Kami-sama no Inai Nichiyoubi (NL)

Volumen 2

Capítulo 1:『La Ciudad Y El Chico』

Parte 3

El lunes, Dios creó el mundo.

El martes, Dios dibujo la línea entre el orden y el caos.

El miércoles, Dios creo los números.

El jueves, Dios permitió el flujo del tiempo.

El viernes, Dios exploró todos los rincones del mundo.

El sábado, Dios descanso.

Y el domingo, Dios abandono el mundo.

Hace quince años, Dios de repente apareció ante el pueblo y dijo:

“El infierno y el cielo ahora están llenos, y pronto vendrá el tiempo para que la Tierra este igual. Ah, he fallado.

Dios dijo sólo estas palabras antes de desaparecer sin dejar rastro. En ese momento, la humanidad todavía estaba ocupada regocijándose con el canto y la alabanza de su mundo primaveral, luego, naturalmente comenzó a temblar de temor. Su especie habían existido por lo menos más de mil millones de años y era la primera vez que encontraban a Dios; Sin embargo, sus primeras palabras fueron de despedida.

A partir de ese día, los humanos ya no murieron.

Aun cuando sus corazones se detienen y su carne se pudre, los muertos continuaron moviéndose.

A partir de ese día, los humanos ya no nacieron.

Era como si alguna fábrica divina hubiera detenido la producción y nunca más fabricaría nuevos seres humanos.

En el mundo Dios había abandonado a la humanidad deseando su pérdida. Miles de millones se agitaron, se lamentaron y lloraron hasta que sus gargantas escupieron sangre, hasta el punto de morir. Los vivos pronto disminuyeron en número, y el mundo estaba lleno de muertos.

Y después, los Sepultureros aparecieron.

Los Sepultureros eran el último milagro de Dios para la humanidad.

Construyeron tumbas y enterraron a los muertos para evitar que interrumpieran la paz de los vivos. Fue entonces cuando los humanos pudieron descansar tranquilamente.

Niños no nacidos; Los muertos siempre vagando; Los Sepultureros siempre en su búsqueda.

Así es el mismo apocalipsis.

Ai es un Sepulturera, y ella tiene un sueño. Ella soñó con salvar el mundo.

Su madre había construido el Cielo y su padre había vencido el Infierno. Ai había heredado su sueño y deseaba poder salvar el mundo.

Aunque no sabía qué hacer, no quería rendirse. Porque el viaje apenas había comenzado.

***

Simplemente un acto tan simple como conducir un coche era suficiente para provocar muchas emociones en Ai. El coche la asustó hasta el extremo de temblar y sacudirse; El paisaje, la velocidad, era mucho más rápido que caminar; No se podía ver bien los terrenos, por lo que esto la asustó al pensar que tan rápido iban.

Ai abrió la ventanilla sin importarle que el viento le azotara el cabello salvajemente en la cara, sin importarle que Scar lo desaprobaba en voz baja; Sólo le preocupaba el acto de saludar al desierto con un grito muy fuerte. No importaba cuánto tiempo ella esperara, no ocurría ningún eco, todo esto ella lo encontraba difícil de entender.

Si era el coche, el paisaje, o los vientos de la naturaleza, para Ai era algo glorioso que nunca había visto, ni sentido y ni probado. Tomaba con ella todos sus sentidos.

Su primera vez que se asomaba a la ventana de un automóvil, su primera vez en ganarle el asiento a Yuri. Inclinar la cabeza por la ventana.

Ai sintió un poco de mareo, pero siguió mirando hacia el desierto.

Era sumamente amplio y espacioso, parecía ser prácticamente ilimitado.

“Ahora que ya estas satisfecha, ya es hora de cerrar esa ventana”

Ella quería rehusarse.

“… No es bueno para tu cuerpo”

Ai vio la verdad en sus palabras y rápidamente llegó a cerrar la ventana. El caucho era un poco pegajoso, pero no le daba poca dificultad en su tarea; finalmente lo cerró con un chasquido.

Las orejas de Ai ya se habían aclimatado al interior del automóvil y bloqueaban automáticamente cualquier ruido de los motores. Así, sin el aullido del viento, el coche se volvió anormalmente silencioso.

“… Kiriko, ¿Está despierto?” “No, todavía duerme muy bien”

Ai dio una mirada detrás de ella y vio que Kiriko ocupando una fila entera de asientos, estaba profundamente dormido.

Después de decirles su nombre hace un momento, Kiriko había colapsado inmediatamente por el agotamiento y había perdido la conciencia. Parecía que su repentino despertar y la excitación de sus emociones no habían hecho ningún bien a su cuerpo.

Ai dejó escapar un suspiro y miró al joven dormido.

Su rostro estaba ceniciento y su respiración era superficial. Tenía las cejas fruncidas y el semblante estaba tan oscuro como si estuviera en medio de una pesadilla, en ninguna parte había ni siquiera un rastro de su primera dulzura brillante. Ai empezó a preguntarse cuál era el verdadero Kiriko. ¿Era el Kiriko amable y agradable? o ¿El Kiriko agitado?

“… Scar-san, por favor dignos inmediatamente si algo le sucede a Kiriko.

“Está bien”

Scar respondió desde el asiento trasero. Completada con su tarea de cuidar a Kiriko, Scar había ido a la parte trasera del coche para limpiar el desorden de allí. En ese momento, estaba viendo fijamente a una alcancía con forma de tanuki de aspecto agradable.

Ai juró silenciosamente que no iba a perturbar su trabajo.

Silencio.

Yuri, que parecía haberse fusionado con el coche, continuó conduciendo.

Ai se sentó con una postura rígida en el asiento lateral mientras lo miraba.

Silencio.

Yuri, sintiendo un bache a cierta distancia, dudo entre girar a la izquierda o a la derecha para evitarlo.

Ai miró a su alrededor observando los diversos dispositivos instalados en el coche. No sabía para que servían las dos barras del parabrisas.

Silencio.

Eventualmente Yuri decidió girar a la derecha para evitar el bache.

Ai no tenía nada que hacer y por lo tanto sólo podía mirar delante de ellos.

Silencio.

El desierto parecía extenderse sin fin. “Oye, ¿va a ser así siempre?”

“… ¿Qué tipo de tonterías estás diciendo ahora?”

Ai señaló con el dedo hacia el desierto y luego hacia sí misma.

“Es sólo que… Sabes… Estoy tan aburrida”

En el rostro de Yuri podría haber sido escrito con grandes letras las palabras “¿Y qué pasa?”

“… ¿Te quejas por eso?”

“¡P-Pero! ¿No te parece que algo va a pasar? Como si algo fuera a suceder y nos detuviéramos ¿No es así?

Yuri golpeó el freno con el pie.

Ai se golpeó la frente con el parabrisas. “¡Oye, eso duele!”

“Lo siento, había un bache que no pude evadir”

Yuri soltó los frenos y aceleró. El paisaje era el mismo una vez más.

“Los viajes por naturaleza son aburridos como este”

Yuri sabía realmente lo que significaban, pero Ai no tenía idea de eso.

“¡Ah!, me niego a creer eso”

“… Ya que estás tan aburrida, espero sinceramente que aprendas a conducir pronto”

“¡Oh! ¿Puedo conducir?”

Ai estaba llena de entusiasmo al oír eso, pero Yuri rápidamente arrojó agua fría sobre ella y la apaga.

“… ¿Si quiera puedes alcanzar los pedales?” “………”

Un cruel silencio continúo. “………”

A partir de ese momento el coche fue dominado por el silencio, Ai nunca volvió a mencionar la palabra “Aburrido” de nuevo.