Eiyuu Ou (NL)

“¡Sí, Ripple! ¡Buen momento! Estoy bien, pero me vendría muy bien tu ayuda”. La directora Miriela estaba bien en su mayor parte, pero había recibido varios rasguños superficiales y respiraba con dificultad. La batalla le había costado mucho, pero era impresionante que hubiera logrado resistir tan bien al Prismer.

“¡Claro, déjamelo a mí! Llevo mucho tiempo causando problemas a todo el mundo, ¡ahora me toca protegerte a ti, como amenaza Hieral!” Dos pistolas doradas aparecieron en las manos de Ripple. Se movió ágilmente frente a la directora Miriela para protegerla antes de posar su mirada en el Prismer.

Reconoció a este semi-humano.

“¿Qué? No, no… Eso es… Eso es demasiado…” No pudo contener las lágrimas que brotaban. Se quedó mirando conmocionada.

“Onda”? ¿Qué pasa?” preguntó Miriela.

“Mi papá… ¡Ese es mi padre! ¡Cuando nuestra aldea fue destruida por el Flujo Prismático, se convirtió en una bestia magicita! ¡Y ahora está aquí!”

Ese era un recuerdo lejano de mucho antes de que Ripple se convirtiera en una amenaza Hieral. Todo volvió a su memoria ahora.

Su padre, el jefe demihumano, había sido golpeado por el Flujo del Prisma y se había convertido en una bestia mágica. La aldea había sido aniquilada, y Ripple fue la única superviviente. Desde entonces, su padre ha seguido viviendo como una bestia mágica, convirtiéndose evidentemente en un Prismer.

“¡¿Qué?!”, jadeó la directora Miriela.

“¿Ese es su padre, Lady Ripple?”, repitió Silva con total sorpresa.

“¡Sí, estoy seguro! Ha pasado tanto tiempo desde entonces… Sobrevivió en algún lugar del mundo…”

Durante esos largos años, ¿cuántas personas habían herido? ¿cuantas vidas habia quitado? ¿Hasta dónde había profundizado en sus pecados? Ripple se encontró haciendo esas dolorosas preguntas.

La directora Miriela hizo una mueca. “Ripple, lo siento… Eso es terrible…”

“¡Entonces permítanos llevar esta carga, Lady Ripple! ¡No podemos pedirle que luche contra su propia familia!” Dijo Silva.

“¡Gwohhh!”

Pero el Prismer no tuvo piedad. Pisando el suelo, se movió con una rapidez que desmentía su tamaño, apuntando con su gesto de lanza directamente a Ripple de nuevo.

“¡N-No! Eso no significa que quiera quedarme fuera de esto”. Ripple dio una voltereta, esquivando el golpe del Prismer. Al mismo tiempo, descargó una lluvia de disparos sobre su mano. Su piel con los colores del arco iris repelió sus disparos, pero ella atravesó las partes que no habían completado el proceso de transformación del Prismer. La fuerza de su ataque clavó la mano en el suelo.

“¡Ahora!” Ripple subió por el brazo del Prismer hasta su hombro tan ágil como un gato. “¡Porque eres mi padre, tengo que hacer esto! Antes de que estés demasiado lejos”.

Apuntando las bocas de sus armas al cuello, disparó una ráfaga de balas hechas de luz. La piel, aún incompleta, de la base del cuello se abrió mientras se formaban heridas profundas, para luego empezar a curarse y cerrarse. En poco tiempo, seria como si no hubiera pasado nada.

“¡¿Ya puedes curar?! ¡Pero si ataco más fuerte…! ” Ripple aceleró su ritmo de fuego, poniendo todo su empeño en una embestida.

“¡Gwohhh!”

La mano libre de la demihumana Prismer se alzó hacia Ripple para apartarla.

“¡No lo creo!” Esquivó con elegancia la mano extendida sin apartarse del cuello del Prismer. Esquivando a derecha e izquierda, mantuvo su fuego concentrado, sin dejar que la regeneración superara su ataque. Las heridas se profundizaron y ampliaron.

Silva lo demostró, paralizado por el espectáculo. “¡Hermoso! Una verdadera amenaza Hieral”.

Los rápidos disparos de Ripple estaban arrancando más y más su cuello. Empezó a tener esperanzas de poder arrancarle la cabeza. “¡No es demasiado tarde! ¡Esto está funcionando! ¡Todos los demás, atacan también! ¡Concéntrense en su cuello, y corten su cabeza!” Ripple gritó.

“¡Sí, Lady Ripple!” Dijo Silva.

“¡Déjame a mí!”, dijo León.

Tanto Silva como León prepararon sus artefactos para apoyar a Ripple, y León sacó una daga para reemplazar sus guanteletes rotos. Pero antes de que pudiera realizar un ataque total, la superficie del cuerpo de la bestia mágica se iluminó una vez más. Puntos brillantes de luz brillaron en todas las direcciones de su cuerpo, indicando que estaba cargando los mismos rayos destructivos que habían utilizado antes.

“¡Lady Ripple, este es el ataque del que nos refugiamos antes!” Advirtió Silva.

Ripple se recompuso tras un momento de alarma. “¡Todos menos Miriela y yo, resguárdense! ¡Leone, si quieres!”

“¡Por supuesto!” Leone asintió a Ripple y concentró su poder en su Artefacto. “¡Muy bien, allá vamos!” Dejando atrás a Miriela ya Ripple, los demás desaparecieron en la otra dimensión.

“¡Miriela, intenta aguantar a través de él en lugar de seguirme!”

“¡Sí! ¡Haré lo que pueda!”

La bestia de magicita disparó sus rayos de luz en todas las direcciones dentro de las protecciones que la directora Miriela había establecido. Más cerca del Prismer, Ripple se llevaría a cabo seguramente la peor parte de la embestida.

“¡No puedo dejar que me golpeen! “se dijo a sí mismo. Centrar sus esfuerzos sólo en esquivar le daría al Prismer tiempo para curarse. Tenía que mantener su ritmo de fuego mientras esquivaba.

A la derecha ya la izquierda, por delante y por detrás, todas las direcciones estaban iluminadas como petardos. Y a medida que el Prismer se movía, su trayectoria cambiaba.

Ripple se retorcía, saltaba, encontrando siempre un lugar donde los rayos no dieran. Por supuesto, la puntería de sus pistolas gemelas se desviaba, pero eso no era un problema. Incluso en forma humana, las amenazas Hieral tienen un poder similar al de los artefactos para recuperar las dimensiones. Eris podía lanzar un tajo a distancia. Ripple podía cambiar la trayectoria de sus balas. No podía mantenerlo por mucho tiempo, pero era una habilidad poderosa.

Mientras seguía evadiendo, las balas seguían llegando a través de diferentes dimensiones hacia el cuello herido del Prismer. Finalmente, su tormenta de luz se detuvo.

“¡Muy bien! A este ritmo…” ¡Puedo pasar a disparar directamente y seguir adelante!

O eso espero Ripple.

De repente, hubo una explosión de luz de varios colores a lo largo de las heridas de la bestia magicita. Sus heridas se cerraron al instante.

“¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¡¿Se ha curado?!”, jadeó Ripple.

Sus heridas antiguas tienen la iridiscencia de un arco iris; se acercaba al final de su transformación en un Prismer completo.

“¡Se está haciendo más fuerte durante esto! ¡Está casi completo!”, observó la directora Miriela.

“¡Pero…! ¡Pero si aún no está hecho!” Ripple, sin rendirse, mantuvo su fuego.

“¡Gwohhh!” rugió, lanzándose hacia Ripple. Era incluso más rápido que antes.

“¡Uf…!”

“¡Aaaaagh!”, gritó. Su enorme cuerpo era demasiado fuerte. Sus huesos estaban a punto de romperse.

“¡¿Organización?! ” Miriela estaba ocupada lidiando con los rayos de luz.

“¡Miriela, tienes que concentrarte en tus guardias! Estaré bien… ” Ripple sabía que su prioridad era evitar que el Prismer escapara.

“¡Pero…!”

“¡Está bien! ¡Las amenazas Hieral no son tan blandas!”

El cuerpo de una amenaza Hieral era completamente diferente al de un humano normal; si se le daba el tiempo suficiente, siempre podia regenerarse. Podía curar heridas que serían fatales para un humano normal. Ripple incluso había perdido sus dos brazos en el pasado, pero se había recuperado de todos los modos.

Más que personas que pudieran adoptar la forma de artefactos, eran propiamente artefactos que pudieran adoptar la forma de personas. Así que no se aplicaron las reglas estándar del cuerpo humano. Ni siquiera Ripple supo con certeza la fuerza de un ataque para matarla. Incluso si todos los huesos de su cuerpo aplastados, probablemente se curarían con el tiempo. Durante su larga historia como amenaza Hieral, había experimentado bastante dolor. Estaba acostumbrada a ello. Al fin y al cabo, había cosas que dejaban cicatrices mucho peores que las que le dejaba el dolor físico. Esto no era suficiente para derribarla.

“¡Maldito seas!”, gruñó.

¡Splrrrrch!

Incluso cuando la Ondulación aplastada del Prismer y los rayos de luz se filtraron, ella no había soltado sus armas. En su lugar, había estado reuniendo su poder; tardaba en estar listo, pero podía soltar un único y poderoso disparo. Una vez cargado lo suficiente, había hecho estallar la mano del Prismer con él. No salió ilesa, pero pudo confiar en su dureza de amenaza Hieral.

“¡Gwohhh!”

Conmocionado por el ataque, el Prismer se aflojó.

“¡Los buenos padres no intentan aplastar a sus hijas!” gritó Ripple. Se escabulló por el hueco que se abrió y voló hacia atrás, pero algo estaba mal. Sintió un dolor punzante en las piernas. Al no poder aterrizar, cayo al suelo con una mueca de dolor.

“¡Riple!” Miriela gritó.

“Ugh… Algo no está bien en mis piernas… Esto no es bueno…” Ripple ya no era rápida en sus pies.

En ese momento, apareció una dimensión de la que Leone y los demás regresaron. En cuanto Silva vio a Ripple herida, corrió hacia ella, con la cara roja de rabia preocupada. “¡Lady Ripple! ¡Sus piernas! ¿Se encuentra bien?” Extendió una mano para ayudarla a levantarse.

León jadeó. “¡Cuidado! Todavía está… “

Su advertencia sonó con fuerza. El Prismer estaba cargando hacia adelante para agarrar un Ripple de nuevo.

“¡Uf…! ¡No permitiré que toques a Lady Ripple cuando esté herida!” Silva se puso delante de Ripple, tratando de defenderla.

“¡No! ¡Silva, apártate!” Ripple le empujó a un lado y se enfrentó a ella misma al ataque del Prismer. Sabía que el ataque de antes lo mataría casi definitivamente. Como poseedor de una runa de clase especial y caballero sagrado cadete, Silva era fuerte, pero seguía siendo un humano de carne y hueso. No podría sobrevivir a lo que una amenaza Hieral podría soportar.

“¡Ah! ¡Nghhhh…! ” Ripple gruñó cuando el Prismer la agarró de nueva con fuerza. Esta vez, aguantó sin gritar. Si eso les dio tiempo a los otros para pensar en un plan, ella podría aguantar.

“¡Bastardo! Suelta a Lady Ripple”. Presa del pánico, Silva disparó una ráfaga flamígera de su Artefacto a la mano del Prismer que rodeó a Ripple, pero éste la apartó con su otra mano. “¡Uf…!”

Por detrás de Silva, el resto del grupo decidió su curso de acción.

“¡Oye, Miriela! ¿Qué hacemos ahora? Aunque esté incompleto, ¡este Prismer es un enemigo infernal!” Dijo León.

“Eso es… Dejemos la destrucción para más tarde. Por ahora, lo alejaremos de la ciudad. Si lo alejamos lo suficiente de un asentamiento, ¡puede que decida ir a otro lugar!” Dijo la directora Miriela.

“¡Bien! Por cierto, ¿dónde está Inglés? Si ella estuviera aquí, ¡podría venir con algo!”

“Está en el palacio, protegiendo a Su Majestad. Cuando las cosas se calmen allí, estoy seguro de que volverá enseguida”.

“¡Ya veo! ¡Así que eso hace que comprar tiempo sea un plan aún mejor!”

Sin embargo, Silva no podía estar de acuerdo con eso. “¡Por favor, esperad! ¡Si hacemos eso, la ciudad destruida por el camino del Prismer! ¡Nuestra mejor oportunidad sería que Ripple se transformara y acabara con él aquí! Además, ¡¿por qué te quedas ahí hablando?! Tenemos que darnos prisa y salvarla!”

“¡Las amenazas Hieral son más duras de lo que crees! Todavía está bien!” insiste León.

“Lo entiendo, pero alguien tan delgado, tan delicado…”

¡Splrrrrch!

De nuevo, Ripple disparó un tiro explosivo en la mano del Prismer con el poder acumulado. Su cuerpo resbaló de su mano al soltarse. Esta vez, se estrelló directamente contra el suelo, sin poder aterrizar con gracia.

“¡Lady Ripple!” Silva se apresuró a su lado y trató de ayudarla a levantarse.

“Mientras estoy bien, estoy bien…” Ripple se esforzaba por hablar, tosió sangre.

“¡Ah, Lady Ripple! ¡¿Eso es sangre?!”

“Ugh… Creo que me he roto una costilla… Pero estoy bien. Se necesita más que esto para derrotar a una amenaza Hieral”.

“¡Pero tú eres…! Por favor, no hagas nada tan arriesgado”. protestó Silva.

“¡No! Queremos atraerlo fuera de la ciudad, ¿verdad?” Preguntó Ripple. “¡Así que tengo que ser el cebo!”

Mientras Ripple se ponía en pie, Leon pasó junto a ella y se puso delante. “Deberías sentarte atrás. Yo lo alejaré”.

“¡Por favor…! ¡Una vez que descanse un poco, yo…!” Ripple cayó de rodillas de nuevo.

Silva le puso una mano en el hombro. “¡Lady Ripple, por favor! ¡Transfórmate en un arma y préstame tu fuerza! ¡Llevarla fuera de la capital es una tontería! La única manera de lidiar con esta situación es que me prestes tu verdadero poder!”

Ripple negó inmediatamente con la cabeza. “¡No! ¡No podemos hacer eso! Todavía podemos intentar detenerlo sin recurrir a eso!”

“¡No quiero que te hagan daño así!” Silva insiste. “¡Desde que me salvaste la vida de niño, he estado entrenando para luchar a tu lado! Me he hecho fuerte, tal y como dijiste. ¡¿No es el momento de usar esa fuerza?!”

Sorprendido, Ripple hizo una pausa. “Silva… El tiempo sí que vuela, ¿eh? Para que un niño pequeño como él se convierta en un hombre… Yo también me hago mayor”.

“¡Entonces préstame tu fuerza! ¡Quiero pagarte por salvar mi vida protegiendo tu corazón! ¡Te salvaré de tener que luchar con tu padre por la culpa de Highland!”

“Silva… Pero, pero… ¡Agh!” Desde el interior del cuerpo de Ripple, una luz comenzó a brillar como el sol. La señal de que una amenaza Hieral se estaba transformando en un arma. “¡De ninguna manera! ¡No era mi intención que esto sucediera!”

Una amenaza Hieral sólo podía transformarse si su propia voluntad y la de un caballero sagrado con una runa de clase especial se alineaban. No importa cómo se sienta Silva, Ripple no debería ser capaz de transformarse si no quiere hacerlo. Sin embargo, estaba claro que se transformaba en su forma de arma, como si la voluntad de Silva la impulsara.

Esto fue una causa inmediata de pánico en la mente de León. “¡Vamos, Ripple, distensión! ¡Es demasiado pronto para rendirse! ¡Y es tan joven…!”

“Yo… ¡no puedo! ¡No voy a hacer esto! ¡Me está arrastrando!”

Esto también era inaudito para Ripple. Los corazones de una amenaza Hieral y de un caballero sagrado deben ser uno solo; se requiere unidad. En ese caso, si Ripple no quería que sucediera, ¿por qué estaba sucediendo?

¿Acaso Silva no sabía lo que estaba sucediendo y simplemente quería utilizar su fuerza por su bien? ¿La combinación del profundo respeto de Silva por Ripple y sus cálidos pensamientos hacia él significaban que sus corazones estaban lo suficientemente cerca? ¿Quería Ripple en el fondo liberar a su padre, que se había convertido en un Prismer, lo antes posible? Parecía una combinación de muchas cosas que permitieron a Silva empujarla a transformarse.

“¡Ahhhh!”, gritó, asustada. ¡No puedo parar!

El cuerpo de Ripple brillaba cada vez más, y cuando alcanzaba su punto álgido, su cuerpo ya no era el de una niña, sino un dorado y reluciente arma larga de dos cañones.

“Puedo sentirlo… ¡Esto es increíble! Esto puede derrotar a cualquier cosa, ¡incluso a un Prismer!” Dijo Silva .

Con la emoción en el rostro, Silva agarró el arma dorada en la que se había transformado Ripple.

“¡No! ¡Vamos, para! ¡Bájala!” Ladro León.

La directora Miriela estaba igualmente tensa. “¡Silva, cálmate! No te entregues al poder”.

Leone vio a sus mayores gritar y no tenía ni idea de por qué estaban molestos. Si podría acabar con el Prismer con Ripple transformado en un arma, ¿no estaba bien? Estaba totalmente de acuerdo con Silva; Sería difícil sacar al Prismer de la capital y probablemente causaría muchos daños. Si tienen tiempo para llevar a los residentes a un lugar seguro, eso podría minimizar las bajas, pero eso no salvaría a las casas, tiendas y otros edificios de la ruta de ser destruidos en el camino. En su mente, un caballero también tenía el deber de proteger los lugares donde la gente vivía y trabajaba.

Liselotte dijo: “Qué hermosa luz, acorde con el verdadero poder de las amenazas Hierlal que nos vigilan…” Estaba realmente fascinada por la escena.

“S-Sí… pero…” A Leone le seguía pareciendo inquietante. La luz era tan divina, tan hermosa, pero sin embargo la asustaba. No podía explicar por qué, pero su miedo era real.

“¡Contrólate! ¡Todavía no estás listo!” León trató de agarrar el arma en que se había convertido Ripple.

“¡Lady Ripple respondió a mi voluntad! ¡Yo lo haré! ¡Fuera de mi camino!” Silva simplemente rozó a León y lo mandó a volar sin esfuerzo. “A-Asombroso… ¡Las amenazas Hieral son realmente como diosas que velan por nosotros! ¡Esta fuerza no se parece a ninguna otra!” Asintiendo con confianza, apuntó con el cañón del arma al Prismer. “El padre de Lady Ripple me da pena… Pero con el poder de Lady Ripple, ¡te derribaré!”

“¡Tch! Te lo digo, ¡detente!” Leon se levantó y se puso en la línea de fuego hacia el Prismer.

“¡¿Eres un tonto?! ¡Quítate de en medio o te dispararé junto con el Prismer!”

“¡No va a suceder! ¡Así que baja ese arma!”

“¡No puedo hacer eso! Así que os derribaré a los dos”. Una enorme bola de luz intensa se formó en la boca del cañón, tan brillante como el sol.

“¡Ah! ¡No, Silva!”, gritó la directora Miriela.

“¡¿Por qué?! ¡Acabar con este traidor al mismo tiempo sería matar dos pájaros de un tiro!”

“¡Espera, Silva!”, gritó Leone antes de darse cuenta, su malestar la obligaba. León era su enemigo, pero debía de tener una razón para ir tan lejos y tratar de detener a Silva.

“¡Gwohhh!”

El Prismer soltó un rugido mientras la luz se extendió por su cuerpo por tercera vez. Su gran ataque de rayo estaba cargando.

“¡Cuidado! ¡Leone, vuelve!” gritó la directora Miriela.

“¡Si!”

Pero en el momento en que Leone respondió, un sonido más fuerte se superpuso a su voz.

¡Crujiente!

El pabellón que la directora Miriela había colocado se hizo añicos con un ruido agudo. Al mismo tiempo, una forma borrosa se deslizó cerca de Silva.

¡Blam!

“¡¿Gah…?! ” Los ojos de Silva se pusieron en blanco y se derrumbó. El arma dorada se le escapó de las manos y volvió a su forma de chica demihumana.

Sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. En ellos se reflejaba la persona que había dejado inconsciente a Silva.

Inglis acababa de dar un hermoso golpe de codo.