1LDK Soshite 2JK (NL)

Volumen 2

Capítulo 8: La Confesión Y La JK

Parte 2

—Himari está extraña —en el momento en que Himari se está bañando, Kanon murmura eso con voz seria mientras ve un teledrama.

—¿Hmm?… —Yo estoy dándole una ojeada a las noticias del día en el smartphone, y levanto la cabeza ante esas palabras.

Unas cuantas arrugas se dibujan en la frente de Kanon, que está sentada en el sofá.

—«Extraña», ¿dices?

—Espera, ¿no crees que ha estado algo extraña desde que volvió hoy de su trabajo a tiempo parcial?

Repienso lo que me dice Kanon.

… Pero en el momento exacto en el que volvió Himari yo estaba en el baño.

Después de eso, solo le dije un simple «bienvenida a casa» a Himari, que estaba tomando la cena tardíamente. Himari estaba justo con las mejillas repletas de comida, y, sin decir palabras, asintió con la cabeza en repetidas ocasiones.

No tengo la suficiente información como para determinar si Himari está extraña o no.

—Bueno, solo hablé un par de palabras desde que volvió a casa. ¿A qué te refieres en específico?

—Hmmm… Es difícil explicarlo; sin embargo, hay algo diferente en su

atmósfera habitual… O, mejor, no está animada.

—Ya veo… Cuando Himari salga de la bañera, le echaré un vistazo cuidadoso.

—Mm-hmm.

Bueno, tal vez la persona en cuestión confíe en mí la causa de esa anormalidad.

Para comenzar, puede que sea una idea equivocada de Kanon. Pero, entonces, de repente recuerdo.

Cuando fuimos por un momento a la casa de Kanon y ella percibió los trazos de que Murakumo había entrado.

Si es por la aguda intuición de Kanon, puede que el margen de error sea poco…

Entonces, de repente Kanon deja salir en voz baja un «¡¿fuguah?!… Kanon está con el rostro enrojecido.

De inmediato entiendo la razón.

El teledrama ha entrado en una escena de amor.

Dos actores, un ikemen y una bella mujer, están medio desnudos sentados en una cama king size.

No he visto la historia hasta ahora, por lo que estoy fuera de base con relación a ella; sin embargo, se susurran algunas cosas siniestras, moviendo uno las manos por el cuerpo del otro.

El movimiento de sus manos es muy lascivo, y poco a poco su respiración se vuelve desordenada.

—…

—…

Tanto Kanon como yo deliberadamente evitamos mirarnos. Esto es… incómodo…

Muy incómodo…

Cuando era niño, era incómodo que comenzara una intensa escena de besos mientras veía en familia una película en la televisión de la sala de estar.

Y, cuando pienso eso y como si reprodujera mis pensamientos a la perfección, ambos se tumban en la cama y comienzan a besarse con intensidad.

«Clemencia, por favor, no más de esto…». En el momento en el que lo deseo, la escena se oscurece y se mueve a otra.

No fue una escena larga, de hecho; fue más bien una escena corta, pero

fue suficiente para cambiar el ambiente de la habitación.

En este momento, se escucha la puerta del baño abriéndose. Himari ha terminado.

Alarmado, inconscientemente giro la cabeza en dirección al baño. Por supuesto, Himari no va a salir hasta que se cambie de ropa. Al confirmar ese hecho, de alguna manera me siento aliviado.

Aunque no hago algo como para sentirme culpable, me siento de esa manera…

Cuando me dirijo de nuevo hacia la televisión, mis ojos se encuentran con los de Kanon.

La cara de Kanon, que antes ya estaba roja, se enrojece aún más, tanto que parece que saldrá vapor.

Entonces el teledrama pasa a comerciales.

El ambiente en la habitación cambia sutilmente debido a la animada narración, pero la incomodidad persiste.

—O-oye…

—¿Hmm?

—Ka-Kazu-nii… Eso… —Kanon corta sus palabras aquí.

Los comerciales cambian y comienza a sonar una elegante música clásica que he escuchado en algún lugar.

¿Es que está escuchando esa canción?

Justo cuando la canción se interrumpe, Kanon vuelve a hablar:

—¿Alguna vez has b-besado?

—¡¿…?!

Es una pregunta que me toma demasiado desprevenido.

No esperaba que la palabra «beso» saliera de la boca de Kanon, así que quedo muy conmocionado.

¡Santos cielos! No recuerdo haber criado a una chica así, eh. Esperen, yo no la crie desde el comienzo.

Estaba tan caótico que terminé haciendo un tsukkomi en solitario dentro de mi cabeza.

De todos modos, hay que relajarse. Esta es la parte en la que muestro un margen de madurez.

—Eso no… No…

¿A dónde ha ido el margen de madurez?

Terminé diciéndole algo de verdad de manera directa, ¿no?

Aunque ya estábamos a estas alturas, debí haberme dado algunos de aires como adulto aquí. Pero ya es demasiado tarde.

—¿E-es así?…

Probablemente no es mi imaginación que la cara de Kanon se ve aliviada en este momento.

—¿Nunca has tenido novia?

—Cuando estaba en la escuela me dedicaba de lleno a las actividades del club… No he conocido a nadie de esa manera desde que empecé a trabajar.

—¿Y Yuuri-san?

—No. Después de todo, es una simple amiga de la infancia.

—Hmmm… —Kanon responde de manera desinteresada, pero su rostro se ve extremadamente encantado.

No es para burlarse de mí, que soy un inexperto en varias cosas a esta edad.

Por eso he terminado deduciendo lo que siente Kanon.

Probablemente hubiera sido mejor que yo fuera más despistado en este aspecto, pero, desafortunadamente, no lo soy.

… ¿Es este un buen desarrollo?

No puedo corresponder a los sentimientos de ella. Está mal corresponder.

Porque soy un adulto.

—O-oye, si…

—He terminado de bañarme…

—¡¿Uhia?! —Los hombros de Kanon dan un sacudón, sorprendida ante la abrupta aparición de Himari en la sala de estar.

—¡¿Eeh?! Lamento haberte asustado.

—No es necesario. Estoy bien. ¡Entonces, entraré al baño!

Kanon agarra una ropa de cambio y se dirige rápidamente al vestidor.

Himari, que observa a Kanon apresurarse al vestidor en pánico, ladea ligeramente la cabeza en confusión.

—¿…? ¿Pasó algo?

—No, nada en particular… Tal vez fue porque vio una escena de terror en el teledrama —engaño a Himari apropiadamente para que no se dé cuenta de nada.

—Ah, ya veo. Kanon-chan no es muy buena con el terror.

Puede que arbitrariamente haya añadido un aspecto erróneo a la imagen de Kanon que Himari tiene.

Bueno, cuando fuimos a la casa de Kanon y pregunté si había un fantasma, extrañamente se asustó, así que siento que no es necesariamente errado.

De todos modos, es mejor dejar de lado el asunto de Kanon por ahora. Lo siguiente es Himari.

Mientras se seca el pelo mojado con la toalla, Himari enchufa el secador. Pretendiendo ver la televisión, miro de reojo a Himari.

Según lo que dijo Kanon, Himari ha estado actuando extraño desde que llegó hoy a casa.

Sin embargo, la interacción que tuvo ella hace un momento con Kanon tenía una atmósfera similar a la de siempre.

Mientras yo recuerdo eso, Himari enciende la secadora y comienza a secarse el pelo.

Cambio mi línea de visión a la televisión.

Si la miro demasiado, podría terminar sospechando.

El teledrama de antes parece haber terminado hace poco, y ahora están dando las noticias.

Por un tiempo me quedo mirando la televisión mientras continúo prestando atención a Himari.

Himari pasa un tiempo largo con el secador de pelo. Normalmente tarda unos diez minutos.

Pero en esto no es solo Himari, con Kanon es lo mismo.

Las mujeres con pelo largo parecen tenerlo difícil para secarlo… Pienso eso cada vez que lo veo.

Himari apaga la secadora y suelta un suspiro mientras se peina.

Ese suspiro se siente tan pesado como el plomo. Hasta ahora, Himari nunca había dado un suspiro tan pesado como este.

Si duda alguna esto es…

—¿Qué pasa?

—¿Eh?

—¿Qué fue ese gran suspiro?

—N-nada… Eso…

Pienso que Himari no es hábil mintiendo. Cada una de sus reacciones es honesta.

—… ¿Pasó algo en el trabajo?

—E-eso…

Cuando interrumpo con atrevimiento, Himari desvía la mirada flagrantemente.

Es muy fácil de leer…

Cuando las personas tienen problemas en el trabajo, por lo general es más por las relaciones personales que por las funciones.

Así que decido concentrarme en preguntar en esa dirección.

—¿Estás siendo molestada o algo así?

—¡N-no, no es eso! ¡Todos son buenas personas!

—Entonces, ¿cuál es el motivo?

—Uhh… —Himari da un pequeño gemido y luego baja los hombros pesadamente.

—… La verdad es que… un senpai del trabajo se me confesó…

—¿Eh?

Después de todo, no anticipé esa respuesta. Mis pensamientos se congelan por un momento.

Pero, ciertamente, a la vista Himari es objetivamente bonita. Además, es afable, buena y amistosa.

Teniendo en cuenta eso, no es ninguna sorpresa que Himari guste al sexo opuesto.

—Entonces, ¿esa cara larga es porque no es un tipo agradable?

—No. Más bien, es agradable y amable. Pero yo… —Himari levanta el rostro y me mira fijamente a los ojos.

Entonces, hace silencio. Pero no aparta la mirada.

Los ojos de Himari están ligeramente húmedos y temblorosos. Por alguna razón, pienso que esos ojos son hermosos.

Al mismo tiempo, puedo leer las emociones de su corazón.

—A mí, Komamura-san…

«… Está mal. No puedes. No digas una palabra más». Al instante, estoy pidiendo eso en mi mente.

Si termina por sacar las palabras, se desmoronará…

Este estilo de vida, esta relación entre los tres; definitivamente se va a desmoronar.

Los castillos de arena que construimos al borde del mar están siendo lentamente erosionados por el agua.

No puedo soportarlo, y aparto la mirada de Himari. Escapo.

Parece lo correcto ahora.

El silencio continúa por un tiempo.

En este momento, se escucha abrirse la puerta del baño. Es Kanon saliendo.

—Lo-lo siento… No es nada… —Himari se levanta y murmura—: voy a dibujar. —Y se va a mi habitación como si escapara.

Por ahora, no sé si esta sensación de alivio que siento es realmente lo correcto.

Himari no sale de mi habitación hasta la hora de acostarse.

Kanon me pregunta «¿qué te pareció Himari?», pero yo solo le respondo

«ciertamente, parece menos animada de lo habitual, pero no sé la razón».

Quiero olvidarme de la interacción que tuve con Himari recién.

«… ¿Estoy realmente seguro de eso?».

Me surge esa pregunta, pero me digo a mí mismo que está bien.

La habitación está totalmente oscura.

He estado dando vueltas acostado en la cama, no sé ya cuántas he dado. No puedo dormir en absoluto.

El rostro abatido de Himari de antes entra y sale de mi mente. Está mal. No debo recordar eso. Tengo que pensar en otra cosa.

Debo mentalizarme, y, entonces, antes de que me dé cuenta, mi conciencia se desvanecerá para mejo…

«¿Alguna vez has b-besado?». Abruptamente, las palabras de Kanon hacen estribillo en mi cerebro.

¿Por qué estoy recordando esas palabras en este momento? No entiendo el cerebro humano.

Como sea, mis circuitos de memoria siguen expandiéndose.

… Ciertamente, no lo he hecho.

Hasta ahora no he tenido una relación con una mujer. No, sin embargo…

—Nos tomamos de la mano… —de repente, recuerdo. Cuando estaba en la escuela primaria, con Yuuri.

Fue en el camino a casa desde la escuela. En una temporada de frío.

Mientras íbamos de camino a casa, jugábamos a avanzar dando unos cuantos pasos solo cuando alguno ganaba en patear lejos una piedra o en el piedra, papel o tijera; el sol se había puesto por completo.

Caminábamos uno al lado del otro en un camino con poca gente y oscuro.

Como era de esperarse, cuando oscureció, Yuuri y yo comprendimos que era malo.

«Ha oscurecido, ¿eh?», Yuuri murmuró brevemente, ya que no pudo soportar el silencio.

«Sí».

«Puede que mamá se enoje».

«… Cierto».

«Qué mal… Tengo miedo…».

«… Sí».

Arrastrado por las palabras de Yuuri, me deprimí, ya que me imaginé la figura de mis propios padres enojados conmigo.

Después de un momento de silencio…

«Tienes las manos frías, ¿eh?…».

De repente, Yuuri agarró mi mano.

Estaba muy sorprendido y avergonzado, pero no sacudí la mano.

Al mismo tiempo sentí como brotaron algunas cosquillas en mi pecho, pero rápidamente pretendí no verlas.

Pensé de inmediato que Yuuri quería disfrazar el miedo de su corazón ante el hecho de ser regañada.

Y, por supuesto, mis manos estaban frías.

Pero las manos de Yuuri estaban mucho más frías.

Así que pensé que hizo esto para calentarlas tanto como fuera posible. Pero ahora, casi veinte años después, finalmente me doy cuenta.

No, debería decir que finalmente puedo verlo sin apartar la mirada.

No fue porque tuviera miedo o frío que Yuuri me cogió la mano esa vez. Eso es solo racionalización.

Estoy seguro de que es solo una excusa. Yuuri genuinamente…

—…

No me he cogido de la mano con Yuuri desde ese día y ella tampoco me ha dicho nada.

Entonces, ¿qué pensará ahora?… No, está mal más de esto.

Eso fue hace casi veinte años, para empezar. ¿Cómo es que estoy pensando eso ahora?

Rápidamente termino avergonzándome. Me cubro la cabeza con el edredón y cierro los ojos.

El cielo hoy está ligeramente nublado.

Una mañana de sábado ligeramente oscura.

—Entonces, nos vemos más tarde.

—Vale.

Estoy despidiendo a Kanon y Himari, que se están poniendo los zapatos en la entrada.

Parece que las dos saldrán a divertirse en la ciudad solo ellas. Es la primera vez que lo hacen solo las dos.

—¿No deberían llevar paraguas?

—No… El pronóstico del tiempo dijo que había un treinta por ciento de probabilidades. Si llueve, lo compraré en la tienda de conveniencia.

—Ya veo. Tengan cuidado.

—Sí —responden adecuadamente y luego salen. El silencio aparece en la solitaria habitación.

Pensándolo bien, es la primera vez que pasaré un día de descanso solo desde que las dos llegaron.

En solitario después de un tiempo…

Quedo perplejo conmigo mismo al sentirme incómodo con eso a pesar de que no hace mucho era natural una vida en la que estaba solo en casa.

Esto no era una buena señal.

Esta de ahora es una situación especial, y eventualmente llegará el momento en que regresaré a mi estilo de vida original…

«Bruuuuuu».

—¡¿Uoh?!

De repente, el sonido proveniente de la nevera interrumpe mis pensamientos y hace que sacuda un poco los hombros involuntariamente.

«¡No, no dejes que el sonido de la nevera te asuste!». Pero…

No he prestado atención a los pequeños sonidos del día a día como este desde que ellas dos llegaron.

Una vez más, cuando miro la sala de estar y la cocina vacías, se siente más grande que de costumbre.

… Mal, mal, muy mal. ¿Qué pasa con eso de ponerme sentimental?

Más importante, necesito pensar en lo que comeré hoy.

Es un fastidio cocinar… Hacía tiempo que no voy a comer ramen, ¿no?

Mientras miro mi billetera, que está un poco desolada porque les di la mesada a las dos, pienso en algunas tiendas para comer.