Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 2

Capítulo 4:『En Medio De Esta Soledad, Hay Una Persona』

Parte 4

El patio interior del Palacio Ortus.

Había una multitud inusual de personas, todos ellos asistentes de Hime-sama en su gira. Desde los guardias de honor, la guardia ritual, el alcalde de la ciudad, el médico, el portador, el bufón, y el inspector técnico, todos se sintieron aliviados de volver a la familiaridad del castillo.

Kiriko se alejó de la caótica multitud solo y se apoyó contra la pared para concentrarse.

(Soy Hime-sama, no la veo en la puerta este / Soy Wreck, lo mismo en la puerta Oeste / ¡Diva! ¡No hay forma de que ella esté conmigo! ¡Estoy tan ocupado aquí que estoy mareado! no me contactes! /… /…)

El nombre Ai convocó varios recuerdos que no le pertenecían. Kiriko trató desesperadamente de no sentirse abrumado por los recuerdos de Hime-sama, Wreck, Diva, Orias, Vela y los demás, y trató de examinarlos para encontrar la información que necesitaba.

No había nada nuevo que informar.

Todos estaban demasiado ocupados con sus propios asuntos para buscar a Ai.

Kiriko sufrió solo por la sensación de impotencia y se mordió los labios mientras esperaba.

“… Te hice esperar …”

En ese momento, un hombre y una mujer llegaron frente a Kiriko.

A pesar de la diferencia de género, estas dos personas se parecen mucho. Tenían aproximadamente treinta años, vestían el mismo traje y sus rostros y la forma del cuerpo parecían neutrales al género. El hombre parecía femenino y la mujer masculina.

“¡Orias! ¡Vela! ¡Son muy lentos!”

Y él era en verdad una mujer, y ella también era un hombre.

“Lo siento”

Había una delgada línea debajo de la garganta de quienes decían las palabras al mismo tiempo.

Estaban separados por esta línea.

Eran los últimos del pentagrama defectuoso, cuyas cabezas se intercambiaron.

“Entonces, ¿ayudarán los soldados a encontrar a Ai?”

“Dijeron que podían agregar eso a los avisos importantes”

“¿¡Cual es el punto de eso!?”

Kiriko pisoteó con fuerza el suelo. Estaba tratando de encontrar a Ai con todas sus fuerzas, pero los demás no lo harían.

Los soldados, guardias o sirvientes trataron a Ai como a una niña perdida e ignoraron su solicitud de tratarla como a una fugitiva o de mayor seguridad.

Finalmente encontró a Orias, le pidió a este último que presentara una solicitud, pero solo obtuvo este resultado.

“¡Maldita sea!”

En su lugar, todas las maldiciones vuelven a él. Los insultó con tanta fuerza, pero ¿¡qué estaba haciendo!?  Heredó  su  buena  sangre,  pero

¿simplemente estaba pisoteando aquí? Kiriko estaba completamente ansioso.

“… Kiriko … ¿dónde está Yuri …?” “… ¡Está más desesperado que yo!”

Yuri cumplió con las reglas de Ortus tan a fondo que uno tenía que sentir lástima por él. Nunca se olvidó de pedir permiso a Kiriko ni a nadie más, y nunca se extralimitó en las reglas, ya sea que estuviera al aire libre mientras se imponía la ley marcial o mirando hacia la Puerta Este. No esperaba nada de los soldados y Kiriko para buscar a Ai. Al ser tan maduro sobre todo el asunto era un marcado contraste con Kiriko, quien simplemente pasaba su tiempo aquí, sin hacer nada.

“¡Maldita  sea!  Estoy  perdiendo  el  tiempo.

¡Regresare! Te lo digo, ¡no me llames solo para esta información! La próxima vez mándalo directamente a la cabeza … ”

“… Kiriko …”

El mitad hombre, mitad mujer lo llamó. Fue Vela. “¿Qué pasa? Tengo prisa, di algo”

“Bueno … La situación de Hime-sama, Ai y Shad saben sobre Hime-sama, ¿verdad?…”

“Sí…”

El mitad hombre y la mitad mujer escucharon en silencio.

“… ¿Qué quieres decir?”

Ante su insistencia, Vela tomó una decisión y dijo.

“Kiriko, decidimos que no vamos a ocultarle esto a Hime-sama y decírselo. Vamos a buscar su perdón

… “

“¿¡Me estás tomando el pelo!?”

Kiriko simplemente rechazó la propuesta.

“¡Cómo puedes pedirle perdón después de tanto tiempo! Solo quiere dejar ir sus cargas, ¿no es así? Si ese es el caso, ¿¡entonces por qué lo escondiste en primer lugar !?”

Pero…Orias quiso replicar, aunque débilmente. “¡Todos  empezaron  esto!  Si  quieren  hacerlo,

¡comprométete hasta el final!”

“Kiriko … pero, no importa de qué manera lo mires … no podemos ocultarlo más …”

“Voy a seguir así”

“Kiriko …”

“Continuaré hasta el último momento. Si no quieres hacerlo, le diré todas las mentiras. Así que haz lo que quieras, simplemente mantente fuera del camino”

Kiriko dio un paso con los ojos fijos en él y caminó desde el pasillo del primer piso del castillo hasta el pasillo de la derecha. Salió del Palacio y luego se dirigió hacia el minarete donde vivía Ulla.

Ai definitivamente vendría aquí.

Los muros y los guardias no pudieron detenerla. Llegaría aquí.

—No te daré lo que quieres.

Kiriko tomó aliento detrás del seto y se reconectó con los otros cinco. Sentía que había estado conectado tantas veces hoy como lo estaba habitualmente en un mes. Su cerebro estaba casi hirviendo y le empezaron a doler los ojos.

Todavía no había noticias sobre Ai.

Abrió los ojos y miró a su alrededor, pensando que sería bueno ver a Ai escondida entre las paredes y los arbustos en el patio exterior.

—Sabía que no sería tan sencillo.

Pero Kiriko continuó con su imaginación innecesaria. Podía imaginarlos encontrando a Ai de inmediato, Yuri sintiéndose aliviado, Scar se recuperó y los tres desaparecerían juntos en el desierto. Haría las paces con Shad, los adultos dejarían de fastidiar y Hime-sama seguiría viviendo su vida sin saber nada.

Y luego…

“Todos mueren al final …”

Qué  maravilloso  sería  si  todos  murieran. ” Qué demonios estoy haciendo…”

Kiriko negó con la cabeza y salió de nuevo. En ese momento…

Kiriko vio una sombra borrosa en el suelo frente a él, “¿Qué diablos?” y sin pensarlo, miró hacia arriba para ver qué era.

Como resultado, vio una oscuridad brillante, una media luna perdida y un par de ojos verdes.

Fue tomado por sorpresa.

Los ojos verdes se deshicieron de la oscuridad y la luna y bajaron al suelo sin hacer ruido.

“Kiriko-san”

Justo debajo de la luna.

El lugar que todavía estaba vacío hasta hace un segundo estaba lleno de una niña de ojos verdes con cabello rubio brillante, parada allí.

“¿Ai…?”

La vista frente a él fue tan inesperada que Kiriko sospechó que estaba alucinando. Sin embargo, no había duda de que ella se paró frente a él.

“Tú…¿Qué hiciste?”

“Subí las paredes, salté, y ya” “Que …”

Ai respondió “Soy una Sepulturera al menos”, y luego sonrió débilmente.

Su sonrisa no fue tan aguda como la de anoche. “¿Vas a contarle todo a Ulla?”

” Sí”

Dijo Ai con una sonrisa, rascándose la nuca tímidamente. Su comportamiento era normal, lo que tranquilizó un poco a Kiriko.

“… Si no te importa, ¿podrías mantenerte fuera del camino? No me mires así, parece que soy bastante capaz”

“¡Espera! ¡Escúchame!”

“¿Qué más hay que decir cuando se trata de eso?”

“¡Hime-sama está en una situación diferente a la tuya!”

“¿Todavía quieres sacar a relucir este asunto …?” “¡No, estás equivocada!”

Esta declaración finalmente hizo que Ai frunciera el ceño en confusión.

“… ¿Qué estás tratando de decir?” “Tu aldea no habría durado”

La expresión de enojo tomó una forma definida, tan densa que era casi palpable.

“Espera, escúchame. Deberías saber eso, ¿verdad? Las mentiras que te dijo tu aldea estaban destinadas a ser expuestas, ¿me equivoco? ¡Incluso si tu padre no se hubiera ido, era cuestión de tiempo hasta que la aldea se derrumbara!”

“… Sí … eso es correcto”

La expresión de Ai era extremadamente amarga, pero aún aceptaba la verdad.

Kiriko apretó el puño, tranquilamente complacido de que Ai todavía estuviera tranquila.

“Entonces, ¿qué … estás insinuando que tus mentiras nunca serán descubiertas…?”

“Yo no diría eso, pero mis mentiras solo durarán un poco más”

“¿…? ¿Qué significa eso?”

“Tarde o temprano, todos los vivos estarán muertos,

¿no es así?”

Los ojos de Ai se agrandaron, ya que aceptó esto como algo natural.

“El lunes, Dios creó el mundo.

El martes, Dios recibió un golpe fatal y murió.

El miércoles, el diablo salió victorioso y maldijo al mundo.

El jueves, la maldición se extendió por todo el mundo.

El viernes, Dios pereció junto con el diablo.

Y el sábado, Dios moribundo le dio a cierto ser humano el poder de corregir el mundo”

“¿Q-qué estás divagando de repente?”

“Es una fábula falsa que inventamos, y hay otras historias falsas en ella”

Kiriko contó otra fábula falsa de la que nunca le había contado a nadie, que estaba escondida en lo profundo de su corazón.

“La fábula real tiene una última línea diferente.

—La noche del sábado cayó sobre todos por igual. El domingo por la mañana, nadie había sobrevivido.

Hime-sama deja de ser princesa y pasará a formar parte de la eternidad.

… Ese es el alcance total de la fábula de Hime- sama”

“… No entiendo bien, ¿qué estás tratando de decir?” “Eso significa, bueno…”

Kiriko respondió. Incluso tenía una sonrisa en su rostro, pensando que esta afirmación era perfecta.

“Mientras todos estén muertos, sus ojos ya no tendrán sentido”

En un mundo donde no nace una nueva vida, era cuestión de tiempo hasta que todos los vivos se convirtieran en muertos.

“¡Nuestras mentiras solo durarán hasta ese día! ¡De esa manera, ella no saldrá herida!”

“Ya veo”

Ai dijo las palabras “Ya veo”, imitando las palabras de alguien que conocía.

Luego…

“Así que eso es lo que tenías en mente …”

Kiriko fue muy apasionado en sus palabras, y, por el contrario, la actitud de Ai fue cada vez más fría.

“¿De verdad crees que esto no hará daño a Ulla?”

Las palabras de Kiriko se atascaron en su garganta. Sabía que tenía que gritar inmediatamente “¡Por supuesto!” Pero las palabras simplemente no salieron.

Los ojos y las palabras de Ai atravesaron la última línea de defensa de Kiriko. Una vez destrozada, esta defensa ya no sería un muro de acero, sino un muro de papel maché hecho de mentiras y miedo.

Incluso si todo hubiera terminado antes de que ella se diera cuenta.

Incluso si se dio cuenta antes de que todo terminara. Ella habría resultado herida.

Porque ella era amable. Esto ya lo sabían.

“¿¡Qué más podía hacer!?”

Kiriko gritó. Gritó, dándose cuenta de que ni siquiera él podía engañarse a sí mismo con sus mentiras.

“¿¡Entiendes  cómo  se  sienten  los  Muertos!?

¿Entiendes lo que es amarla y tener que aprovecharte de ella?”

Hace diez años, no había lugar para que Ortus se estableciera, y dondequiera que quisieran establecerse, se veían obstaculizados por el “sentido común” de la época, disparado con armas de fuego. La gente de Ortus fue ahuyentada por la gente, se les dijo que “los muertos deberían quedarse quietos y morir”, y la vista de todos los disparos y apuñalados fue desgarradora. La risa infantil de Ulla en ese momento era un pilar tan importante en los corazones de las personas … y realmente dudaron en usar sus ojos mágicos.

“Ella me gusta”

Kiriko lo dijo. Tenía cálidas lágrimas en el rostro. No era apropiado para un muerto.

“A Kiriko Zubreska le gusta Ulla Hecmatika… quiero protegerla… quiero protegerla de todas las escandalosas realidades que la rodean. Ella es muy amable, no solo considerada, sabe pensar en la gente, su sonrisa es tan linda, su risa es tan encantadora, sus ojos son tan hermosos… Ai, si fueras tú, ¿qué harías? Si tuvieras la oportunidad de proteger a una chica tan amable de la crueldad del mundo, ¿cómo lo harías?”

De hecho, Kiriko no sabía quién había intentado primero ocultar el mundo entero a Ulla, pero podía identificarse con los sentimientos de esa persona.

“¿No puedes mentir?” “¡Me gusta esa mujer…!”

Kiriko finalmente confesó. Lloró y dijo la verdad que nunca había podido decirle a nadie desde que nació y ganó sentimientos. Fue en este caso cuando sintió que se le quitaba un peso de encima y sintió que se había salvado y que podía aceptar lo que sucediera después.

De hecho, sus sentimientos fueron transmitidos.

“… Tienes razón … tal vez yo también mienta”

Kiriko escuchó las palabras que le dieron esperanza, y el deseo en su corazón se despertó de inmediato.

“¡Entonces te lo ruego! ¡Por favor perdónanos!”

Su estado de ánimo inocente ha desaparecido, y ha dado todo lo posible para dejar al descubierto sus colmillos malolientes que habían mentido toda su vida.

“¡Eso verdad! ¡Si le dices esas cosas, Ulla te odiará!” “¡…!”

“¿No odias a las personas que te liberaron? ¿Ni siquiera te arrepientes?

Ai no eludió estas palabras, pero las tomó todas con calma, apretando los dientes.

Kiriko era como una rata acorralada, royendo por todas partes.

“¿Nunca pensaste que quieres vivir tu vida entre las mentiras de los aldeanos? ¿¡Sabes que lo que estás a punto de hacer no la salvará decisivamente después de todo!?”

“Lo sé”

Ai miró a Kiriko con la expresión de un perdedor. “Pero, todavía lo voy a decir”

“¡Perro loco!

Kiriko apretó el puño y arremetió.

“¿Sabes qué, Kiriko-san? No me vas a convencer diciendo que esto es por el bien de Ulla”

Ai saltó ligeramente, acortó la distancia para evitar el puñetazo y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Kiriko en un movimiento similar a un abrazo.

“—¡Uhhhh! ¡Gah!”

“¿Alguna vez Ulla te ha pedido que le mientas?” “¡!”

“Kiriko-san, me dijiste antes ‘¿Le preguntaste al mundo primero? ¿Alguna vez el mundo te pidió que lo salvaras? ‘…Decir esas palabras viniendo de ti, cuando hiciste algo peor…“Engañaste” al mundo y no le dejas saber que hay ayuda … ”

El oxígeno no podía llegar al cerebro de Kiriko y sus pensamientos se dispersaron. Su cerebro no pudo enviar señales de socorro.

“… Te devolveré lo que dijiste”

Las únicas palabras que quedaron en el borde de la conciencia moribunda fueron.

“¿Alguna vez el mundo te pidió que le mintieras?”