Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 8

Capítulo 2: Unas Largas Vacaciones

Parte 4

Ruti y yo llevamos a la mujer enferma a una casa, con cuidado de no ejercer presión sobre su abdomen.

“Supongo que debería comprobarlo, pero ¿hay alguien en el pueblo que pueda realizar una operación?”.

“¿Cirugía?”

Tardó un momento en comprender lo que le pedía. “Hay un viejo que es bueno cortando verrugas, pero…”

“Esto no es algo para intentar con tan poca experiencia”.

No era médico, pero había aprendido a extraer puntas de flecha incrustadas en la carne y a coser estómagos cortados cuando era caballero.

Tenía algunos anestésicos y hemostáticos a mano, y Rit y Ruti sabían magia curativa.

Tenemos lo que necesitamos para llevar a cabo una cirugía…

“Me llamo Red. ¿Cómo te llamas tú?” “Kate…”

“De acuerdo, Kate. Dirijo una botica en Zoltan. Tu apéndice… uno de los órganos dentro de tu estómago está herido”.

“¡¿Uno de mis órganos?!” Kate palideció. “¿Voy a morir…?” “No, se puede tratar”.

“Pero mi madre y mi abuela se desmayaron de dolor de estómago y murieron… Siempre pensé que yo también acabaría así”.

Hmm, ¿tal vez una disposición familiar para la apendicitis? “Dije que se podía tratar, ¿no? Hay dos maneras de tratarlo”. “¿De dos maneras?”

“La primera es usar una poción mágica para curar enfermedades”. “¡¿Una poción mágica?! Agh…”

Al oírlo, Kate intentó incorporarse por reflejo, pero el dolor se lo impidió. “No tengo dinero para comprar algo tan caro…”

Una poción para curar la enfermedad costaba seiscientos payrils. Era un brebaje hecho con una magia que aumentaba la capacidad natural de recuperación, pero había muchas cosas en las que no funcionaba. Por lo tanto, tenía fama de ser cara y poco fiable. Sin embargo, era muy eficaz en dolencias no causadas por heridas abiertas o infecciones. Cuando lo administraba correctamente alguien con capacidad para diagnosticar enfermedades, bien valía lo que costaba.

En mi caso, podía quintuplicar un vial utilizando mi poción multiplicadora, lo que significaba que el coste era efectivamente de sólo ciento veinte payrils.

Aun así, era más de lo que un aldeano que viviera en un asentamiento rural podría desembolsar.

“Sí, el precio es un problema. Además, si usas la poción para tratar la afección, existe la posibilidad de que vuelva a aparecer”, expliqué.

“‘Volver’… ¡¿Quieres decir que acabaré colapsando de dolor de estómago otra vez?!”

“Sí.”

El rostro de Kate se ensombreció por la desesperación.

“Esa es una opción. La otra forma no usa una poción mágica cara, y no hay posibilidad de que la enfermedad reaparezca.”

“¡Entonces esa es mi única opción! ¿Qué otra opción hay?” “Someterse a cirugía para extirpar el órgano que causa el problema”. “¿Quitar… cómo?”

“Tras aplicar un anestésico para calmar el dolor, utilizaría un cuchillo estéril para abrirte el estómago y extirparte el apéndice. Luego te cosería el estómago y lo cubriría con una cataplasma medicinal. Después de un día de reposo, retiraría los hilos y volvería a aplicar la cataplasma. Después de otro medio día de reposo, podrías volver a moverte”.

Kate no parecía menos asustada.

Pasar por una operación en un pueblo que ni siquiera tiene médico ciertamente sonaría aterrador.

“No hay manera. Moriría”.

“El procedimiento es para evitar que mueras”.

Dejando a un lado la lógica, era imposible que alguien confiara un asunto tan serio a completos desconocidos.

“Por ahora, reúne a tu familia y discute tus opciones. Puedes decidir después de eso”.

Dos horas más tarde, Ruti, Rit y yo estábamos reunidos en casa de Kate. “Trague esta píldora con un poco de agua”.

Le di la anestesia a Kate.

“En diez minutos, una vez que estés acostada, te haré tomar una más. Todo empezará a sentirse borroso. Puedes cerrar los ojos cuando eso ocurra”.

Tras hablarlo con su padre y su marido, Kate decidió probar la operación.

Me preocupaba que no confiaran en un forastero. Afortunadamente, éste era un pueblo en el que veraneaban muchos nobles, así que la percepción general de los forasteros era que poseían una gran riqueza de conocimientos. Eso acabó jugando a mi favor.

“Okay”.

Al darme cuenta de que la medicina estaba haciendo efecto, limpié un pequeño cuchillo con alcohol.

“Tú sabes de medicina y de procedimientos médicos reales. Aprendí a coser heridas como aventurera, pero nunca sería capaz de hacer algo así”, comentó Rit. Me estaba ayudando.

El cuchillo que utilicé era de Rit, uno que había adquirido en unas antiguas ruinas élficas de Loggervia. La hoja, hecha de un metal desconocido, era mucho más afilada y resistente que cualquiera de acero.

“Los médicos militares son de todo tipo. No podíamos llevar al médico de los Caballeros de Bahamut con nosotros a todas partes, así que a veces teníamos que recurrir a médicos de otros escuadrones… Recordarlo ahora todavía me da escalofríos”.

“¿Oh? ¿Qué pasó?”

“Bueno, había un tipo con la bendición de Monje que podía usar magia curativa cuatro veces al día, pero eso era todo. Ni siquiera sabía cómo detener la hemorragia de una herida. Y había un chamán horrible que ni siquiera administraba primeros auxilios sin una buena dosis de oración. Después de unos cuantos incidentes con gente como ellos, los caballeros se tomaron en serio sus clases de medicina”.

“Ugh, eso suena duro.”

Me moví junto a Kate. Bien, hora de hacer esto.

Después de comprobar dos y tres veces que todas las herramientas que necesitaba estaban reunidas en el soporte, me puse manos a la obra.

“Mantener viva a la gente tiene una profundidad diferente a matarla”.

Algo que Danan dijo una vez surgió en mi mente. Había luchado innumerables veces, así que entendía cómo cortar la piel. Sabía dónde estaban los órganos internos y cómo atravesar una espada para matar a una persona.

Y esa experiencia se ponía ahora al servicio de la salvación de esta mujer. “Okay Rit, Ruti, contaré con ustedes como refuerzo”.

Tranquilizado por sus asentimientos, coloqué suavemente el cuchillo contra el estómago de Kate.

“¡Muchas gracias, Sr. Red!”

Todos los familiares de Kate me estrecharon la mano.

La noticia del boticario que salvó a Kate se extendió también al resto de los aldeanos. No me pagaban mucho dinero, pero nos daban muchas verduras frescas, huevos, pollo, leche, sidra de manzana, cerveza y todo tipo de alcohol local.

Además, prometieron traernos pan recién horneado y verduras recién recogidas.

No tendríamos problemas de comida mientras estuviéramos en el pueblo, eso estaba claro.

“Siempre pensé que moriría como mi madre… Me había rendido, pensando que era el camino que Dios había elegido para mí”.

“No era el destino, sólo una enfermedad que no podía curarse de la forma típica”.

Si hubiera estado en Zoltan, se habrían ocupado de ella sin mucho problema. No se trataba de un milagro provocado por una bendición divina especial, sino de una enfermedad extirpada con manos humanas.

“Umm, señor Red… ¿Por qué iría tan lejos por alguien a quien no conocía?”. preguntó Kate. “No sé cómo son los médicos, pero no me imagino que abrir estómagos y sacar algo malo sea fácil…”.

Hmmm… No sé muy bien cómo responder a eso.

“Pasaba por aquí y casualmente sabía cómo tratarte. Eso es todo”.

“Eres un buen tipo… Puedes decir que no es el destino, pero estoy seguro de que conocerte fue la voluntad de Dios”.

Kate y el resto de los aldeanos ofrecieron plegarias de agradecimiento a Demis. Detrás de ellos, Ruti tenía una mirada preocupada.

Debería acariciarle la cabeza más tarde para calmarla.

“De acuerdo entonces, vendré mañana para quitarte los puntos. Si sientes algo extraño, asegúrate de avisarnos. Estaremos en la cabaña”.

El paseo se había convertido en toda una aventura, pero todo salió bien. Cuando volvimos a la cabaña, ya estaba lista para descansar.

“Yo me encargaré de lavar la ropa”, se ofreció Rit, evidentemente preocupada por si me excedía.

“Gracias, eso ayuda. Hacía mucho tiempo que no hacía algo así. Supongo que estoy un poco agotado mentalmente”.

“Está bien, tómatelo con calma. ¡Hoy has estado muy bien!”

Rit llevó la ropa ensangrentada de la operación a la zona de lavado.

Era una princesa, pero sabía lavar bastante bien. Limpiar tu propia ropa era una habilidad crucial para un aventurero. La ropa se ensuciaba con las muchas misiones y peleas.

Ya fueran presumidos aventureros con técnicas vistosas o temibles aventureros de aspecto rudo y grandes espadas, todos cogían tablas de lavar y jabón, y por la noche se encorvaban para fregar sus prendas.

Durante nuestro viaje, Danan, Theodora e incluso Ares lavaron sus trajes. Detrás de cada gloriosa aventura había muchas tediosas tareas cotidianas.

“Yo también lavé mucho. Aprendí a lavar bien la ropa”, dice Ruti.

“Sí. Tu ropa siempre estaba limpia en el camino. Gracias, les dejaré el lavado de hoy a ti y a Rit”.

Sorprendentemente, el grupo del viejo héroe fue mucho mejor en el lavado de lo que cabría esperar.

“Hermano Mayor”.

“¿Hm? ¿Qué pasa?”

“Buen trabajo”. Ruti se acercó a mí mientras me sentaba en una silla y me puso la mano en la cabeza. “Así, así.” Me dio unas palmaditas en la cabeza.

“Gracias. Pero no es digno de elogio”.

No había hecho la operación gratis. Me habían pagado adecuadamente. Recibir las aves de corral fue agradable, ya que no estaban disponibles en la tienda general.

Sin embargo, no había mucho, así que tendría que usarlo con cuidado.

Podría hacer un caldo de sopa con los huesos.

Hacer la comida para Ruti y Rit se había convertido en un hobby para mí, así que había muchas cosas que quería probar a cocinar, incluso en vacaciones.

En términos monetarios, toda la comida y bebida era una remuneración barata, pero llevarse un puñado de payriles de un pueblo rural valía mucho menos que disfrutar de nuestras vacaciones.

Sinceramente, no había cometido ningún acto desinteresado de heroísmo.

“Sabes, sólo se me ocurrió llegar tan lejos porque teníamos mucho tiempo libre. Normalmente, le habría dado algunos primeros auxilios básicos y recomendado que se dirigiera a Zoltan para un tratamiento completo”.

“Quise decir lo que dije”, respondió Ruti. “Relájate y deja que te acaricie la cabeza”.

No podía hacer nada, así que cerré los ojos y dejé que mi hermana se saliera con la suya.

Realmente estaba cansado.

Antes de darme cuenta, me había dormido.

En mi sueño, vi a una joven Ruti, con la ropa cubierta de barro, siendo regañada por nuestra madre.

La bendición de Ruti le exigía ayudar a quien lo necesitara. Su ropa sucia era seguramente el resultado de verse obligada a ayudar a alguien.

Sabiendo eso, me parecía injusto regañar a Ruti. No podía soportar mirar.

Me interpuse entre ellas y defendí a mi hermana, diciendo que Ruti había hecho lo correcto, así que no debía ser castigada. Al final, mamá se rindió. Se fue con cara de dolor.

Mamá sabía tan bien como yo que Ruti no se había ensuciado jugando. Reprendió a Ruti porque no quería que se sacrificara para ayudar a los demás. Si Ruti seguía por ese camino, acabaría arrepintiéndose.

Para mamá, que poseía una bendición totalmente normal, eso era algo importante que transmitir a su hijo.

Por desgracia, Ruti tenía la Bendición Divina del Héroe. Tenía que ayudar a la gente, aunque fuera a su costa. No se podía evitar. Con el tiempo, mamá terminó distanciándose de Ruti…

“Hermano Mayor”.

Ruti me miró. Relajé el rostro y sonreí mientras le acariciaba la cabeza. “Seguro que fue duro. Lo has hecho bien”.

“Soy el Héroe, así que no es gran cosa”.

“Puede ser, pero aun así voy a acariciarte la cabeza porque creo que has hecho algo bueno. No tienes que preocuparte. Sólo disfrútalo”.

“Okay…”

Le acaricié la cabecita.

Ruti apretó el dobladillo de su traje, con los ojos bajos. Era un recuerdo nostálgico de nuestra juventud.

La pequeña Ruti de entonces ahora me hacía cumplidos y me acariciaba la cabeza. Me alegró ver cómo había crecido.

Realmente se había convertido en una joven maravillosa…

Esperemos que su vida siga llena de felicidad.

Después de quitarle los puntos a Kate al día siguiente, recogí más comida y volví a la casa de campo hacia el mediodía.

“Muy bien, hora de hacer la comida”. Ya había decidido el menú.

Asé las aves y las verduras que había preparado de antemano y llené una olla con agua.

El almuerzo de hoy era un plato local que se ha comido durante generaciones en este pueblo y que supuestamente se originó en la ciudad natal de Durant.

“A continuación, añade este polvo que nos dieron y déjalo cocer a fuego lento, e introduce en la olla esta otra especia y un poco de harina”.

La receta lleva harina, ¿se convertirá en una sopa espesa? Añadí las cantidades de especias y harina que me habían dicho. “Es un color increíble”.

La sopa se había vuelto de un marrón no translúcido. “El olor también es fuerte”.

Empezaba a preocuparme un poco. “Hmmm.”

Preparar una receta desconocida fue un poco como una aventura.

No se sabía a qué iba a saber cuándo estuviera hecho, y no tenía ninguna garantía de que fuera agradable. No se sabía si un plato estaba bien hecho hasta que era demasiado tarde. Era algo así como la inquietud de navegar por el océano con un mapa del tesoro que podría ser falso.

“Hmm. ¿A esto le llaman curry?”

Rit y Ruti se aferraron a mí mientras miraban la olla. “Qué singular”.

Ruti parecía intrigada y se quedó mirando el contenido que se cocía a fuego lento. Nuestro almuerzo del día iba a ser curry.

“¿Me pregunto si saldrá bien? Hice una ensalada de pollo, por si acaso, pero…”

“Estará bieeeen. Incluso si no es delicioso, todavía tendremos el recuerdo divertido”.

“Supongo, pero…”

“No te preocupes por la prueba de veneno. Puedo activar mis inmunidades de Héroe para asegurarme de que es comestible”.

“Pensar que llegaría el día en que tendrías que comprobar si mi comida contiene toxinas…”

“Deberías haberme dejado hacerlo mientras viajábamos, Hermano Mayor. Siempre fuiste tan terco”.

Durante nuestros días como el partido del Héroe, nunca usé ningún ingrediente a menos que estuviera seguro de que eran seguros. Perder ante el ejército del señor de los demonios porque nuestras habilidades de combate se vieran mermadas por una mala comida era inaceptable. Así que mientras viajábamos, me ceñí a recetas, ingredientes y condimentos conocidos para estar seguro.

“Estoy impaciente”. Ruti estaba claramente excitada. Treinta minutos después, el curry estaba por fin completo.

“Hmm. Okay.”

Había hecho muchas comidas diferentes en mi vida, pero ésta era totalmente nueva para mí.

“Un chequeo de veneno y prueba de sabor”. Ruti abrió la boca. “Ahhhh.” “Si no sabe bien, por favor, dámelo directamente”.

Cogí un poco de curry con una cuchara y soplé para enfriarlo antes de llevárselo a la boca a Ruti.

Lo engulló. “… ¿Qué tal?”

“Picante… pero delicioso”.

“Ya veo. Es un alivio”.

Yo también decidí probar.