Eiyuu Ou (NL)

Volumen 3

Capítulo 9: Inglis, 15 Años — Órdenes Para Defender A La Amenaza Hieral (9)

Parte 2

“¡Toma esto!”, gritó mientras su puño atravesaba los brazos del Prismer y atravesaba su cuerpo, dejando un enorme agujero.

¡Buuuuuuu!

Una gigantesca explosión de éter iluminó la ciudad como una supernova .

Esta era la nueva técnica que había estado investigando; pensó en llamarla  [Break éter]  , tal vez. La técnica requería que activara el caparazón de éter y diera un golpe justo cuando un golpe de éter golpeaba, lo que provocaba un efecto sinérgico que elevaba el poder destructivo a un nivel explosivo. Debía ser varias veces más potente que un Golpe de Éter normal. Era la técnica más poderosa que había utilizado, incluso incluyendo sus experiencias en su vida pasada como  [Rey Héroe Inglis]  .

Sin embargo, había un inconveniente: el objetivo tenía que sobrevivir lo suficiente para que ella disparara un Golpe de Éter, y luego tenía que calcular con precisión su golpe con la Cáscara de Éter. Tenía que esperar un poco después de disparar el Golpe de Éter para activar el Caparazón de Éter. Sin embargo, a medida que fuera adquiriendo práctica en el uso del éter, su sincronización sería más precisa.

Sin embargo, con esta técnica, el poder de Inglis Eucus ahora superaba al del viejo [Rey Héroe Inglis]  .

La explosión de su ataque había creado una intensa luz que cegó a los demás. Cuando la luz se desvaneció, todos quedaron atónitos, mirando al cielo vacío.

Miriela fue la primera en hablar. “Umm… No hay nada ahí…”

“S-Sí… No hay ni rastro del Prismer. Sé que aún no se ha transformado del todo, pero aún así… Vaya…” Ripple se interrumpió.

Rafinha se alegró: “¡Increíble, Chris! Así que  esa es  la nueva técnica de la que hablabas. Realmente es la más poderosa de todas”.

“¡Pero qué pasa con Yua! “, preguntó Leone, preocupada.

“Está bien, Leone”, la directora Miriela la tranquilizó. “La barrera que la cubre sigue intacta”.

“¡¿De verdad?! Entonces…”

“¡¿Yua está bien?! ” intervino Rafinha.

“Sí, seguro que sí”, dijo la directora Miriela, aliviada.

En ese momento, Inglis regresó, con una agradable sonrisa en su rostro y con una Yua inconsciente en sus brazos. “Uf… Seguro que hoy he sudado mucho”.

“¡Inglis!” La directora Miriela se alegró. “Ah, gracias a Dios… ¡Bien hecho! ”

“¡Bien, Inglis! Eres el mejor!” Añadió Ripple.

“¡Qué alivio!” Dijo Leone. “Por un momento pensé que podría haber quedado atrapada en los ataques de Inglis…”

“¡Pero tú la salvaste!” Liselotte terminó.

“Sí. La saqué del Prismer mientras lo atravesaba”, respondió Inglis.

“¡Buen trabajo, Chris! Esto significa que vamos a seguir teniendo las comidas cubiertas en la cafetería!” dijo Rafinha, encantada.

“¿Es eso correcto, directora Miriela?” Preguntó Inglis.

“¡Sí, sí, por supuesto!” La directora Miriela asintió.

“¡Muy bien! ¡Misión cumplida, Chris!” Inglis y Rafinha chocaron los cinco.

“Mi estómago está vacío después de todas esas batallas. Démonos prisa y consigamos algo de comer”.

“¡Sí! ¡Vamos! “

Fue entonces cuando Inglis y Rafinha notaron que faltaba un detalle crucial. “¿Eh…? ¿Dónde está la cafetería?”, preguntaron juntos.

“Se ha volado. Una vez reconstruido, puedes comer hasta hartarte”. respondió la directora Miriela.

“¡Aaaaaaaaaah!” Eran gritos de terror y desesperación más profundos que los que se producen al enfrentarse a cualquier enemigo, por muy poderoso que sea. Y para cuando Inglis y Rafinha se calmaron, Leon ya había desaparecido.

◆  ◇  ◆

Varios días después, las reparaciones de la academia de caballeros avanzaban a un ritmo vertiginoso. Inglis y sus compañeros salieron durante un descanso para despedirse en las puertas. Despedían a Ripple y al embajador Theodore, que volvían a la batalla contra Venefic.

El embajador Theodore se había apresurado a volver a la capital después de que los mensajeros del director Miriela, Lahti y Pullum, le informaran de la situación, sólo que el embajador llegó a última hora de la noche, una vez terminada la batalla. Sin embargo, su viaje no había sido un desperdicio, ya que había podido pronunciar con clara autoridad que Ripple no mostraría más anomalías.

También había negociado con el rey Carlias para que aceptara que Ripple siguiera siendo una de las [  amenazas Hieral]  del reino. El rey Carlias nunca tuvo realmente una opción, ya que la Liga Papal de las Tierras Altas había rechazado sus ofertas y había decidido no mejorar su relación de trabajo. Las acciones de la academia de caballeros también habían quedado incuestionadas gracias al embajador Theodore. Él había suavizado todo después de los acontecimientos allí.

Como resultado, Inglis y los demás pudieron centrarse en la reconstrucción de la academia mientras seguían entrenando. Los dormitorios, intactos, les permitían dormir, pero la destrucción de la cafetería era una emergencia extrema. Si no se reconstruía rápidamente, no podrían llenar sus estómagos. Por lo tanto, Inglis y Rafinha hicieron un esfuerzo proactivo para ayudar en la reconstrucción.

“Gracias a todos. Gracias a vuestra ayuda, puedo volver con los Paladines. Muchas gracias”. Ripple hizo una profunda reverencia a los que habían venido a despedirla.

“¿Pero no es un poco pronto para que vuelvas al servicio activo? Tal vez deberías recuperarte un poco antes”, dijo Silva con una expresión de conflicto.

Como  [Amenaza Hieral]  , el cuerpo de Ripple era diferente al de un humano, lo que significaba que el don de curación de Rafinha no funcionaría en ella. Las heridas de Ripple tenían que curarse naturalmente. Es cierto que tenía una recuperación sobrehumana, pero…

“¡Está bien, está bien! ¿Ves?” Ripple se golpeó en el pecho. “¡Uf! Owww… Eso todavía duele un poco”.

Silva siguió insistiendo: “¡Por favor, no te esfuerces demasiado! Deberías quedarte aquí un poco más y recuperarte-“.

“No”, interrumpió Ripple. “Tardaremos unos días en llegar a la frontera, y para entonces ya estaré curado. Además, Lord Theodore necesita una escolta de vuelta al frente, ¿verdad?”

“Siento mucho no haber podido ayudarle. Me duele mi inexperiencia”.

Mientras Silva miraba al suelo, Rafinha le consoló. “No, eso fue un golpe de Chris de la nada para robar el espectáculo. No fue tu culpa”.

“No, no. Un caballero sagrado blandiendo una transformada  [Amenaza Hieral]  debería ser invencible… Ser noqueado no puede ser más que el resultado de mi propia inexperiencia. Debo afirmar que la culpa es mía; no puedo dejar que se refleje mal en Ripple”.

“¡Nooo, es culpa de Chris por dar un codazo a alguien de su propio lado! Lo siento mucho, y me disculpo en su nombre. Ella simplemente no puede contenerse cuando ve a un enemigo poderoso”.

“No, no, no, yo debo asumir la culpa”.

Mientras Inglis observaba el improductivo intercambio, Ripple tiró discretamente de sus mangas.

“Inglis, Inglis…”

“Sí, ¿qué es?”

“¿Te has dado cuenta? Cuando me transformé en un arma…” Ripple susurró, sin querer que nadie más lo escuchara.

“Sí. Eso fue alarmante. Pero entiendo que al pensar en por qué algo tan poderoso sería concedido a la superficie…”

“Sí. De acuerdo. Gracias por detenerlo”.

“No, no me lo agradezcas. Ya tenía razones para intervenir”. Es decir, que había querido robarle el Prismer a Silva para poder combatirlo ella misma.

“Ja, ja, ja… Eso es propio de ti, Inglis”.

“Pero hay una cosa que no entiendo. Cuando vi la transformación de la  [Amenaza Hieral]  del Frente  Steelblood  , no sentí nada de Sistia como de ti. Parecía no tener ningún efecto secundario…”

“¡¿Huhhhh?! ” Ripple se sobresaltó tanto que se olvidó de que intentaba estar callada.

“¿Qué pasa, Chris?” preguntó Rafinha, volviéndose hacia ellos.

Silva hizo lo mismo. “¿Pasa algo, Lady Ripple?”

“Ah, no, no es nada, nada en absoluto…” Dijo Ripple, dejando de lado su preocupación. “Por cierto, Silva, ¿cómo estás?”

“Bien. Ningún problema importante que informar”.

“Ya veo. Qué bien. Tu salud siempre es lo primero. Si estás sano, puedes hacerte más fuerte y convertirte en la imagen de ti mismo que quieres ser”.

“¡Sí! ¡Seguiré entrenando y me convertiré en un caballero sagrado de pleno derecho!”

“Seguro que sí. Pero no te esfuerces demasiado, ¿vale?” Mientras daba una palmada en el hombro de Silva, Ripple volvió a susurrar a Inglis: “Lo que hablamos… No se lo digas, ¿de acuerdo? Cuando se convierta realmente en un caballero sagrado, aprenderá”.

“Sí, entendido”.

Theodore terminó su conversación con Miriela y le hizo una seña a Ripple. “Entonces, vamos, Lady Ripple. Me gustaría ver cómo les va a Wayne y a los demás en el frente”.

“¡Bien! ¡Adiós a todos! Cuando regrese a la capital, ¡vendré a veros!”

Ripple y el embajador Theodore se dirigieron al gran Flygear del embajador.

“A todos, les agradezco sinceramente sus acciones durante esta crisis. Con futuros caballeros como vosotros, el futuro de este país será seguramente brillante”. El embajador Theodore inclinó la cabeza hacia la comitiva de la academia de caballeros. “Dejadme el resto a mí mientras vosotros os centráis en vuestros estudios. Algún día llegará el día en que el peso del futuro de este país recaiga sobre vosotros. Ahora, si puedo despedirme…”

Su afectuosa sonrisa parecía dirigirse personalmente a Rafinha, por lo que Inglis se adelantó hábilmente.

“Oye, Chris. No puedo ver”.

“Eso no debería ser visto por los niños”.

“¿De qué estás hablando? No me pareció obsceno”.

“¡¿Cómo lo sabes?! “

Mientras observaba cómo Inglis y Rafinha se peleaban, Ripple soltó una risita. “¡Hasta luego, todos! Adiós”. Mientras Ripple saludaba desde el Flygear, su sonrisa se desvaneció en el cielo con la partida de la aeronave .