Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 8

Capítulo 1: Transmitir El Sentido De Una Vida Pausada

Parte 4

“Tan fuerte como eres, estoy seguro de que serás capaz de causar impacto allá donde vayas”.

Tal era el destino del Artista Marcial más fuerte de la humanidad.

En realidad, desde que Ruti ha elegido vivir como una chica normal, Danan es probablemente el guerrero más fuerte de la humanidad, y punto.

Quedarme atrás y vivir mi lenta vida en Zoltan significaba no saber nunca en qué campo de batalla podría encontrarse Danan, pero viajara donde viajara, sería la persona más poderosa en la lucha.

La visión de alguien con una bendición tan común tendría sin duda un impacto significativo. Inspiraría esperanza y valor a muchos.

“¡Oy! ¡Danan! ¡¿Vas a comerte todo el pato antes de que yo coma?!” “¿Qué? A quien madruga Dios le ayuda”.

Yarandrala y Danan se enzarzaron en una justa con sus tenedores por el último trozo de pato. Sin embargo, antes de que su duelo pudiera decidirse, un tenedor relampagueó como un rayo y les robó el último bocado.

“Delicioso”. “¡¡¡Ruti!!!”

Yarandrala y Danan se quedaron atónitos un momento, luego se miraron y se echaron a reír.

Cuando terminamos nuestra divertida comida y lavamos las fiambreras, Yarandrala nos condujo al bosque.

“La Reina del Bosque está aquí. Si la saludamos como es debido, evitaremos peleas inútiles. Prestar el debido respeto es importante en todas las cosas”.

“La Reina del Bosque, ¿eh?”

Mientras caminábamos por el bosque, sentí que algo andaba mal. “Oye, Red, no hay muchos animales grandes o monstruos cerca”. “¿Tú también te has dado cuenta, Rit?”

“Sí. Definitivamente hay algunos, pero…”

Tenía razón: había muchos animales pequeños, como ratones, pero apenas había lobos o monstruos.

Yarandrala forjó un sendero para guiarnos, y observé por el camino que no había rastros de animales.

Aquí no vivía ninguna bestia lo bastante grande como para cortar una ruta así a través del bosque.

“Y hay muchas plantas”.

“También son un poco diferentes de los otros bosques de Zoltan”.

El clima aquí no era diferente de cualquier otro lugar de la región. Lo que significaba…

“¿Posee la Reina del Bosque algún poder que esté afectando a estos bosques?”.

“Heh-heh, pronto lo verás”. Yarandrala parecía estar disfrutando.

“¿Puede sentir algo, Señor Crawly Wawly?” susurró Tisse. La araña de su hombro miró a su alrededor, dando saltitos. “¿Oh? ¿Entonces no es nada demasiado serio?”

“Si él lo dice, entonces no tenemos nada de qué preocuparnos”. El Señor Crawly Wawly era una araña fiable.

“Ya casi llegamos. No hará nada a menos que la provoquen, así que nadie ataque”.

“Entendido.”

Yarandrala se abrió paso entre la maleza primero, y los demás le seguimos. Y cuando lo hicimos…

Bzzzzzzzzz.

…el ruido de innumerables alas batiendo llenó el aire. Decenas de abejas melíferas del tamaño de un perro mediano volaban a su alrededor.

“¡Abejas gigantes!”

Estas criaturas eran monstruos insectoides a gran escala estrechamente emparentados con las abejas normales.

Los monstruos insectoides de gran tamaño variaban en masa según la especie. Por ejemplo, había algunas arañas gigantes tan pequeñas como perros pequeños y otras tan enormes como elefantes.

Ejemplos famosos como las mantis devoradoras de dragones, los ciempiés titanes y los escarabajos destructores, a pesar de poseer meras bendiciones guerreras, fueron registrados como temibles amenazas no diferentes de dragones o gigantes. Y todo se debía a su tamaño. Se contaban entre los monstruos más poderosos del continente.

“Recuerda, no ataques”, recordó suavemente Yarandrala.

Cada uno de nosotros era un veterano de combate curtido. No íbamos a asustarnos por el zumbido de unas abejas gigantes.

“Hay una especie de sensación primaveral en esto”. “Son lindos y esponjosos”.

Tisse y Ruti parecían divertirse viendo a las abejas gigantes realizar sus tareas.

“¿Me pregunto si compartirían un poco de miel?”

Rit se preguntaba si podría conseguir algo dulce. Teniendo en cuenta lo grandes que eran las abejas, tal vez podrían compartir un tarro de miel.

Con una habilidad o magia para comunicarse con los insectos, podríamos llegar a un acuerdo.

“¿Tienes alguna magia espiritual para hablar con los insectos, Rit?” Sacudió la cabeza.

“No, sólo puedo usar magia espiritual conectada a los cuatro elementos”.

“Está bien, puedo hacerlo. Preguntaré si están dispuestos a desprenderse de un poco”.

“Hurra”.

Rit sonrió alegremente ante la respuesta de Yarandrala.

Tras otros diez minutos de marcha, llegamos a una inmensa colmena. “La Reina del Bosque está aquí”.

“Así que vamos a conocer a la abeja reina, entonces.” “Es la primera vez que entro en una colmena”.

“La mía también”.

Entre mi época de caballero y la de Rit como héroe de Loggervia, habíamos vivido todo tipo de aventuras, pero ninguno de los dos había visto una colmena lo bastante grande como para que un humano pudiera caminar por ella.

Subimos por los característicos espacios hexagonales. “Vivir en una casa así sería un ejercicio fantástico”.

Sacudí la cabeza y reí irónicamente ante el comentario de Danan. “No te hagas ilusiones”.

Era un nido para criaturas que podían volar. No había escaleras ni escalerillas, así que tuvimos que saltar de una cámara a otra para llegar hasta la reina.

Cualquiera que no fuéramos nosotros lo habría considerado un reto fastidioso.

Yarandrala, todavía a la cabeza, saltó a una habitación claramente más grande que el resto, y todos le seguimos.

“¿Hemos llegado a nuestro destino?” murmuré.

La Reina del Bosque era mucho más grande de lo que había imaginado. “Ella es… realmente grande.”

Una abeja reina normalmente empequeñecía a sus zánganos, pero no tenía un aspecto demasiado diferente. Sin embargo, la Reina del Bosque tenía un cuerpo de casi cuatro metros de largo.

Su vientre de rayas marrones yacía en el suelo, y estaba cubierta por un caparazón parecido a una armadura, mirándonos con ojos redondos y negros.

Las abejas gigantes se alimentaban del néctar de las flores, que no era suficiente para crecer de forma realmente masiva, pero evidentemente, una reina podía llegar a tener un tamaño considerable.

“Es excepcionalmente grande. Desde que vivo, nunca he visto una abeja reina gigante que se le iguale”. Yarandrala se acercó al gran insecto. “Buenas tardes, Su Alteza”.

Se oyó un crujido en el caparazón y el rostro de la abeja reina se acercó al de Yarandrala.

Oí a Rit jadear.

Seguro que irá bien.

Me relajé y observé de cerca a la abeja reina.

No era el tipo de criatura que se encontraría en cualquier otro sitio, ni siquiera en el zoo de Central. Ser testigo de una rareza era parte de lo que hacía agradable un viaje.

“Sí, he insuflado algo de vida a las plantas del bosque. Nos quedamos junto a un pequeño arroyo y no tenemos intención de haceros daño”.

Una liana verde se extendió desde la mano de Yarandrala hasta tocar las antenas de la abeja reina. Al parecer, así era como se comunicaba con el insecto.

El Señor Crawly Wawly ladeó la cabeza y se palpó con una pata delantera.

¿Intenta imaginar qué son sus antenas?

A Tisse le hizo gracia la confusión del Señor Crawly Wawly.

“Además, ¿podrías compartir un poquito de tu miel con nosotros?”. Yarandrala cantó, con voz susurrante.

“Esto es genial”, dijo Danan. “Viajar con vosotros siempre significa algo nuevo. Todo tipo de aventuras que nadie ha vivido antes”.

“Sí.”

“…siempre me divertí”.

“Sí, no estuvo del todo mal… yo también lo disfruté”. “Heh-heh”, se rio Danan al oír nuestras respuestas.

Concluido nuestro encuentro con la Reina del Bosque, regresamos al campamento.

“Muy bien, por fin es hora de entrenar”. Danan giraba el brazo, impaciente.

“¿Empezamos con algunos swings de práctica?” Todos asintieron a mi sugerencia.

“Bien, ¿qué tal tres series de diez mil para calentar?” “Claro, empecemos por ahí”.

Todos nos separamos para dejar espacio a los demás y preparamos nuestras armas.

“Que cada uno siga su ritmo, pero empecemos juntos el primer swing”. Todos asumimos nuestras posturas.

“Bien, entonces… ¡Uno!”

Bajé la espada mientras gritaba, y oí silbar el aire por los movimientos de los demás.

Sentí que mi espíritu se agudizaba y apreté con fuerza la empuñadura de mi espada. Era la primera vez que entrenaba con tantos héroes en mucho tiempo.

La espada de Rit tenía su encanto. Cada pequeño movimiento era hermoso, poseía un ritmo fluido que conectaba todos sus ataques. Exudaba una cualidad heroica que era fuerte y cautivadora.

La espada de Ruti se movía perfectamente, precisa y poderosa, sin defectos que criticar.

Nadie podía hacerle frente.

La espada de Tisse era prodigiosa. Los movimientos no eran más que golpes de práctica, pero ella tejió innumerables fintas y fintas de cabeza. Cada vez, su espada terminaba en un punto vital de una persona.

El bastón de Yarandrala superaba todos los límites. Se movía con una técnica forjada durante décadas de práctica.

Y el puño de Danan era la encarnación de las artes marciales, conteniendo todos los aspectos de la disciplina. También había fe en sí mismo para superar todos los obstáculos en su camino con nada más que su destreza.

Danan creía que si elevaba su disciplina a cotas más altas, podría ganar la guerra contra el ejército del señor de los demonios. Semejante idea era ridícula, pero él confiaba plenamente en su poder. Por eso Danan era el mejor púgil de la humanidad.

Alrededor de una hora más tarde, habíamos completado las tres series de diez mil repeticiones. Todos estábamos sentados para beber un poco de agua.

“Realmente eres increíble, Gideon”, alabó de repente Danan. “No hay nadie más aquí, así que no pasa nada si te llamo por tu antiguo nombre,

¿verdad?”.

“Supongo que está bien…”

“Puedo ver a tu enemigo en tu espada”. “¿Enemigo?”

“Sí, viendo tus swings de práctica, soy capaz de imaginarme el tipo de oponente al que golpeas”.

“Bueno, me imagino a ciertos enemigos cuando me balanceo”.

“Humano, elfo, monstruo, demonio. El tipo de armadura, el tamaño… Aunque siempre es un tajo desde la misma postura central, puedo reconocer claramente a un enemigo diferente cada vez. Así de sólidos son tus conocimientos”.

Recibir un cumplido del mejor luchador del mundo no fue una mala sensación en absoluto.

“Ya veo. Gracias”.

“No puedo esperar para entrenar contigo.”

La expresión de Danan indicaba claramente que esperaba con impaciencia nuestro combate.

El entrenamiento continuó después, hasta que empezó a oscurecer. La cena fue sopa de tocino y pan con un poco de miel.

Después de comer, me fui solo a lavarme el sudor y la suciedad y luego me senté a observar el paisaje nocturno del bosque.

Cuando viajábamos como el grupo del Héroe, acampar era nuestra vida, y los bosques oscuros se habían convertido en un telón de fondo familiar. Sin embargo, no había visto nada como esto desde que comenzó mi vida fácil con Rit.

Las abejas gigantes habían ahuyentado a todos los animales herbívoros más grandes y, al no haber presas, los animales carnívoros más grandes se marcharon poco después, por lo que el bosque estaba bastante tranquilo al anochecer.

Rodeado sólo de pájaros y otras pequeñas criaturas, pensaba en el duelo con Danan que me esperaba al final del campo de entrenamiento.

“Red”.

“¿Rit? ¿Qué pasa?”

Mirando por encima de un hombro, la vi allí de pie.

“Estabas tardando, así que me preguntaba si había pasado algo”. “Pensé en disfrutar del paisaje después de terminar de bañarme”. “Um… ¿Te importa si me siento a tu lado?”

“Sírvete”.

“Yay.”

Rit se dejó caer a mi lado. “Realmente es un lugar bonito. Deja que Yarandrala encuentre el lugar más bonito del bosque”.

“Sí, es perfecto para entrenar. No hay monstruos ni otras personas que perturben las cosas. En los Caballeros Bahamut, cubrimos lo básico en un campo de entrenamiento muy concurrido, pero hicimos todas las prácticas de nivel superior en un lugar alejado de cualquier ciudad o pueblo.”

“¿Oh? En Loggervia hay muchas historias de guerreros que se van a entrenar solos a las montañas. Supongo que esa idea es bastante universal”.

“Eso parece”.

Nos sentamos juntos, observando el bosque. Unos insectos brillantes danzaban sobre el agua, arrojando una tenue luz.

“Oye, Red, ¿por qué no te doy un masaje?” “¿Eh? ¿De dónde salió eso de repente?”

“Esta es la primera vez que realmente te has esforzado en mucho tiempo,

¿verdad? No querrás que los dolores musculares te frenen cuando te enfrentes a Danan, ¿verdad?”

“Mm… Supongo que no. Entonces, ¿podría pedirte que me ayudes?” “¡Por supuesto!”

Rit me tendió una toalla en el suelo para que pudiera tumbarme sin ensuciarme de nuevo.

“Perdóname.” Rit suavemente a horcajadas sobre mi cuerpo. “Aquí voy.”

Sus dedos me tocaron la espalda. Me estremecí un poco, y ella soltó una risita.

“Muy bien… Hmmm…”

Rit murmuró un poco para sí mientras apoyaba la palma de la mano en mi espalda.

“Esto parece un masaje de verdad”.

“Eh-heh-heh. En realidad, estudié un poco antes de irnos. Quería ayudarte un poco”.

Todo ese tiempo como aventurera le había dado a Rit un mejor conocimiento del cuerpo humano que a la mayoría, así que debió de ser fácil aprender a dar masajes. Y como manejaba dos espadas, su control de los dedos con ambas manos era de primera clase.

“¿Por aquí…?” Rit comenzó a frotar mi cuerpo suavemente. “Y el objetivo es ayudar a mejorar el flujo sanguíneo, así que no debería poner demasiada fuerza en ello”.

“Nnn…”

“¿Qué tal?”

“Se siente muy bien”.

Su masaje fue agradable y cómodo.

La técnica era competente, y fue aún mejor porque sentí el amor en los dedos de Rit mientras trabajaba cuidadosamente sobre mi espalda.

La tensión desapareció de mi cuerpo y de mi mente, y dejé todo en manos de Rit.

“Entonces, ¿crees que puedes ganar a Danan?”, preguntó mientras yo cerraba los ojos y me relajaba.

“Danan es realmente fuerte. Y entrenar con él sólo aclara lo increíble que es”.