Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Yoshifumi se sentó perezosamente en el trono de su extravagante sala de audiencias. Como de costumbre, llevaba pantalones de cuero y una chaqueta de cuero con tachuelas que parecía totalmente impropia de un emperador, mientras sus subordinados se inclinaban ante él en el nivel inferior.

Estaban en medio de su reunión habitual. En su mayor parte, Yoshifumi dejaba la gestión del país en manos de los burócratas. Normalmente se conformaba con limitarse a dictar edictos imperiales cuando se le ocurrían nuevas ideas, pero algunas cosas eran lo suficientemente importantes como para exigir su atención, así que se habían reunido para una reunión informativa.

“¿Dónde está Ranj?”, preguntó Yoshifumi. “Tiene agallas para faltar a una reunión que le ordené. ¿Quiere morir o algo así?”

Ausentarse de estas reuniones no estaba permitido sin una muy buena razón. Si alguien tenía esa razón, tenía que solicitar un permiso de ausencia de antemano. Para los funcionarios, que sabían muy bien lo temible que podía ser el Sabio, una ausencia injustificada era impensable.

“Mis disculpas”, respondió uno de sus subordinados. “Cuando no llegó a una reunión anterior, enviamos a alguien a su vivienda para ver cómo estaba… y descubrimos que había fallecido hace poco…”

“¿Eh?” Yoshifumi soltó al oír la inesperada respuesta. Aunque amenazara con matarlo, que Ranj estuviera muerto estaba fuera de sus expectativas.

“No parecía haber heridas externas. Lo encontraron muerto encima de su cama. Parece que falleció mientras dormía”.

“¿Quién es Ranj?” Hanakawa, vestido con su traje de payaso, preguntó desde donde se encontraba junto al trono. Había sido llamado allí para actuar como bufón de la corte. Habiéndose acostumbrado a su posición, habló sin vacilar a pesar de la posición de Yoshifumi como Sabio y Emperador.

“Oh, era uno de los Cuatro Reyes Celestiales”.

“Los Cuatro Reyes Celestiales son la Srta. Luna, la Srta. Rena, la Srta. Abby, y… ah, ahora que lo mencionas, faltaba uno”.

“¿Nunca pensaste en preguntar quién era el cuarto antes?”

“Creo que lo pregunté una vez… ¡Ah! Cuando me enteré de que era un hombre, perdí todo el interés inmediatamente. Pero ahora es el momento de esa declaración eterna, ¿correcto? ‘Heh heh heh… Él era el más débil de los Cuatro Reyes Celestiales. Es una vergüenza para todos los demonios, muriendo así mientras duermen'”

“No es que seamos demonios. Además, lo recluté en primer lugar porque era bastante fuerte”.

“Los sabios como tú están tan fuera de la norma, así que no tengo ni idea de lo que significa ‘bastante fuerte’ cuando viene de ti”.

“Partió la isla por la mitad con un solo golpe de su espada. Supongo que no fue exactamente por la mitad. El bosque de los elfos estaba protegido por algún extraño poder”.

Yoshifumi debía de estar hablando de la división de Ent Este y Oeste. La isla era larga y delgada, pero seguía teniendo una anchura de unos trescientos kilómetros. Hanakawa ni siquiera se había planteado que la grieta aparentemente sin fondo que dividía las dos mitades de la isla hubiera sido creada por una persona, y mucho menos con una espada.

“¡Parece bastante increíble que haya muerto, entonces! ¿No es esto bastante malo?”

“Es un poco molesto, pero es poco convincente llamarlos los Cuatro Reyes Celestiales cuando sólo son tres. Tendremos que encontrar otro”.

“En realidad”, interrumpió uno de los ayudantes de Yoshifumi, “hay algo que debemos informar en relación con la muerte de Ranj”.

“Habla”.

“Se han reportado muertes similares en toda la capital. Tenemos informes de aproximadamente quinientas víctimas. Todas parecen haber fallecido aproximadamente al mismo tiempo. Se sospecha que Ranj murió durante el mismo período de tiempo. Aunque había ancianos y enfermos entre las víctimas, el número ordinario de muertes en la capital en un día es de unos veinte, así que las cifras son sorprendentes.”

“Entonces, ¿hay algún tipo de enfermedad? ¿Tenemos que hacer que Luna la purgue?”

“No. Las víctimas no tenían ninguna conexión aparente entre sí, ni estaban en lugares similares ni tenían una edad parecida. Además, no parece que el daño se esté extendiendo”.

“Huh. De acuerdo, investígalo”.

“¡Entendido!”

Con eso, la conversación terminó. Yoshifumi parecía sorprendido de que uno de los Cuatro Reyes Celestiales estuviera muerto, pero eso era todo.

“¿Podemos seguir adelante?” Una mujer levantó la mano. Era una de las mujeres que había acompañado a Yoshifumi al bar del gremio de aventureros; una de los Cuatro Reyes Celestiales. Aunque entonces había ido vestida a juego con Yoshifumi, ahora llevaba un vestido decorado.

“¿Qué pasa, Abby?”

“Mi red de observación ha encontrado a otro miembro de la familia real”.

“¿Oh? Eso es algo repentino. Deben haber estado escondiéndose bastante bien. Pensé que se estaban preparando para hacer un ataque repentino o algo así”. Cuando Yoshifumi había tomado el país, había perdonado a la anterior familia real. Habría sido fácil para un Sabio acabar con ellos, pero había dejado algunas chispas vivas.

“Se creó una búsqueda para acabar con los restos de la familia real, pero los aventureros que la llevaron no han vuelto. Era sólo un grupo, y parece que consiguieron llegar a la ciudad donde se escondía la realeza y los encontraron, pero eso fue todo”.

Aunque los había dejado marchar, Yoshifumi no tenía intención de dejarlos vivir fácilmente, ya que había dado instrucciones explícitas de matar a los miembros de la anterior familia real allí donde los encontraran.

“Así que los aventureros fueron asesinados, ¿eh?” Yoshifumi reflexionó. “Eso es impresionante. ¿Tal vez la realeza obtuvo algún tipo de poder?”

“No lo sé. Puse la dificultad de la Búsqueda de Emergencia en tres, pero ¿estaría bien aumentar la dificultad y la recompensa?”

“Te lo dejo a ti. Haz lo que quieras. Además, ¿tu red de observación no notó nada sobre la muerte de Ranj?”

“Si murió tranquilamente mientras dormía, entonces no, no habrían notado nada”. La red de observación de Abby cubría todo el país, pero no era omnisciente. Como una red literal, tenía agujeros. Los agujeros que componían la red eran bastante grandes, por lo que no podían captar muchos de los detalles más finos.

“Así que no murió luchando contra nada”.

“¿Puedo seguir?” Otro subordinado levantó una mano. Su voz era temblorosa, trabajando junto con el resto de su comportamiento para dar una impresión totalmente poco fiable.

“¿Qué es, Akira?”

“¿Hm? Por ese nombre y esa cara, ¿es quizás de ascendencia japonesa?” preguntó Hanakawa. Era la primera vez que veía al hombre. Era posible que se hubieran conocido antes, pero Akira mantenía un perfil muy bajo, así que no sería sorprendente que Hanakawa simplemente lo hubiera olvidado.

“Sí, vino aquí al mismo tiempo que yo. Sobrevivió a todo tipo de cosas y terminó convirtiéndose en un asistente del Sabio”.

Yoshifumi había sido transportado a este mundo por los Sabios como parte de un grupo, al igual que Hanakawa. Este método de selección de los Sabios se había llevado a cabo durante un tiempo. En todos los ejemplos hasta ahora, sólo una persona de cada grupo había logrado convertirse en un Sabio, por lo que a los demás se les daba el título de ayudante del Sabio y se les otorgaba una medida de autoridad.

“Umm… nuestra Red de Guardias del Cielo atrapó algo, por lo que sus enviados fueron enviados para ocuparse de ello, pero…”

“Oh, novedades de Sage. Deja eso para más tarde”. Esta era una reunión para discutir cosas sobre el imperio, así que no era el lugar para asuntos relacionados con los Sabios.

La reunión continuó durante un rato, pero ninguno de los otros temas era de especial interés para Hanakawa.

◇ ◇ ◇

A Hanakawa le dijeron que lo matarían si abandonaba la capital. Como tal, uno podría pensar que estaba a salvo mientras permaneciera en la ciudad, pero no era del todo así. Los habitantes del palacio conocían su papel de bufón, pero fuera del palacio esa información no estaba tan extendida. Su traje de payaso estaba marcado con el símbolo del emperador, por lo que estaba claro que estaba relacionado con el Sabio de alguna manera. Como tal, los ciudadanos de a pie evitarían sin duda causarle ningún daño, pero era difícil esperar que los forajidos lo tuvieran en cuenta.

Una actitud de seguridad ante todo diría que lo mejor era quedarse dentro del palacio, pero vivir allí era sorprendentemente aburrido. Aunque probablemente debería estar satisfecho con una vida en la que su seguridad estuviera garantizada y todas sus necesidades estuvieran cubiertas, los humanos tendían a cansarse de la seguridad y el lujo con bastante rapidez.

“Tampoco he visto a la señorita Luna ni a los demás”, murmuró.

Se habían proporcionado habitaciones en el palacio para los líderes del imperio, pero quizás debido al comportamiento de Hanakawa, las líderes femeninas como Luna se habían ido todas a otro lugar. Se presentaban a las reuniones, pero una vez que terminaban, se iban inmediatamente. Hacían todo lo posible por evitar a Hanakawa.

“Como seguidoras de Yoshifumi, mi impresión inicial de ellas era horrible, ¡pero en realidad parecen de bastante calidad!”

Cuando habían estado con Yoshifumi en el pub, se habían vestido a juego con él, con un aspecto malsano y degenerado. Pero cuando Yoshifumi no estaba cerca, llevaban ropa que coincidía con sus propios gustos.

“Que las sirvientas parezcan totalmente despreocupadas por mí es algo aburrido, sin embargo…”

Tener un romance con las sirvientas de uno era casi una cuestión de rutina. Las sirvientas del palacio tampoco mostraban un ápice de desagrado hacia él. Dicho esto, si intentaba algo, perdería su posición de bufón. Ese papel era su única tabla de salvación; no podía permitirse dejarlo escapar. Por lo tanto, no tenía nada que hacer en el palacio, así que se fue a vagar por la capital.

“Supongo que han pasado tantas cosas desde mi llegada aquí que no he tenido la oportunidad de ver mucho de la ciudad”.

Los edificios y las calles estaban construidos en piedra. La ciudad era animada y enérgica, por lo que puede que el gobierno de Yoshifumi no haya sido tan malo.

“Sin embargo, aún existe la posibilidad de que todo se borre de repente”.

Por muy pacíficas que parecieran las cosas, la amenaza potencial de Yoshifumi para el pueblo era inconfundible. Era un tirano. Todo en el imperio giraba en torno a sus caprichos.

“No tengo ningún destino en particular en mente. ¿Quizás debería echar un vistazo al gremio de aventureros?”

El gremio se encontraba en el bloque suroeste de la tercera capa de la capital, la parte de la ciudad a la que Hanakawa había llegado por primera vez. El creador Akinobu Marufuji había convertido los edificios en enormes criaturas vivientes y las había enviado a arrasar, pero Luna las había borrado junto con el resto de la manzana. La ciudad estaba dividida por muros, y cada sección se denominaba bloque. Atravesando las puertas entre bloques, Hanakawa se dirigió a su destino.

“Todo parece haber vuelto a la normalidad… ¿O tal vez no?” Aunque se había reducido a un campo vacío, ahora había de nuevo carreteras y edificios. Pero todos eran completamente nuevos. “Me estremece pensar en lo que le pasó a la gente. Hmm, supongo que debería ver al gremio primero. No me importaría tener por fin la oportunidad de registrarme como aventurero”.

El paisaje de la ciudad había vuelto más o menos a su disposición original, así que tenía una buena idea de dónde se encontraba el gremio. Después de un rato, lo encontró, pero entonces tropezó. Alguien le había empujado desde un lado. Sorprendido, Hanakawa se dejó empujar hacia un callejón entre edificios.

“¡Vaya, vaya! ¿Qué demonios estás haciendo?”

Cuando se dio cuenta de lo que ocurría, estaba rodeado. Cuatro hombres enmascarados bloqueaban cada extremo del callejón, dos a cada lado de él.

“¡¿Qué es lo que pretenden conmigo?! Si me pones una mano encima, el emperador no te perdonará”.

“Como si me importara”, escupió uno de los hombres mientras desenfundaba sus espadas.

“¡De ninguna manera! ¡Se está ignorando la autoridad del emperador! Espera, ¿no sois todos guardaespaldas de la señorita Luna?”

Aunque sólo en un grado limitado, Hanakawa podía leer las estadísticas de los demás. Debían cubrirse la cara, sabiendo que sería malo que les reconocieran, pero eso no les ayudaba en absoluto contra Hanakawa.

“¡Si haces algo así, le causarás grandes problemas a la señorita Luna!”

“Mientras tú estés vivo, la señorita Luna no puede vivir en paz”.

“Ella vive en constante temor a tu sombra”.

“Lady Luna no tiene ni idea de que estamos haciendo esto.”

“Una vez que esté muerto, todos moriremos para cubrir nuestra vergüenza. Nuestras acciones no tienen nada que ver con ella”.

“¡Estamos resueltos a ese fin pase lo que pase!”

Parecían decididos a atacarlo, incluso si eso significaba sus propias muertes, sin dejarle lugar para huir.

E-Eso está bien. ¡Sigo siendo un Sanador! ¡Mientras evite que me maten al instante, debería poder arreglármelas! Sólo tengo que prepararme para el dolor que supondrá…

Hanakawa poseía una magia de ataque que podía derrotar a un solo oponente si era necesario. Curándose a sí mismo mientras recibía sus ataques, podía derribar a los asaltantes de uno en uno. Pero estos hombres eran extremadamente decididos. No les preocupaba su propia supervivencia.

“¡Esta gente pretende abalanzarse sobre mí de una vez, aunque les mate en el proceso!”

Hanakawa se preparó para cargar. Se lanzaría con todo su peso sobre ellos, agarrando las hojas de sus espadas con las manos desnudas, ignorando cualquier herida para sí mismo. Era poco probable que pudieran detener una carga frontal, así que empezaría atacando al que tenía delante.

Mientras pensaba eso, algo brilló desde lo más profundo del callejón. Los dos hombres que estaban delante de Hanakawa cayeron, y casi simultáneamente, los dos que estaban detrás de él se desplomaron también. Los cuchillos arrojadizos estaban incrustados en sus rostros.

“Esto es… Bueno, francamente, no tengo ni idea de lo que está pasando, ¡pero supongo que estoy salvado!”

“Hanakawa.”

“¡Gah!” Un escalofrío le recorrió la espalda cuando una voz le llamó desde el callejón.

“Ven aquí. Soy yo, Mitadera”.

Shigehito Mitadera, uno de los compañeros de Hanakawa. Tenía la clase de Maestro Oráculo y fue el responsable de llevar a Hanakawa a Ent en primer lugar. Después de encontrarse con Yoshifumi en el bar, Hanakawa había escuchado que había sido perseguido y asesinado por Rena.

“Uhh…” Hanakawa comenzó a retroceder. Aunque parecía que Mitadera le había salvado, el tipo era responsable de gran parte del sufrimiento de Hanakawa en el pasado. Realmente no le apetecía hablar con él.

“No voy a hacerte nada malo. Si quieres que me disculpe por todo lo anterior, entonces lo siento. Así que por favor escucha lo que tengo que decir”.

“Oh… Entonces en ese caso, ¿te disculparías de rodillas por mí?”

“Tú… Realmente eres un engreído rápidamente, ¿no es así? Bien. Haré lo que quieras. Sólo ven conmigo”.

Hanakawa percibió el estado de debilidad de Shigehito por su voz desesperada. Eso era algo con lo que podía trabajar.