SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 5: Cazando A Un Héroe II

 

 

4048.

|Has muerto.

Publicidad M-AR-1

4047.

|Has muerto.

4046.

|Has muerto.

 


Me esforcé al máximo para borrar por completo la historia de una única persona. Una leyenda que, con seguridad, quedaría grabada en la Torre para toda la eternidad. Y yo la eliminaría. Al igual que Roma no se construyó en un día, la leyenda del Emperador de las Llamas no se había creado en apenas unos días. Obviamente, iba a ser difícil borrarla por completo.

Pero no era imposible.

“¡Joder!”. Dolía.

Me presioné. Superé mis propios límites y di más de lo que tenía simplemente para seguir suicidándome. Usé toda mi malicia para matarme a mí mismo. Le di forma a todo el resentimiento y el rencor que me inundaban y los empleé para cercenar mi vida.

Cada vez que pensaba en rendirme, lo recordaba todo. La agonía de ser quemado vivo por el Emperador de las Llamas. La injusticia. La rabia. Y encima tenía el valor de volver después de incendiar la Torre. Y, sin vergüenza ninguna, había preguntado “¿Qué me vas a dar?”. Esa mirada condescendiente, como si los demás fueran insectos. Como si yo fuera un insecto.

Una furia venenosa corrió por mis venas.

‘Hijo de puta… ¡voy a matarte!’

Rechinando mis dientes y apretando mi agarre de la daga, clavé la hoja en mi cuello.

Publicidad M-M4

‘¡Te mataré, Yoo Soo-Ha!’

Estaba apuñalándome como forma de suicidio.

Pero ese acto, incluso más, tenía como objetivo matar al Emperador de las Llamas. No dejar ni rastro ni de él ni de su legado.

 

|Has muerto.

|Volviendo a 24 horas antes.


***

 

 

¿Cuánto tiempo llevaba suicidándome? ¿Cuántas veces mi aliento se había debilitado hasta detenerse?

Como un reloj de arena que jamás termina de caer, mi trabajo parecía no tener fin. Los logros del Emperador de las Llamas parecían tan formidables como una pirámide que permanecería alta y firme para siempre, sobreviviendo al paso de los siglos. Como si jamás fuera a derrumbarse. Pero habían empezado a surgir grietas en su superficie. Por fin estaba empezando a romperse.

Incontables recortes de periódico forraban las paredes de mi apartamente, rodeándome: testimonios mostrando la historia del Emperador de las Llamas. Con cada muerte, se iban desvaneciendo. De uno en uno.

 

『El Emperador de las Llamas despeja en solitario el piso 39.』

『El Emperador de las Llamas despeja en solitario el piso 38. ¡Otra hazaña legendaria!』

『¡Superan exitosamente el piso 37!』

『El cazador Yoo Soo-Ha, coronado como el rango 1 del mundo. ¡El primer coreano en lograrlo!』

『Desaparece el Santo de la Espada y el rango 1 queda vacío. ¿Quién tomará el trono? Expertos extranjeros creen que “el coreano Yoo Sooha es el máximo candidato”.』

Publicidad M-M3

『El inexpugnable piso 10, despejado. ¿Quién es el héroe misterioso?』

『22 días desde la desaparición del Santo de la Espada. ¿Afrontará la Asociación de Cazadores su peor crisis?』

 


Una más. Otra página. Como si fueran los dientes de un viejo, cayendo uno por uno, dejando la encía descubierta. Así fueron desapareciendo los recortes de periódico, dejando las paredes expuestas y vacías.

 

『El Emperador de las Llamas despeja en solitario el piso 38. ¡Otra hazaña legendaria!』

『¡Superan exitosamente el piso 37!』

『El cazador Yoo Soo-Ha, coronado como el rango 1 del mundo. ¡El primer coreano en lograrlo!』

『Desaparece el Santo de la Espada y el rango 1 queda vacío. ¿Quién tomará el trono? Expertos extranjeros creen que “el coreano Yoo Sooha es el máximo candidato”.』

『El inexpugnable piso 10, despejado. ¿Quién es el héroe misterioso?』

『22 días desde la desaparición del Santo de la Espada. ¿Afrontará la Asociación de Cazadores su peor crisis?』

 

Estaban desapareciendo. Él estaba desaparecido cada vez que yo exhalaba mi último aliento.

‘¡Puedo verlo!’

El principio del fin ya era visible, pero aún había mucho camino que recorrer. Y, por eso, debía resistir. El Emperador de las Llamas había sido prácticamente inmortal y eterno. Hasta que llegué yo. Ese psicópata ya no era eterno, ni era inmortal. Mientras yo supiera la verdad, aguantaría todo lo que hiciera falta.

‘¡Puedo hacerlo!’

Empujé mi daga, asegurándome de que penetraba profundamente y con fuerza.

Con ese golpe, maté la vez en la que el Emperador de las Llamas despejó el piso 38.

 

『¡Superan exitosamente el piso 37!』





『El cazador Yoo Soo-Ha, coronado como el rango 1 del mundo. ¡El primer coreano en lograrlo!』

『Desaparece el Santo de la Espada y el rango 1 queda vacío. ¿Quién tomará el trono? Expertos extranjeros creen que “el coreano Yoo Sooha es el máximo candidato”.』

『El inexpugnable piso 10, despejado. ¿Quién es el héroe misterioso?』

『22 días desde la desaparición del Santo de la Espada. ¿Afrontará la Asociación de Cazadores su peor crisis?』

 

Me acuchillé de nuevo. Con esa muerte, maté el momento en el que el Emperador de las Llamas ascendió al primer puesto mundial.

 

『Desaparece el Santo de la Espada y el rango 1 queda vacío. ¿Quién tomará el trono? Expertos extranjeros creen que “el coreano Yoo Sooha es el máximo candidato”.』

『El inexpugnable piso 10, despejado. ¿Quién es el héroe misterioso?』

『22 días desde la desaparición del Santo de la Espada. ¿Afrontará la Asociación de Cazadores su peor crisis?』

 

Maté de nuevo.

 

『El inexpugnable piso 10, despejado. ¿Quién es el héroe misterioso?』

『22 días desde la desaparición del Santo de la Espada. ¿Afrontará la Asociación de Cazadores su peor crisis?』

 

Maté otro de sus logros.

 

『22 días desde la desaparición del Santo de la Espada. ¿Afrontará la Asociación de Cazadores su peor crisis?』

 

Hasta que, por fin…

Miré la única cosa que me había acompañado todo ese tiempo. Mi maltrecha daga. Había recuperado lustre. De hecho, estaba como nueva. Había menos arrugas en mis manos, y, como si hubiera retrocedido en el tiempo, la habitación que alquilaba se había vuelto más y más pequeña, más empobrecida. Había olvidado lo pobre que llegué a ser.

Fui al baño y me eché agua en la cara. Cuando me miré en el espejo, una versión joven de mí mismo me devolvía la mirada. Y, entonces, giré la cabeza y miré a mi alrededor. No había nada.

No había una miríada de artículos de periódico. Ninguna entrevista publicada por una revista. Ni un solo recorte de papel pegado a las paredes del apartamento.

Blanco y vacío. Un espacio puro e inmaculado.

Había borrado con éxito la historia del hombre conocido como ‘el Emperador de las Llamas’.

“Lo hice”, murmuré, boquiabierto. “Regresé”. A 11 años atrás. 6 de mayo. Un mes entero antes de la fecha en la que se suponía que el Emperador de las Llamas, Yoo Soo-Ha, debía despertar.

Había vuelto. ‘No hay motivos para dudar. No necesito esperar más’.

Una sudadera barata con capucha y pantalones de chándal. Una daga nueva. Eso era todo lo que tenía cuando apenas superaba los veinte años. Sin más opciones, me puse la chaqueta por encima de la sudadera y salí, llevándome todas mis pertenencias como si fueran algún tipo de armadura. La tensión de regresar al pasado… no existía.

‘Hasta que mate al desgraciado de Yoo Soo-Ha no puedo permitirme el lujo de ser descuidado’.

4090 veces, ese el total de muertes que había sufrido para regresar a ese día.

40 más que mis cálculos iniciales. Eso incluía el tiempo que había tenido que usar para suicidarme miles de veces y también para algunos pequeños descansos.

No solo eso.

Había reunido toda la información posible respecto a Yoo Soo-Ha, cada puñetera cosa. Lo hice repitiendo ese día, el 6 de mayo, diez veces.

‘11 de la mañana’, me recordé a mí mismo. Yoo Soo-Ha casi siempre se levantaba a las 11 de la mañana. 6 de mayo. También se levantó a esa hora. La noche anterior se había pulido cuatro botellas de cerveza, así que llevaba el ceño fruncido durante toda la mañana.

‘2 de la tarde’. Yoo Soo-Ha salió del estudio que alquilaba mensualmente y se dirigió hacia los campos de caza. Los apartamentos de estilo estudio en los que se quedaban a menudo los cazadores de clase F. Sabiendo que los cazadores más débiles morían con frecuencia mientras cazaban, el casero del estudio los forzaba a hacer un considerable depósito a cambio del bajo alquiler mensual. Tenía buen ojo para los negocios.

‘3 de la tarde’. Yoo Soo-Ha mató un débil slime en los campos de caza del segundo piso de la Torre. Sin embargo, eso no bastaba como para considerarlo suficiente ganancia para un día.

A las 15:11 horas, Yoo Soo-Ha gruñó para sí mismo. “Ah, menuda mierda. Quisiera saber cuándo me voy a convertir en alguien como el Santo de la Espada y vivir a cuerpo de rey”.

A las 15:15 horas, 4 minutos más tarde, se quejó. “Wow, cazar slimes es jodidamente aburrido”.

Un cazador de clase F promedio. Una vida de esperar hacerse rico algún día. Ese era el Yoo Soo-Ha de 21 años. Nada parecido al Emperador de las Llamas de 32.

“Si simplemente me tocara la lotería…”, murmuró.

En poco tiempo, el joven de 21 años sería capaz de llevar a cabo su deseo. Porque, tan pronto como obtuvo su habilidad de retorno, Yoo Soo-Ha la usó para ganar la lotería.

La AM, siglas de Asociación Mercante, emitía cupones para una lotería semanal. La Asociación Mercante era el único gremio dentro de la Torre que podía imprimir boletos de lotería. Todos los cazadores que la habían ganado estaban cuidadosamente grabados. En los registros de ganadores, destacaba un joven que más tarde sería llamado el Emperador de las Llamas. Un bastardo “con suerte” que ganó el premio gordo no una, sino dos veces seguidas.

‘Eso pasará en tres y cuatro semanas a partir de hoy, respectivamente’. Sin embargo, ese futuro nunca le llegaría al Yoo Soo-Ha de 21 años al que estaba mirando en ese momento. ‘Tú morirás aquí hoy’.

6 de mayo. 17:31 horas.

Yoo Soo-Ha se marchó de los campos de caza del segundo piso. Indudablemente, pensaba que no tenía sentido pasar el resto de su vida matando slimes. Se dirigió a un área más desafiante, el tipo de lugar que los cazadores novatos rara vez visitan.

Un poco más solitario y peligroso. Un lugar en el que nadie, excepto Yoo Soo-Ha, entraría durante los próximos 36 minutos.

‘Está aquí’. Lo había estado esperando. ‘Es él’.

Un hombre que bostezaba mientras caminaba. Yoo Soo-Ha. Aunque era 11 años más joven, podría reconocer a aquel bastardo de un solo vistazo. No porque mi percepción fuera particularmente buena, sino porque se parecía muchísimo al cabrón de 11 años después.

‘En el futuro probablemente ese pedazo de mierda estaría tragando constantemente algún elixir de la eterna juventud. ¡Gracias por ser un cerdo tan jodidamente codicioso!’.

‘Ven’. Mi corazón latía tan fuerte que parecía que se me iba a salir del pecho. Combatí la tensión que me recorría y abrí la boca. “¡Por aquí, señor cazador! ¡Por favor, sálveme…!”.

“¿Huh?”. Yoo Soo-Ha giró su cabeza en mi dirección.

“Me emboscaron unos lobos” gimoteé y lloriqueé. “Se lo ruego, por favor, ayúdeme. Alguna poción…”

Había cubierto todo mi cuerpo con sangre. Estaba chorreándola. Empapado. Por supuesto, no era mi sangre sino la de algunos monstruos que había cazado antes. Pero, para otra gente, debía parecer un cazador novato a punto de morir.

“Oh, mierda. ¿Pero qué coño…?”, exclamó Yoo Soo-Ha.

Naturalmente, esa era también la impresión que Yoo Soo-Ha tuvo de mí. Contaba con ello.

“Señor, ¿ya ha provocado a los monstruos de aquí? Mierda. Entonces la caza de hoy ya está jodida”.

Puto idiota.

“U-una p-poción…”, rogué.

Publicidad G-M2



“Una poción, los cojones. No puedo ni comer como Dios manda”. Yoo Soo-Ha suspiró y se acercó. “¿Cuánto tienes?”.

“¿Eh?”, pregunté.

“¿Cuánto me vas a dar por la poción? ¿Crees que dirijo una organización de caridad? No me vas a decir que querías que te diera gratis esta carísima poción, ¿verdad? ¿A un hombre que no he visto en mi vida? Vamos, no me jodas”. Yoo Soo-Ha sacó una botella de plástico.

Entonces la agitó justo frente a mis ojos. *Splash*. Había un líquido de color rojo sangre dentro del frasco, que llevaba grabado el emblema del Ministerio de Alquimia. Veinte piezas de oro al comprarlas al Ministerio de Alquimia. Era una poción de recuperación que se vendía por diecinueve piezas de oro si las comprabas en packs de cinco.

“T-te daré… veinte piezas de oro… así que, por favor, deprisa…”

“Wow. Lo de este tipo es increíble. Tu codicia es alucinante”, dijo Yoo Soo-Ha mientras se arrodillaba para mirarme a la cara. “¿No estás entendiendo lo que está pasando? Vas a morir. Morir. Esta poción te podría salvar la vida. ¿Y quieres comprar tu vida por solo veinte piezas de oro? ¿Tu vida solo vale veinte piezas de oro?

“C-claro…”, dije mientras seguía tirado en un charco de ‘mi propia sangre’.

“¿Y si te dejo aquí tirado? Vas a morir sin más. Si no quieres morir, tienes que pagar un precio justo por tu vida.

Ya. Lo sabía. “C-cuarenta de oro”, dije.

“Basta. Dame todo lo que tengas ahora mismo”.

Sabía que era ese tipo de persona.

“Ah, es verdad. No podrías dármelo todo aunque quisieras. No puedes ni mover tus manos, ¿verdad? No te preocupes, lo cogeré por ti. Al menos puedo hacer eso por ti”. Con esas palabras, Yoo Soo-Ha extendió las manos y empezó a registrar todo lo que tenía: los bolsillos de mi chaqueta, el interior de mi capucha… incluso los bolsillos de mi pantalón.

El gilipollas finalmente encontró mi cartera de cuero y sonrió. “Veamos. Una pieza de oro, dos, tres… Hmm… ¿Unos sesenta de oro? Qué pobre eres, viejo. Lleva algo más encima, hombre”.

“Es todo lo que tengo…”. Todo lo que tenía a mi puto nombre.

“Está bien. Lo gastaré bien en tu honor”. Yoo Soo-Ha cogió mi cartera y me dio unas palmaditas en la cabeza.

Hacía 4050 días… no, 4050 días después. Era como cuando me quemó vivo en lo que para mí era mi pasado, pero para él eran 4050 días más tarde.

“La vida es así, ¿no crees?” dijo mientras sacaba algo de su pecho con un chirrido tras volver a guardar la poción que había prometido darme. En vez de eso, desenvainó su hoja. Una espada.

No era un objeto destinado a salvar vidas. Todo lo contrario, era una herramienta para tomarlas.

“Ja”. Miré hacia arriba, hacia Yoo Soo-Ha. Más que estar enfadado, lo miré como si me pareciera ridículo.

Sin embargo, Yoo Soo-Ha interpretó mi mirada de forma diferente y se encogió de hombros. “Oye, no me mires así. Iba a darte la poción, viejo… pero, si te dejo vivir ahora, podrías ir a buscarme más tarde, ¿verdad? No puedo dejar que eso pase. Un hombre debe vivir sin preocupaciones, y ya que has visto mi cara…” Yoo Soo-Ha sonrió. “Tienes que morir por mí”.

El cazador al que solo podía admirar por televisión. El héroe al que adoré durante 10 años. El hombre que siempre envidié, en el que siempre quise convertirme. La cara de ese héroe era espantosa. Más de lo que nunca pude haber imaginado.

Publicidad G-M3



“Muy bien”. Miré en silencio a Yoo Soo-Ha mientras él sostenía la espada. “Viviré sin preocupaciones en tu nombre”.

Lentamente, alzó la hoja.

Entonces…

Le pegué una patada en la entrepierna con el pie derecho.

“¡¿Ggk?!”, gimió Yoo Soo-Ha, sorprendido, mientras bajaba su arma hacia mí. Pero, para mí, era tiempo más que suficiente. Tras esquivar por los pelos el ataque de Yoo Soo-Ha, clavé mi daga en su cuello.

Yo era diferente a él. No iba a dejar que mi presa, a la que tenía que matar y que tenía justo frente a mí, se me escapara mientras le soltaba una puta charla sin sentido. Le apuñalé en el cuello, retorcí la daga y la empujé hasta tropezar con su barbilla.

La sangre salió disparada. Me empapó las manos. Yoo Soo-Ha trató de hablar, sin éxito. La sangre gorgoteó y lo ahogó antes de gotear hasta el suelo. Dejó escapar un intento de chillido, lo que hizo que la sangre que se estaba acumulando en su garganta saliera volando en todas direcciones.

Despotricaba contra el dolor, todavía con fuerza y resistiéndose.

Pero solo duró un momento. La sangre chorreó desde su cuello, dejando un rastro rojo en su garganta.

Lo vi todo.

Publicidad M-AB

Yoo Soo-Ha se acercaba, centímetro a centímetro, a su muerte con cada segundo que pasaba. Instintivamente, debió darse cuenta de que estaba muriéndose. Yoo Soo-Ha agonizó en el suelo y después se tensó. Él apretó la herida que había en su cuello con ambas manos, pero la sangre no se detuvo. Simplemente se le escurría entre los dedos, aún más espesa que antes.

“Perfecto”. No quería dejar ningún cabo suelto. Apreté mi pie contra el cuello de Yoo Soo-Ha.

Sus ojos se abrieron al máximo. ¿Por qué? ¿Por qué razón? Sus ojos estaban llenos de preguntas y de resentimiento. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que esos ojos se quedaran vacíos. No había necesidad de explicar nada.

“Consideraré esto una experiencia valiosa”. Agarré la daga. La daga que me había matado 4090 veces.

Y, entonces, golpeé.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios