Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

El dragón descrito en Japón y China era una quimera construida a partir de múltiples animales. Tenía la cabeza de un camello, la cornamenta de un ciervo, el cuerpo de una serpiente, las escamas de una carpa, los pies de un tigre y las garras de un halcón. La forma de dragón de Kouryu era casi idéntica a esas representaciones.

A bordo de este dragón iban dos humanos y un androide, volando sobre el mar. No estaban a gran altura en el aire, sólo a unos pocos metros sobre la superficie del agua. Acababan de escapar de un barco que se hundía. Yogiri llevaba su uniforme escolar, como siempre, mientras que Tomochika y Enju vestían trajes de baño. Habían estado jugando en la piscina cuando los piratas habían atacado, y con todo lo que había pasado desde entonces, no habían tenido oportunidad de cambiarse.

“¿No había un viejo cuento popular en Japón como éste?” Preguntó Tomochika desde donde estaba sentada entre los otros dos.

“¿Te refieres a Taro el Niño Dragón?” Yogiri respondió desde el frente.

“¡Sí, eso! Espera, ¿se llamaba Taro? Pensé que era Kotaro”.

“Ahora que lo mencionas, ambos suenan posibles”.

“Imagino que se llamaba Kotaro”, dijo Enju desde la parte de atrás. “He oído la historia de Kotaro de los Manantiales”. El androide, por supuesto, estaba siendo controlado por el espíritu ancestral de Tomochika, Mokomoko.

“El comienzo de la versión anime tenía a los niños montados a lomos de un dragón, ¿no es así? Siempre me pregunté cómo sería eso, pero no es tan genial, ¿verdad?”

“Sí, las escamas son algo afiladas, así que duele sentarse en ellas”.

“Y es un poco grande para sentarse cómodamente”.

“Prefiero montar un dragón occidental. Eso te hace sentir más como un jinete de dragón, ¿no crees? Esto es más como montar una serpiente. Ni siquiera sé cómo vuela sin alas”.

“¿Quieres decir como el wyvern que mataste al llegar a este mundo?”, dijo Mokomoko. “Ni siquiera esa criatura debería haber sido capaz de volar, dada la forma en que estaba construido su cuerpo. También debía tener algún tipo de poder misterioso”.

“¡¿No creéis que os estáis quejando demasiado por un viaje gratis?!” gritó finalmente Kouryu, rompiendo su silencio.

“Como criatura mítica, ¿no crees que podrías hacer una experiencia más cómoda?”

“Para empezar, se supone que la gente no puede montarme”.

“Ya puedes transformarte entre la forma humana y la de dragón”, replicó Tomochika, “así que ¿no puedes transformarte para que sea un poco más fácil sentarte en él?”

“¡Pides mucho teniendo en cuenta que te estoy dejando montar!”

“Pero habría sido un problema para ti si nos hundimos con la nave, ¿no?” observó Yogiri. “Quieres que derrotemos a los Sabios por ti, ¿no?”

“No es que necesite que lo hagáis”, murmuró Kouruy. “Que algunos Sabios de bajo nivel mueran no cambiará nada. Querer verlos morir es sólo un entretenimiento”.

“¿Qué relación tienes con los Sabios?” preguntó Yogiri. Sabía que Kouryu quería que mataran a los seres poderosos, pero no había dado ninguna razón para ello.

“Supongo que la única conexión que tengo sería con el Gran Sabio. No es que tenga nada en contra de los demás. Sólo me imagino que si mueren, le molestará”.

“Bueno, independientemente de lo que quiera, sólo estamos recolectando Piedras Filosofales. Realmente no me importa lo que les ocurra a los Sabios en sí”. Parecía que Kouryu había esquivado el tema, pero a Yogiri no le importó lo suficiente como para presionarlo.

“Por cierto, ¿dijiste algo de que conocías otra forma de llegar a casa?” preguntó Tomochika, recordando a Yogiri la conversación que habían tenido antes.

“Lo sé. Con este otro método, no es necesario derrotar a los Sabios ni recoger las Piedras Filosofales”.

“¡¿En serio?! ¿Ibamos a llegar al final y luego descubrir que no teníamos que hacer nada de eso?”

“Suena como algo que podrías ver en un manga que se suspendió de repente”, comentó Yogiri.

“¡Pero claro, quiero verte matar a los Sabios, así que no puedo contarte los detalles de inmediato!”

“¡Oye!”

“No estoy tratando de ser malo ni nada por el estilo. Recoger las Piedras Filosofales es probablemente la forma más fácil. Y además, no tienes forma de probar que estoy diciendo la verdad”.

“Bueno, supongo…”

“Así que deberías seguir luchando contra los Sabios como has estado haciendo”.

“¿Aunque hayas dicho que deshacerse de los Sabios hace que el mundo sea más peligroso?”

“Ajá, supongo que no debería haber dicho eso”.

“Deberíamos tomar todo lo que dice este tipo como un grano de sal”, advirtió Yogiri a sus compañeras. “No podemos confiar completamente en él, así que probablemente deberíamos seguir buscando una forma de volver nosotros mismos”.

“No tenemos más remedio que confiar en que nos lleve a tierra, al menos”.

Kouryu continuó volando en la dirección a la que se había dirigido el barco.

◇ ◇ ◇

“¿Estás seguro de que vamos por el camino correcto?”

Había pasado cerca de medio día desde que habían escapado del barco. Volar debería haber sido más rápido que el crucero, pero el paisaje que les rodeaba no había cambiado en absoluto. No había más que océano por todas partes, sin rastro de tierra a la vista.

“Ni idea”, contestó Kouryu con displicencia.

“¡Oye!”

“Sólo estoy volando en la misma dirección que llevaba el barco”.

“El barco se dirigía a Ent, así que esa debería ser la opción correcta, pero…” Mokomoko se interrumpió. No tenían ninguna garantía de que el barco se hubiera dirigido a la isla en línea recta.

“¡¿En qué dirección está el este?!” preguntó Tomochika. “¡Oh, podemos comprobar el sol! Excepto que está nublado!”

“Incluso si pudieras ver el sol, ¿te ayudaría eso?” Respondió Yogiri. “No tenemos ni idea de en qué dirección está el sol aquí, ¿verdad?”

“¡Oh! ¡Sólo daba por sentado que el sol siempre sale por el este! Entonces, ¿de dónde sale en este mundo, Kouryu?”

“¿Eh? ¿Siempre es igual?”, preguntó el dragón.

“¡Este tipo es totalmente inútil!”

“Tal vez si ganamos algo de altura, podamos ver algo de tierra”.

Kouryu estaba volando sólo unos metros por encima del agua. Sin obstáculos, no había necesidad de volar más alto, pero no podían ver muy lejos así.

“Esa no es una opción”, respondió Kouryu. “Si vuelo demasiado alto, me atrapará la red de defensa de los Sabios”.

“Mencionaste que si volabas, los Sabios intentarían detenerte. ¿Significa eso que está bien mientras te mantengas bajo?” Preguntó Tomochika.

“Esto es sólo para hacerme sentir mejor. Pensé que sería más difícil encontrarnos tan cerca de la superficie”.

“Todavía no nos han encontrado, así que probablemente estemos bien…”

“¿Quién sabe? El área alrededor de Ent es parte de la jurisdicción de Yoshifumi. Existe la posibilidad de que este método no funcione allí”.

Yogiri había desactivado completamente al Sabio Raiza, así que volar en su territorio ya no era un problema. Esa podría haber sido la única razón por la que han estado a salvo hasta ahora.

“¡Oh! ¿Por qué no enviamos a Mokomoko de nuevo?” Tomochika sugirió. “Ella es un espíritu, así que probablemente no la notarán. Lo hizo antes para encontrar una ciudad para nosotros, ¿verdad?”

“Eso no será posible mientras se mueve a una velocidad tan alta”, respondió Mokomoko. “Las coordenadas se convertirían en un problema”.

“¡Eres inútil!”

“Realmente no tienes respeto por tus ancestros, ¿verdad?”

“¿Por qué no hacemos que Kouryu reduzca la velocidad, entonces?”

“Porque si voy más despacio, nos caeremos.”

“¡También eres inútil!”

“Vamos a parar”, sugirió Yogiri. “Dijiste que podías hacer un barco con Furemaru, ¿verdad? Tomemos un descanso”.

“Furemaru” era la abreviatura de “material flexible”. Mokomoko podía alterar a voluntad la forma del misterioso material que habían obtenido del robot agresor. Antes había dicho que podía hacer un barco con él.

“Claro que es posible, pero no creo que ahora sea un buen momento para ello”, dijo Kouryu.

“¿Por qué no?”

“Mira el cielo”.

Los tres miraron hacia arriba como Kouryu les había indicado. Había una gruesa capa de nubes sobre ellos, pero desde un pequeño hueco en esas nubes brillaba un rayo de luz.

“Eso parece un poco fuera de lugar para ser el sol”.

“Parece que hay gente que brilla…”

Tomochika los vio primero, pero pronto Yogiri pudo distinguirlos también. Era un grupo de personas con alas. Tenían armas en la mano y se dirigían hacia ellos.

“¡¿Ángeles?!”

“No es nada del otro mundo”, explicó Kouryu. “Sólo son dispositivos de defensa automáticos construidos por algún idiota al que le gusta fingir ser un dios”.

Al inspeccionarlos más de cerca, su piel tenía un acabado brillante. O bien estaban cubiertos de la cabeza a los pies por una armadura, o bien estaban hechos de un material similar a una armadura.

“No es posible que hayan bajado a hacer un picnic o algo así, ¿verdad?”

“Somos lo único que hay por aquí, así que es muy poco probable que tengan otro objetivo que no seamos nosotros”.

“¡Eso es lo que pensaba! ¡Whoa!” Tomochika gritó cuando Kouryu cambió bruscamente de rumbo. Un momento después, el agua salió disparada y los roció. Algo había caído justo donde ellos habían estado un momento antes.

“¿Eh?” La cara de Tomochika se congeló de sorpresa. “¡¿Qué?! Espera un segundo!” Los seres con aspecto de ángeles les estaban lanzando lanzas, obligando a Kouryu a esquivarlas mientras volaba. “¡¿Se supone que eres un dios, verdad, Kouryu?! ¿No deberías ser capaz de hacer una barrera o algo para bloquearlos?”

“Claro, puedo hacer barreras. La razón por la que el viento no te hace volar por la espalda es porque tengo una barrera que te aísla del entorno.”

“¿Pero no funcionará contra esos ataques?”

“Podría soportar algunos ataques, pero tomar uno de ellos sería una mala idea”.

“Muy bien, entonces; sólo están lanzando lanzas, así que al final se les acabarán, ¿no? Espera, ¿de dónde sacan más?”

“Puede que sólo sean falsas, pero son falsas de ángeles. Estoy seguro de que pueden hacer más ellos mismos”.

Como Kouryu había confirmado, en el momento en que los “ángeles” lanzaban sus lanzas, aparecía otra en sus manos vacías.

“De todos modos, no puedo mantener esto durante mucho tiempo, ¡así que te agradecería que hicieras algo con ellos, Yogiri!”

“Bueno, supongo que unos cuantos nos van a golpear”.

Las líneas de intención asesina que Yogiri podía ver se iban concentrando poco a poco en ellos. La precisión de los falsos ángeles mejoraba lentamente a medida que se ajustaban a los movimientos de Kouryu.

“Mueran”.

Cuando Yogiri murmuró la palabra, los ángeles perdieron repentinamente toda su fuerza y cayeron del cielo. Columnas de agua se dispararon en el aire mientras impactaban en el océano en rápida sucesión.

“Me parece que he visto esto antes”, murmuró Tomochika. “¡Pero espera! ¿Por qué no lo hiciste de inmediato?”

“Pensé que si Kouryu podía esquivarlos, podríamos escapar sin tener que matarlos”.

“Hmm. Parece que aparecieron a pesar de que mantuvimos una altitud baja”, comentó Mokomoko. “Como tal, no debería haber ningún problema si subimos más alto ahora, ¿correcto?” Los falsos ángeles habían sido completamente eliminados, así que no debería haber ningún peligro en ello.

“Supongo que eso es cierto. También se podría decir que verlos significa que hemos entrado en los dominios de otro Sabio”.

“Sí, pero no vamos a llegar más alto, ¿verdad?”

“Sí, estoy un poco al límite. Esquivar así me ha costado mucho”. En lugar de subir más alto, en realidad estaban empezando a descender.

“¿Eh? ¿Qué está pasando?”

“Estamos cayendo”.

“Espera, ¡¿en serio?!”

Descendieron gradualmente hasta que el vientre de Kouryu golpeó el agua.

“¡Mokomoko, el bote! ¡Haz el bote!”

“¡Lo tengo!” Una sustancia negra comenzó a salir de la boca de Enju. Se extendió en una fina película, tomando la forma de un pequeño bote de remos que descansaba sobre la espalda de Kouryu.

“¡Qué asco!”

“¡Fue más rápido esconder a Furemaru dentro del robot! Date prisa y súbete!”

Los tres subieron rápidamente al barco.

“Espera, ¿qué se supone que debo hacer?” preguntó Kouryu.

“¡¿No puedes volver a tu forma humana?!”

“No mientras esté volando”.

“¡Vamos!” El barco se deslizó de la espalda del dragón y golpeó el agua. Todavía llevando el impulso del vuelo de Kouryu, saltaron hacia adelante a través de la superficie del océano un par de veces antes de detenerse.

“¡Kouryu!” gritó Tomochika, volviéndose hacia atrás.

No les había acompañado y se había hundido en el agua, sin avanzar mucho. Luego desapareció bajo las olas.

“¡¿Estará bien?!”

“Bueno, antes era un dios, así que probablemente esté bien”. Yogiri no parecía tan preocupado.

“¡Eso es un poco frío de tu parte!”

“No hay nada que podamos hacer, ¿verdad?”

“Supongo que no. De acuerdo entonces, ¡sigamos adelante! ¡Creamos en las habilidades de Kouryu!”

“Cambias de opinión muy rápido, ¿verdad?” Comentó Mokomoko.

“Sinceramente, no puedo preocuparme tanto por un tipo tan dudoso que ha aparecido de la nada”.

“Tenemos que llegar a tierra para no desperdiciar su sacrificio”, dijo Yogiri. “Mokomoko, ¿puedes subir a echar un vistazo?”

“Quizá no esté en condiciones de hablar, pero ¿qué pasa con estos dos?” murmuró Mokomoko mientras dejaba a Enju y flotaba en el cielo.

Sí, puedo ver tierra”, dijo un momento después con su habitual aspecto fantasmal.

No tenían ni idea de si la tierra en cuestión era Ent, pero decidieron dirigirse allí por el momento.