1LDK Soshite 2JK (NL)

Volumen 2

Capítulo 8: La Confesión Y La JK

Parte 3

Kanon y Himari han tomado el tren y llegaron al centro de la ciudad.

—¡Uguah! Hay mucha gente —ante tal cantidad de gente, Himari deja salir una voz de sorpresa.

La calle frente a la estación está tan llena de gente que sus hombros casi se tocan.

El lugar del trabajo a tiempo parcial de Himari también está cerca de una estación que tiene una buena cantidad de tráfico, pero no tanto como este.

—Es porque es sábado. Ten cuidado de no perderte. No tienes un smartphone, Himari.

—Ci-cierto…

Himari tiembla mientras se pega fuertemente a Kanon. Las dos se agarran firmemente del brazo.

—No, es difícil caminar cuando estamos pegadas de esta manera.

—Pe-pero no quiero ser una niña extraviada…

—Vale, vale. Entonces, de esta manera, solo sepárate un poco. Kanon sostiene la mano de Himari con firmeza.

La expresión de Himari, que ha sido de susto hasta ahora, finalmente vuelve a su modo habitual.

—Entonces, ¿vamos?

—Sí.

Ambas comienzan a caminar a través de la ola de personas.

No han hecho ningún plan específico sobre a dónde ir o ninguna otra cosa.

«¡Himari!, ¿trabajas mañana?».

«¡¿Eh?! Descanso, ¿por qué?».

«¡Entonces, vamos a divertirnos las dos!».

«Sí».

Fue un simple plan al azar que decidieron con un ligero entusiasmo ayer.

Por supuesto, Kanon invitó a Himari con una genuina emoción de querer divertirse juntas.

Pero también es cierto que hay mezclado algo «no genuino».

Recientemente, una sensación nublosa se ha estado acumulando en el pecho de Kanon.

Quiere a Himari.

Para Kanon, que estaba ansiosa por vivir a solas con Kazuki, Himari apareció en tan buen momento que llegó a pensar que era un ángel.

A pesar de que era una completa extraña, recuerda que se sintió aliviada ese primer día solo porque era alguien del mismo sexo.

Así que, sí, quiere a Himari.

Más bien, es alguien importante ahora.

Siempre reacciona con honestidad y es espontánea, pero, cuando llega el momento determinante, no se acobarda.

A pesar de que Kanon quiere tanto a Himari, hay una cosa que la insatisface.

El hecho de que oculte secretos.

Si lo piensa, todavía no sabe el verdadero nombre de Himari.

Ni siquiera sabe la dirección de su casa; mucho menos la de la escuela.

Y la razón de la falta de ánimo de Himari desde hace unos días sigue siendo desconocida.

Intentó preguntándole casualmente a Kazuki «¿conoces la razon?», pero él solo negó con la cabeza en silencio.

Tiene la ligera esperanza de que tal vez averiguará algo relacionado con eso mientras deambula por la ciudad junto con Himari.

Entran en un edificio comercial que queda de frente a la avenida principal.

Por el momento, deciden pasear por ahí y vitrinear.

Hay una tienda de ropa, una de artículos generales, una cafetería y un restaurante, así que probablemente no se aburrirán.

—Guah. Mira, Kanon-chan. Esa ropa es muy linda.

—Oh, de verdad. Se vería bien en ti, Himari.

—¿Ehh, en serio?

—Sí. Yo no encajo mucho en ese tipo de ropa linda, eh.

—¿Te parece? Sin embargo, creo que Kanon-chan también se vería bien.

—Imposible, imposible. De ninguna manera.

Después de seguir caminando por un tiempo mientras charlan tontamente de esa manera, llegan al frente del área de venta de ropa para hombre.

Las dos antes habrían pasado por esa área de ventas sin prestarle atención.

Pero hoy ambas se detienen frente a esta al mismo tiempo.

—Mira esta corbata. Es un diseño de pingüino.

Al frente de donde señala Kanon, se exhibe una corbata que tiene impresas varias ilustraciones de un pingüino adorable.

Está multicoloreada con azul claro, rosa, verde y blanco.

Es un producto de marca, y, contrario a su apariencia laxa, el precio indicado es bastante considerable.

—¿Se verá bien en Komamura-san?

—Ah, ja, ja, ja. Es demasiado cute para Kazu-nii.

—Pero inesperadamente podría verse bien.

—Recibiría un montón de tsukkomi si fuera con esto a la oficina.

Ambas están animadas frente a la corbata, pero de repente el rostro de Himari se vuelve sombrío.

—¿Qué pasa, Himari?

—Oye, Kanon-chan… —Himari hace una corta pausa. Es como si dudara un poco en sacar las palabras.

Kanon no la presiona, y solo espera. Finalmente, Himari murmura en voz baja:

—No sé qué hacer…

—¿Sobre qué?

—Sobre Komamura-san…

Por un instante se le corta la respiración a Kanon.

De ninguna manera se esperaba que Himari sacara este tema.

—Bueno, yo… La verdad, es la primera vez… que me enamoro de un hombre…

—Eh, ah…

La palabra «enamorar» deja a Kanon en shock, tanto que se sorprende de sí misma.

Ciertamente, es consciente de los sentimientos de Himari, pero es la primera vez que los escucha claramente en palabras.

Una vez más, emociones muy mezcladas empiezan a arremolinarse dentro de Kanon al ser expresadas en palabras.

—Pero tal vez no estoy siendo tomada en serio por Komamura-san… Él no me ve de esa manera —Himari dice lo mismo de aquella vez que estaban en el futón y dejó que sus sentimientos se filtraran.

Eso también aplica para Kanon.

Lo entiende. Kazuki ha sido constante al tomar su posición como

«guardián».

Eso es doloroso, pero, aun así, no quiere mentir sobre sus propios sentimientos.

Piensa en ello mientras mira los ojos vacilantes de Himari; entonces, ella

continúa de nuevo sus palabras:

—Porque aún no soy adulta…

El rostro de Himari, que sonríe débilmente, parece tan triste y adolorido. Entonces, Kanon también se siente adolorida.

Tuvo la ilusión óptica de que Kazuki se lo dijo directamente.

Y así se da cuenta de que esta es la razón por la que Himari no se ha sentido bien en los últimos días.

Tal vez Kazuki le dijo algo cuando ella estaba en el baño.

Sin duda, creía que algo le había pasado en su trabajo a tiempo parcial, pero ha llegado a la idea de que las únicas cosas que podrían poner a Himari en tal estado de depresión serían o bien algo relacionado con su familia o bien con Kazuki.

—…

Por un momento se miran fijamente en silencio.

Himari también debe ser consciente de los sentimientos que Kanon tiene por Kazuki.

Por eso, Kanon no sabe qué decir.

Pero, si simplemente guarda silencio, sabe que los sentimientos negativos se harán cada vez más grandes.

—¡Oh, ya es suficiente! ¡Después de todo, no se me da bien esto! —dice Kanon de repente con una voz fuerte y se rasca la cabeza con rudeza.

—¿Eh, Kanon-chan?

—¡Himari! ¡Comamos algo dulce para cambiar de humor! ¡Un parfait, un parfait o un parfait, ¿qué te gustaría?!

—Realmente quieres un parfait, ¿verdad?…

—¡C-como sea! ¡Calmémonos un poco reabasteciéndonos de azúcar!

¡Vamos! —Kanon comienza a caminar, cogiendo la mano de Himari.

La fuerza de su agarre es mucho más fuerte que antes. Esra rudeza tal vez es agradable para Himari ahora.

Ella sonríe ligeramente, pero Kanon no lo nota porque está mirando hacia adelante.

Los parfait de fresa que ordenaron fueron colocados delante de Kanon y Himari.

Los colores blanco, rojo y rosa contrastan maravillosamente en un contenedor de vidrio de forma triangular invertido y alargado.

—Itadakimasu. —Kanon excava animadamente el helado de encima con una cuchara larga hecha especialmente para los parfait.

Entonces, sin dudarlo le da un mordisco al gran trozo de helado.

—Mmm, frío.

Con las mejillas presionadas, la cara de Kanon se ve tan feliz que hace pensar que ha vivido para este momento.

Himari, que ha quedado boquiabierta ante el gran bocado de helado que Kanon se comió, vuelve a sus sentidos, y también se llena la boca.

Ambas están en la esquina de una cafetería de estilo abierto.

Como es un día festivo, los asientos están prácticamente llenos de mujeres jóvenes como Kanon y Himari.

—En resumen, Kazu-nii no está interesada en las niñas, ¿verdad?

Ante el abrupto comentario de Kanon, los hombros de Himari se contraen.

—En efecto… De eso es de lo que hablo… Kanon le da medio mordisco a la oblea.

—Pero seremos adultas un poco después de que nos graduemos del instituto, ¿verdad? Así que no creo que vaya a cambiar tanto incluso ahora.

Con esas palabras, las pupilas de Himari se ensanchan.

Kanon pone el helado en el resto de la oblea y luego da otro mordisco.

—Para empezar, no creo que exista una frontera clara y distintiva para la «adultez».

—¿Eh?

—Uh… ¿Qué puedo decir? No es una cosa legal, sino una sensación, ¿no? No siento que una se vuelva adulta cuando cumple los veinte como por arte de magia… ¿Entiendes lo que quiero decir?

—Hmm… Entiendo la mayor parte de lo que quieres decir, Kanon-chan.

—¿En serio?

—Sí. Por ejemplo, cuando estábamos en la escuela primaria, los estudiantes de instituto parecían muy maduros, ¿verdad? Pero, cuando me convertí en estudiante de instituto, descubrí que mi mente no había cambiado mucho de como lo era en la escuela primaria… Y, sin embargo, era un hecho que me había convertido en una existencia llamada «estudiante de instituto». Tenía la sensación de no saber si realmente debería llamarme estudiante de instituto, o si mi título y mi mente no se balanceaban… Así es como me sentí. Eso es lo que intentas decir, ¿verdad, Kanon-chan?

Ante la declaración de corrido de Himari, Kanon queda sorprendida, olvidando por un rato llenar su boca con el parfait.

—¡Así es! ¡Eso es lo que quería decir! Eh, eres increíble, Himari… ¿Acaso leíste mi mente?

—No, no hay tal cosa como eso…

—Eso quiere decir que tú y yo estamos conectadas. Mm-hmm. Himari hace una pequeña sonrisa ante las palabras de Kanon. Simplemente está feliz por las palabras de Kanon.

«Hmm… Es solo que Kazu-nii no lo ve así porque somos “estudiantes de instituto”. Pero es poco probable que nosotras nos sintamos así tan repentinamente en el momento en que dejemos de serlo…».

Después de acabar de comerse la sección del helado, Kanon reflexiona mientras introduce la cuchara profundamente en la zona de la mermelada de fresa y el mousse.

—Después de todo, es mejor plantar las semillas mientras se tiene la oportunidad… Pero ¿qué debería hacer?

—¿Eh? —Himari se sorprende por el repentino soliloquio de Kanon. Kanon agita las manos en pánico.

—Ah, no es nada… Como sea, no creo que haya que rendirse todavía,

¿sabes?

Kanon se llena la boca con una cucharada de mermelada de fresa y mousse.

—Sí… Cierto. No me he confesado adecuadamente. Así que todavía puedo tener esperanzas… —Las mejillas de Himari se tiñen de rojo ligeramente.

Puede ser una solución provisional, pero parece haber animado a Himari por ahora.

Sin embargo, Kanon tiene sentimientos encontrados.

«Si lo pienso normalmente, esto significa que Himari es un rival en el amor,

¿no? ¿Por qué estoy haciendo esto?… Ni yo misma me entiendo…».

Aunque tenía la intención de distraerse de sus sentimientos comiendo el parfait, no está funcionando.

Cuanto más lo piensa, más cosas que le hacen sentir escalofríos se esparcen por su pecho, por lo que Kanon continúa comiendo el parfait, liberándose de los pensamientos.

—La forma en que Kanon-chan come tan seguido es tan linda…

—¿Eh?

Kanon no se daba cuenta de que el parfait se estaba acabando al doble de velocidad de lo que Himari estaba comiendo.

Después de dejar la cafetería, están en el arcade de la planta de arriba.

Miran alrededor de las máquinas de grúa una por una en medio de una avalancha de diferentes sonidos.

—Kanon-chan, mira este caramelo. ¡Es enorme!

—Heh. ¡Es realmente enorme! ¡Ya es una especie de broma!

Es entonces cuando se emociona al ver un caramelo de premio que es varias veces más grande de lo normal.

—¿Eh? ¡Es Kanon!

—Es en serio. ¡Yuju!

De repente es llamada por su nombre, y Kanon se gira vigorosamente.

Hay dos caras familiares, que parecen ser íntimas al estar alineadas una muy cerca de la otra.

—Son Yuiko y Urara.

Kanon se queda sorprendida ante la repentina aparición de dos de sus compañeras de clase.

Yuiko y Urara se acercan a Kanon y Himari mientras levantan unos breves gritos de emoción.

—Es la primera vez que nos encontramos con Kanon fuera de la escuela, ¿verdad? ¿Por casualidad vives cerca de aquí?

—No, nada de eso.

—Ya veo. Así que estás haciendo una pequeña excursión, ¿no? Entonces,

¿quién es esta chica?

La mirada de las dos se dirige hacia Himari.

Himari hace una ligera reverencia con una sonrisa torpe.

—Ah, verán…, esta chica se llama Himari… Es mi prima. Y es de la misma edad que nosotras.

—Eeh. Ya veo.

—¡Tan linda!

—G-gracias… Pueden llamarme Himari. Encantada de conocerlas — Himari decide seguir obedientemente el escenario «prima» que Kanon le ha dado tan de repente.

Piensa que eso la salvará de ser profundamente escudriñada.

—Encantada de conocerte. Soy Yuiko.

—Soy Urara. Es un placer conocerte, Himari-chan.

—Ambas son unas fervientes johnnyotakus.

—¿Eeh? —Los ojos de Himari se abren de par en par ante la explicación de Kanon.

Es un género diferente, pero tiene algo de afinidad con lo de ser «otaku».¹⁰

—Por cierto, ¿tienes un idol favorito, Himari-chan?

—No-no en especial…

—¡Hey! No intentes arrastrar a mi Himari a tu pantano. —Kanon sostiene de los hombros a Himari como si la estuviera protegiendo.

Yuiko saca la lengua y dice «lo siento, lo siento».

—Kanon, Himari, ¿tienen algún plan para después de esto?

¹⁰ «Otaku» en sí mismo tiene el significado de ser un «entusiasta» de cualquier cosa.

—Hmm, nada en especial. Solo deambular por ahí.

—¿Es así? Entonces, ¿por qué no nos hacemos una foto de purikura

todas?¹¹

Kanon y Himari se miran la una a la otra.

Himari asiente tímidamente. Aparentemente, no tiene ninguna oposición.

—¡Entonces, vayamos rápido!

—¡Vamos, vamos!

Las dos están muy emocionadas, y Kanon y Himari las siguen.

Las cuatro llegan al área donde están alineadas las cabinas de purikura, y de inmediato entran para tomarse fotos en varias poses.

Y, después de que salen las calcomanías, se trasladan a una pequeña mesa redonda instalada cerca.

—Himari-chan, ¿por qué estás siempre mostrando las manos?

—Ah, también pensé eso cuando nos tomábamos las fotos, ¿es tu pose favorita?

Yuiko y Urara preguntan mientras recortan los purikura con unas tijeras colocadas sobre la mesa redonda.

—¿Eh? Eso… Es que estas uñas son tan lindas que quería tomar un recuerdo. Pero las mariposas son muy pequeñas, así que no se pueden distinguir.

—¿Te gustan las uñas ahora?

—… Sí. —Himari sonríe un poco tímidamente cuando Kanon le pregunta.

Ahora que lo piensa, Kanon no sentía que se las hubiera cambiado desde que Yuuri trajo los esmaltes.

Si las miraba de cerca, se podía ver que las uñas habían crecido un poco y el color original de las uñas era visible en la base.

¹¹ Purikura: fotos en una cabina a las que después les haces adornos.

—Si te gusta tanto, las pintaré de nuevo para ti. Y todavía tengo un montón de las pegatinas que me dio Yuuri-san… —Kanon nota el cambio de expresión de Himari en medio de sus palabras.

Aunque está sonriendo, parece algo desolada.

—Si regresara a casa ahora, probablemente me metería en problemas…

—¿Eh? ¿Es así?

—Eres de una familia estricta, ¿verdad?…

—… —Kanon no puede decir nada.

Tal vez en la escuela de Himari estaba prohibida por completo este tipo de moda.

Pero tiene la sensación de que no es la única razón por la que Himari estaría en problemas.

Sus padres no aprobaron el sueño de Himari y tiraron sus herramientas arbitrariamente.

Kanon no sabe qué clase de personas son, ya que no ha oído la historia a detalle.

Aun así, ver una cara como esa de Himari no la hace tener muy buenos sentimientos.

Ha habido momentos en que Kanon sintió un vacío inexplicable al pensar en «yo no tengo padres».

Ni siquiera una vez ha tenido pensamientos de envidia hacia sus amigos o compañeros de clase.

Pero ahora que sabe que hay niños como Himari, que incluso con ambos padres no se sienten satisfechos, le hace tener emociones muy contradictorias.

Después de eso, las cuatro rondaron dentro del arcade jugando.

Tuvieron una fiera batalla en el hockey de aire, y se rieron tanto que incluso les dolió el estómago porque todas estaban permanentemente fuera de la pista en el juego de carreras.

Bebieron jugo de una máquina expendedora de vasos y se tomaron un descanso.

—Bien, iremos a comprar ropa. Hasta luego~.

—¡Hasta luego~!

Entonces, Yuiko y Urara se van. Al igual que cuando se las encontraron, van juntas a una distancia en la que sus hombros casi se tocan.

Solas de nuevo, Kanon y Himari se sientan en unas bancas que están espaciadas uniformemente en el medio del pasillo.

—Himari, siento lo de mis amigas tan de la nada.

—No es necesario. Fue muy divertido. Por cierto, esas dos se llevan muy bien, ¿verdad? Siempre estaban unidas la una a la otra.

—Sí. Bueno, siempre son así.

—Ya veo… La verdad es que es la primera vez que me tomo fotos de purikura. —Himari saca las fotos de purikura de su bolso y las mira fijamente, pareciendo feliz.

Kanon no puede evitar sonreír también.

—Ya veo… Entonces, me alegro.

Tanto Yuiko como Urara son del tipo que siempre irradia energía positiva, por lo que Kanon estaba un poco ansiosa, pero se siente aliviada al ver que Himari las acepta sin oponer ninguna resistencia particular.

—Himari…

—¿Hmm?

—Ah, no, nada…

Sobre Kazuki, sobre la familia, escuela y amigos de Himari y sobre el futuro.

Debe haber muchas cosas que quiere oír y decir, pero Kanon no puede expresarlas con palabras hábilmente.

Himari debe estar sintiendo algo mientras ve a esa Kanon. Las palabras caen de su boca:

—… A decir verdad, tengo un poco de miedo de ir a mi trabajo a tiempo parcial…

—¿Eh? ¿Qué pasa? No me digas, ¿te están molestando o algo así?

—No, no es nada de eso. Pero… salir así con Kanon-chan hoy me animó.

—¿En serio? ¿De verdad estás bien?

—Estoy bien. Gracias, Kanon-chan.

—Ya veo…

Como de costumbre, no le ha contado los detalles de lo que sucedió, pero, aun así, se alegra de oír eso de parte de Himari.

—Oye, Himari…, vengamos en otra ocasión a divertirnos, ¿vale?

—¡Sí! Cuando tenga otro día libre de trabajo.

Al ver a Himari sonriendo animadamente, Kanon piensa sinceramente que se alegra de haber venido hoy.

Justo cuando están a punto de regresar a casa, se dan cuenta de que está lloviendo.

Las dos miran al cielo paradas en la entrada del edificio.

—Aunque dijeron que había un treinta por ciento de probabilidades…

—¿Compramos un paraguas en esa tienda de conveniencia?

—Seguro…

Cuando salen corriendo del edificio comercial hasta la tienda de conveniencia de al lado, dicen con mucha emoción «¡me voy a mojar!» y «¡ja, ja, ja!».

Y, después de comprar un solo paraguas, entran juntas en este.

—Himari, vente un poco más hacia acá.

—Pero se mojarán tus hombros, Kanon-chan.

—Es lo mismo para ti.

—Entonces, apretémonos.

Caminan una cerca a la otra mientras uno de los hombros de cada una se moja.

De repente, Himari estalla en risa con un «fu, fu, fu, fu», por lo que Kanon ladea la cabeza en interrogación.

—También estamos pegadas como Yuiko-chan y Urara-chan hace un momento, ¿sabes?

—… Sí.

Kanon hace una pequeña sonrisa y pone fuerza en la mano para sostener el mango de la sombrilla.