Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 8

Capítulo 2: Unas Largas Vacaciones

Parte 2

“Ah, en ese caso, un juego de cada, por favor.”

Tenía curiosidad por ver en qué consistía una vela de ambiente. “Gracias.”

La dependiente nos despidió con una sonrisa y volvimos a la casa.

Cuando regresamos, ya estaba anocheciendo. La luna y algunas estrellas habían aparecido en lo alto.

Parecía la ocasión perfecta para probar las velas. “¿Vemos cómo es esta vela de humor?”

Encendí una mecha. “¡Ohhh, la llama es púrpura!”

Los ojos de Rit y Ruti brillaron al contemplar la pequeña luz. “Hmm, deben tener algo mezclado. Interesante.”

“Pero no es brillante en absoluto.”

“Por eso es para crear ambiente. Para disfrutar de la oscuridad”. Riendo, apagué la vela de ambiente y la sustituí por una normal. “Hmm. No hay olor.”

“Supongo que no estaba hecho con sebo”.

“Para ser un pueblecito alejado de la ciudad, seguro que tiene muchas cosas bonitas”. Rit parecía impresionada. “¡Parece que serán unas vacaciones divertidas!”

Sonreí al verla disfrutar.

“Muy bien, ¿qué hago para cenar?”

De pie en la cocina, dispuse los ingredientes que habíamos comprado en el almacén y los condimentos que había traído.

Truchas, salvelinos y otros. Ciertamente teníamos una saludable selección de pescado seco…

“Vamos con tomate y pez dulce”.

Cogí el cuchillo de cocina de casa y me puse manos a la obra. “Probablemente debería empezar por los lados”.

Patatas asadas con la parte superior abierta para añadir el queso antes de meterlas en el horno. Una sopa de verduras con verduras salteadas en aceite de oliva antes de añadirlas a la olla a fuego lento.

Preparar guarniciones que ofrecieran suficiente para todos era la mejor opción.

Y ahora el plato principal.

Después de cortar un poco de ajo, añadí un poco de aceite de oliva a una sartén y empecé a cocinarlo. Luego añadí un pez dulce seco para freír. El olor era excelente y me hizo rugir el estómago.

“¡Mm! ¡Qué aroma tan agradable!” “No puedo esperar.”

Rit y Ruti me llamaron desde el comedor. Estaba claro que se estaban excitando.

Con las dos hambrientas y expectantes, será mejor que me asegure de que esto esté delicioso.

Me armé de valor y añadí los tomates que había preparado con antelación. Después le eché un poco de sal y tapé el plato para dejarlo cocer a fuego lento.

“Y.… hecho”.

Saqué primero los bacalaos y los puse en un plato, vertiendo después sobre ellos el resto del líquido parecido a la sopa de tomate.

El pescado seco se cocinó al vapor en el jugo de los tomates y quedó bien jugoso.

El rojo de los tomates sobre el pescado le daba una bonita presentación, al menos a mis ojos.

También debería añadir un poco de perejil para darle color. “Bien, ahora a terminar el resto”.

Imaginé las expresiones encantadas de Rit y Ruti mientras continuaba.

Los platos que hice forraron la mesa del comedor. “¡Gracias por la comida!”

“Gracias por la comida.”

Tras enérgicas expresiones de gratitud, Rit y Ruti empezaron a hincar el diente.

“”¡Delicioso!””

Parecían satisfechos mientras comían mi comida. “Es tan regordeta”.

Los ojos de Ruti brillaron después de probar un poco de pescado.

Verla así hizo que todo el esfuerzo de preparar la comida mereciera la pena.

Ahora a comer un poco yo… Mmm. Sí, esto salió bien.

La cena continuó agradablemente, con sonrisas por doquier. Fue una época encantadora.

Una vez que terminamos, los tres salimos al patio a disfrutar de la brisa nocturna.

“Deberíamos comprar más de estas velas cuando nos vayamos”.

Rit observó la suave llama púrpura que vacilaba sobre una vela de la mesa.

El resplandor no era suficiente para iluminar mucho, pero tenía cierta belleza, casi mágica.

“Sí, una vez que Van el Héroe deje Zoltan, quiero mostrarle esto a Tisse y Yarandrala”.

“Apuesto a que al Señor Crawly Wawly también le gustaría”. Ruti esbozaba una tranquila sonrisa mientras pensaba en sus amigos de Zoltan.

“Van el Héroe…”

“Theodora—No, supongo que ahora es Esta. Si la predicción de Esta es correcta, deberían llegar en una semana, ¿verdad?”.

Asentí con la cabeza en respuesta a la pregunta de Rit.

“Supongo que irán directamente a por la Vendidad cuando lleguen a Zoltan. El gobierno no rechazará a un Héroe y a un cardenal. No es como si alguien en Zoltan fuera a usar la nave de todos modos”.

“No sé cómo planean mover un barco tan grande, pero si tienen un Anillo Behemoth, debería ser un trabajo bastante rápido”.

“El Anillo del Behemoth es un objeto mágico que, según la leyenda, permitía a una niña transportar una mansión entera llena de gigantes. Si hemos de creer el mito, su poder multiplicar por diez la fuerza y la carga, permitiendo levantar pesos absurdos”.

“¿Pero será suficiente para esa nave gigantesca? La mansión de un gigante no se puede comparar”.

“Mi conjetura es que tienen la intención de utilizar un elixir de Magia Comunal. Comparte la magia lanzada sobre alguien con otros durante un tiempo limitado. Distribuyendo el poder de un Anillo Behemoth entre el grupo, podrán llevar la Vendidad al océano”.

“Reproducir los efectos de un objeto mágico de nivel legendario requeriría una calada de rango cinco, ¿no? Y además necesitarían una gran cantidad. Algo así reventaría el presupuesto nacional de Loggervia”, dijo Rit.

“El plan sería imposible si no fuera por el respaldo de la mayor organización del continente”.

En nuestro viaje, Ruti y yo partimos con el dinero que yo había ahorrado para ella. Viajar con el poder financiero de la Iglesia te permitía mucho más.

“Si eso les permite terminar sus asuntos en Zoltan y marcharse más rápido, entonces está bien”, añadió Ruti.

“Cierto. Sería un problema si vinieran a Zoltan sin un plan y luego se entretuvieran tratando de encontrar una manera de mover la Vendidad. Su probable plan funciona bien para nosotros”.

“Y sé cuán intensos son los impulsos del Héroe. Debería estar más impulsado por el deseo de justicia que por los designios de la Iglesia”. El análisis de Ruti era probablemente correcto. Ella era la mayor experta en el tema, después de todo. “Por ahora, sólo quiero disfrutar de las vacaciones”.

“En ese caso, ¿preparo un poco de leche con miel? Todavía me queda un poco de miel de las abejas gigantes”.

“Hurra”.

Ojalá esta calma fácil durara para siempre.

Seguro que los tres pensamos lo mismo mientras disfrutábamos de la apacible noche.

En otro lugar, en una isla al sur de Avalon…

La isla, completamente estéril, estaba habitada por dragones de sal, uno de los cuatro tipos de dragones oscuros.

Antaño, este lugar estaba habitado por hadas, un auténtico paraíso lleno de flores. Los dragones de sal llegaron del continente oscuro durante la era del señor demonio original e invadieron, transformando el paraíso en un páramo sin vida.

“Los dragones de sal son criaturas de estancamiento y destrucción. Su aliento lo corroe todo y su sal envenena la tierra. Son destructores de la civilización, dragones malignos que desprecian todo avance. Su existencia alimenta las llamas de la ira”, explicó Ljubo, ofreciendo una descripción propia de un clérigo.

“Sí, señor. Los dragones de sal son dragones oscuros que obedecen al señor demonio. En otras palabras, ¡son los enemigos del Héroe!”

“Cierto, cierto. Todos los monstruos malvados son nuestros enemigos, ¡así que matémoslos!” animó Lavender. Los ojos de Van brillaron ante la idea de los enemigos del Héroe.

“Nuestro objetivo es recuperar la nave del señor demonio en Zoltan, ¿no? Me pregunto si tiene sentido una distracción como esta”.

Esta ya había planteado este punto innumerables veces durante el viaje. “Porque allí hay maldad”.

Y la respuesta reflexiva de Van no cambió.

“Los dragones de aquí no están enemistados con ningún asentamiento vecino. ¿Deberíamos desviarnos de nuestro camino para entrar y matar a un enemigo que no atacará mientras nadie perturbe esta isla o sus aguas?”.

“Ya, ya, Esta, esta es una oportunidad perfecta para que Van suba de nivel.

¿Y no fue un tesoro secreto de las hadas robado por los dragones de sal? Seguramente, obtener tal premio no sería un desperdicio”.

En los labios de Ljubo se dibujó una sonrisa codiciosa.

“Tengo dudas sobre esa leyenda. No existían tales historias hasta que los dragones de sal tomaron el poder. Después de que invadieran, empezó a correr la voz de un secreto Escudo del Rey Hada. Es posible que los dragones de sal lo trajeran”.

“Eh, tal vez”. Ljubo sólo ofreció una respuesta aburrida.

“Está bien”, respondió Van alegremente. “Derrotar monstruos y alcanzar tesoros es justo. Está escrito en las escrituras de la iglesia”.

Al ver la sonrisa inocente de Van, Esta renunció a discutir.

El chico tenía razón; matar monstruos y recoger objetos de valor era bueno según las enseñanzas de Demis.

“Pero si vas por ahí haciendo enemigos sin pensar, llegarás a lamentarlo. No debes perder de vista lo que hay que priorizar”.

“No, eso está mal, Esta. El Héroe existe para destruir toda maldad. Yo soy el enemigo de toda maldad”.

“…Okay. Si ese es tu camino de Héroe, entonces supongo que no debería presionar más”.

Van tenía una visión muy diferente de ser el Héroe de la que tuvo Ruti.

Pensar que era tan difícil ser guía… Ojalá pudiera hablar con Sir Gideon.

No, me puse esta máscara para ocultar mi identidad. No hay manera de que pueda reunirme con él ahora.

Esta ocupó su lugar al frente del grupo, como siempre hacía. Nueve días después, llegaron a Zoltan.

Era el décimo día desde que habíamos llegado a Sant Durant.

“Ya han pasado diez días. Tomárselo con calma está bien, pero no ha habido ninguna noticia”, dijo Rit mientras se sentaba en una silla y bebía un poco de zumo.

En lugar de su ropa habitual, llevaba un bikini, pantalones cortos y sandalias.

Se mirará como se mirará, era un conjunto de verano, aunque fuera una tarde de primavera.

“Hace mucho calor hoy”. Rit sonrió.

Cielos… entre sus pechos y sus muslos, no estoy seguro de dónde debería mirar. Aunque no es que me importe.

“Eh-heh-heh. Deberías ponerte algo un poco más revelador en vez de tu ropa normal”.

“Pero me gusta esta camiseta. Es fresca en verano y cálida en invierno”. “Booooo.”

Hice una mueca. Rit era mona incluso cuando mostraba su desaprobación. “Hermano”.

“Oh, ¿tú también cambiaste, Ru…ti…?” “Mhm. Lo hice”.

Al igual que Rit, había decidido no llevar su atuendo habitual.

“Tomé prestada tu camisa. Es fresca en verano y cálida en invierno. Es una bonita camisa”.

Ruti parecía estar de muy buen humor.

Obviamente, la talla no coincidía en absoluto. Estaba suelto y ondulado en ella. Y también…

“¿Por qué no llevas nada debajo?”

“Siempre llevo vestidos, así que no he traído pantalones ni faldas”. Sólo llevaba ropa interior debajo de mi camisa.

No puedo dejar que otros chicos la vean así. Si alguno lo hiciera, podría desenvainar mi espada inconscientemente.

“¡Ah! ¡No había pensado en eso!”

No estaba seguro de por qué gritaba Rit.

No podía ponerme la ropa de ninguno de los dos, así que si Rit se llevaba la camisa que me quedaba, no tendría nada que ponerme.

“La camisa del Hermano Mayor… Heh-heh”

Ruti parece estar disfrutando, ¿así que supongo que está bien?

“De todos modos, me pregunto qué estará pasando en casa”.

“Esta juzgó que llegarían a Zoltan en una semana, así que ya deberían estar allí, ¿no?”.

“¿Debería ir a ver?” Rit sugirió. “No me reconocerán”.

“No, confiemos en los demás y comportémonos. No es como si Van estuviera buscando a Ruti. Me gustaría evitar ir y venir a Zoltan si podemos evitarlo”.

“Supongo que tienes razón. Habríamos oído algo si hubiera problemas”.

“Estamos hablando de un héroe. No creo que hagan nada malo. Podemos esperar a que se vayan”. Así diciendo, tomé asiento en mi silla. “Quizás yo también debería tomar algo de zumo”. Me serví un vaso de la botella. El zumo de manzana de color ámbar era perfecto para este tiempo.

Se suponía que era vino de manzana, pero aún no había fermentado del todo, por lo que apenas tenía alcohol. El sabor era fuerte y dulce, y daba realmente en el clavo cuando se cortaba con un poco de agua.

“Entonces, ¿qué deberíamos hacer esta tarde?” “¿Qué tal si leemos fuera?”

“Quiero dar un paseo por el bosque”. “Hmm. Creo que podemos manejar ambos”.

Teníamos tiempo, así que no vi ninguna razón para no darnos el gusto de hacer todo lo que quisiéramos.

Los marineros extranjeros del barrio portuario de Zoltan llevaban bebiendo desde el almuerzo y cantaban estridentemente.

Habían traído una gran cantidad de madera en su barco.

La madera se destinaba a reparar barcos civiles dañados durante la guerra con Veronia y a reparar algunos de los perdidos. La carabela de doble mástil y vela triangular en la que habían llegado los marineros era para la armada Zoltana. Aunque era un barco de segunda mano, seguía siendo un modelo nuevo y mucho más veloz que los barcos más viejos amarrados en la ciudad.

Como buque insignia de Zoltan, pasó a llamarse Gloria de Zoltan. Daba la sensación de estar muy usado, pero seguía siendo claramente un barco nuevo. Lord William estaba bastante satisfecho con él, incluso planeó una ceremonia para celebrar su adquisición. Los marineros extranjeros seguían en la ciudad porque habían sido invitados a la fiesta y se les había ofrecido comida y bebida gratis.

En medio de un barrio portuario algo más animado de lo habitual, una sombra pequeña y otra aún más pequeña permanecen juntas en un muelle.

“Es tranquilo”, murmuraba la chica bajo la capucha, Tisse, mientras pescaba. A su lado, el Señor Crawly Wawly también tenía su propio hilo en el agua.