Eiyuu Ou (NL)

“Ahora lo entiendo”, dijo León. “La condición de Ripple es un castigo a este país de Los Highlanders están castigando a este país a través de la condición de Ripple. Ver a un Prismer salir de él, es tan obvio ahora”.

Un Prismer podía destruir un país entero. Leone sabía que su hermano tenía razón: era una forma eficaz de juzgar a todo un pueblo.

“Tenemos que hacer algo… ¡algo! P-Pero…” ¿Qué podrían hacer contra semejante bestia?

“¡Leone, devuelve esa cosa a la dimensión!”

“¡Sí, hermano!” Las órdenes de Leon la hicieron volver a la atención, y se concentró en su Don. Su artefacto respondió, y por un momento su entorno comenzó a cambiar con un  ¡voom!

Pero entonces su poder se debilitó, y volvieron a donde estaban. “¡No es bueno! ¡El Prismer es demasiado fuerte! No puedo contenerlo”.

“Lo tengo. ¡Entonces tenemos que luchar aquí!” Casi una docena de monstruos del rayo se extendieron alrededor de Leon. “¡Leone, reúne a todos los que fueron noqueados y llévalos a un lugar seguro! ¡Van a quedar atrapados en este lío!”

“¡Pero yo también quiero luchar! ”

Una voz familiar llamó desde arriba. “¡Leone! ¿Estás bien? ” Liselotte llevaba a tres estudiantes inconscientes.

“¡Liselotte! ¡Sí, estoy bien! “

Desde otra dirección, la directora Miriela dio órdenes. “¡Leone, Liselotte, llevad a los inconscientes a un lugar seguro! ¡Nosotros retendremos al Prismer!”

“¡Lo tengo!” respondió Leone.

“¡Yua! ¡Tú y León, seguid llamando su atención!”

“Err… Esa cosa grande y fornida da miedo, sin embargo…” Yua protestó.

“¡No hay que hablar por detrás! ¡Hazlo!”

Yua refunfuñó sorprendida antes de asentir, estremeciéndose y asintiendo nerviosamente. “S-Sí, señora… Supongo que tengo que… Aunque dé miedo…” Se acercó lenta y suavemente al Prismer, tratando de abrirse paso poco a poco detrás de él-.

Como si se sintiera ofendido por esto, el Prismer se volvió hacia Yua y rugió. “¡Gwohhh!”

“Eeek”. Yua se asustó, pero su rostro seguía inexpresivo.

“Oye, no te pongas nervioso. Pero supongo que eso te convierte en un buen señuelo”. Las bestias del rayo, impulsadas por la voluntad de Leon, se precipitaron hacia el gigantesco Prismer, explotando en su cara.

¡Blammm!

Hubo un intenso destello de luz y aparecieron algunos rasguños en las partes incompletas del Prismer, las manchas de su piel que aún no eran iridiscentes.

“Vaya, eres bueno”, dijo Yua, impresionada.

“¿Oh? Es bueno escuchar eso”.

“Sí. Bien, papá”. Yua dio un firme pulgar hacia arriba.

“Oye, vamos, ¡todavía tengo veinte años! Pero supongo que también puedo parecer viejo para un niño como tú. Hmm… ¡Ah, lo que sea! ¡Hagamos esto!”

Una por una, las bestias del rayo saltaron hacia el Prismer, apuntando implacablemente a su cabeza con explosiones, pero no hacían ningún progreso. Cada vez que herían al Prismer, éste empezaba a generar inmediatamente. La durabilidad del Prismer era temible. Pero los destellos de las explosiones que cegaban su visión eran suficientes para detenerlo.

Mientras Miriela observaba los ataques de la pareja, agitó su báculo de artefactos. “¡Está funcionando! ¡Seguid adelante! ¡Refugiémonos mientras podamos! ” Las guardas se extendieron en una cúpula alrededor del Prismer. Como no podían aislarlo en otra dimensión, esta era la única forma de mantener el daño a sus alrededores al mínimo. “¡Prioridad a llevar a los heridos a un refugio mientras buscamos una forma de derribarlo! Silva, ¡¿cómo está aguantando Ripple?! “

“¡La luz se ha desvanecido y ya no absorbe nuestro maná!” Silva respondió. “¡Creo que esta es la última bestia demihumana magicita!”

“Ya veo, ¡así que sólo tenemos que aguantar!”

“¿No va a despertar pronto Lady Ripple? Si podemos aguantar hasta entonces, puedo tomar prestado su poder y… “

León sacudió la cabeza e interrumpió. “No cuentes con ello”.

“¡Sí, tiene razón!” La directora Miriela estuvo de acuerdo.

“¿Pero por qué?” Silva argumentó de nuevo. “¡En momentos como éste, necesitamos el poder de una  [Amenaza Hieral]  !”

“Ese Prismer no parece estar completo todavía. Deberíamos poder arreglárnoslas sin recurrir a Ripple”.

“Sí, Miriela tiene razón. Ripple probablemente no está en la mejor forma después de estar enfermo. No podemos forzarla”, aceptó Leon.

Mientras Leon y los demás discutían, Yua se acercó a las piernas del Prismer. Agitó los brazos en amplios círculos, como si estuviese haciendo acopio de fuerzas. Sus puños brillaban débilmente desde dentro. “Acabemos con esto…”

Se lanzó desde el suelo con un potente  golpe  , pateando sus rodillas en alto. Estaba cerca de su plexo solar.

¡Tonterías!

Con un fuerte y sordo impacto, el puño de Yua atravesó su cuerpo. Se estremeció hasta detenerse. Su puñetazo parecía haber surtido efecto.

León silbó. “¡Buen golpe! ¡Está funcionando! ¡Eso me recuerda a Inglis!”

“No, algo va mal”. La expresión de Yua permaneció en blanco.

“¡¿Qué?! ¿Qué quieres decir? Lo has atravesado de un puñetazo”.

“No. Estoy atascado. Es blanda”. Yua tenía razón. Su mano, no, todo su cuerpo estaba siendo arrastrado hacia el Prismer.

León jadeó. “¡No! ¡Está tratando de absorberla y ganar fuerza de esa manera! Espera, ¡te sacaré de ahí!”

“¡Lanza una guardia sobre Yua!” Silva gritó.

La directora Miriela apuntó a Yua con el anillo que llevaba en el dedo. Al hacerlo, el cuerpo de Yua se vio envuelto en una luz verde pálida. “¡Así, los demás podréis hacer ataques llamativos, y Yua estará bien! “

“¡Muy bien, Yua! Esto puede doler un poco, ¡pero trata de soportarlo!” Leon envió sus bestias de rayo al torso del Prismer de una vez.

Las explosiones cortarían su carne y liberarían a Yua, que estaría bien gracias al muro defensivo de Miriela a su alrededor… o quizá no exactamente  bien  , pero era mejor que la alternativa de que el Prismer la absorbiera. Esta situación requería medidas drásticas.

Las bestias del rayo se abalanzaron sobre las piernas del Prismer.

¡Whoosh!

El Prismer los apartó con un golpe de su larga cola. El feroz golpe apartó a las bestias del rayo de su torso. Todas explotaron lejos y desaparecieron. En cuanto a la cola del Prismer, también estaba un poco quemada, pero rápidamente comenzó a regenerarse. Las bestias de rayo de Leon no serían suficientes así.

“¡Tch! Antes te los comías directamente, pero ahora que tienes tu presa en tus manos, ¡¿decides contraatacar?! ¡¿Te estabas haciendo el tonto al principio?! “, refunfuñó Leon.

Este enemigo había sido originalmente un demihumano sapiente. Ahora que era un gigantesco Prismer, todos habían asumido que operaba únicamente por instintos, pero era capaz de hacer tácticas. Se habían equivocado al juzgar un libro por su portada.

“¡Ayudaré!” Al lado de Ripple, Silva levantó su larga y roja arma Artefacto.

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

Al sonar los disparos, un aluvión de bolas de fuego brotó del cañón de su arma. Se transformaron mientras volaban hacia el Prismer, convirtiéndose en un pájaro de llamas rojas. Trazó una compleja trayectoria hacia el Prismer a gran velocidad. En respuesta, el antiguo demihumano juntó sus dedos en posición de lanza y la lanzó con precisión contra el pájaro de Silva. Su ataque no pudo acercarse al torso de la bestia, donde Yua estaba siendo absorbida.

“¡Uf…! Así que este es el poder que tiene un Prismer…” se lamentó Silva.

“¡¿Una huelga enfocada, tal vez?! ” sugirió Leon. “Si no podemos pasar, ¡empujemos con fuerza bruta!”

Frente a él se formó algo mucho más grande que las anteriores bestias del rayo. En lugar de dispersarse y crear muchas bestias, se concentraba en un solo punto. Con el dominio de un Artefacto, los portadores podían hacer cosas impresionantes.

“¡Por supuesto! En la lista”. respondió Silva. Una bola de fuego varias veces mayor que antes se formó en la boca de su arma.

Yua los escuchó sorprendida. “¿Están tratando de matarme? “

“¡¿Te has visto alguna vez?! ¡Estarás bien! Sólo prepárate!” respondió Silva.

“¡No tenemos otra opción!” Dijo León.

La gran bestia del rayo y el pájaro en llamas se precipitaron hacia el Prismer como si fueran uno solo. Fue una ofensiva directa sin ninguna confusión incómoda. Cuando el Prismer vio esto, abrió la boca de golpe. Un grueso rayo de luz que brillaba en siete colores salió de su boca, barriendo fácilmente el ataque.

“¡¿Qué?! ” Silva y León jadean. Parte de la energía se anuló, pero el resto de la luz se dirigió hacia León.

“¡¿Ngh?! ” No pudo esquivarlo. Detrás de él, Leone y Liselotte habían reunido a los heridos. “¡Grahhhh!” Cruzó sus guanteletes de Artefacto delante de sí para soportar el golpe. El impacto le hizo retroceder bastante, pero de alguna manera se mantuvo firme. Sin embargo, sus guanteletes estaban destrozados. El daño era demasiado severo; se desmoronaron. “¡Cabrón! He tenido esas cosas desde siempre”.

“¡Ah! ¡¿Yua?! “, jadeó la directora Miriela.

“¿No llegamos a tiempo? “gritó Silva. El cuerpo de Yua había sido completamente absorbido por el Prismer.

“¡Gwohhh!”

El rugido del Prismer parecía indicar que estaba contento por haber absorbido a Yua. Su cuerpo brillaba aún más, y su piel parecía aún más prismática.

“¡No te rindas! ¡La sacaremos de ahí de alguna manera!” gritó León.

La membrana protectora de luz que cubría el cuerpo de Yua seguía brillando, visible a través del Prismer.

Sin embargo, el monstruo no les dio tiempo a moverse. De su superficie emanaban innumerables puntos de luz. La luz recordaba al rayo que había salido antes de su boca, pero ahora salía de todo su cuerpo. Todos y cada uno de los rayos parecían tener tanto poder como el original. ¿Acaso la absorción de Yua le había dado más fuerza?

“¡Oh, no! ¡Va a dejar a esos sueltos por toda esta zona! ¡Leone, tú y todos los estudiantes deben escapar a la otra dimensión! ¡León, Silva, busquen a Ripple y únanse a ellos!” Miriela instruyó.

“Directora Miriela, ¿qué va a hacer? “, preguntó Leone preocupada.

Miriela sonrió. “¡Ya se me ocurrirá algo! Si voy a la otra dimensión, esta sala desaparecerá. Ahora, ¡date prisa! ¡Estaré bien! “

La culpa apuñalaba el corazón de Leone, pero sabía que si no había nadie para aislar al Prismer de alguna manera, muchos estudiantes morirían. No tenía más remedio que seguir las órdenes.

“¡Aquí va!” Dejando atrás a la directora Miriela, se separó a sí misma y a los   que estaban cerca de ella en otra dimensión.

El escenario se transformó en un espacio oscuro y sin forma.

“Mmm… yo…” Ripple abrió los ojos.

Mientras Silva acunaba su cuerpo, un coro de voces se alzó a la vez. “¡Riple!”

“Ah, todos… Menos mal que estáis bien…” El rostro de Ripple se suavizó en alivio al ver a todos los presentes.

“No te adelantes. Todavía no estamos fuera de peligro. Se está volviendo una locura ahí fuera”, dijo León.

Los ojos de Ripple se abrieron de par en par. “¡¿Leon?! ¿Qué estás haciendo aquí?”

“No es el momento de ponerse al día, ¿sabes?”, respondió.

Silva intervino para explicar. “Se trata de una emergencia grave, por lo que está prestando su apoyo. Me disculpo; en cuanto esto termine, lo encadenaremos inmediatamente”.

“Oye, oye, ¿qué demonios?” objetó León. “¡Estoy aquí ayudándote, sabes!”

“Ya está, ya está”, dijo Ripple para aliviar la tensión. “Eso tiene, pero… Hmm. Estamos en un aprieto, ¿eh? ¿Qué está pasando sentido?”

“Señora Ripple, ¿podría intentar tocar esto?” Silva perforar el cañón de su Artefacto cargado hacia Ripple.

“Mm-hmm”. Ripple rozó con su mano. Tuvieron su confirmación inmediatamente. “¡Oh, hey! ¡No estoy absorbiendo tu maná! Así que eso debe significar…”

“Efectivamente, parece que ha convocado a la última de las bestias magicitas”.

El hecho de que la condición de Ripple ya no atrajera a las bestias magicitas demihumanas a través del sexto sentido que compartieron demostraraba que los demihumanos como especies estaban casi extinguidos. Habían alcanzado su límite de cuántos de ellos podían convocar.

“Ya veo… Eso es bueno”, dijo Ripple, llorando. “Entonces no tendré que causar más problemas… Puedo volver a ser tu amenaza Hieral…”

Al ver sus lágrimas de alivio, sus allegados podrán permitirse estar orgullosos. No sólo Silva, sino también Leone y Liselotte se enorgullecían de su duro trabajo. Los riesgos habían merecido la pena.

“Pero Ripple, no podemos celebrarlo todavía”, continuó Silva.

“Oh, claro. Dijiste que era una emergencia… ¿Pasó algo?”

“Sí. La última bestia mágica en ser convocada… fue un Prismer”.

“¿Qué?! ¿Un semi-humano como yo convertido en un Prismer? Es una locura”.

“Todavía no está completo, pero es la bestia mágica más fuerte que he visto. Los prismáticos están en un nivel totalmente diferente al de los monstruos normales”, dijo Leon.

“¿Dónde está?”, preguntó Ripple. “¡Necesitamos detenerlo!”

“Ahora mismo está fuera de esta dimensión, arrasando la academia de caballeros. El director lanzó una protección para evitar que saliera a la ciudad, pero estaba a punto de utilizar un ataque que nos habría alcanzado a todos”, explicó Silva.

Liselotte continuó: “Leone adquirió el poder de su Artefacto para enviarnos a un lugar seguro en otra dimensión. El director está solo allí para mantener la guardia”.

“¡¿Miriela hizo eso?!”, Jadeó Ripple. “Pero eso es tan arriesgado… ¡Muy bien, tenemos que volver a salir por ella!”

Silva asintió atentamente como respuesta. “¡Sí, Lady Ripple! ¡Lo único que puede derrotar a un Prismer es un caballero sagrado blandiendo una amenaza Hieral en forma de arma! Todavía estoy entrenando, pero si me prestas tu fuerza, ¡lo daré todo! ¡Por favor!”

“Silva… Yo… Todavía no puedo”.

“¿Pero por qué? ¿Quieres decir que no soy lo suficientemente fuerte?”

“Nuh-uh, no es eso. Leon dijo que aún no estaba completo, ¿verdad? Así que podría haber otra forma de derrotarlo. Tenemos que intentar todo lo que podemos”.

“Estás de acuerdo con el director, entonces”.

Intervino León. “La combinación de un caballero sagrado y una amenaza Hieral son la última esperanza para los humanos en la superficie, y último significa último. Cuando crezcas un poco más, lo entenderás”.

“¡Como si un hombre que abandonara su puesto de caballero sagrado tuviera espacio para hablar!” Silva replicó.

“¡Ja, ja! No te equivocas”.

“De todos modos”, dijo Ripple, trayendo a la gente de vuelta al punto. “¡Vamos, todos! Leone, ¿puedes llevarnos de vuelta fuera?”

“¡Sí! ¡Aquí va!” Leone liberó su Don, y el escenario que los rodeó cambió. Volvieron a las ruinas de la academia de caballeros rodeados de guardias. El edificio de la escuela estaba ahora en un estado aun peor. Las habitaciones eran probablemente escombros. El suelo estaba cubierto de agujeros y grandes grietas.

“¡Miriela! ¿Estás bien?”