Ore wa Subete wo “Parry” Suru (NL)

Volumen 1

Capítulo 6: Reportando Mis Trabajos Realizados

Tras abandonar el lugar, me desvié brevemente hacia el Gremio de Aventureros. Quería ir directamente allí para informar de mis trabajos, pero me di cuenta de que me seguían unos hombres extraños. Me dieron mala espina, así que decidí esquivarlos.

Eso me había llevado bastante tiempo, ya que afuera estaba completamente oscuro.

“¿Eres tú, Noor?”, me preguntó el miembro del gremio cuando entré. “Me tenías preocupado. Salió bien, ¿verdad?”

“¿Pasó algo?” le pregunté.

“¿Qué, te perdiste todo el alboroto? Un monstruo del Abismo apareció justo a la entrada de la mazmorra. Uno que daba miedo, uno que no esperarías ver por aquí”.

“¿Un monstruo…?”

“Lo entendiste. El maldito armó un gran alboroto. Oí que estaba cerca de tu obra, y eso me preocupó… pero parece que no lo viste. Menos mal, porque le habría dado una paliza a un grupo completo de aventureros de rango S. Diablos, me habría matado antes de que pudiera parpadear, y yo era un rango A en mis días”.

“¿Era realmente tan aterrador? Supongo que debería considerarme afortunado entonces”.

Lo máximo que me había encontrado era una vaca. Claro, incluso eso había supuesto una amenaza significativa para mí, pero supuse que era mejor que haberme encontrado con un monstruo de verdad.

“¿Y qué le pasó?” pregunté. “¿Sigue ahí?”

“No, todos estamos a salvo, tal y como están las cosas. Escucha esto: el monstruo era un minotauro del Abismo, pero un hombre misterioso se encargó de eliminarlo él solo. De un solo golpe, nada menos. Un infierno, ¿verdad?”

“¿Un monstruo tan poderoso… de un solo golpe?”

“Sí. Recuerda mis palabras, hoy tuvimos suerte. En el peor de los casos, la ciudad entera podría haber estado en ruinas ahora. Quienquiera que fuera ese hombre, tiene mi agradecimiento”.

Hice una pausa para considerar eso. “Hay gente increíble ahí fuera, ¿eh?”.

Pensar que algo así había sucedido mientras yo jugaba a pelear con una vaca… Evidentemente, seguía siendo absurdamente débil. Era un hecho que tenía que asegurarme de interiorizar.

“Aun así”, dije, “venció a un monstruo que le haría la competencia a un grupo de rango S… ¿él solo? ¿Qué clase de persona era?”.

“¿Quién sabe?”, respondió el hombre del gremio, haciendo una pausa para considerar mi pregunta. “Uno pensaría que un tipo tan fuerte sería famoso, pero no he oído nada sobre él. Sin embargo, los guardias están dando vueltas por la ciudad buscándolo, así que supongo que tarde o temprano lo averiguaremos”.

“Supongo que lo haremos”.

Mientras charlábamos, el hombre del gremio procesó con destreza mis hojas de trabajo y me entregó una bolsa con mi paga. “Aquí tienes, tus ganancias de hoy. No está mal el botín”.

“Es un trabajo honesto”, le dije, cogiéndole la bolsa. “Gracias”.

“Sobre eso, Noor. ¿Has pensado ya en aceptar un trabajo de verdad?”

“¿Un trabajo de verdad? Ya soy aventurero”.

El hombre del gremio se apoyó la cabeza en las manos y suspiró con fuerza. “Mira. Noor. Sé que me estoy repitiendo, pero sabes que nos llevamos una parte de tu paga como tarifa de mediación, ¿verdad? Si no fuera por nosotros, hoy tendrías otro treinta por ciento en el bolsillo”.

“Sí”, dije. “Lo sé.”

“El capataz habló conmigo, ¿lo sabías? Prácticamente me rogó que te entregara. Dijo que nunca había visto un trabajador mejor que tú. También han venido otros, no sólo él. Todo el mundo está detrás de ti. ¿Cuánto crees que durará esto? Deberías elegir un lugar mientras puedas y empezar a prepararte para asentarte…”

Antes de que me diera cuenta, el hombre del gremio estaba de nuevo en una de sus largas divagaciones. ¿Cuántas veces había pasado ya? Últimamente había empezado a hablarme de buenas oportunidades de trabajo, no a petición mía, por supuesto. Incluso me había recomendado sitios. Yo le decía que no necesitaba nada de eso, pero bueno…

Por extraño que parezca, aunque no estábamos de acuerdo, la insistencia del hombre del gremio nunca me sacó de quicio. Tenía la sensación de que hacía todo esto porque quería lo mejor para mí.

Pero eso no me impedía rechazarlo siempre.

“Así que de todos modos, Noor. Aventurarse es un trabajo emocionante, incluso yo lo admito. Me gané la vida haciéndolo, después de todo. Al final, eso no cambia el hecho de que la mayoría de los aventureros mueren jóvenes. Tuve algunos amigos cercanos en mis días; gente buena y honesta, todos ellos. Pero ser un aventurero significa que, con el tiempo, te despertarás y te darás cuenta de que todos se han ido. Cuando tenía quince años…”

Esto no era bueno. Me di cuenta de que estaba a punto de empezar otra historia que ya había oído más de una vez. Una vez que el hombre del gremio se ponía así, yo tenía que prepararme para un largo rato.

Por muy agradable que fuera verle hablarme con entusiasmo de sus amigos -desde que los conoció hasta que se separaron-, mañana tenía que ocuparme del trabajo, así que me apresuré a volver a casa. Así que, con mi sonrisa habitual y dejando que la historia me entrara por un oído y me saliera por el otro, esperé el momento adecuado para intervenir.

Pero antes de que pudiera, sentí una repentina presencia detrás de mí.

“Por fin te he encontrado”, dijo una voz suave.

Me di la vuelta, sorprendido, y me encontré cara a cara con una pequeña figura femenina envuelta en una capa. La figura -una chica- se bajó la capucha y me di cuenta de que ya la había visto antes. Si no me equivocaba, era…

“¿La chica de hace un rato?” Le pregunté.

“Sí”, dijo ella. “No quería ser descortés, pero tenía que volver a verte”.

Era la misma chica a la que había atacado la vaca enloquecida.

Espera… ¿me había seguido hasta aquí? Por lo que a mí respecta, había hecho un buen trabajo sacudiéndome de encima a esos extraños hombres que me habían estado siguiendo, pero no me había fijado en ella en absoluto.

Tenía la impresión de que mi habilidad [Paso de pluma] había mejorado, ya que había llegado a ser lo bastante buena como para cazar liebres salvajes, lobos y otros animales en los bosques de mi tierra sin que se dieran cuenta, pero si una niña como ella me había seguido sin que me diera cuenta… Aún me quedaba mucho camino por recorrer.

¿Pero cómo había sabido adónde había ido? ¿Había tenido suerte? No, eso no podía ser. Probablemente tenía algún tipo de habilidad que se lo decía.

“Oh”, le dije. “Usaste una habilidad para encontrarme, ¿verdad?”.

“Sí”, respondió ella. “Me he entrenado en una escuela de entrenamiento de ladrones. Fue grosero por mi parte, lo sé, pero utilicé una habilidad de detección a larga distancia para localizarte. Pensé que así sería más rápido, así que…”

Vaya. Eso sonaba como una habilidad realmente útil. ¿Y haberla aprendido a su edad?

“¿Así que tu clase es la de ladrón?” pregunté.

Hizo una pausa y luego dijo: “No. La rama de mago es mi especialidad… pero tengo, a grandes rasgos, la misma cantidad de habilidades para las seis ramas de clase”.

“¿Tantas? Impresionante”.

“Es una tradición en mi familia. Una política, por así decirlo. ‘Aprende todo lo que puedas aprender’, como dice nuestro refrán… Pero en realidad, es sólo un hobby mío. Me da vergüenza mencionarlo ante alguien como tú”.

“En absoluto. Es impresionante”.

Era tan joven -parecía tener la misma edad que yo cuando salí de mi pequeña cabaña en la montaña- y sin embargo tenía tantas habilidades. Ya debería estar acostumbrado, pero volví a sentirme inferior.

“Lo siento mucho, pero la gente nos está mirando”, me dijo. “¿Podemos hablar afuera?”.

No tenía ni idea de cómo responder. Intenté hacer señas al hombre del gremio para que me ayudara con la mirada, pero me devolvió el gesto ceñudo y dijo: “Noor, ¿qué has hecho?”.

“Nada malo… creo”.

No había pasado tanto tiempo desde que llegué a esta ciudad, así que aún había muchas cosas que no sabía. Por suerte, cada vez que había metido la pata sin darme cuenta, había tenido al hombre del gremio para ayudarme. Dicho esto, creía que había avanzado mucho en acostumbrarme a cómo funcionaban las cosas por aquí, al menos en comparación con la primera vez que llegué. No creía haber hecho nada problemático hoy.

“No pasa nada”, dijo la chica. “No hay nadie fuera, y usaré [Insonorización] y [Ocultación] para asegurarme de que no nos oigan”.

¿Esas también eran habilidades? Eso era bastante asombroso. Me costaba creer que ella las considerara parte de un pasatiempo y nada más. Aun así, ¿por qué se tomaría tantas molestias por una conversación conmigo? Perdido, volví a mirar al hombre del gremio. Me hizo un pequeño gesto con la cabeza, aún con el ceño fruncido.

“¿Debo irme?” pregunté vacilante.

“Adelante”, dijo. “Pero no olvides con quién estás tratando. Trata de no ser grosero, ¿sí?”.

Lo miré brevemente, confuso, y finalmente respondí: “De acuerdo. No lo seré”.

Entonces, aún sin estar del todo seguro de lo que estaba pasando, seguí a la pequeña fuera del Gremio de Aventureros.