Ore wa Subete wo “Parry” Suru (NL)

Volumen 1

Capítulo 7: La Plaza Central

Caminamos un rato antes de detenernos en la plaza central de la capital real. Como había dicho la chica, no había rastro de nadie. A veces veía a los guardias moviéndose como si buscaran algo, pero no parecía que se fijaran en nosotros.

Así que ésta era la fuerza de sus habilidades, ¿eh? Era bastante sorprendente.

Una vez hubo confirmado que todos los guardias se habían marchado y que estábamos solos, la chica empezó a hablar.

“Antes de decir nada más, permíteme disculparme. Le debo la vida, pero aún así fui tan grosera como para seguirle sin su conocimiento. Lo siento mucho. Pero, por favor, compréndalo: tenía que volver a verle, pasara lo que pasara”.

Al decir esto, me hizo una profunda reverencia.

“Y”, continuó, “también debo disculparme por mi comportamiento en el Gremio. Fue muy descortés por mi parte interrumpir repentinamente su conversación y pedirle que saliera conmigo. Le ruego que me perdone. Siendo mi posición la que es, no sería deseable que me vieran así en público, y pensé que usted también tendría que considerar sus propias circunstancias.”

“Está bien”, dije. “No te preocupes”.

No creía que tuviera nada por lo que disculparse. De hecho, yo tampoco tenía ninguna “circunstancia” digna de especial consideración. Empezaba a tener la sensación de que tal vez había algún tipo de malentendido en juego…

“Entonces”, le dije, “¿qué es lo que necesitabas de mí?”.

Eso era lo primero que no entendía: ¿por qué se había tomado la molestia de seguirme? ¿Tenía razón el hombre del gremio en que yo había hecho algo malo sin querer?

“Sólo una cosa”, dijo. “Quiero expresarle mi gratitud por haberme salvado la vida. Por eso, gracias. De verdad”.

Al decir esto, la chica de pelo largo me hizo otra profunda reverencia.

Me detuve un momento. “¿Eso es todo? Pero antes me diste las gracias, ¿no?”.

“No, eso no estuvo a la altura de la gratitud que mereces. Mi vida no ha sido la única que has salvado hoy; también has salvado a muchos ciudadanos de este reino”.

“Debes estar exagerando”.

Lo máximo que había hecho era detener a una sola vaca enfurecida. Sin embargo, me sentí mal por los guardias que habían perdido la vida. Un paso en falso y yo habría ido por el mismo camino.

Ahora que lo pensaba, mi decisión de precipitarme a pesar de mi impotencia había sido poco menos que imprudente. Esta chica tenía una serie de habilidades increíbles. Incluso si yo no me hubiera entrometido, era muy posible que se las hubiera arreglado sola.

Sí, claro. ¿Por qué no me había dado cuenta hasta ahora? Me había parecido extraño que se desplomara y estuviera en el suelo todo el tiempo. No era porque no hubiera podido correr; no lo había necesitado.

Había habido otra luz extraña, de color azul, que parecía estar reteniéndola, pero se había desvanecido por completo cuando yo había alcanzado a la vaca. Si la hubiera dejado, probablemente habría estado bien. Cuanto más lo pensaba, más empezaba a sentir que había hecho algo completamente innecesario…

“No hace falta que te desvíes de tu camino para ser considerada conmigo”, dije. “Lo que hice probablemente estuvo totalmente fuera de lugar. Debería ser yo quien se disculpara por entrometerme así. Lo siento”.

“¡No, en absoluto!”, tartamudeó. “Te estoy muy agradecida. Si no hubieras venido corriendo, no sé qué habría sido de mí”.

Por lo que parecía, tenía un gran sentido del deber. Me impresionó. No mucha gente era tan considerada a su edad.

“En ese caso”, le dije, “aceptaré encantado tu gratitud”.

“Si es posible, me gustaría devolverle lo que hizo. Tanto como me sea posible. Dime tu recompensa y la tendrás. Mi padre también te está muy agradecido. Me pidió que permitieras a nuestra familia hacer uso de todo lo que tenemos para mostrarte nuestra sincera gratitud.”

Parpadeé. “¿Otra vez? ¿Todo lo que tienen?” No le encontraba sentido a lo que estaba diciendo. Parecía que la conversación había empezado a derivar en una dirección extraña. “Tus palabras fueron suficientes. De verdad. No necesito nada más”.

“No, por favor. Debes dejar que te lo agradezca como es debido. Mi padre y mi hermano también, desean encontrarte para poder mostrarte su gratitud en persona.”

“De verdad. Ya me has demostrado más que suficiente”.

“¡Pero… eso no puede ser! A pesar de lo que pueda parecer, ¡soy una persona de cierta categoría! ¡No podría no hacer nada por la persona que me salvó la vida! ¡Hacerlo sería vergonzoso! Por favor, ¡debes permitir que mi familia te lo agradezca!”

“Lo siento, pero… sea lo que sea, no lo necesito”.

No sabía qué clase de posición tenía ella, pero desde mi punto de vista, recibir cosas que no necesitaba sólo me pondría en un aprieto.

“Entonces, ¿hay algo que te preocupe? Mi familia estaría encantada de prestarte su ayuda… Si quieres, estoy segura de que mi padre estará encantado de discutir el asunto de las tierras contigo”.

¿Qué? ¿Tierras? ¿Por qué de repente estábamos hablando de eso? En primer lugar, ya tenía una casa y un campo esperándome en la montaña. Apreciaba el sentimiento, pero si era honesto… no lo necesitaba.

“Lo siento, pero realmente no necesito ningún tipo de recompensa.”

“¡P-Pero…!”

De repente me di cuenta de que la chica estaba ahora al borde de las lágrimas. Pero… ¿por qué? Todo lo que había dicho era que sus palabras eran suficientes. ¿No me estaba expresando con claridad?

“Esto no es suficiente”, declaró. “Tengo la obligación de asegurarme de que aceptas nuestra gratitud”.

“¿Obligación…?” Estaba bastante seguro de que la gratitud no debía venir acompañada de nada parecido. “Di lo que quieras, pero de verdad que no necesito nada”.

“Entonces, hasta que no aceptes, no me moveré ni un paso de este sitio”.

Parecía que, dijera lo que dijera, no se echaría atrás. Y como estaba a punto de llorar, supuse que hablaba en serio. Hablando de ser infantil…

Espera, era una niña.

Pero era testaruda. Me recordaba a mí a su edad. Tal vez así se sintió el instructor de la escuela de clérigos cuando, una docena de años atrás, me presenté y declaré que no me movería hasta que me dejara entrenar allí, incluso ante sus intentos de alejarme.

Por lo que parecía, esta chica tenía una personalidad bastante obstinada. Si esperaba aquí tres días y tres noches sin comer ni beber como yo, no sabría qué hacer.

Supongo que no tenía elección.

“Bien”, dije. ” Me reuniré con tu hermano y tu padre. Pero eso es todo, ¿vale?”

“¡¿D-de verdad?!”

Realmente no necesitaba más gratitud que la que ya me habían dado. Al fin y al cabo, lo máximo que había hecho era detener a una vaca enfurecida en medio de la ciudad, y no es que contara con que las vacas de ciudad fueran tan feroces. Aunque quizá fuera algo habitual aquí, en la capital real. La verdad es que no había oído a nadie hablar de ello; todo el mundo estaba centrado en el incidente del monstruo.

Yo no era un experto en cómo se hacían las cosas aquí, así que tal vez hubiera una costumbre que yo desconocía de tratar con la máxima hospitalidad a la gente que te salvaba de unas vacas violentas. No terminaba de entenderlo, pero como decía el refrán, “cuando estés lejos de casa, haz lo que hacen los lugareños”.

“Hablando en serio”, dije, “no necesito ningún tipo de gran recompensa”.

“¡Por supuesto! Ahora, partamos de inmediato. ¿Puedo pedirte que me sigas de cerca? Preferiría no llamar la atención, así que nos ocultaré con [Ocultación], [Ocultación de detección] y varias habilidades más”.

Diciendo esto, la chica se puso en marcha a paso ligero. Aunque hacía unos instantes había estado a punto de llorar, ahora lucía una sonrisa inocente…

Toda esa inquietud de antes no había sido sólo una actuación, ¿verdad? Quizá era más estratega de lo que yo creía, a pesar de su edad.

Sin otra opción, seguí a la chica, igualando el ritmo de sus ligeros saltos. Juntos, nos adentramos en la noche que había caído sobre la ciudad.