Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 2

Capítulo 1:『La Ciudad Y El Chico』

Parte 5

Ella era traviesa.

Ai se preguntó dónde había hecho mal. ¿Era su pensamiento sobre el futuro? o ¿Ayudar a Scar a limpiar esa extraña estatuilla de yeso en forma de tanuki? ¿O era ella quien llevaba su aburriendo a todas partes mientras miraba a través de las ventanas…?

Fuera lo que fuera, el resultado fue que Ai les dio a todos en el coche un dolor de cabeza. Cambió de lugar con Kiriko y trató de dormir en la fila del medio de asientos.

Con la cara medio cubierta con una manta, miró sin rumbo hacia delante.

Podía ver en los asientos delanteros a Kiriko y a Yuri mirando el mapa y conversando en susurros entre sí. Cuando enfocó su mirada en el mapa, sintió ganas de vomitar y se dirigió tan rápidamente a otro lugar.

“Ah, ¿Estás despierta?

Kiriko había notado su mirada. “… Siempre estaba despierta”

Eso fue lo que dijo Ai, pero no fue convincente en absoluto. Sin que ella lo notara, el temblor que le sacudía el cuerpo se había aliviado un poco, y su deseo de vomitar había disminuido enormemente. Ai se incorporó lentamente y miró por las ventanas, y se dio cuenta de que el camino ya se había vuelto mucho más ancho que antes, esta vez parecía que se había quedado dormida por algún tiempo sin saberlo. Ella comprobó su reloj y vio que la manecilla de las horas había progresado dos horas. El tiempo ya no el claro soleado mediodía, ahora estaba nublado, las nubes grises se agolpaban en el cielo, parecían tan sólidas como las rocas.

Ai podía ver destellos de rayos lejanos a su mirada, tan lejos que el trueno que lo acompañaba era completamente inaudible.

Cerca de donde brillaba el relámpago, podía ver algo parecido a un dragón retorciéndose.

“… ¿Es un tornado?”

“¿Dónde!?”

Kiriko preguntó esto con una expresión sombría en su cara y miró donde Ai estaba señalando; al ver esto se relajó.

“Así que todavía está muy lejos… tenemos suerte de haberlo visto temprano”

Los dos miraron a través de las ventanas del coche. Pequeñas gotas de lluvia se unieron al cristal y bailaron en adorables movimientos junto con el temblor del coche. Debajo de esa aparente sólida capa de nubes, la lluvia caía o relámpagos se veían, pero en todas partes el sol brillaba y se veían arcos iris que conectaban el cielo y la tierra.

El sol, la lluvia, el tornado y la tormenta. Todos estos eran tan dispares como el petróleo y el agua, pero como existe uno junto al otro, cada uno cuida de sí mismo, ambos se unieron para formar la emulsión de una escena inconcebible.

“… Es mi primera vez viendo un tornado”

Había una vista completamente separada de las montañas, justo delante de sus ojos.

“… Quiero ir a algún lugar más cercano para verlo…” “Yo te aconsejo que nunca lo hagas”

Kiriko respondió con una expresión seria en su rostro.

“No subestimes un tornado sólo porque se ve pequeño y delgado, él puede destruirlo todo, no sólo los coches, sino también casas, y en cuanto a los seres humanos, solo serían como hojas de árboles”

“¿En serio?”

“Es verdad. Es por eso que cada casa de esta llanura tiene un sótano para ser utilizado como un refugio de tornados”

“Ohhh. ¿Tu casa tiene una, Kiriko-san? ”

“No. Pero eso es porque Ortus rara vez recibe tornados, ya que las montañas siempre desvían los vientos hacia el sur”

Diciendo esto, Kiriko jugueteó con algunos botones en el salpicadero y encendió la radio. Desde sus altavoces emitidos “Ruido” Un programa meteorológico que advierte a los viajeros sobre el tornado en la zona.

“¿Q-qué es eso?

“¿Qué quieres decir? Es una radio… ¿Ni siquiera lo sabías?

“Bueno, es la primera vez que veo uno, o tal vez debo decir, oigo uno”

“…… Eres extraña”

“¡Ejem!”

En este punto había una tos deliberadamente intencionada para romper su conversación.

“Puedes verlo ahora”

Yuri señaló con la barbilla. Kiriko inspeccionó el mapa y Ai asomó la cabeza por el reposacabezas del asiento delantero, con los ojos fijos en el parabrisas y lo que se veía a través de él.

Podía ver edificios extendidos por el horizonte. “¿Qué clase de lugar es ese?”

“… Es una estación de suministro antigua. Ganan dinero principalmente a través de la posada, gasolinera y taller de reparación que forman el centro económico de la ciudad. Todavía hay gente allí, como los vendedores de alimentos, que se dirigirán como ustedes, sin preocuparse por su propia seguridad, así que es mejor que tengamos cuidado”

Tanto la comida como los muertos son bienvenidos.

“¿Huh? ¿Qué? No, probablemente no haya muertos entre los residentes aquí, porque es una ciudad de vivos”

Yuri tosió en voz alta en un obvio intento de impedir que Ai dijera cosas que no debían decirse.

Pero no fue muy eficaz.

“Yuri-san, ¿Atrapaste un resfriado? Cuídate mejor, ¿De acuerdo?

El coche se detuvo, la puerta del conductor se abrió y Yuri bajó del coche. Agarrando a Ai por el cuello, él la levantó fuera de los asientos del medio y caminó diecisiete pasos hacia el norte.

“Ai”

“¿Qué estás haciendo? Me romperás el cuello… ”

“Por favor, haz todo lo posible para ocultar tu identidad como Sepulturera”

Ai parpadeó varias veces, ignorando el hecho de que todavía estaba siendo llevada como un gatito, levantó un dedo.

“Técnicamente, soy medio humana y medio Sepulturera”

“… Con más razón lo debes ocultar. Si estás de acuerdo con esto, sería de gran ayuda”

Su mirada era seria, Yuri sostuvo un objeto en su mano derecha.

“Ai, voy a decir algo muy importante para ti. Por favor, no te sientas lastimada”

“Estás diciendo a otras personas que no te hagan daño, pero tú lo estás haciendo. Eso es muy desconsiderado, ¿Verdad? Era de esperarse de Yuri-san”

“¿Qué eres, un prodigio que pone a la gente en peligro?”

Ahora estoy herida.

“¿De Verdad? Entonces tienes que esforzarte más… Ai, escúchame.

Diciendo esto, miró hacia Kiriko. El joven se había quedado muy cortésmente en el coche, y no habían mirado ni siquiera una vez en su dirección.

Yuri de repente tomo a Ai y la puso de nuevo en el suelo.

“En esta época la humanidad lleva una enemistad hacia los Sepultureros”

“¿Huh?”

“Piensa en ello, los vivos y los Sepultureros no tienen nada que ver con los demás y por lo tanto no les importa la presencia del otro. Pero en cuanto a los muertos… Los que todavía vagan por la tierra son casi todas ellas personas que no quieren que su vida termine. Si les dijeras que eres una Sepulturera, te matarían sin pensarlo dos veces.

La boca de Ai se abrió de par en par mientras miraba a Yuri en estado de shock.

“… Mira”

Yuri señaló hacia un pedazo de tierra con un poste. “… ¿Qué es eso?”

Es la tumba de un sepulturero.

Al ver más de cerca, el poste resultó ser una pala clavada en el suelo.

“La tumba de un sepulturero…”

“Lo más probable es que él o ella fue asesinado por los muertos, y luego enterrado aquí”

“¿Cómo…”

Ai se hundió desamparadamente en el suelo. “Esto simplemente no está bien”

Yuri asintió con la cabeza.

“Pero así es. Así es como se ha convertido la civilización… A partir de ese día hace quince años, poco a poco el mundo y se ha vuelto así”

Ai no respondió. “¿Entiendes ahora, Ai?” “…”

“Ai”

Yuri quería oír su respuesta. Desanimada, Ai cogió un puñado de arena, se puso de pie y la echó a un lado con la fuerza que pudo reunir.

“… Lo entiendo, está bien… Pero no puedo aceptarlo…”

“No te estoy pidiendo mucho de ti… Sólo lo suficiente”

“Pero…”

Ai continuó hablando. Con una mirada desafiante, miró a Yuri y a sus ojos de color azul.

“Pero, Yuri-san, si llega un momento en el que creo que tengo que hacerlo, entonces…”

Su mirada estaba llena de su voluntad; Y, sin siquiera pensar en la diferencia de altura entre ella y Yuri, que era tan grande como una extremidad amputada, abrió los ojos y dijo.

“Seguramente tendré que decirlo”

“Cuando llegue ese momento, puedes decidir por ti misma”

Los dos volvieron al coche. En el camino de vuelta Yuri había dado dos pasos y Ai tres, cuando——

“Yuri-san”

“¿Hmm?”

“Duele”

“…”

Cuando los dos terminaron de caminar sus respectivos quince y treinta pasos de regreso al coche, Kiriko sólo les saludó con un “Bienvenido de nuevo” y no les hizo ninguna pregunta en absoluto.

Yuri soltó el freno de mano y presionó el acelerador. La ciudad se acercaba cada vez más.

“De acuerdo, parece que esto es un adiós… Ocurrieron algunas cosas, no todas agradables, pero muchas gracias a todos”

Adelante, vieron un edificio de color blanco que parecía salirse del horizonte.

“… Paso tan rápido ¿verdad? …”

Yuri fijó sus ojos hacia delante, era sospechoso. “No es como si este triste de todos modos”

¿Son edificios? “Ai”

“¡Decir verdad! ¡Hazlo a tu manera!” “¡Ai!”

Yuri soltó una exclamación.

“¿Q-Que pasa?”

“Echa un vistazo a la ciudad… No te molestes, puedo verlo ahora. ¡Maldición! ¡Qué clase de broma se supone que es esta!”

La ciudad estaba estructurada como un sándwich. Los edificios eran el pan, el camino era el relleno entre ellos, el primero se agrupaba en filas pulcras a izquierda y derecha, y el último conducía directamente hacia el horizonte. El pan de este sándwich era muy colorido, mucho más que el relleno, cada edificio estaba pintado en un color diferente, algunos más que otros, haciendo que la ciudad parezca maravillosamente brillante y llamativa.

Esta misma sección colorida estaba ante ellos, en ruinas.

“Lo que pasó aquí…”

El grupo tomó un jadeo colectivo de sorpresa. Ninguna de las casas que había delante de ellas estaba completa, toda la ciudad había sido devastada tan profundamente que incluso las paredes y pilares de las casas habían sido astilladas y reducidas a madera y piedra, eran como los restos de un vendaval.

“Fue el tornado…”

Kiriko murmuraba aturdido para sí mismo. “Debe haber barrido directamente…”

El coche se detuvo y entró en la ciudad. Los restos de casas que bordeaban el camino parecían demasiado pocas para dar cuenta de la destrucción total que había ocurrido aquí, y pronto vieron el por qué. A lo largo de la carretera habían sido esparcidas astillas de madera y pertenencias. Revistas de todas las variedades revoloteaban en el suelo como pétalos caídos, dando una atmósfera surrealista a toda la escena.

Ai tiró de la manga de Yuri.

“Yuri-san, por favor, detén el coche…” “No, es demasiado peligroso”

“Pero ¿y si hay sobrevivientes…?”

“Son los que sobreviven lo que representan mayor amenaza”

“De ninguna manera…”

“Es extraño, hay muy pocos restos en la carretera. Se siente como si nos estuvieran conduciendo a una trampa… ”

Ai se alejó furtivamente del frente y se movió hacia la parte trasera del coche, y comenzó a susurrar casualmente en la oreja de Scar.

“Scar-san, ¿Hay gente muerta aquí?” “No, si hubiera, no podría quedarme aquí.

“… Eso es verdad… Entonces, ¿Hay algún sobreviviente?”

“Sobre eso, no puedo decirlo. Después de todo, nosotros, como Sepultureras, somos capaces de percibir la cercana presencia de los muertos errantes o sepultados, así como de otros sepultureros”

Yuri no sabía que hacer frente a esta situación.

Sin saber, todo era demasiado sospechoso, incluso podría ser una trampa, Yuri continuó conduciendo el coche hacia adelante.

Evitaron tablones de madera y calentadores dispersos, rodaron alfombras, aplastaron vasos de cerámica y siguieron avanzando. Todos estos objetos que no tenían lugar en un camino, sino que debían estar dentro de una casa. Fomentando una tensión de pesadilla, una atmosfera espesa comenzó a sentirse.

Dirigiéndose alrededor de una estatuilla de león empapada por una bañera de barro y haciendo su camino más allá de un gran lavabo roto, Yuri llegó a la vista que temía ver todo este tiempo.

El camino estaba bloqueado por una barricada de escombros.

Yuri vio la barricada e inmediatamente disparó el acelerador.

La explosiva aceleración los arrojó de nuevo a sus asientos y el coche saltó hacia el puesto de control con una velocidad vertiginosa. Yuri giró el volante en pequeños y precisos movimientos, haciendo pequeños ajustes en el movimiento errático del coche y dirigiéndolo en un camino hacia la parte más delgada y vulnerable de la barricada.

Un bonsái desmenuzado, la cáscara de un horno, y una señal que decía “Reparaciones y revisiones de coches” asomaron antes de ellos——

El coche perforó directamente.

El impacto sacudió al coche bruscamente, pero salió intacto por el otro lado. Las astillas de madera pintadas de rojo, blanco y amarillo danzaban hacia el cielo, y un gran número de tazones de tocador se levantaron brevemente antes de aplastarse de nuevo contra el suelo.

Fue entonces cuando Ai vio las cifras de personas entre las ruinas. Había aparecido un grupo de hombres que empuñaban armas y gritaban a su coche, los más jóvenes eran los más emocionados entre ellos, incluso apuntando y abriendo fuego. Sus disparos se desviaron y se perdieron. Yuri aceleró para lanzar a los pistoleros y la calle desapareció rápidamente de su vista, para ser reemplazada de nuevo por el desierto. El coche de color azul continuó a su máxima velocidad hacia el horizonte.