Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 8

Epilogo: El Que Guía Al Héroe

La sangre se acumuló en el suelo y empapó la tierra.

Van yacía en el suelo, pensando en lo que había pasado mientras su cuerpo se enfriaba. La muerte estaba cerca.

Van el Héroe ha sido derrotado completa y totalmente.

Eso está bien. El Héroe debe luchar contra el mal, pero no tiene que ganar.

Van sabía que Dios deseaba el esfuerzo para alcanzar la victoria, no el resultado final.

La historia tenía una plétora de Bendiciones Divinas justas que habían caído en manos de malvados.

Demis era omnisciente y todopoderoso, lo que significa que su plan no podía ser que el Héroe triunfara sobre el señor demonio. Si lo fuera, entonces el Héroe nunca perdería.

“¡¡¡¡¡¡¡Vannnnnn!!!!!!!” gritó alguien. “¡Oh, qué horror! ¡Aguanta, Van!” “¡Lanzaré Regenerar!”

Van se dio cuenta de que eran Lavender y Ljubo. Sin embargo, no le interesaban.

Mi único objetivo era cumplir el papel de héroe. Eso era en lo que creía por encima de todo. ¿Cómo debería interpretar esta situación?

Con la magia de Ljubo, el brazo roto de Van pudo volver a moverse. El chico se llevó lentamente la mano a la cara.

Sintió algo caliente y sus dedos se hundieron de forma antinatural en su mejilla.

Van pensó en lo ocurrido con una perspectiva distante, como si fuera un observador lejano.

“Manos Curativas”.

Una luz radiante rodeó al Héroe, devolviéndole del borde de la muerte.

“¡Van!” Lavender se aferró a su cuello mientras se incorporaba. “¿Estás bien? Te habrá dolido, ¿verdad? Lo siento. No volveré a separarme de ti”.

Pero Van no respondió. Ni siquiera la miró.

Sus ojos restaurados brillaban mientras miraba al cielo con una sonrisa. “¡Sí! ¡Ahora lo entiendo!”

“¿Van…?”

“Mataré a esa chica de pelo azul. Y una vez que mi bendición de Héroe absorba la bendición que ella ha alimentado a través de su vida, ¡me convertiré en el verdadero Héroe!”

“Van, ¿de qué estás hablando?”. Ljubo se quedó perplejo, pero Van no sintió la necesidad de dar explicaciones al cardenal que tanto respetaba.

“¡Nuestro Señor ha venido! ¡¡¡Aha, aha-ha-ha, aha-ha-ha-ha-ha!!!” Ljubo retrocedió asustado ante la pesada carcajada de Van.

“¡No lo entiendo, pero te apoyaré pase lo que pase, Van!” Lavender se aferró al chico como siempre hacía.

Sin prestar atención a sus compañeros, Van sonrió de oreja a oreja, realmente eufórico.

Tras regresar a Zoltan, nos reunimos todos en la mansión de Ruti. “Siento llegar tarde.”

Esta abrió la puerta y entró.

“Había oído las historias, pero aún me sorprende que empezaras a llevar máscara”.

“Me queda bien, ¿no?”

Rit y yo nos detuvimos, ligeramente sorprendidos por la broma. Quizá nuestra reacción fue divertida, porque Esta sonrió.

“Hey, este no es el momento para estar jodiendo.”

Danan estaba de mal humor. Sus personalidades habían cambiado radicalmente en comparación con los viejos tiempos.

“Lo siento, me alegró tener la oportunidad de volver a verlos”.

Ruti, Danan, Yarandrala, Tisse, Albert, Rit y yo estábamos presentes. Esta nos miró a cada uno por turno, evidentemente complacida.

“Okay, no puedo quedarme mucho tiempo, así que vamos al asunto que nos ocupa”. Esta tomó asiento. “Las heridas de Van fueron completamente curadas por el hechizo sanador del Cardenal Ljubo y sus propias Manos Curativas. Tampoco tiene problemas persistentes”.

“¿Su espíritu no estaba roto?” Preguntó Danan. “No, el Héroe no siente miedo”, respondió Esta.

“Pero puede experimentar el fracaso. Parece de los que nunca se han dado contra un muro. Me imaginé que ser golpeado en la suciedad habría impartido algún tipo de impresión “.

“…Van no cree que haya fallado.” “¿Incluso después de perder tan mal?” “Sonrió”.

“¡Gah! ¡Ese chico me cabrea de verdad!” Danan rugió mientras golpeaba su puño y muñón juntos. “¡Quiero la revancha! ¡Déjame matarlo, y eso será el final de las cosas!”

“Cálmate”, respondí. “Es el Héroe de la Iglesia. Si muriera en Zoltan, la gente de la iglesia saldría de la nada para investigar las cosas”.

“¡Qué coñazo!”

Danan torció el rostro mientras intentaba controlar su indignación. “Entonces, ¿qué va a hacer Van ahora?” le pregunté a Esta.

“Se ha convencido a sí mismo de que su deber como Héroe es matar a Ruti”.

Espera, ¿qué?

“¿Va detrás de Ruti?”

Mi pecho se calentó de repente.

“¿Oh? ¡¿También te estás animando?! ¡Vamos a matar a este tipo juntos!” Danan sonaba emocionado.

Era cierto que si Van pretendía herir a Ruti, no dudaría en desenvainar la espada. Rit intentó frenéticamente calmarme.

“¡Espera un segundo, Red!”

Gracias a ella, volví en mí. No está bien, eso fue demasiado impulsivo de mi parte.

“Algunas cosas nunca cambian”. Esta sonaba un poco asombrada, o quizá exasperada. Resoplé, un poco molesto.

“Definitivamente hay motivos para preocuparse, pero tenemos una semana antes de que ocurra algo, como mínimo”.

“¿Qué quieres decir?”

“Van se aventura a los mares del sur para cazar monstruos y aumentar su nivel. El viaje también pretende ser un viaje de prueba para aprender cómo funciona la Vendidad”.

“Los mares del sur… Supongo que es el lugar más cercano a Zoltan con monstruos de alto nivel”.

“Salimos del puerto mañana. Albert y yo iremos con Van”. “¿Estarás bien?”

“Un par de aliados en el interior no puede hacer daño, ¿verdad? Creo que nos las arreglaremos”.

“Eso es verdad, pero…”

“No te preocupes. No planeo luchar contra Van”, aseguró Esta. “Sólo necesito enfrentarme a ese fracaso de Héroe”.

El Fracaso de Héroe, ¿eh?

Su fe en Demis y su Bendición Divina eran fuertes. ¿Realmente podía convencerse de algo?

“Si vamos a intentar algo, sería mejor ir a por sus camaradas en vez de a por él”.

Todos los demás asintieron.

“Esta, ¿cuánto sabes sobre el Cardenal Ljubo y el hada Lavender?”

“El objetivo de Ljubo es utilizar a Van para su gloria personal, ser una de las personas que salvaron el mundo”.

“Así que luchar contra Ruti es una distracción, y a sus ojos, es un riesgo innecesario. Eso podría darnos algo de margen con él”.

Un cardenal rapaz sería mucho más fácil de tratar que un héroe mártir.

“Lavender no tiene ningún objetivo en particular. Sólo quiere a Van y actúa sólo por él”.

“Así que si le hacemos entender que la vida de Van estaría en peligro, podríamos convencerla también”.

Si fuera para proteger a la persona que amaba, Lavender podría incluso estar dispuesta a ayudarnos.

“Así que persuadimos a los miembros del grupo de Van, y luego conseguimos que le convenzan para que se convierta en un Héroe para el pueblo y no para Demis. Ese es el plan actual”.

“En ese caso, Rit y yo seremos cruciales. Van no conoce a Rit, y yo no he emprendido ninguna acción agresiva contra él”, intervino Tisse.

Me sorprendió un poco el comentario. Miré a Rit, que asintió tranquilizadoramente.

“Me parece bien involucrarme. Una vez fui una aventurera llamada Rit la heroína, y debo hacer honor a ese título”.

“Sin embargo, nos enfrentaremos al Héroe y a su grupo… Son enemigos poderosos”.

“¡Entiendo que estés preocupado, Red, pero yo también me preocupo por ti y por Ruti! Quiero ayudar”.

“…Cierto, lo siento. No estaba pensando pragmáticamente”.

“Está bien. Me gusta tu lado estratégico, pero me encanta tu lado amable”.

A pesar de lo tensa que era la situación, no pude evitar fijarme en lo bonita que era la sonrisa de Rit. El corazón me dio un vuelco.

“Parece que se llevan muy bien”. Esta sonreía.

“Lo siento, estábamos en medio de una conversación importante, y yo sólo…”

“No, no te preocupes. El amor es algo bueno”.

Danan, que había estado observando a Esta, puso cara de asombro.

“Ruti, Gideon, Tisse, Rit, Theodora… Todos han cambiado. ¿Somos Yarandrala y yo los únicos que no lo hemos hecho?”.

“¿Oh? Ahora sólo soy un pacífico alto elfo que vive una vida lenta y sencilla, muchas gracias”.

“¿Eso es cierto? Entonces, ¿a quién vi escabullirse disfrazado para luchar en el coliseo de Zoltan? ¿No le pateaste el trasero a ese luchador con lanza de tercer rango con tus propias manos? Eres el mismo de siempre, el tipo que equilibra la paz y la guerra”.

“Oops, no sabía que alguien lo supiera”. Yarandrala apartó la mirada, fingiendo vergüenza. No puede evitar meterse en todo.

“Pero, ya sabes, el cambio no parece tan malo”. La expresión de Danan se volvió seria de repente. “Todo este problema del Héroe no va a desaparecer con la caza de ballenas, ¿verdad? Nuestro plan requiere un tipo diferente de fuerza, y no tengo ni idea de qué hacer”.

Danan tenía razón; ésta era una lucha diferente a las muchas de nuestro pasado común.

“Antes, trabajamos para liberar a Ruti de su bendición de Héroe… Esta vez, es algo así como lo opuesto. Necesitamos guiar a Van para que se convierta en un verdadero Héroe”.

Hubiera preferido que pudiéramos resolverlo todo sin involucrarnos con Van, pero empezaba a parecer que un enfrentamiento con este nuevo Héroe era inevitable.

Guía y Héroe.

Me sentí un poco incómodo y me pregunté si era la voluntad de Demis. En cualquier caso, mi camino estaba despejado.

“No será fácil… ¡Pero sé que podemos hacerlo!”.

“¡¡¡Sí!!!” Todos respondieron con rotundidad.

He encontrado algunos amigos verdaderamente fiables.

Buenas noches, Zoltan. Botica Red & Rit. “¡Estamos en casa!” “Desde luego que sí”.

Rit y yo habíamos vuelto a casa después de estar fuera un tiempo.

“Yarandrala mantuvo la tienda en bastante buen estado. No veo nada de polvo”.

“Le encanta limpiar”.

“¿Cómo iban las ventas? ¿Crees que sabía llevar las cuentas? Ah, tal vez no llegó a hacerlo ya que estaba ocupada lidiando con Van”.

“Yarandrala solía llevar una floristería. Tiene experiencia en el manejo de las finanzas”.

“¿En serio? Ah, las reservas de medicinas se han agotado bastante. Yarandrala puede saber mucho de plantas, pero sin la habilidad de Alquimia, no puede producir muchos remedios.”

Rit parecía divertirse inspeccionando cosas. Había algo en ello que me resultaba indescriptiblemente agradable de ver.

“Las vacaciones en Sant Durant fueron divertidas, pero me siento muy tranquila ahora que hemos vuelto”.

“Sí, sé lo que quieres decir. Este es nuestro hogar, después de todo”.

Abracé a Rit con fuerza. Sentí que sus brazos también me apretaban fuerte. Esto. Esta casa, este pueblo. Este era el mundo que quería proteger.

La Bendición Divina del Héroe podía interponerse en mi camino, y Dios podía desaprobarlo, pero yo no tenía intención de echarme atrás.

Tal fue la decisión a la que llegué mientras me envolvía el suave calor de Rit.

-FIN DEL VOLUMEN 8-