1LDK Soshite 2JK (NL)

Volumen 2

Capítulo 10: La Confesión Y Yo

Después de terminar las lecciones y la limpieza, Kanon mira indiferente al exterior por la ventana con el mentón apoyado sobre las manos.

Hoy también en la hora de la clase de asesoramiento se avanza en los preparativos para el festival cultural. Se discute sobre agregar un elemento más al menú.

Ciertamente, habría muchas bebidas, pero Kanon piensa que es un poco desolado que lo único que habrá para comer sea chifón.

Sin embargo, ¿qué más tienen para ofrecer?

Muchos de los chicos dijeron «curry», pero eso fue descartado porque las otras clases lo servirán en estands.

Si se habla de comida de una cafetería, Kanon piensa que el parfait es obvio, pero, considerando el tiempo y el costo de hacerlo, sería imposible.

Al final, siguen sin llegar a ningún acuerdo.

Entonces, cuando repasa las palabras «café de maids», el lugar del trabajo de Himari de repente cruza por la mente de Kanon.

«Tal vez reciba alguna pista… Si le dijera a Kazu-nii, ¿me acompañaría?».

Supone que, como tiene la palabra «café» adherida, el menú no será diferente del de una cafetería normal.

Cuando piensa en ello, de repente siente una picazón de impaciencia.

Es la primera vez que está tan motivada por un festival cultural. Pero, extrañamente, no le disgusta tal versión de sí.

«Tal vez me pase por la oficina de Kazu-nii para consultarlo con él en lugar de ir directamente a casa».

Hace un tiempo oyó de la ubicación de la empresa de Kazuki, así que podría llegar mirando la aplicación de mapas del smartphone.

En lugar de esperar a Kazuki en la estación, está muy tentada de ir hasta la oficina.

Desea jugarle una broma a Kazuki, preguntándose el tipo de cara que pondrá cuando la vea delante de su oficina, y, sobre todo, quiere estar a solas con Kazuki el mayor tiempo posible… Cuando se da cuenta de ello, repentinamente se avergüenza y entierra la cara en el maletín que tiene sobre el escritorio.

«Uhhh, mal, mal. Debo tranquilizarme. De todos modos, primero tengo que averiguar cómo llegar a la oficina de Kazu-nii».

Aún con las mejillas ruborizadas, Kanon saca el smartphone del maletín. Pero antes de abrir la aplicación de mapas abre las de redes sociales como un hábito suyo.

—¡¿…!?

Mientras mira «esa pantalla», por un tiempo Kanon se queda paralizada como piedra.

***

Hoy terminé mi trabajo en el período regular. Cuando salgo como siempre de la oficina, Yuuri me está esperando afuera.

Me he acostumbrado por completo a esta escena ahora, ya que ha sucedido unas cuantas veces.

Sin embargo, no querría que Isobe u otra persona del departamento de contabilidad la vieran. Podrían hacer malentendidos con ella.

Como sea, seguro trae más provisiones para las dos, lo que es simplemente un alivio.

—Kazuki-kun. Otsukaresama.

Como lo anticipé, Yuuri tiene una sofisticada bolsa de papel en la mano. Pero me siento algo incómodo con esta Yuuri.

—Hoy compré unos muffins~. Tienen un aroma muy apetitoso~ —su voz se prolonga más que de costumbre. Tiene las mejillas ligeramente más rojas y una expresión sonriente que no se aproxima a la habitual.

Esto, ¿será posible…?

—Yuuri… ¿Podría ser que estás ebria?…

—Ah, ¿te diste cuenta? No tanto así. A decir verdad, recibí un correo diciendo que pasé la primera entrevista que tuve el otro día~. Cuando se lo dije al gerente, me dio una botella de vino para mí después de que terminara el trabajo de medio tiempo. Fu, fu, fu. A pesar de que todavía hay una segunda entrevista, el gerente de la tienda es muy anticipado~. Si fallo en la siguiente, será muy lamentable, ¿verdad?

¿Es por eso por lo que está borracha?

Yuuri trabaja actualmente a tiempo parcial en una cafetería, pero también busca otro trabajo.

Empezó a buscar un nuevo trabajo justo después de que su antigua empresa quebrara, pero no pudo encontrar uno que se ajustara a sus aspiraciones.

Entonces, empezó a trabajar en la cafetería actual porque se sentía un poco frágil emocionalmente y quería algo de dinero de inmediato, aunque fuera una cantidad pequeña por ahora.

—Lo harás bien en la próxima entrevista.

—Sí, gracias. Lo tengo visualizado —Yuuri responde, riéndose de nuevo.

Parece divertirle emborracharse desde una hora temprana. Estoy un poco celoso, ya que me he abstenido de beber al mediodía desde que ellas dos llegaron.

De cualquier manera, comenzamos a caminar en dirección a la estación.

Mientras caminamos, noto que Yuuri me mira fijamente a la cara.

—¿Q-qué pasa?

—Kazuki-kun. Después de todo, has cambiado, ¿sabes?

—¿Cambiado?…

—Sí. Desde que empezaste a vivir con Kanon-chan y Himari-chan —me lo dice mientras entrecierra los ojos con todo descaro.

—¿E-es así?

—Así es~. Tu apariencia se ve mejor que antes. Además…

—¿Además?

—Ya casi no vienes al establecimiento… —Yuuri agacha la cabeza con una mirada algo triste.

Por alguna razón, una espina de culpabilidad se genera y me pincha en el pecho.

—Te lo había mencionado antes, sin embargo. Es porque tengo que ahorrar dinero…

—Sí, lo entiendo. Lo entiendo~. Pero, aun así, te extraño…

—Eh…

Estoy perplejo.

Honestamente, tengo sentimientos de felicidad, de vergüenza y algo de culpabilidad.

Pero, aun así, la borracha Yuuri es, de alguna manera, muy honesta… Esperen, no es como si normalmente no fuera honesta.

«Ahora que lo pienso, no he ido a un bar antes junto con Yuuri…»; mientras pienso eso, miro el perfil de Yuuri, que hace pucheros.

En la esquina de un callejón, Yuuri se detiene de repente.

—¿Yuuri?

Aunque avanzo unos pasos, Yuuri se queda inmóvil detrás de mí, sin cambiar su línea de visión.

—¿Qué pasa tan de repente?

—Ah, lo siento. Es que vi pasar un gato, y me quedé mirándolo —dice Yuuri con una sonrisa y me alcanza dando una pequeña carrera.

También miro en la dirección que Yuuri estaba viendo, pero la figura del gato ya no está.

¿Era un gato callejero? Bueno, sé lo que se siente quedarse mirando sin querer.

Mientras seguimos caminando, se pueden escuchar las voces animadas de los niños.

El edificio de la compañía está situado a lo largo de un camino un poco al interior de la calle principal, por lo que hay bastantes apartamentos seguidos.

En un pequeño parque adjunto a uno de esos apartamentos, hay chicos de una edad de estar en la escuela primaria corriendo alrededor.

Dos de ellos captan mi atención. Ambos llevan keikogi blanco.

—Me pregunto si harán judo o karate~ —Yuuri los nota, y murmura eso.

—Es difícil saber solo con mirar el keikogi.

Uno es cinturón blanco y el otro cinturón amarillo.

No hace mucho que comenzaron… Eso es todo lo que puedo deducir.

¿Están jugando de camino a casa después de las clases?

La esquina de mi boca se levanta al recordar cuando estaba en la escuela primaria y mi madre me regañaba: «no vayas a jugar con tu keikogi puesto, lo ensuciarás».

Estoy seguro de que esos dos están ahora llenos de deseos y están practicando duro.

—Les deseo la mejor de las suertes —en el momento en que lo susurro, siento un dolor punzante en el pecho—. Porque yo no era tan bueno.

—Kazuki-kun…

No pude evitar autodespreciarme.

Puede que sea la primera vez que suelto un pensamiento que llevo en mi corazón desde hace mucho tiempo.

Así es, no era lo suficientemente bueno.

Practiqué mucho, hice ejercicios, perseveré; tenía aspiraciones…

Y aun así no me volví una persona especial.

Descubrí que era una persona que desde el principio «no lo tenía».

Por naturaleza, por medio de las artes marciales también se forja la mente. Ni siquiera eso se me daba bien.

Se rompió con facilidad.

Y, si realmente hubiera amado el judo, habría seguido haciéndolo, aunque conociera mis limitaciones.

Durante un tiempo, el único sonido es el de los pasos en el asfalto. Me arrepiento de haber dicho las palabras.

—Lo siento. Fue algo de hace mucho tiempo.

—… Lo sé.

De repente Yuuri se detiene.

—¿Eh? —Dijo algo poco claro, y yo, por reflejo, quedo sorprendido—. ¿De qu…?

—Sé lo duro que trabajaste y lo serio que eras al respecto, Kazuki-kun.

La expresión con la que Yuuri me mira fijamente a los ojos es muy seria, diferente de la que hacía hace un momento.

Por alguna razón, siento algo de dolor en el pecho mientras me mira.

Cuando me iba a entrenar, salía por la entrada y mis ojos se encontraban con los de Yuuri, que jugaba afuera.

Recuerdo su figura entonces despidiéndome mientras agitaba la mano y decía «que tengas un buen día».

Y, cuando tenía un encuentro, ella y su hermano venían expresamente a verlo.

—Siempre te he estado observando…

Inmediatamente después de decir eso, un hilo de lágrimas cae de los ojos de Yuuri.

Entro en pánico.

No sé por qué Yuuri está llorando ahora.

¿Yuuri es de las que lloran cuando beben? Y, aunque así sea, ¿por qué razón?

—Err, ¿Yuuri…?

Yuuri continúa hablando mientras se seca las lágrimas con los dedos:

—Kazuki-kun no es una falla. ¡No digas que eres una falla! Porque, si Kazuki-kun es una falla, yo seré una peor…

Cada vez estoy más confundido. No puedo entender sus palabras.

Son diferentes a los números, no son nada claras.

Las lágrimas que se derraman de los ojos de Yuuri no se detienen. Aun así, con esos ojos húmedos, Yuuri mira directamente a los míos.

—No tenía nada a lo que me dedicara en cuerpo y alma como Kazuki-kun. No había ningún «algo» en lo que pudiera trabajar duro. Realmente nada. Por eso estaba celosa de la dedicación de Kazuki-kun al judo… —Yuuri gimotea y luego continúa—: Me pareció que eras genial.

Son unas palabras inesperadas.

Realmente no sabía que Yuuri pensara de esa manera con respecto a mí.

—Eso… Graci…

—Te amo —dice Yuuri con fuerza, interrumpiendo mis palabras. Parece que el tiempo se ha detenido.

El viento sopla, y el pelo de Yuuri se eleva con facilidad.

—… Eh.

—Siempre te he amado…, Kazuki-kun. Desde mucho antes que ellas dos. La segunda vez que dice «te amo» su voz tiembla.

Mi corazón y mi cabeza están prácticamente en blanco. No tengo la menor idea de qué decir.

Es realmente inesperado.

—Yuuri…

—… Lo siento. Tengo que dejar de acompañarte por hoy. Aún estoy borracha. —Mirando hacia el suelo, Yuuri me ofrece la bolsa de papel que lleva—… Siento esto tan de repente —susurra con una voz que parece desvanecerse y luego comienza a correr hacia la estación.

Me quedo inmóvil en el lugar por un rato.

¿Qué es este sentimiento que ha comenzado a girar dentro de mí? Lo lamentable es que ahora no tengo ni la menor idea.

Solo el sonido de mi corazón acelerado resuena en mi cabeza.

***

Kanon se está dejando el alma corriendo.

Lo suficiente como para saber que su corazón late con violencia. Siente como se sofoca.

Pero la razón de esto no es solo por estar corriendo.

Después de terminar la escuela, Kanon obedeció su impulso espontáneo y llegó hasta el frente de la oficina de Kazuki. Sin embargo, no se unió a Kazuki.

Cuando Kanon llegó, Kazuki y Yuuri empezaban a caminar uno al lado del otro.

«Qué rayos, ¿por qué tiene que ser hoy?…».

Verlos a los dos juntos le hizo sentir un dolor en el corazón como nunca lo había sentido.

Si fuera la Kanon de siempre, habría comenzado a hablar con los dos sin ninguna preocupación. Debería haber sido capaz de hacerlo.

Pero hoy le fue imposible.

Cuando salió de la escuela, estaba muy emocionada de poder estar a solas con Kazuki, pero eso no se hizo realidad.

Vio que la sonrisa de Yuuri era más amable que de costumbre y, aunque

madura, era tierna; al mismo tiempo, sexi.

Había una intensa impaciencia en el corazón de Kanon. Entonces, de manera inevitable brotó en ella un complejo de inferioridad. Sintió que le mostraba la diferencia que había entre adultos y críos.

Sin embargo, Kanon aún no podía alejarse de ese lugar.

Tenía mucha preocupación acerca del tipo de conversación que estaban teniendo.

Kanon caminó secretamente detrás de los dos.

Entonces se dio cuenta de que Yuuri se giró muy repentinamente, y en pánico se escondió a la sombra de un camión de entregas que estaba parqueado.

Mientras se escondía, el corazón de Kanon resonaba más y más. Por un momento, sus ojos se encontraron con los de Yuuri.

Pudo ser que se hubiera equivocado. Tal vez la otra parte no la había reconocido.

Pero, después de todo, podría haberse dado cuenta.

«Tal vez debería ya dejar de espiarlos».

Pero en el corazón todavía tenía una gran preocupación por aquellos dos. Después de todo, no podía evitar sentir interés acerca de lo que ellos estaban hablando.

Kanon respiró profundamente una vez, y luego decidió seguirlos de nuevo.

Cuando los dos pasaron por el parque, Kanon se dijo «ahora es la oportunidad», y cruzó a través del parque para cerrar la distancia con ellos.

Se acercó a ellos con cautela, mientras se escondía en un árbol de ginkgo. Entonces la escuchó.

La confesión de Yuuri.

Los sentimientos que ella había tenido durante mucho tiempo.

En el momento en que escuchó eso, una sensación escalofriante golpeó a Kanon, como si le hubieran puesto hielo en la boca del estómago.

Antes de que se diera cuenta, se halló a sí misma alejándose del parque a toda velocidad.

Kanon está corriendo frenéticamente.

La idea de «no sé cómo, pero tengo que llegar a casa antes de que Kazuki lo haga» se ha apoderado de su mente.

Por eso tiene que llegar a la estación más rápido que Kazuki.

«Tengo que llegar a casa primero y darle la bienvenida a Kazuki como siempre, como si nada hubiera pasado…».

Cuando piensa eso, por alguna razón los bordes de sus ojos se calientan bastante.

Kanon sale a la avenida principal y sigue corriendo mientras zigzaguea a través de las olas de gente.

De inmediato encuentra una señal de referencia, por lo que llega hasta la estación sin perderse.

Tan pronto se apresura en el tren, apoya las manos sobre las rodillas y respira repetidamente de manera agitada. Los ojos de la gente que la rodea están enfocados en Kanon, pero finge no notarlos ahora.

Quizá porque corrió de veras demasiado, un sabor como la sangre le sube por la garganta y se le extiende por toda la boca.

El sabor es muy desagradable, y quiere que desaparezca rápidamente.

***

—Ah, bienvenido a casa, Komamura-san.

—… Bienvenido a casa.

Las dos me saludan cuando llego a casa, como es habitual.

«Siempre te he amado…, Kazuki-kun. Desde mucho antes que ellas dos». Ahora mismo, las palabras de Yuuri revolotean por mi cabeza.

Así que no puedo responderles a las dos.

… Pero no debo pensar en eso ahora. Honestamente, es una sobrecarga.

Sacudo la cabeza ligeramente para borrar la imagen de Yuuri.

—Esto es de parte de Yuuri.

Por ahora, pongo sobre la mesa la bolsa de papel que me dio.

—Ah, así que se reunió con Yuuri-san. ¿Qué hay dentro?

—Dijo que muffins.

—¡Guah! ¡Me muero por probarlos!

—… Ya veo.

Mientras por un lado hacen que los ojos de Himari brillen, la reacción de Kanon es apática.

Normalmente, hubiera sido la primera en saltar sobre ellos. Me pregunto qué le pasa. Tal vez Kanon esté cansada por todos los preparativos para el festival cultural.

—Hmm, esperen. Hay algo más en la parte de abajo.

Himari saca de la bolsa de papel una caja blanca que estaba aparte de la caja que contiene los muffins.

—Estas… ¿son toallas?

—Toallas de baño. ¡Qué lindas!

Hay alineadas dentro de la caja tres toallas de baño de diferentes colores enrolladas. Tienen impresos muchos dibujos de pequeñas ovejas.

Ciertamente, son artículos de uso doméstico simples, pero estoy agradecido por ellos. Ha incrementado el número de toallas de uso desde que empecé a vivir con ellas dos.

—Ya que son de diferentes colores, podemos elegir cada uno la suya para su uso personal, ¿vale?… ¿Tomaría la azul, Komamura-san?

Sin decir palabras, asiento con la cabeza.

—¿Y tú, Kanon-chan?

—Yo tomaré la beige.

—Entonces, yo me quedo con la rosa. Quiero usarla lo antes posible después de mi baño de hoy —Himari dice esto mientras se coloca la toalla en la mejilla y disfruta de la suavidad.

—Hey. Las nuevas se deben lavar una vez antes de usarlas.

—¿Hmm? ¿Es así?

—Así es. De lo contrario, la absorción de agua será mala. Tiene adherido almidón, ¿sabes?

—En efecto… —responde Kanon mientras asiente con la cabeza ante una Himari sorprendida.

Es en esta área en donde se aprecia la altura de las habilidades ganadas en la vida por Kanon.

—Por eso, encárgate de ellas cuando hagas la colada mañana. Ah, no es necesario que agregues suavizante, ¿vale?

—Sí, entendido.

Mientras escucho la conversación de las dos, me dirijo al baño.

—Lo siento, me voy a bañar de primeras, ¿vale? Estoy un poco cansado

hoy.

—Ah, sí, entendido… —Himari responde con una expresión de confusión.

Kanon no dice nada, pero sus cejas están claramente bajadas. Tal vez yo esté emitiendo un aura diferente de la habitual.

Pero no tengo la cabeza como para ponerme a guardar las apariencias, así que cierro la puerta del baño sin decir nada.

—Haa…

Mientras estoy sumergido en la bañera, me froto la cara repetidamente con las manos mojadas.

Desde que Yuuri y yo nos separamos, mi cabeza y mi corazón han estado inquietos.

Me considero una persona un poco despistada en cuanto a los sentimientos de los otros.

Pero, de hecho, soy consciente de los sentimientos que Kanon y Himari tienen hacia mí.

Incluso así, no lo esperaba de Yuuri…

Entonces, recuerdo los viejos tiempos, aquella vez que nos tomamos de la mano.

Ciertamente, fue una muestra de afecto, ¿verdad?

Pero no me di cuenta de que Yuuri seguía sintiendo lo mismo por mí veinte años después.

… ¿No lo había notado?…

De repente me siento incómodo con mis pensamientos.

—No, no… Tal vez…

Tal vez realmente lo sabía. Pero inconscientemente traté de no notarlo.

Puse un filtro en mi corazón.

Confié ciegamente en el sentido de seguridad que envuelve al término

«amiga de la infancia».

Sin embargo, ¿«te amo»?

En contraste con la felicidad que siento por la repentina llegada de mi

moteki, simplemente no puedo hallarme a mí mismo complacido.

¿Cómo debería responder a Yuuri?… Realmente no lo sé.

—Después de todo…, son veinte años, ¿eh? Es mucho tiempo como para decirlo.

Y, aunque éramos amigos de la infancia, no es como si Yuuri y yo hubiéramos seguido siempre juntos.

Hubo un tiempo en el que se creó la distancia.

También un tiempo en el que estuve consciente de ello… Ciertamente, fue algo del pasado.

Pero ahora…

Yuuri es como parte de mi familia.

El tiempo es algo cruel. Con seguridad, las emociones que solía tener ya están alteradas.

«Sé lo duro que trabajaste y lo serio que eras al respecto, Kazuki-kun».

«Siempre te he estado observando…». La voz de Yuuri se repite en mi cabeza.

Estas palabras realmente, honestamente, me hicieron feliz. Pero…

¿Cómo debo comportarme con Yuuri de ahora en adelante?

Lo pienso durante un tiempo en la bañera, pero al final no tengo una respuesta.

Cuando salgo del baño, ya la cena está puesta sobre la mesa.

Para hoy es un salteado de carne y verduras, sopa china y ensalada.

—Se tomó su tiempo. ¿Estuvo durmiendo?

—Hmm, bueno…

—Vale… —Kanon responde de manera muy desinteresada y luego saca una cerveza baja en malta del refrigerador y la pone sobre la mesa.

Miro el reloj, y aparentemente estuve en la bañera durante cuarenta minutos.

No es de extrañar que me sintiera mareado.

—Parece agotado, ¿sabe?… Acuéstese temprano, por favor.

—Gracias por la preocupación. Lo haré.

Tomo asiento y cojo los palillos. Mirándome como si quisiera comentar algo, Kanon dice «oye…».

—¿Qué pasa?

—Ah, verás… Es un poco incómodo decirlo cuando estás cansado, Kazu- nii, pero… —Kanon me muestra tímidamente la pantalla de su smartphone.

En la pantalla se muestra una charla por medio de mensajes de una red social.

Pero solo hay mensajes enviados por el lado de Kanon. La sección del nombre de la otra persona indica «Mamá».

Al parecer, Kanon ha enviado mensajes con unas cuantas palabras todos los días a mi tía.

Pero sobre la pantalla no se proyecta ninguno del tipo «¿dónde estás?», sino meramente de asuntos triviales como lo que hace en la escuela o lo que come.

—De hecho, hasta ayer no los había leído en absoluto… Pero, cuando miré hoy, estaban en estado de leídos.

Quedo sorprendido y luego miro una vez más la pantalla con más atención. En efecto, cada mensaje tiene la palabra «leído» adjunta.

—Aunque, como siempre, las llamadas no salen… Kazu-nii, ¿podría ir a echarle una ojeada a la casa mañana? Hay algo que quiero poner.

—¿Algo que poner?

—Sí, un boleto del festival cultural —Kanon lo dice sin dudarlo, como si no fuera la gran cosa, pero la atmósfera de la habitación se detiene por un momento.

—Se lo di el año pasado, pero no pudo ir por el trabajo. Pero, vamos, esta vez… no debería tener trabajo, ¿verdad? Así que pensé que, probablemente…

Aunque Kanon no ha destruido su actitud indiferente, yo —y probablemente Himari— siento cuánta esperanza hay puesta en esas palabras.

—Hmm, entiendo. En ese caso, voy a ir contigo.

—¿Seguro?

Asiento con la cabeza.

—Aunque será después de que termine mi trabajo. ¿Te parece si nos reunimos en la estación?

—Sí, está bien… Gracias.

Kanon hace una pequeña sonrisa, como si estuviera aliviada, y luego mira a Himari, pareciendo lamentarse.

—Lo siento, Himari. Puede que llegue a casa un poco tarde para la cena de mañana.

—Estaré bien. Ve sin preocupaciones.

De esta manera se ha decidido ir de nuevo a la casa de Kanon.

En la hora del almuerzo…

Después de terminar el almuerzo en la cafetería, me desplazo en solitario al rellano de la escalera de emergencias con el objetivo de hacer una llamada.

Es tranquilo aquí y la gente rara vez pasa.

El ambiente bullicioso de la hora del almuerzo fue completamente cambiado por la tranquilidad esparcida en la escalera de emergencias, donde parece que uno sería capaz de detectar el movimiento del polvo.

Un poco nervioso, encuentro el número de teléfono de mi padre en la agenda de contactos del smartphone, y lo toco.

Mi padre también trabaja, pero debería estar en su hora de almuerzo ahora.

Después de unos cuantos timbrazos, mi padre contesta sin decir su nombre con   : «sí, ¿qué pasa?».

—Lamento ser tan repentino. Me interesaba saber si has sabido algo sobre mi tía…

: «Hmmm…». Mi padre gimotea por un momento y luego: «he presentado una solicitud por desaparición, pero hasta ahora no ha habido ningún progreso notable».

—Ya veo…

: «Y no parece que la policía vaya a buscar solo porque haya presentado una solicitud por desaparición».

—¿Eh? ¿Te parece?

Es una información considerablemente impactante.

: «Sí. Parece que el tipo de personas que buscan son menores de edad, de edad avanzada o que tienen alguna discapacidad que les impide vivir por su cuenta. Aparentemente, en el caso de un adulto independiente que se va por su cuenta, básicamente no se le buscará proactivamente a menos que haya un incidente de tipo criminal».

—Ciertamente, la policía no parece tener tiempo para buscar a un adulto que se ha largado de casa, eh…

Es probable que el número total de solicitudes por desaparición sea bastante grande, y la realidad es que no lograrán dar tratamiento efectivo a todas estas.

: «Y, en el hipotético caso de que la encuentren, dicen que la policía no tiene el poder legal para hacerla volver a casa».

En otras palabras, a menos que mi tía decida volver a casa por su propia voluntad, no volverá.

Así que a eso se reduce, ¿no? Esto… no puedo decírselo a Kanon…

: «Bueno, en ese mismo caso hipotético, parece que al menos nos contactarán para decirnos a dónde fue».

—Ya veo… Listo, lo entiendo.

La esperanza parece ser infinitamente baja…

: «… ¿Cómo se encuentra Kanon-chan?».

—Está animada hasta ahora.

: «Ya veo…».

El silencio continúa por varios segundos.

En realidad, no hay mucho más que pueda decir con relación a cómo se encuentra Kanon.

Supongo que la verdad es que no está muy deprimida gracias a la presencia de Himari, pero…, después de todo, no hay forma de que pueda hablarle a mi padre sobre ella.

: «Aunque parece imposible que esté tranquila… Kazuki, lo siento. Por favor, cuida de ella un poco más».

—Sí, no hay problema.

: «Voy a colgar ahora porque mi tiempo de receso se va a terminar».

—Es lo mismo para mí. Gracias.

Después de cortar la llamada, exhalo profundamente.

No tengo ni la menor idea de cuánto tiempo será ese «un poco más».

Pero al menos he decidido dejar a Kanon en casa mientras esté en el instituto.

En este momento me pregunto si los padres de Himari están realmente interesados en encontrarla.

He estado revisando sin falta las noticias para asegurarme, pero aún no he visto nada como «chica de instituto desaparecida».

Después de trasbordar en el tren de regreso vespertino en la hora pico, llego a la estación de la zona de la casa de Kanon.

Un gran número de personas se bajó en la estación anterior, así que el número de las que se bajan en esta estación es bastante escaso.

El punto de encuentro debería ser frente a la estación, pero no hay señales de la figura de Kanon.

Saco el smartphone y estoy a punto de llamar a Kanon, cuando soy llamado por ella desde atrás con un «¡Kazu-nii!».

—Lo siento. Es que tenía algo de sed. Fui a la tienda de conveniencia y compré jugo. También para ti. —Kanon me da la botella de plástico que trae.

A primera vista pensé que era agua, pero, al examinar más de cerca, es jugo de durazno.

No he tomado jugos ni nada de eso desde hace mucho tiempo. Todo lo que bebo en casa es mi cerveza baja en malta.

—Lo recibo, entonces. ¿Nos vamos ya?

—Sí.

Me pongo a caminar mientras abro la botella plástica.

Al beber un sorbo, queda en mi boca un refrescante pero persistente dulzor.

Ya hace un tiempo que no bebía algo tan dulce. Pero podría ser justo lo necesario para un cuerpo cansado por el trabajo.

Kanon también bebe un sorbo cuando comienza a caminar.

—Puaff… Qué frío.

Después de reaccionar como un ojisan que ha tomado una cerveza, Kanon toma otro sorbo y luego mira fijamente hacia cierta dirección.

Esa es la dirección donde está su casa.

—Sí… Frío.

Me pregunto si es en realidad una palabra dirigida al jugo.

El perfil algo melancólico de Kanon se ve muy hermoso iluminado por el sol poniente.

Llegamos al apartamento de Kanon.

Tal vez sea porque ya he estado aquí una vez, pero en esta ocasión siento que llegamos más rápido que antes.

Kanon saca de inmediato los volantes y sobres que se han acumulado en el buzón —al igual que la vez anterior— y luego, con una mano habituada, saca las llaves del bolso, y abre la puerta principal.

—Hmmm. El olor del tatami es aún muy fuerte.

Tan pronto como se abre la puerta principal, el olor a junco nos pasa por la nariz.¹⁶

—No sentía que oliera así cuando vivía aquí, eh. Supongo que no me di cuenta.

—¿No crees que es porque ya nadie vive acá?

—Hmm, ya veo… Ciertamente, cuando se cocina o lava la ropa o cualquier otra cosa relacionada con la vida diaria se va a tener que generar algún olor diferente. Ya veo. Es porque no hay nadie, ¿eh?…

Después de quitarse los zapatos y entrar en la casa, Kanon de inmediato enciende la luz y va a la habitación del tatami en el fondo.

Escucho el sonido de cuando abre la ventana y luego de inmediato vuelve a la cocina. Al parecer fue para ventilarla.

Kanon chequea entre los diversos volantes y sobres que trajo, uno por uno, por si hay alguna carta importante. Poco después, bota todos los volantes a la basura.

La que queda es una postal dirigida a mi tía que tiene escrito «notificación de revisión médica».

Kanon coloca el boleto del festival cultural sobre esa postal y luego le toma una foto con el smartphone.

Probablemente es para enviarla a mi tía.

¹⁶ Juncus effusus es con lo que se hacen los tatamis.

—Enviado… Con esto lo sabrá, ¿verdad?

Le ha enviado la foto tan pronto como ha podido.

«Tía, lee esto y vuelve».

—Con esto he terminado, pero… espera un momento. ¡Quiero llevar ropa conmigo! —dice eso y se va a la sala de tatami otra vez. No tengo nada qué hacer sino esperar.

Sin embargo, ese mensaje en su smartphone…

Es entonces cuando me viene a la mente el rostro de Yuuri.

Ahora me doy cuenta de que no hemos intercambiado información de contacto.

Intercambiamos números de teléfono móvil cuando estábamos en el instituto, pero nunca nos llamamos.

El smartphone que tengo ahora tiene un número diferente al que tenía entonces.

Eso es porque se me cayó una vez, y lo reemplacé por completo.

Me siento aliviado de que no haya una forma fácil de conectar con Yuuri ahora.

Porque aún no he encontrado la respuesta.

El sol ya se ha puesto cuando salimos de casa de Kanon, y el cielo se ha vuelto azul oscuro por completo.

—¿Deberíamos comprar la comida en una tienda de conveniencia o en el supermercado de regreso?

—Sí. Himari estará esperando.

Desde que salimos de la casa, siento que la forma en que camina Kanon es un poco más animada.

Tal vez porque la situación ha avanzado un poco más que cuando fuimos la primera vez y lloró delante de mí.

Al menos, mi tía leyó los mensajes de Kanon.

—Oye, Kanon.

—¿Hmm?

—Ah, verás, eso…

—¿…?

Kanon ladea la cabeza en interrogación, pero no puedo seguir hablando, porque no hago más que rascarme el cuello, que ni siquiera me pica.

Ya llegado a este punto, dudo. No sé si ahora es el momento indicado de decirlo.

—¿Qué te preocupa?

—Tengo dudas de si debería mencionarlo… En el hipotético caso de que mi tía no vuelva, estará bien que te quedes en mi casa…

»Hmmm, esa forma de decirlo suena como si me diera aires…

—Kazu-nii…

—No es como si estuviera diciendo que es imposible que vuelva. ¡Después de todo, yo también deseo que mi tía vuelva, ¿vale?!

—Lo sé, no te lo tomes tan en serio.

—Y-ya veo…

Es un tema sensible que resulta difícil de tocar, pero es mejor comunicarlo con anticipación…

Probablemente sea fácil pensar optimistamente, pero también será más fácil seguir adelante si estamos preparados para el peor de los casos.

—¿Y por cuánto tiempo?

—¿Hmm?

—¿Hasta cuándo podría quedarme en la casa de Kazu-nii?

—Al menos, puedes quedarte hasta que te gradúes del instituto, ¿vale?

—… ¿Después de eso? —Kanon me lo pregunta con los ojos mirándome hacia arriba, como insinuando algo.

Hmm… Claro, la forma en que lo acabo de decir podría haber sonado como

«lárgate una vez te gradúes». En absoluto tenía esa intención.

—Dependerá de lo que tú decidas para tu futuro.

—¿Estás seguro, Kazu-nii?

—¿Eeh?

—Después de todo, no podrás comer mi comida, ¿verdad~? —Kanon sonríe con picardía.

—Eso… Siendo honesto, te voy a extrañar.

—¡¿Guah?!

—No te sorprendas cuando tú misma te diste aires. Creo que la comida que preparas es muy rica. No lo digo solo como un cumplido, ¡claro!

—Err… G-gracias…

—No, tú eres la que siempre ha sido de gran ayuda. Gracias.

—Uhhh…

La cara de Kanon se pone tan roja que llega a ser interesante.

Llevo pensando desde hace un tiempo que Kanon no está muy acostumbrada a que le agradezcan directamente. Bueno, yo mismo soy más o menos similar.

Kanon sigue caminando mientras está con el rostro ruborizado por un tiempo.

No quisiera molestarla de forma extraña, porque podría ponerla de mal humor, así que sigo caminando, fingiendo que no lo noto.

De repente soy jalado del puño del traje.

—Oye…, Kazu-nii. Si te parece bien, cocinaré la comida para ti incluso después de que me gradúe, ¿vale?… —sin mirarme, dice eso susurrando mientras aún sostiene el puño de mi traje entre los dedos.

Me toma unos segundos entender lo que significan esas palabras.

—¿Qué…? ¡¿Eh?!…

—¡Volvamos rápido!

Como si mi respuesta no fuera necesaria, Kanon sale corriendo de repente.

Tal vez para esconder su vergüenza.

La forma en que corre es muy ligera, propia de una joven, claramente diferente a la mía.

—¡O-oye! ¡No hagas correr a un adulto falto de ejercicio y que está cansado después del trabajo!

De inmediato salgo detrás.

Sin embargo, ¿las palabras de Kanon de ahora eran en serio? Si es así…

También corro tan rápido como puedo para sacudirme ese algo inexplicable que se genera en mi corazón.