul. El cielo azul se intensificó en color, como si el fondo se hubiera caído, volviéndose azul como el mar profundo, y apareció un océano fantasma.

De repente, cayó un rayo.

El relámpago aparentemente escaló el fondo azul profundo y descendió con una engañosa sensación de distancia, golpeando la arena a la velocidad de la luz.

Estaba inusualmente silencioso.

El rayo blanco no quemó ni destruyó nada, pero golpeó la tierra lo suficientemente grande para una sola persona y dejó escapar un sonido retumbante. El relámpago flotaba como mercurio y eventualmente comenzó a mezclarse con la arena debajo. El mercurio resplandeciente disminuyó en intensidad con cada momento que pasaba, cambiando de color y energía a algo más humilde en su lugar.

Ese objeto inicialmente se parecía a una muñeca de cera.

La muñeca de cera parecía sólida y, por mucho que se pareciera a una persona, Ai no podía imaginar que pudiera moverse.

No parecía un ser vivo.

Sin embargo, la muñeca se puso de pie, sin importarle que no había estado en este mundo hasta hace un momento. El vapor salió de su cabello y ropa, movió sus extremidades como para controlar sus funciones corporales y finalmente abrió los ojos.

Sus ojos se encontraron.

Fue solo entonces que Ai se dio cuenta de que un Sepulturero tenía la forma de un niño.

El sepulturero le sonrió por primera vez en su vida,

Hola.