Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 3

Capitulo 3: La Perla de la Tortuga Marina

Parte 13

Mageta sabía que este día sería problemático, pero incluso ella no esperaba que fuera tan malo.

Ai se había hecho cargo de la sala de profesores, Alice y los demás habían escapado de la sala de detención. Había enviado a algunas personas a la sala de profesores, pero ninguna regresó, y esa ridícula transmisión nunca se detuvo hasta el final.

Sí, hasta el final. “Un asalto frontal”. “Un asalto frontal”.

“¿Son estúpidos esos niños?

Mageta se rio de sus colegas. Se rio de corazón.

Se reían en parte por la estupidez del asalto frontal, pero la verdadera razón era que la transmisión aún continuaba. La línea al dormitorio y al edificio de la escuela se había cortado, pero la línea hasta aquí todavía estaba conectada.

“Disolver el equipo de incursión” “¿Está seguro?”

Vendrán aquí. No hay necesidad de que los busquemos.”

Mageta y los otros maestros estaban vigilando la puerta principal, la única entrada a la escuela. La puerta estaba sellada con dos candados y un cerrojo enorme, y más allá había un muro bajo de hormigón destinado a defenderse de las balas.

“Algunas armas están en sus manos. Tengan cuidado”

“Sí, supervisora del dormitorio, ¿dónde están las llaves de las puertas?

“Tengo una. Uno de ustedes tiene la otra” “Sí, señora. ¿Los matamos?”

“No”

Mageta sacó el arma de su cadera derecha y soltó el cilindro, dejando caer las balas de tinta blanca a sus pies.

“Es irritante, pero estamos en medio de negociaciones importantes con Ortus y Bayak. Habrá mala publicidad si matamos a siete estudiantes. Tenemos que evitar que eso suceda”

El entusiasmo de todos se apagó.

“…Supongo que es duro, ¿eh? ¿Qué pasa con las remesas de nuestra casa?”

“Todavía nos las arreglamos, pero los sobornos a los funcionarios están funcionando. Bueno, la escuela no se va a cerrar sin embargo… solo tenemos que estar callados por un tiempo…”

Sacó mi pitillera, pero dentro no había cigarrillos, sino balas. Sacó seis balas de goma y las metió en el cilindro.

“Pero, bueno, una fuga exitosa sería un escándalo aún peor”

Con un movimiento de su mano derecha, retrajo el cilindro, se aseguró de que la palma y la empuñadura estuvieran ajustadas y lo enfundó. Normalmente, habría puesto el martillo en la correa como dispositivo de seguridad, pero lo evitó en este momento”.

“Solo haz lo que creas que es apropiado”

Entendido.

Los maestros recogieron sus armas. Muchos tenían escopetas de cartuchos de balas de goma, y el profesor de historia en particular cargó inteligentemente un lanzagranadas con una ojiva de madera. Algunos tenían metralletas con cartuchos de bajo explosivo.

Todos ellos estaban equipados con armas diseñadas para no ser fatales siempre que las áreas críticas no fueran golpeadas. Si aun así morían, era simplemente mala suerte.

“Bueno, si están muertos, simplemente los enviaremos de regreso a Ortus”

Mageta se rio y soltó el arma de la correa de cuero en su cadera izquierda.

Para empezar, estaba cargado con munición mejorada calibre .45.

“Supervisora del dormitorio, tengo una pregunta”.

Preguntó el profesor de matemáticas. Era un hombre de aspecto nervioso con gafas finas.

“¿Qué pasa?”

“Sus habilidades incluyen audición mejorada, agarre fortalecido, respiración bajo el agua, hibernación y las habilidades físicas de un medio humano y Sepulturera. Hasta aquí todo bien. Pero este Buzzer Beater de Alice Color es…”

“Ah, ¿eso?”

Mageta trató de explicar, solo para escuchar—

“Oh, sí, ¿tiene poderes extraños, Alice-san? Estás en la clase Q después de todo”

“Bueno…”

“¡Oh! ¿Entonces que es eso? Por favor dime. Tal vez eso podría ayudarnos a escapar…”

“Bueno, por ejemplo, aquí hay un borrador”

“Sí”

“Y allí hay una taza”

“Sí. ¿Por qué hablas con respeto?” “Tiraré el borrador”

“Está adentro. Y simplemente me ignoraste” “Voy a tirar el borrador de nuevo”

“Ahh, increíble, todos entraron”

“En otras palabras, esta es mi habilidad”. “¡Cielos!”

“Y eso es todo”

Mageta señaló los altavoces de la puerta. Los profesores se rieron.

“Parece que es pan comido”

Guárdalo hasta que ganemos. Incluso sin Ai, estaremos en problemas si consiguen armas de fuego…

“—Clank clank clank.”

“Está bien, el casillero de armas está abierto. ¡Ahí está mi arma! ¡Oigan, muchachos, tomen uno!”

“Tengo una pala, no la quiero”

“Las armas son demasiado ruidosas, no lo quiero”. “Las armas son demasiado débiles, no lo quiero” “Las armas no son sabrosas, no lo quiero”.

“¡La gente de Elha lucha con arcos!”

“Ustedes…”

Una gran ola de risas estalló entre los profesores. Mageta, como era de esperar, no pudo prestar atención porque ahuecó la cabeza.

“Bueno, entonces, será mejor que nos vayamos…”

En ese momento, la voz de Alice se escuchó por los parlantes, extrañamente clara.

“Solo espera”

La transmisión se cortó con un zumbido.

Un desconcierto sospechoso comenzó a cundir entre los profesores.

“¿Oye, supervisora del dormitorio?” “Eso fue…”

“No se preocupen por eso, muchachos”

Mageta apretó las riendas sobre todos ellos, luciendo despreocupada.

“No hay otra forma de salir de aquí. Vendrán aquí. No nos movemos. Sólo tenemos que fortificar la puerta. ¡En posición!”

Todos entraron en pánico y se escondieron detrás del muro defensivo. Sin embargo, Mageta fue la única que quedó expuesta, orgullosa con las manos en las caderas mientras sus ojos miraban directamente al edificio de la escuela.

Finalmente,

“¡Ellos están aquí!”

Un viento polvoriento aulló. El viento esparció la arena salvaje sobre el camino, creando una espesa nube de polvo que nublaba la visión.

Siguieron caminando, atravesando el humo mientras lo apartaban de una patada.

Tanya y Rune, Volrath y Hardy, y Gigi.

Todos aparecieron en uniformes, completamente con las manos vacías.

Se pararon frente a Mageta, y como si tuvieran un plan premeditado, se quitaron las corbatas y las lanzaron al aire.

“Recójanlas”

Mageta frunció el ceño y les gritó, pero los cinco solo parecían un poco asustados y no obedecieron la orden.

Solo dos de ellos no tiraron sus corbatas, ya que para empezar no vestían uniformes reglamentados por la escuela.

Ai llevaba una pala en la espalda, vestía un sombrero de paja y su atuendo de Sepulturera. Estaba llena de confianza completamente diferente a su primer día.

Y Alice llevaba botas de cuero y un uniforme andrajoso de una escuela desconocida. Él era el único armado, empuñando dos pistolas al igual que Mageta. El de su cadera derecha era un revólver de seis tiros, mientras que el de su izquierda era una automática de veintiún balas.

Estos eran los dos.

Estos dos eran la causa de todo.

Los dos se detuvieron en seco, y ambos lados se enfrentaron. La distancia entre ellos era de veinticinco metros, al igual que la distancia de una cesta de tres puntos.

“¡Usu!”

Alice levantó su mano derecha y casualmente gritó,

“Hey, supervisora del dormitorio. Lamento haberlos hecho esperar, pero a los siete nos gustaría salir como prometimos…”

“Ni lo pienses”

“… Bueno, por supuesto que no”. Alice suspiró.

“¡Que idiota!” Mageta se burló.

“No voy a quitarles la vida ya que están siendo valientes. Ríndete ahora y no dejaremos que sufras”

“Eso dice”

Alice se dio la vuelta para preguntar a los otros miembros.

Todos los rostros hablaban. No. “Ellos dicen que no”

“¿En serio?”

Mageta sacó el arma de su cadera derecha.

A ella no le importaba su respuesta de cualquier manera.

“Luego gatea y lame la tierra”

Con un clic, se quitó el seguro de las armas detrás de ella.

“Duerme”

Sonó un disparo.

*Bang* *Bang* *Bang* *Bang*

Revólveres, escopetas, metralletas.

Todas las armas arrojaron fuego. Con tanta energía cinética concentrada en el aire, había poca diferencia entre la munición real y las balas de goma.

Los miembros de la clase Q, agrupados, inmediatamente cayeron al suelo. Aun así, Mageta no mostró piedad. En el momento en que sus balas se agotaron, recargó otras seis rondas y disparó de nuevo, y una vez que terminó, recargó otras seis rondas. Siguió disparando hasta que se agotaron todas las balas de goma de la pitillera.

El polvo se elevó en el aire como resultado. “… ¿Nos excedimos?”

Uno de los profesores gritó acusadoramente. Fue el primero en dejar de disparar.

Mageta agarró la escopeta de su mano y disparó al polvo.

Tonto.