Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 8

Capítulo 4: Buena Voluntad Y Malicia

Parte 1

Me llamo Tisse Garland.

Soy una asesina del Gremio de Asesinos con la Bendición Divina del Asesino, y en este momento, soy un aventurero guiando a Van el Héroe.

Yo también soy un habitante normal y corriente de este mundo y me estremezco internamente al ver lo extremos que son los pensamientos de este chico.

Actualmente, me encuentro en el castillo que el gigante de las colinas Dundach ha reclamado, en una región muy alejada de Zoltan propiamente dicho.

Los gigantes de las colinas son los más comunes de todas las especies de gigantes y los que más interactúan con la gente. Como su nombre indica, tienden a vivir alrededor de colinas y montañas más grandes, pero pueden aparecer en cualquier lugar con un clima suficientemente cálido y alimentos suficientes para mantenerlos.

En otras palabras, los lugares adecuados para los humanos también lo eran para los gigantes de las colinas.

Esto ha provocado frecuentes escaramuzas entre ambos bandos. Los gigantes de las colinas eran el clásico elemento básico de todas las viejas historias tópicas de héroes de pueblo que matan monstruos.

“Los gigantes de las colinas poseen una inteligencia sólo ligeramente inferior a la de los humanos, y si hay alguno con la bendición de Herrero o Armero entre ellos, tendrán armas y armaduras. Su tamaño y la fuerza de sus brazos son más o menos lo que cabría esperar, y en cuanto a su capacidad reproductiva, se propagan más o menos al mismo ritmo que los humanos. Aunque hablar así de las personas es un poco raro”.

Ljubo tenía el porte de un conferenciante, propio de un clérigo, mientras explicaba a Van los gigantes de las colinas.

“Los asaltos de los gigantes de las colinas nunca duran mucho. Al final, los humanos siempre han salido victoriosos. ¿Sabes por qué, Van?”

“¡Sí, señor! Porque así lo quiere el Todopoderoso Demis”.

“Es cierto. Los gigantes de las colinas no reciben bendiciones dignas de héroes y campeones. En última instancia, siempre caen ante nosotros”.

“¡Porque la mayoría de los gigantes de cualquier tipo sólo tienen bendiciones guerreras!”

“En efecto. El hecho de que la bendición del Guerrero, que no puede hacer otra cosa que pulir las habilidades físicas, sea la más común en este mundo puede decirse que es una revelación de Dios sobre los caminos de nuestro mundo.”

“Cierto. El Guerrero no posee un gran papel por sí mismo, pero es la bendición que proporciona significado a todas las demás. No hay valor en las personas con bendiciones de Guerrero, pero esas bendiciones poseen un gran significado en un sentido religioso.”

“Mhm. ¿Por qué Demis Todopoderoso ha dado el nombre de Guerrero al representante de la Bendición Divina de la persona corriente? Es una expresión del deseo de que todos los seres de este mundo luchen para desarrollar sus bendiciones. Recuerda, por mucho que un oponente nos supere en poderío físico, esa fuerza no es nada ante las Bendiciones Divinas que nos otorga Dios.”

Van asintió una y otra vez a las palabras de Ljubo.

Yo dirigía el grupo como guía, y mis ojos se entornaban un poco mientras escuchaba a la pareja detrás de mí, aunque no se me notaba en la cara.

Mi insustituible compañero, Señor Crawly Wawly, tuvo la bendición de los Guerreros. No tengo palabras para expresar lo crucial que ha sido en mi vida. Estaba sentado en mi hombro, mirando las nubes blancas que surcaban el cielo, aparentemente sin inmutarse por la conversación de Van y Ljubo.

“¿Qué te parece, Tisse?” preguntó Esta, que caminaba a mi lado.

“Si el buen Cardenal lo ha dicho, entonces seguramente así debe ser”. Respondí con tibieza para evitar cualquier conflicto.

“Ya veo. Quizá vuelva a preguntar en privado cuando hayamos acampado”. Esta se encogió de hombros con una sonrisa.

Tal vez fuera por la máscara, pero su personalidad parecía un poco distinta de cuando había viajado con ella cuando era Theodora. Los ojos del Señor Crawly Wawly también se abrieron un poco al contemplar a la mujer.

“Hah. Después de sus idas y venidas, había llegado a echar de menos tus reacciones”.

Theodora nunca habría dicho algo así.

El Señor Crawly Wawly se golpeó las piernas como intrigado. Parecía haberle gustado el nuevo comportamiento de la mujer.

Nos encontrábamos detrás del castillo que había robado Dundach, preparándonos para matar al gigante de las colinas.

“Umm, sólo para confirmar, sólo estoy aquí como guía. ¿Será un problema si los dejo la lucha a todos ustedes?”

“Eso debería estar bien. ¿Verdad, Van?” Contestó Esta.

“Eso es lo que acordamos. Sin embargo, si ves a alguien que puedas derrotar, ¡eres más que bienvenido a luchar!”

“¿Bienvenida a luchar?” se hizo eco Tisse.

“¡Por supuesto! ¡Es una virtud derrotar monstruos para fortalecer tu bendición! ¡Y esa virtud es mayor que cualquier contrato mortal!”

Desconfié de su sonrisa inocente.

“Gracias; sin embargo, no me siento segura luchando contra gigantes, así que me limitaré a sostener una linterna para todos ustedes una vez que entremos en el castillo”.

“Ya veo. Es una pena”. Van parecía compungido. “Debes esforzarte por hacerte más fuerte. Dios siempre te está observando”.

No creo que llegue a gustarme este Héroe.

Los gigantes solían tener mejor visión nocturna que los humanos.

El castillo estaba sombrío y los braseros llenos de un aceite de olor desagradable estaban apagados.

Con sólo la tenue luz que entraba por las ventanas, los gigantes de las colinas podían ver tan bien como si hubiera sido mediodía en campo abierto.

Me situé en la retaguardia del grupo, siguiendo a los demás con un farol en alto. Mi espada no estaba desenvainada, pero mi objetivo era aprender más sobre Van el Héroe y su grupo, no matar gigantes.

“¡Ya vienen!”, gritó el hada llamada Lavender con la capa de Van.

Los gigantes de las colinas corrían hacia nosotros, con las cabezas rozando el techo.

También…

¡Crack!

…la madera se astilló mientras otros dos gigantes salían volando de una habitación lateral.

Fue un ataque sorpresa. ¿Cómo respondería este otro Héroe? “¡Hahhhh!”

Van blandió su espada dos veces.

Un par de cabezas de gigantes cayeron al suelo, derramando sangre. Despreocupado por las salpicaduras, Van sonrió y desvió la vista hacia el siguiente enemigo. Su espada era tremendamente rápida. Decapitar a los monstruos de un solo tajo denotaba bastante habilidad.

Él era en verdad el Héroe… y probablemente más fuerte que yo. “¡Santa Bendición!”

De la mano de Ljubo brillaba una luz, un arte clerical que fortalecía a los aliados mientras debilitaba a los monstruos en su resplandor.

“Ahora que hemos llegado a esto, supongo que yo también tendré que luchar”.

Esta mató al gigante de la colina que tenía más cerca con tal destreza con la lanza que casi me olvido de que estábamos en un pasillo estrecho que debería haber dificultado el balanceo de un arma de asta.

“¡Vamos, Vaaaan! Tú puedes!”

Lavender correteaba alrededor del Héroe mientras le animaba.

No   estaba  luchando  activamente,  pero   parecía  actuar  como  vigía, asegurándose de que Van nunca fuera atacado desde un punto ciego.

Y ella parece estar observándome tan seguramente como cualquier monstruo…

Lavender no confiaba en ningún humano aparte de Van. “¡Van!” Lavender gritó.

Se oyó un silbido cuando una flecha del tamaño de una lanza se dirigió hacia el muchacho. Al final de la sala había un gigante de las colinas, una cabeza más alto que los demás, con un casco adornado con una pluma: probablemente, Dundach.

“¡Ah!”

Van desvió la flecha con el escudo de su mano izquierda.

Dundach sostenía una ballesta diseñada para el combate de asedio, un arma probablemente heredada del anterior gobernante del castillo.

Normalmente, se necesitaba una palanca para tensar la cuerda, pero Dundach la reajustó rápidamente con su fuerza de gigante.

Un disparo de esa ballesta no podría ser detenido por ningún escudo normal, y sin embargo el de Van no tenía ni un rasguño.

Era un poderoso escudo mágico.

“¡Viene el siguiente!” gritó Esta mientras se preparaba para defenderse usando su magia clerical.

“Hmm. ¡Pensaba que estos enemigos eran unos don nadie, pero este se está esforzando de verdad!”.

Antes de que Esta pudiera activar su hechizo, Van corrió por el pasillo y saltó hacia Dundach.

“¡¿Ugaa?!”

“Te menosprecié, creyendo que eras un monstruo infiel por refugiarte en un castillo sin matar gente. Sin embargo, ¡tu intención asesina es maravillosa!”

“¡¿Qué eres?!”

“¡El que vence al mal! Yo soy Van, el héroe. ¡Un monstruo como tú debería matar a la gente con más saña y luego ser asesinado por mí a su vez!”

“¿Héroe? Alguien como tú…”

Van decapitó a Dundach antes de que el gigante pudiera terminar de hablar.

“El mal ha sido vencido”.

El chico parecía tan contento y tranquilo después de matar a la enorme criatura.

Ya veo. Así que esto es lo que parece ser fiel a los impulsos del Héroe…

El Señor Crawly Wawly nunca se había asustado de Ruti, pero saltó de mi hombro a mi bolso después de ver a este héroe.

En voz baja, me hizo una señal: “Van es un humano que da miedo”.

Pasé la noche solo de guardia, mirando el fuego. Habíamos acampado junto a la carretera.

“Puede dormir, Señor Crawly Wawly.”

Sin embargo, negó con la cabeza. Le froté suavemente la barriga y, tras estremecerse de alegría, se apoyó en mi mejilla.

“¿Te importa si me siento a tu lado?”, preguntó alguien. Había sentido su presencia acercándose, así que no me sorprendió.

“Adelante”.

Esta se colocó cerca de mí. Luego puso un trípode y una olla sobre el fuego. Parecía estar preparando una sopa de ajo. Al cabo de un rato, empezó a salir vapor.

“¿Qué tal si cenamos?” “Gracias.”

Esta llenó una taza de caldo y me la dio. Un sorbo reveló que era bastante sabroso. “…”

“Ljubo está profundamente dormido. Es poderoso, pero no tiene mentalidad de aventurero. Van y Lavender saldrán a cazar monstruos toda la noche como siempre para mejorar su bendición. No volverán hasta la mañana”.

Parecía claro que Esta insinuaba que no nos escucharían. “No sé de qué otra forma decirlo; ese Héroe es absurdo”.

“No puedo estar en desacuerdo. Sinceramente, me alegro de tener a alguien con quien discutirlo”. La mujer enmascarada sonrió amargamente. “Había cosas que me resultaban difíciles de viajar con Ruti, pero… Mi tiempo con Van ha sido realmente revelador”.

“Van parece bastante fiel a su religión y a los impulsos del Héroe”.

“Bueno, se supone que el Héroe es la manifestación de la providencia de Dios… Aún así, me pregunto si el primer Héroe era así”.

“Fueran quienes fueran, ahora no son más que una leyenda”, respondí.

“A medida que las historias pasaban de generación en generación, los episodios más problemáticos eran probablemente eliminados. Hmmm…” Esta ladeó la cabeza. “¿Qué te parece?”

“No podría empezar a decirlo. No es mi especialidad”.

Sin embargo, tenía una amiga en el gremio de asesinos que sabía mucho de historias antiguas. Ella podría saber algo, pero yo no tenía ni idea de lo que hacía hoy en día.

Tomé otro trago de la sopa y sentí que mi cuerpo se calentaba un poco. “Nunca imaginé que te interesaría la cocina”, le dije.

“Hah, en realidad tomé la habilidad de Cocina. Después de intentarlo, me di cuenta de lo difícil que era hacer comida mientras acampaba, pero es bastante divertido.”

Esta sonaba orgullosa de sí misma. Se había vuelto más amable y sociable que cuando era Theodora.

“¿Se te ha pegado de Red?”

“Supongo que sí. Me esfuerzo por ser como él era… pero está resultando bastante difícil con este nuevo Héroe”.

Esta esbozó una sonrisa de autodesprecio. Si alguien me hubiera pedido que guiara a ese Héroe, no sé si lo habría conseguido. Van creía en su Bendición Divina por encima de todo.

Los asesinos deshonestos con los que había luchado recientemente también habían sido así. Sólo confiaban en sus bendiciones y carecían de la mentalidad necesaria para actuar como auténticos asesinos a sueldo. Habían sido hábiles en su trabajo, pero se habían convertido en vulgares asesinos motivados únicamente por el placer de matar. Al final, Drog, temiendo por su vida, incluso había renunciado a su cliente, un tabú en nuestro mundo.

Van se siente similar…

De repente, el Señor Crawly Wawly empezó a saltar sobre mi hombro, haciéndose notar. Evidentemente, deseaba comunicar algo.

“El Señor Crawly Wawly quiere preguntarte si vas a dejar a Zoltan sin hablar con Albert”, le dije.

“Me gustaría reunirme con él si es posible, pero quiere operar independientemente de Van. Y la verdad, tengo miedo de dejar a Van solo mientras estemos en Zoltan. Cada vez que le quito los ojos de encima, algo pasa”.

“Parece que lo tienes difícil”.

“Supongo… que sí”. La respuesta de Esta fue muy sincera. Al mirarla, me di cuenta de que había dicho algo que debería haberme callado.

“Albert está un poco solo sin ti”. Mi intención era bromear. Albert esperaba ver a Esta, pero yo estaba exagerando un poco.

“Ya veo, se siente solo… y desea verme…”

¿Eh? Espera, espera, espera. ¿Qué está pasando aquí?

No había duda de que la siempre severa Theodora se había ablandado un poco tras ponerse una máscara y convertirse en Escarlata. Sin embargo, aquella personificación de la solemnidad clerical y la rigidez guerrera ¡se sonrojaba y se tapaba la boca igual que Rit!

“U-Umm, si ves a Albert, hazle saber que me gustaría verle, pero la situación actual lo impide. Desde luego no me he olvidado de él ni nada… Espera, ¿qué estoy diciendo? Lo siento, por favor, olvídalo”.

Por un momento, me quedé tan atónito que me olvidé de Van. Eso fue descuidado de mi parte.

Quién hubiera pensado que algo así podría suceder. El mundo es realmente un lugar misterioso.