Suzumiya Haruhi no Yūutsu (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: Ella Es Asahina Mikuru-chan

Parte 3

¡Claro que no! ¡Para ser honesto, a mí también me gustaría saber qué está pasando! “¡Trata de no meterte en nada ridículo, ya no son estudiantes de secundaria! ¡Si los atrapan pintando sobre la pista de carreras de la escuela o algo así, los van a suspender!”

Si Haruhi hubiera estado sola en ese asunto, podría haberla ignorado fácilmente. Pero en ese momento también tenía que cuidar a Nagato Yuki y Asahina Mikuru — No podía permitir que se vieran afectadas. Cuando me di cuenta de lo mucho que me preocupaba por ellas, me sentí muy orgulloso de mí mismo.

¡Pero no hay nada que pueda hacer para detener a la loca de Haruhi!

“¡Necesito una computadora!”

Desde que se fundó la Brigada SOS, el salón del Club de Literatura comenzó a llenarse con muchas otras cosas, aparte de la vieja mesa, las sillas de metal y el librero.

En una esquina, había un armario portátil, también había una cantimplora con algunas copas, una tetera, un radio con reproductor de CD y MD, un refrigerador, una grabadora, una sartén, un tazón, y todo tipo de utensilios de cocina. ¿Ahora qué? ¿Quiere que todos vivamos aquí?

En ese momento, Haruhi estaba sentada en un escritorio que había sacado quién sabe de dónde. Por alguna razón, sobre el escritorio había una pequeña una pirámide negra con la palabra “Comandante”.

“Es la era de la información, y ni siquiera tenemos una computadora. ¡Así no podemos hacer nada!”

¿Quién dijo eso?

Todos los miembros estábamos allí ese día. Nagato Yuki estaba en su puesto habitual, leyendo un libro de pasta dura sobre la caída de un satélite de Saturno, o algo así. Asahina, que no tenía por qué venir, había obedecido de todos modos, y estaba sentada en una de las sillas, muy confundida.

Haruhi bajó del escritorio dando un salto, y corrió hacia ella luciendo una siniestra sonrisa.

“Por eso vamos a ir a conseguir una ahora mismo,” dijo Haruhi, como un cazador que acecha a su presa.

“¿Conseguir una? ¿Hablas de una computadora? ¿De dónde? ¿No estás planeando robar una tienda de artículos electrónicos, o sí?”

“¡Claro que no! ¡Es mucho más cerca!”

“¡Síganme!” Asahina y yo obedecimos la orden de Haruhi y la seguimos por el pasillo, hasta que llegamos al Grupo de Estudio de la Informática, a dos puertas de distancia.

¡Ya veo!

“Mira, toma esto.”

Haruhi me entregó una cámara instantánea.

“¡Ahora escucha con cuidado! ¡Te voy a contar mi plan, y debes seguirlo no importa lo que pase! Sólo tendrás una oportunidad.”

Haruhi me acercó de un tirón y susurró su “plan” en mi oído.

“¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso!”

“¿Y qué importa?”

¡Pues claro que a ti no te importa! Miré a la confundida Asahina, tratando de advertirle del peligro con un guiño.

¡Es mejor que te vayas ahora mismo!

Pero Asahina me miró con sorpresa y se sonrojó de inmediato ¡No, no entendió mi mensaje! Antes de que pudiera salvara a Asahina del destino que le esperaba, Haruhi ya había llamado a la puerta del Grupo de Estudio de la Informática.

“¡Hola! ¡Venimos a recoger una computadora!”

El espacio era similar, pero comparado con nuestro salón, aquel parecía mucho más estrecho. Cada uno de los escritorios, distribuidos en filas equidistantes, tenía una computadora y un par de altavoces. El zumbido de los ventiladores de cada máquina era lo único que se escuchaba en aquel salón.

Los cuatro tipos que estaban sentados escribiendo en sus teclados, voltearon la cabeza para ver qué era lo que quería Haruhi.

“¿Quién está a cargo?”

Haruhi sonrió orgullosamente. Uno de los estudiantes se puso de pié y respondió. “Yo soy el presidente, ¿Puedo ayudarla?”

“¿Tengo que repetirlo? Lo acabo de decir: quiero una computadora.”

El presidente del Grupo de Estudio de la Informática dejó ver una expresión de “¿Qué demonios?” y sacudió violentamente la cabeza.

“No se puede. La escuela no nos da suficientes fondos, ¡estas computadoras fueron compradas con nuestros propios ahorros! No podemos entregarles una gratis. ¿Nos creen estúpidos?”

“¿Y qué importa? ¡Una sola será suficiente, además aquí tienen muchas!”

“Eso no…… un momento, ¿quiénes son ustedes?”

“Soy Suzumiya Haruhi, Comandante de la Brigada SOS, y ellos dos son ‘Subordinado número uno’ y ‘Subordinado número dos’”

¡¿Un momento, quién decidió que íbamos a ser subordinados tuyos!?

“Es una orden en nombre de la Brigada SOS: ¡entréguenme una computadora de inmediato! ¡No quiero oír excusas!”

“¡No sé quiénes son ustedes, pero no vamos a hacerlo! ¡Vayan y compren sus propias computadoras!”

“Ya que lo dices así, tendrá que ser a nuestro modo.”

Los ojos de Haruhi brillaron desafiantes. ¡No, eso es una mala señal!

Haruhi empujó a Asahina, que se estaba a su lado, hacia el presidente, luego tomó una de sus manos y la puso sobre el pecho de Asahina.

“¡¡Kyaaa~~!!”

“¡¿Qué?!”

¡Click!

Al escuchar si grito simultáneo, disparé el obturador de la cámara.

Haruhi agarró a Asahina, evitando que pudiera escapar, mientras con su otra mano presionaba con más fuerza la mano del presidente contra los senos de Asahina.

“¡Kyon! ¡Toma otra fotografía!”

Vacilé mientras presionaba nuevamente el disparador. Asahina, presidente, les ofrezco mis más sinceras disculpas. Justo cuando Haruhi estaba a punto de meter la mano del presidente bajo la falda de Asahina, el pobre tipo pudo liberarse.

“¡¿Qué diablos crees que estás haciendo?!”

Haruhi sacudió su dedo con elegancia frente al presidente, que estaba rojo de ira.

“¡No, no, no! ¡Ahora tenemos evidencia fotográfica de su acoso sexual hacia nuestros miembros! ¡Si no deseas que la escuela entra vea estas fotos, entonces entréganos una computadora!”

“¡¿Qué tipo de mala broma es esta?!”

El presidente protestó con furia. De verdad entiendo cómo te estás sintiendo, amigo.

“¡Me agarraste la mano y me forzaste a hacerlo! ¡Soy inocente!”

“¿En serio? Puedes defenderte todo lo que quieras, ¿pero quién te va a creer?”

Volteé a mirar a Asahina que yacía paralizada en el piso. El impacto debió haber sido tanto que no tenía fuerzas para moverse.

Por su parte, el presidente continuaba defendiéndose.

“¡Todos los miembros de mi grupo son testigos de mi inocencia! ¡No lo hice por mi propia voluntad!”

Los tres miembros que miraban asombrados, asintieron con sus cabezas al unísono. “¡Es cierto!”

“¡Nuestro presidente es inocente!”

Si Haruhi llegara a hacerles caso a ustedes, entonces no sería Suzumiya Haruhi.

“¡Muy bien, entonces diremos que trataron de violar a Asahina entre todos!”

En ese momento, los rostros de todos palidecieron, incluyendo el mío y el de Asahina.

¿Dios, en serio habíamos llegado a eso?

“¡S… Suzumiya-san……!”

Asahina rodeó los pies de Haruhi con sus manos en un gesto de desesperación, pero Haruhi simplemente la pateó. Haruhi inspiró con fuerza y dijo arrogantemente:

“¿Entonces qué les parece? ¿Nos van a entregar una, o no?”

La cara del presidente pasó de roja a blanca, y finalmente se oscureció.

Al final, se dio por vencido.

“¡Sólo toma una y sal de aquí!”

Tras decir eso, el presidente se sentó, derrotado. Todos los miembros del grupo corrieron a su lado.

“¡Presidente!”

“¡Tiene que ser fuerte!”

“¿Está usted bien?”

El presidente dejó caer su cabeza, como un títere con las cuerdas rotas. Al verlo de esa manera, aún siendo compañero de Haruhi, dejé salir un par de lágrimas de tristeza.

“¿Cuál es el modelo más nuevo?”

¡No tienes sentimientos!

“¡¿Por qué crees que vamos a decírtelo?!”

Los tipos, furiosos, continuaban con su inútil resistencia, pero Haruhi simplemente me señaló a mí y a la cámara.

“¡M…maldita! ¡Es esa!”

Haruhi miró en la dirección que le señalaron, y revisó el modelo y el número serial de la computadora. Entonces sacó un trozo de papel del bolsillo de su falda.

“Fui a la tienda de artículos electrónicos y les pedí una lista de los modelos más recientes. Este no parece ser uno de ellos.”

Esta chica tiene todo tan bien planeado, que está comenzando a asustarme.

Después de revisar todas las demás computadoras, Haruhi señaló una de ellas.

“Quiero esta.”

“¡E… espera! ¡Compramos esa hace menos de un mes!”

“La cámara.”

“…¡Lle… llévensela, ladrones!”

Tal como lo dijo él, de verdad éramos unos ladrones.

La ambición de Haruhi no tenía límites. Después de desconectar todos los cables, se llevó todo el equipo al salón del Club de Literatura sin remordimiento. Más tarde haría que la gente del Grupo de Estudio de la Informática instalara y conectara todos los cables, y extendiera dos conexiones de red desde su salón hasta el nuestro, para que pudiéramos conectarnos a Internet. Incluso los obligó a configurarnos una intranet. ¡Sus métodos despreciables no eran diferentes a los de un bandido!

“Asahina-sempai.”

Siendo la víctima de todo esto, lo único que pude hacer fue levantar a la devastada Asahina, que estaba de rodillas en el piso del salón, cubriendo su rostro con las manos y llorando inconsolable.

“Regresemos.”

“Hmp……”

¡Haruhi, idiota! ¿No podías hacerlo con tus propios senos? ¡Para alguien que se desviste frente a los tipos así como así, esto no habría sido nada! Traté de consolar a Asahina, mientras me preguntaba para qué diablos quería Haruhi una computadora.

Muy pronto sabría la respuesta.

¡Era para hacer el sitio web de la Brigada SOS!

Muy bien, entonces aquí viene la pregunta: ¿Quién va a hacer el sitio?

“¡Tú, por supuesto!” dijo Haruhi.

“¡Ya que no tienes nada que hacer, puedes hacerlo tú! ¡Yo estoy muy ocupada buscando los demás miembros!”

La computadora fue instalada en el escritorio con la pirámide de “Comandante”. Haruhi me dijo mientras navegaba la web con el ratón:

“Quiero que la termines en uno o dos días. No podemos hacer nada hasta que tengamos una página web.”

Asahina temblaba apoyada en un escritorio, justo al lado de Nagato Yuki, que como siempre estaba sentada leyendo un libro, ignorando todo a su alrededor. Parecía que yo había sido el único que había escuchado lo que Haruhi había dicho. No tenía más alternativa que obedecerle, o al menos eso es lo que Haruhi estaba pensando.

‘No importa lo que digas, no puedo hacerlo.‘

Eso es lo que quería decirle, en serio. ¡Todavía no me acostumbraba a recibir órdenes de Haruhi! La única razón por la que acepté era porque se trataba de una página web: nunca antes lo había hecho, pero parecía interesante.

Y así, mi ardua tarea de diseñar la página comenzó al segundo día.

Claro que fue mucho más fácil de lo que había pensado. Los tipos del Grupo de Estudio de la Informática ya habían instalado todo el software necesario, todo lo que tuve que hacer fue seguir las instrucciones del programa, copiar y pegar un poco, y eso fue todo.

El problema era, ¿qué iba a escribir en la página?

En ese momento, aún no sabía de qué se trataba la Brigada SOS, así que no tenía absolutamente nada sobre qué escribir. Después de escribir un aviso de ‘¡Bienvenidos a la página de la Brigada SOS!’ en la parte de arriba, simplemente me detuve. “Apresúrate y termínalo, ¿me oyes?” Las palabras de Haruhi sonaban como una maldición en mis oídos, así que tuve que emplear mi hora de almuerzo y terminarlo mientras trataba de comer.

“¿Nagato-san, tienes alguna idea de qué puedo escribir?” Le pregunté a Nagato, que al parecer venía a este lugar, incluso durante el almuerzo.

“En realidad no.”

No levantó la vista. Yo sé que esto no es asunto mío, pero me pregunto si presta algo de atención en clase.

Dejé de mirar a Nagato y volví a concentrarme en le monitor de 17 pulgadas, tratando de pensar con claridad.

Entonces fui consciente de un problema: ¿Qué pasará si la escuela se da cuenta de que una organización sin aprobar está usando su servidor y ancho de banda para alojar un sitio web? Podía imaginar a Haruhi diciendo “¡Todo va a estar bien mientras no se den cuenta! Si lo descubren, entonces simplemente retiraremos la página. En estas cosas lo importante es actuar primero que los demás, ¿no?”

¡De cierta forma, tengo envidia de la actitud simple y optimista de Haruhi!

Después de hacer unos enlaces y anotar nuestro correo electrónico — todavía era muy temprano para organizar un foro — subí nuestro sitio web al servidor, que consistía solo en una página de bienvenida sin más detalles.

¡Con eso bastará! Después de asegurarme que la página funcionara, apagué la computadora. Cuando estaba punto de estirarme un poco en mi asiento, me sorprendió ver a Nagato de pié a mis espaldas.

Qué raro, ¿cómo es que no la escuché cuando se movió? No me di cuenta en qué momento Nagato se había parado allí. Su cara era blanca como una máscara. Me miraba fijamente con su rostro inexpresivo, como si yo fura una de esas cartas de examen visual.

“Toma.”

Me entregó un libro muy grueso, que yo tomé por costumbre. ¡Qué cosa tan pesada! Al mirar la portada, vi que era la novela de ciencia ficción que Nagato había estado leyendo hace algunos días.

“Para ti.”

Tras decir eso, Nagato salió del cuarto sin mirar atrás; ni siquiera tuve la oportunidad de decirle nada. ¿Por qué me estás entregando un libro tan grueso? En ese momento sonó la campana que señalaba el final del almuerzo. Parecía que muy poca gente le importaba lo que yo pensara.

Después de cargar con el pesado libro hasta mi salón de clase y sentarme, sentí que alguien me pinchaba en la espalda con una lapicera retráctil.

“¿Entonces, ya está lista la página?”

Haruhi sostenía los bordes de su escritorio con las manos y me dirigía una seria mirada. Me di cuanta que su cuaderno estaba lleno de garabatos por todos lados. Traté de ignorar las miradas de nuestros compañeros y respondí:

“Claro que ya está listo, pero la página es una porquería, no tiene nada.”

“Será suficiente, lo importante es tener un correo electrónico.”

¡¿Entonces por qué no habías registrado antes tu propio correo!?

“¡Eso no habría sido sensato! ¿Qué habría pasado cuando mi buzón se llenara con todo el correo que recibiremos?”

“No entiendo por qué un correo recién creado podría llenarse así de rápido.

“¡Eso es un secreto!”