Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 8

Capítulo 2: Unas Largas Vacaciones

Parte 1

Rit, Ruti, Tisse, Yarandrala, Danan, Albert y yo estábamos reunidos en la mansión de Ruti para desayunar.

“¡La comida que preparas es realmente sabrosa!”

“Mhm. La cocina del Gran Hermano siempre es deliciosa”. Danan y Ruti disfrutaban de la comida.

Normalmente, Ruti habría comido con más elegancia, pero evidentemente, Danan se le estaba pegando.

Hay que reconocer que verla disfrutar tanto de la comida era adorable.

Cuando era la Héroe, Ruti sólo había comido para mantener las apariencias durante las negociaciones con gente influyente.

Una bendición de Héroe completamente desarrollada otorgaba resistencias e inmunidades a todo tipo de cosas. No se podía permitir que el Héroe cayera por una simple falta de agua o comida.

El cuerpo de Ruti permanecía en constante perfección. Aunque comiera, los nutrientes no afectaban a su cuerpo. Una vez lo había descrito como comer sintiéndose siempre llena. Aunque probara los sabores, no le producían ningún placer ni ganas de comer.

Gracias al poder de la bendición de la Nueva Verdad que se había formado en ella, pudo anular las inmunidades que la despojaban de esas cualidades humanas.

Sin embargo, el poder de la Nueva Verdad se sentía un poco demasiado conveniente. Anular las propias habilidades… Era como si el deseo de Ruti de liberarse del Héroe se hubiera hecho manifiesto.

Las Bendiciones Divinas fueron concedidas por el Todopoderoso Demis. No había lugar para que los deseos humanos entraran en la mezcla. Eso es lo que afirmaban todos los registros vivientes.

Lo más probable es que la Nueva Verdad de Ruti no fuera obra de Dios, sino algo formado en su interior.

Era un poder que iba en contra de las reglas fundamentales de este mundo: que cada persona nacía con una Bendición Divina que le otorgaba un papel determinado en la vida.

“Gracias por la comida.”

Una vez terminado su desayuno, Ruti se limpió la boca con una servilleta, pareciendo una chica completamente normal.

Ruti, que poseía una bendición que rompía todas las reglas, y la aparición totalmente inédita de un segundo Héroe…

¿Qué está pasando…?

Pasará lo que pasará, siempre estaría ahí para Ruti. Eso no cambiaría.

“Muy bien, ahora que el desayuno está hecho.” Miré a todos alrededor de la mesa. “Hablemos del Héroe”.

Todos asintieron.

“Albert, déjame confirmar las cosas una vez más.” “Sí, señor.”

“¿La Iglesia ha reconocido oficialmente a Van como el Héroe?”

“Sí, el Cardenal Ljubo ha asumido el papel de su tutor, y se ha realizado una Valoración por alguien con la bendición del Santo. El Padre Clemens también ha validado a este nuevo Héroe como genuino”.

“Así que el nuevo Héroe fue reconocido por lo más alto de la jerarquía eclesiástica… Supongo que tienen buenas razones para depositar su fe en este Van”.

“En efecto. Ruti era un Héroe que no pertenecía a ninguna organización, pero este chico ha sido reconocido por la iglesia y trabaja para ella.”

“El héroe de la iglesia…”

Sentí un poco de inquietud en el fondo de mi mente ante la idea.

El Héroe encarnaba la justicia y la rectitud. Cualquier mal podía justificarse con su aprobación. Eso sólo se hizo más cierto cuando el Héroe fue respaldado por la iglesia, la organización más grande del continente. Si cruzaban una línea, sería imposible detenerlos.

No, no tiene sentido preocuparse por algo así ahora. No tengo derecho a quejarme después de abandonar el viaje del héroe.

“Van es el hijo menor del rey de Flamberge. Se dice que vivía como monje en un monasterio de Avalonia cuando fue descubierto por el cardenal Ljubo”.

“Descubierto por un cardenal”, ¿eh? Si tenía la bendición del Héroe, entonces debería haber estado ahí fuera luchando. Si hubiera otro Héroe, habríamos tenido muchas más opciones estratégicas”, refunfuñó Danan.

“¿Hace cuánto, tres años, que fuimos a la fortaleza del Último Muro?”.

“Fue entonces cuando conocimos a Theodora. Me trae recuerdos. Si la iglesia ya hubiera sabido de Van en ese entonces, definitivamente habrían reaccionado de manera extraña ante la presencia de dos Héroes… pero no había señales de ningún problema”.

“Ruti tiene razón. Parece que la iglesia no sabía nada de Van cuando la visitamos”.

Así, mientras Ruti luchaba, Van vivía en paz, lejos de las llamas de la guerra.

Sacudí la cabeza. “Pero eso no concuerda con lo que Albert nos dijo sobre la personalidad de Van”.

Albert afirmó que Van era un devoto creyente. Era difícil imaginar que tardaría en desempeñar el papel que el Héroe le exigía.

Si realmente fuera tan celoso y poseyera la Bendición Divina del Héroe, entonces habría entrado en acción en el momento en que el ejército del señor demonio desembarcó en el continente. Él no era como Ruti, que sólo se puso en marcha cuando no tuvo otra opción porque nuestro hogar fue atacado.

Nunca había conocido a Van, así que no podía estar segura, pero las historias seguían pareciéndome contradictorias.

“Bueno, es inútil preocuparse por eso ahora”, me cortó Danan. “El problema es que este tipo viene aquí a Zoltan, ¿verdad?”

“Sí. Esa es la cuestión”, asintió Rit.

“¿Cuánto sabe la iglesia sobre la jubilación de Ruti?”

Albert sacudió la cabeza ante la pregunta de Yarandrala. “Hasta donde yo sé, son completamente ignorantes. Las noticias sobre la búsqueda del Héroe nunca se difundieron mucho a menos que tomara parte directa en el esfuerzo bélico”.

“Además, están todos los rumores que corren por ahí. Sólo la gente que presenció al Héroe en persona sabe la verdad”.

“Pero dale medio año más y la gente notará que algo falla”. “Aun así, su primera conclusión será que el Héroe falló y murió”.

Ir de batalla en batalla y tratar de poner fin a una guerra a escala continental como individuo era imposible, aunque el poder de esa única persona estuviera reforzado por la bendición y el nivel.

No te bastaba con enfrentarte a unos cientos de personas y ganar. La fuerza para destruir el mundo aún no era suficiente. Ganar contra un ejército masivo capaz de destruir el mundo tú solo… tal era el nivel de fuerza exigido al Héroe.

“Caer en algún punto del viaje del Héroe es la regla, no la excepción. Nadie se sorprendería tanto al escuchar esa noticia. Es por eso que siempre les decía a los gobernantes de los reinos que visitábamos que no asumieran que el Héroe vendría a salvarlos una vez que nos fuéramos”, comenté.

“También dijiste eso en Loggervia. Nos dijiste que nos preparáramos para luchar una vez que el Héroe se hubiera ido”. Rit esbozó una sonrisa nostálgica.

“Por eso nunca me preocupó que Ruti se quedara en Zoltan. Pero la llegada de este nuevo Héroe cambia las cosas…”

Van el Héroe y el Cardenal Ljubo.

“El cardenal Ljubo reconocerá sin duda la cara de Ruti, y probablemente también la mía”, dije. “Nunca hablamos con él, pero nos conocimos en la fortaleza del Último Muro”.

El cardenal Ljubo era un hombre grande, de unos dos metros y treinta centímetros de altura. Incluso entre las figuras clave que dirigían la Iglesia, él destacaba.

Aunque todos los cardenales tenían sus propias manías, según recuerdo…

“Encontrarse con él podría significar problemas…”

¿Qué debemos hacer? me pregunté.

“En ese caso”, empezó Yarandrala, levantando la mano. Asentí para que continuara. “¿Por qué no prolongan sus vacaciones, Rit y Ruti? Tómatelo con calma en algún pueblo a poca distancia de Zoltan hasta que Van y su grupo terminen lo que vinieron a buscar a Zoltan”.

“Tómalo con calma… Hmm.”

“Tisse y yo podemos manejar la plantación de Ruti y tu tienda. Sólo piensa en ello como unas largas vacaciones”.

Evadir a Van era primordial, y la idea de Yarandrala sonaba como la opción más segura. El objetivo de Van era la Vendidad varada, así que una vez que consiguiera el barco, él y su grupo seguramente abandonarían Zoltan. Era un asentamiento sin sentido estratégico que no ofrecía ninguna razón para que un Héroe se quedara.

“En ese caso, ¿quizás debería quedarme por aquí un poco más?” “¿Estás seguro, Danan? El cardenal Ljubo también te reconocerá”.

“Bueno, no planeo conocerlos, pero tengo un mal presentimiento sobre todo esto”.

“… ¿En serio? Tu instinto suele ser bastante preciso”. Hice una pequeña mueca mientras Danan sonreía.

“De todos modos, conmigo, Yarandrala y Tisse rondando por aquí, las cosas irán bien. En el caso de que me encuentre con este nuevo Héroe, tengo una excusa bastante sólida para convencerles de que me echaron del grupo de Ruti”.

Danan le palmeó el hombro derecho.

Un púgil que perdió su brazo dominante. Habría sido difícil conjurar una excusa mejor para que alguien se retirara del frente.

“Pero ahora eres más fuerte que entonces”, dijo Ruti. Danan se quedó boquiabierto, sorprendido, y luego se echó a reír.

Al día siguiente, seguimos el río fuera de Zoltan hasta la noche, una distancia de unos cuarenta kilómetros.

Nuestro destino era un pueblo llamado Sant Durant, situado en un valle.

Supuestamente, durante los primeros días de Zoltan, un famoso leñador llamado Durant había muerto allí.

No era un héroe de guerra, pero cuando los pioneros perdieron sus casas y su leña por el ataque de un gigante de las colinas, él había salido a talar árbol tras árbol, trayendo de vuelta la leña y salvando a los colonos del frío invernal.

Fue una historia apropiadamente Zoltanica. “Hmm. Es un lugar tranquilo.”

Divisé el pueblo más adelante por el camino que seguía el río. Campos y casas de madera salpicaban las suaves laderas.

“Cuando oí que era un pueblo en un valle, me imaginé un lugar más apartado”.

“Durante el verano, al parecer es bastante popular entre los nobles a los que les gusta viajar. Aunque rural y alejado de Zoltan, parece estar bastante bien montado”.

Pasar la estación cálida en un lugar relacionado con un viejo héroe sonaba como el tipo de cosa que algunos aristócratas disfrutarían.

Su lejanía de Zoltan significaba que los mercaderes viajeros apenas pasaban por allí, pero con todas las cosas que los nobles traían a la aldea, no estaba demasiado alejada.

“Nunca has estado aquí antes, ¿verdad, Hermano Mayor?”

“Nunca. Siempre que vine por aquí, fue para escalar las montañas en busca de hierbas”.

El camino estaba cubierto de maleza. El muro de Sant Durant para protegerse de los monstruos era mejor de lo que esperaba, probablemente gracias al apoyo de algún aristócrata.

“Oh, ¿viajeros?”

Un aldeano estaba de pie en la plataforma de vigilancia a la entrada de la valla.

“Sí, esperábamos quedarnos aquí un tiempo”.

“Los vagabundos son raros en esta época del año. Dudo que la posada esté lista, pero podemos encontrarte un lugar donde quedarte”.

Por su tono, estaba claro que esta gente estaba acostumbrada a los invitados.

“¿Hacia dónde debemos dirigirnos por la posada que mencionaste?”

“La taberna que hay junto a la plaza tiene algunas habitaciones, pero en la posada sólo hay un rincón de establo y una manta”.

Me había alojado en lugares así cuando era caballero. Pero ese tipo de alojamiento sería un desperdicio de nuestras improvisadas vacaciones.

“Ha-ha-ha. Veo que eso no es muy atractivo. En ese caso, sigue el camino hasta la plaza y busca las señales. El viejo Larry tiene cabañas en alquiler, así que intenta hablar con él”.

“¿Una casa de campo? Suena bien. Gracias”.

“Una vez que hayas dejado tus maletas, deberías echar un vistazo a la tienda general de la plaza. Las cosas que se pueden conseguir por aquí son un poco limitadas”.

“Está bien, pasaremos por allí más tarde”. “Disfrute de su estancia.”

El hombre sonrió y nos dejó entrar en el pueblo.

“Wow, hasta tienen una calle de grava”, comentó Rit.

Era raro que un pueblo de este tamaño tuviera una carretera en buen estado en lugar de un desgastado camino de tierra.

“Pensándolo bien, nunca he estado en un pueblo turístico”.

Ruti asintió. “Nunca fue importante durante la lucha contra el ejército del señor demonio”.

“He estado en un par de las más grandes y famosas de Loggervia, ¡pero es la primera vez que vengo a un sitio así!”.

“Entre los tres hemos vivido casi todo tipo de aventuras. Quién nos iba a decir que había una experiencia totalmente nueva tan cerca”.

“¡Es genial!”

Todos nos reímos alegremente.

En el centro de la plaza redonda, pavimentada con grava, había una estatua de piedra de aspecto galante de Durant con su hacha al hombro. Los músculos le sobresalían por todo el cuerpo: el machote por excelencia. La efigie estaba tallada en piedra normal, no en mármol, pero había sido trabajada con limpieza y pulcritud.

El escultor tenía que ser muy hábil para representar tan bien esos detalles. “¡Mira! Hay una descripción en la pizarra”.

“Déjame ver”.

El Héroe Durant (Apellido Desconocido)

Transportó innumerables troncos, salvando a gente sin cobijo, a personas que sufrían frío y a gente temerosa de los monstruos.

Todo por la fuerza de su gran masa muscular.

El macho por excelencia. Una belleza de músculos.

“El escultor tenía un poco de fetichismo muscular, supongo… Eso podría explicar por qué la estatua es tan corpulenta…”.

“El arte nace de la pasión”.

Rit asentía para sí mientras observaba la estatua desde múltiples ángulos.

No era demasiado chocante que una princesa supiera de obras creativas. Ese era mi Rit para ti.

“Pero prefiero una complexión más parecida a la tuya”. “Ugh.”

Rit me sonrió.

¡Cielos!

En este pueblo, las casas vacías se alquilaban como casas de campo para los visitantes.

Al parecer, los nobles y ricos comerciantes de Zoltan traían uno o dos criados para pasar aquí su tiempo de descanso.

“Es raro tener visitas en esta época del año. Aquí están las llaves de las habitaciones”.

Cogí el llavero de latón de Larry.

Al parecer, gestionaba estas propiedades con su mujer.

El pueblo era también un lugar al que podían acudir los jubilados para realizar trabajos sencillos.

La población era autosuficiente en su mayor parte y las ganancias del turismo estacional mantenían intactas sus infraestructuras. No sabía cuántas generaciones se remontaban, pero cualquiera que fuera el anciano de la aldea que había trabajado para convertir la pequeña ciudad en lo que era tenía que ser brillante.

“Tal vez un comerciante o noble con algunos estudios económicos en su haber ayudó”.

“Tal vez. De cualquier forma, podemos disfrutar de los frutos de su trabajo y tener unas buenas vacaciones de larga duración”.

“Un campo de entrenamiento en el bosque y ahora unas elegantes vacaciones en una casa de campo. La diversión nunca se detiene”.

Todavía estaba un poco preocupado por Van el Héroe, pero, por ahora, lo mejor era disfrutar. Habría sido un desperdicio no hacerlo.

Pasando por delante del albergue de la dirección, llegamos a una casita rodeada de hermosos árboles verdes.

“Ohhhh, esto es muy bonito”. Rit sonaba excitada.

“Me pregunto cómo será por dentro”. Desbloqueé la puerta y la abrí.

Los muebles y los utensilios de cocina no parecían caros, pero sin duda servirían para el trabajo, y los accesorios tallados en madera desprendían calidez.

Incluso sin ninguna de las complejas decoraciones que luciría un alojamiento de lujo para nobles del Centro, esta casa de campo conseguía crear un ambiente confortable y luminoso.

“Esto es muy bonito”.

Ruti salió corriendo de la entrada, ansiosa por inspeccionar todas las habitaciones.

“Hay tres dormitorios, un baño completo, una cocina, un comedor, una sala de estar, y el armario con los artículos de limpieza está justo aquí. Oh, también hay una mesa de comedor al aire libre en el patio”.

“Parece bastante espacioso”.

“Estoy seguro de que uno de los dormitorios está destinado a un sirviente. También hay una jarra de agua y un lavadero conectados a la parte trasera de la cocina”.

“Hmmm, ¿qué hacemos entonces? ¿Tomamos cada uno una de las tres habitaciones?”

“¡No!”

Rit y Ruti rechazaron inmediatamente mi idea.

A pesar de disponer de un trío de habitaciones, acabamos durmiendo todos juntos en una.

Después de visitar la casa y dejar el equipaje, volvimos a la plaza del centro del pueblo para visitar la tienda de ultramarinos de la que habíamos oído hablar.

“Bienvenido. Te estaba esperando”.

Una mujer de mediana edad nos recibió en el almacén.

Evidentemente, ya se había corrido la voz sobre nuestra estancia, así que saludó sin sorpresa.

El principal producto de la tienda eran los alimentos, sobre todo verduras. Las mesas estaban repletas de cestas. Pero también había estanterías con velas, jabón, ollas, sartenes y otros artículos.

Aparte de todos los demás objetos había una sandwichera caliente con una superficie de mithril a la que no se pegaba la comida.

“En nuestro pueblo no hay mucha carne. Aunque hay pescado seco del río si quieres”.

“Pescado seco”, ¿eh? Suena bastante bien. Sí, supongo que podríamos intentarlo”.

También compré algunos ingredientes más. La selección de verduras era escasa, pero todas habían crecido bien. Estaba deseando cocinar con ellas.

“Oye, ¿podemos comprar algunas velas, también?” preguntó Rit. “Tenemos cosas para la luz en la caja de artículos, sin embargo.” “¿Pero no crees que una velada a la luz de las velas sería agradable?” “Cierto, eso tiene cierto atractivo. De acuerdo. Escojamos algunos”.

Llevábamos lo esencial, por supuesto, pero utilizar algunos recursos locales tampoco era mala idea.

“Hmm. Parece que hay dos tipos diferentes de velas.”

“Un tipo es para uso práctico, y el otro es más para el estado de ánimo”, explicó la mujer que es dueña la tienda.