Eiyuu Ou (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: Inglis, 15 Años — Órdenes Para Defender A La Amenaza Hieral (4)

Parte 2

“¿Qué significa exactamente ‘por un tiempo’…?”

“A riesgo de parecer grosero, debo ser claro: regresarás a Highland, y Su Alteza tiene la intención de dar la bienvenida a una nueva amenaza hieral”.

Ripple jadeó de sorpresa y sus ojos se abrieron de golpe. “Ya veo…”

Entonces ese es el plan de la corona    , Pensó Inglis. No podía negar que era una solución. Ripple había sugerido algo similar antes, pero el príncipe Wayne y el embajador Theodore habían optado por no tomar esa ruta.

Theodore era la línea de comunicación del país con Highland. En otras palabras, la voluntad del embajador podría considerarse como la voluntad de Highland. Si la corona tomó el curso de acción opuesto, eso sugirió que el problema iba más allá de la propia Ripple; esto también se refería al arte de gobernar.

Independientemente, el rostro de Rafinha se sonrojó de ira. “¡¿Qué?! ¡¿Por qué harías algo tan terrible?! ¡Ripple nos ha ayudado durante tanto tiempo! ¡No puedes simplemente tirarla porque es un inconveniente! ¡Ripple no es solo algo que debe reemplazarse! Ella está en problemas ahora. ¡Deberíamos pagarle su ayuda! “

Fue una respuesta ingenua e infantil. Era puro, inmaduro y adorable de todos modos. Inglis sabía que, por supuesto, Rafinha tendría esta respuesta. Si no lo hubiera hecho, a Inglis le habría preocupado que estuviera gravemente enferma.

“Sí… ¡Esto no está bien!” Leone asintió en silencio, pero con fuerza.

Como hizo Liselotte. “¡En efecto!”

Reddas examinó a Rafinha y la reconoció. ¿La hermana de sir Rafael, supongo? Le haría bien no hablarme de justicia. Esta es la palabra de Su Majestad”, dijo Reddas.

“¡Entonces tráeme ante él para que pueda hablar con él yo mismo!” Insistió Rafinha.

Parece que en realidad tiene la intención de gritarle al rey. Probablemente debería detenerla antes de que realmente los haga enojar,    Inglis concluyó.

Inesperadamente, alguien más acudió en su ayuda. Silva puso una mano en el hombro de Rafinha y dio un paso adelante como para protegerla. “¡Sus palabras llevan la verdad, hermano! Pueden ser órdenes de Su Majestad, ¡pero eso no significa que sea algo de lo que estar orgulloso! ¡Como capitán de la Guardia Real, debes persuadirlo para que reconsidere! “

Rafinha y Silva asintieron con la cabeza.

Bueno, eso todavía está en la zona perdonable, pero… ¿Quizás podría dejar de poner su mano en el hombro de Rafinha? Me imagino que probablemente está alterado y no se da cuenta de que está siendo descortés, pero me molesta.    Realmente me molesta, pensó Inglis.

“No tengo intenciones de transmitirle eso a Su Majestad”, dijo Reddas.

“¡¿Pero por qué?! ¡¿No te importa lo que le pase a Ripple ?!” Preguntó Silva.

“Lo hago… pero tengo un conjunto diferente de prioridades. Tampoco me opongo personalmente a la voluntad de Su Majestad”, dijo Reddas.

Probablemente estaba considerando los riesgos para las personas cercanas y los alrededores. Desde la perspectiva de una persona normal, era más seguro valorarlos mucho.

“¡¿Por qué hermano?!” Preguntó Silva.

“¡Porque tengo miedo de que te lastimes! Si Lady Ripple se queda aquí, ¡podría volver a suceder lo mismo! ¡Estoy preocupado por ti!” Declaró Reddas, sus ojos muy abiertos y su expresión extremadamente seria.

Tanto Rafinha como Silva se sorprendieron por la inesperada respuesta. Se quedaron en silencio.

Sin embargo, Inglis entendió la posición de Reddas. Silva debe ser para Reddas lo que Rafinha es para mí. Reddas lo adora y no puede evitar sentirse preocupado por él. Sintió una leve sensación de familiaridad.

Inglis rompió el silencio para hacer avanzar la conversación. “Pero incluso si Su Majestad sigue adelante con este plan, ¿Highland lo aceptará?” Ella también deslizó casualmente la mano de Silva del hombro de Rafinha.

“¿Qué es? ¿Tienes algo más que agregar?” Reddas al menos tuvo la magnanimidad de escuchar las palabras de un aprendiz de escudero de primer año.

A su indicación, Inglis continuó. “La presencia de Ripple en la academia ha sido la voluntad del embajador Theodore, es decir, la voluntad de Highland. Para desviarse de ese camino, entonces la Highland de la que hablas debe pertenecer a una facción diferente… Debe ser la facción Altar “.

El Altar, o propiamente, la Liga Papal. Se opusieron al Triunvirato, también conocido como la facción del Trono. Eran las dos grandes fuerzas de Highland. El embajador actual estaba del lado del Trono, pero en el pasado, Karelia había aceptado embajadores del Trono y Altar a su vez, logrando un equilibrio entre los dos en su relación con Highland. Durante este período de ida y vuelta, el Trono le había otorgado a Eris y el Altar le había otorgado a Ripple como amenazas hieráticas para Karelia.

“Hmm… Lo que dices es verdad”, concedió Reddas.

“¿Y cuál es la condición de Ripple sino el castigo del Altar? Creo que están indignados, disgustados de que la balanza se haya inclinado a favor del Trono”, afirmó Inglis.

Reddas vaciló antes de admitir: “No sabíamos eso. Creímos que era simplemente un cambio en la propia Lady Ripple”, admitió Reddas.

“La evaluación del embajador Theodore es diferente”, dijo la directora Miriela.

“El embajador Theodore es del Trono. Como su oponente, a veces sus conjeturas serán incorrectas”, respondió Reddas.

“¿Has recibido alguna garantía de que Highland proporcionará una amenaza hieral de reemplazo?” Preguntó Inglis.

“No, he oído que todavía se está negociando”.

Inglis continuó: “Entonces, teniendo en cuenta que las negociaciones pueden llevar algún tiempo, creo que solo deberíamos llevarles a Ripple cuando estén bien preparados. Hasta ahora, no hemos tenido mayores problemas tanto para los estudiantes como para la ciudad circundante durante su estadía en la academia. Si la condición de Ripple resultara en un mayor daño colateral después de su transferencia a la Guardia Real, no podría negar las comparaciones de que a los estudiantes de la academia les fue mejor”.

“No se puede decir que no ha habido problemas. Un niño tan importante como Silva resultó herido, ¿no es así? Reddas, el hermano cariñoso, que parecía demasiado un padre sobreprotector, no estaba convencido.

Inglis había esperado esta reacción de él y volvió su propia lógica hacia él. “Sí, incluso alguien tan talentoso como Silva era vulnerable. Así de inmensa es esta amenaza. Por lo tanto, debes estar preparado”.

“Preparado… ¿de qué manera?”

“El embajador Theodore preparó nuevos artefactos para nosotros. Es gracias a ellos que hemos evitado daños tanto como lo hemos hecho”.

Esa no era toda la verdad, pero eso no era asunto de Inglis. Ahora era el momento de convencer a Reddas del valor de los estudiantes; podrían posponer los asuntos bajo la apariencia de un período de transición. Necesitaban evitar que se llevaran a Ripple hoy, dejándolos incapaces de involucrarse. Retrasar el asunto les daría tiempo para planificar su próximo movimiento.

Tal idea ya se había formado en la cabeza de Inglis, pero tendría que preguntar qué pensaban los demás más tarde.

“Hm. Entonces, en cuanto a Lord Theodore… —comenzó Reddas.

“Creo que lo más seguro sería transferir primero los artefactos, seleccionar a los portadores del traje y entrenarlos en su uso”, dijo Inglis.

“Hmmm…” Reddas parecía estar influenciado. Necesitaba completar su misión de forma segura; probablemente aceptaría un período de unos días para organizar el traslado.

Finalmente, Inglis disparó el tiro decisivo. “Y creo que sería mejor pedirle a Silva que organizara el traspaso. Como reemplazo del servicio de guardia, por supuesto “.

“Mm… Sí, eso sería bueno. Estoy de acuerdo.”

Si Silva fue transferido fuera de guardia, la seguridad de Silva estaba garantizada instantáneamente. Dada la personalidad de Reddas, esa debe haber sido la prioridad del Caballero Real.

Inglis se volvió hacia Miriela. “Y como no tengo autoridad para tomar esta decisión, Directora Miriela, ¿la aprueba?”

Tomó menos de un segundo para que la visión de Inglis se llenara con el rostro de Rafinha, sus dedos tirando de las mejillas de Inglis. “¡Bueno, yo no! ¡¿Qué estás pensando?! ¿Quieres abandonar Ripple? ¡No absolutamente no! ¡Incluso si eres tú, Chris, no voy a dar marcha atrás en esto! “

Con las mejillas estiradas, Inglis no podía hablar correctamente. “Au-au. Ifnaw rychme hrantau fumhen vav. (Ahora, ahora. No es como si estuviera tratando de hacer algo malo) “.

“Eh…? ¿Qué quieres decir?”

“Vulow vuhai orvee feefin ev, rhy? (Sabes en lo que siempre estoy pensando, ¿verdad?) “

Rafinha se tomó un momento. “¿Quieres luchar contra enemigos fuertes, comer comida sabrosa y usar ropa linda?”

“Enh olvay vi ahn aurh fai. (Y estar siempre de tu lado) “.

“¿Puedo confiar en ti? Porque lo hago. ¿Está bien?

¡Vef! (¡Sí!) ”Al asentir de Inglis, Rafinha finalmente soltó sus mejillas.

“Parece que han tenido una conversación, pero no entendí una palabra de lo que dijo Inglis”, le susurró Liselotte a Leone.

“Por alguna razón, esos dos siempre se entienden… Es una especie de poder especial”, le susurró Leone.

“Ya veo… Bueno, vayamos con la propuesta de Inglis y Reddas”. La directora Miriela había parecido enojada antes, pero ahora asentía con calma. Inglis asumió que el director debió haberse dado cuenta de lo que estaba planeando.

“Lady Ripple, ¿está satisfecha con eso?” Preguntó Reddas.

“Si, estoy bién. Si todo el mundo lo dice… ”Ripple asintió levemente.

“Entonces, está decidido. Seguiremos adelante comenzando el proceso de transferencia a la Guardia Real mañana. ¿Es eso aceptable, Lady Miriela?

“Si eso estará bien.”

Reddas se volvió hacia Silva. “¿Y eres bueno con esto, Silva? Tengo grandes expectativas”.

“Entendido, hermano.” Silva asintió, reprimiendo sus emociones.

Por último, Reddas volvió su mirada hacia Inglis. “Inglis, ¿verdad? ¿Estás en el programa de escuderos?

“Sí. Estudiante de primer año, Inglis Eucus del programa Squire ”.

“Hm… Tu discurso, tu valor y tu ingenio, bastante impresionante para alguien de tu edad. Gracias por salvarme de la furia de Lady Miriela. Por un tiempo, me veía completamente equivocado”.

“Bueno, por supuesto que sí”, refunfuñó la directora Miriela. Ella estaba a cargo de dirigir la guardia de Ripple. Inglis comprendió su falta de entusiasmo por las críticas.

“Me halagas”, le dijo Inglis a Reddas, inclinándose ante Reddas.

“Te recordaré. Cuando te gradúes de la academia, deberías unirte a la Guardia Real. Las runas y los cerebros son cosas diferentes, y la era en la que los escuderos serían tratados como inferiores ha pasado. Prepararemos un camino para usted en nuestro personal donde sus talentos se pueden utilizar al máximo”.

Inglis se negó de inmediato. “Espero ser enviado al frente. Agradezco la oferta, pero tendré que dejar pasar cualquier oportunidad que me ponga detrás de un escritorio”.

Lo último que quería hacer era participar en la planificación y la lluvia de ideas como personal general. Ella ya lo había hecho en un puesto de mayor responsabilidad, como rey. Ella había terminado con eso.

“¡¿Qué?! Muy bien, pero… La respuesta de Inglis claramente había desconcertado a Reddas. Debió haber pensado que a ella le agradaría la oferta. Mientras tanto, Rafinha se rió.

Entonces, si me disculpas. Enviaré al oficial que supervisa la transferencia más tarde”. Con eso, Reddas salió de la oficina del director.

Rafinha rió de nuevo. “No te entendió en absoluto, Chris”.

“Él realmente no lo hizo. No te unas a la Guardia Real después de graduarte de la academia, Rani”. Inglis iba a seguir a Rafinha, pero ciertamente no quería estar con la Guardia Real, probablemente la trasladaran a la retaguardia.

“Si quieres que te prometa eso, tendrás que darme una explicación antes, ¿de acuerdo? ¿Qué pasa?”

“Primero, les impedimos tomar Ripple directamente. Esas eran órdenes reales. Incluso si no estamos de acuerdo, una resistencia seria nos convertiría en traidores en el acto. Ahora, si estás de acuerdo con eso, entonces yo también lo estoy, pero… “

La directora Miriela jadeó. “¡A-Absolutamente no! ¡Intente mantener sus ideas en la sensatez…! “

Ripple también se sorprendió. “E-Eso es algo bastante atrevido para decir, Inglis…”

“¡No hay forma de que podamos hacer eso!” Dijo Rafinha. “¡Rafael sería nuestro enemigo! Y no sabemos qué le pasaría a Ymir… “

“Estoy de acuerdo. Entonces, en lugar de eso, podemos fingir que cooperamos mientras ampliamos el cronograma y usar ese tiempo para establecer un plan”, explicó Inglis.

“¡Oh! ¡Gran idea!” Rafinha asintió con la cabeza, su expresión muy seria.

“Directora Miriela, me disculpo por excederse”, dijo Inglis.

“No, no me importa. Entendí tus intenciones… Y no estaba pensando con la cabeza fría. Si hubiera sido demasiado agresivo con Reddas y lo enojé, es posible que ni siquiera hubiéramos tenido este respiro”.

“¿Pero qué haremos ahora, directora Miriela? No queda mucho tiempo. Tenemos que darnos prisa”. La impaciencia de Silva era evidente tanto en sus palabras como en su expresión. Parecía desesperado.

¿Hay algo más que esté sintiendo? ¿Rebelión contra su hermano, tal vez?    Inglis reflexionó.

“Hm… Hay una cosa que me viene a la mente ahora mismo…” comenzó la directora Miriela.

“¡¿Qué propones?!” Silva preguntó con impaciencia.

“Permitimos que Ripple absorba el maná de Silva y de mí, ya que tenemos Runas de clase especial… Ese poder se usa para convocar a las bestias de magicite… Hasta que eso se detenga, seguimos derrotando a las bestias de magicite. Solo aparecen las bestias mágicas de tipo semihumano, y el número de ellas es limitado. Si los eliminamos, neutralizaremos efectivamente el peligro que trae Ripple… “

La sugerencia de la directora Miriela sonaba familiar de alguna manera…

“Qué…?! ¡Eso no es más que fuerza bruta!” Silva respondió.

“De hecho, es. Y si seguimos con ese plan en el tiempo que nos queda…” Ella bailó alrededor de la idea de mala gana. Era obvio que esta no era su opción preferida.

“¡¿Miriela ?! ¡¿No es eso lo que Inglis sugirió antes?!” Preguntó Ripple.

“S-Sí…”

Seguro que lo fue. Si el grupo quería resolver este problema rápidamente, necesitaban recurrir a medidas contundentes. Además, técnicamente no estaba desobedeciendo las órdenes reales. Podrían justificar su actividad como un aumento coincidente en el dibujo de Ripple de bestias mágicas.

Los ojos de Leone se agrandaron. “I-Inglis… ¿Tú…?”

“¿De verdad…” comenzó Liselotte.

“Chris, ¿es por eso que le dijiste eso a Reddas?” Rafinha y los demás la miraron con recelo.

Inglis evadió sus preguntas con una sonrisa. “¡Hagamos nuestro mejor esfuerzo!”

Ripple levantó la voz. “¡Eso no es bueno! ¡Es muy peligroso! Eris no está aquí, Rafael no está aquí, Wayne no está aquí, Lord Theodore no está aquí, ¡todos se han ido! ¡No dejaré que expongas a todos aquí en la academia a ese nivel de peligro! “

Inglis entendió de dónde venía Ripple. Ripple normalmente exhibía una personalidad alegre y una falta de pensamiento profundo, pero era una amenaza infernal que valoraba su misión. Se valoraba a sí misma por lo bien que podía proteger a la gente de la tierra.

“¡Prefiero ir a Highland a que eso suceda!” Ripple gritó.

No quería exponer a los estudiantes de la academia a una pelea desesperada. Pensó que el mejor curso de acción sería entregarse en silencio.

“Ripple, considera esto”, dijo Inglis. “No creo que esa sea la mejor manera de mantener segura la superficie”.

“¿Eh?… ¿Qué quieres decir?”

“Puede que Reddas no se haya dado cuenta, pero el embajador Theodore cree que esto es un castigo del Altar, y estoy de acuerdo. Eso implica que no tendríamos una simple rotación de amenazas jerárquicas. Si quisieras subordinar a alguien, ¿lo ayudarías cuando dijera que lo necesita? Ahora, si tuviéramos que inclinarnos y raspar y ofrecer algo mucho más… “

“Ofrecer… ¿qué, Chris?”

“Tierra de superficie, probablemente. O más precisamente, una ciudad y sus habitantes. Recuerda lo que pasó en Nova donde estaba Cyrene, Rani. Creo que es posible que quieran tomar una ciudad entera con el Círculo Flotante “.

El rostro de Ripple se tensó. “¡No! E-Ellos no pueden… “

“¡Eso es aún peor! Cyrene dijo que no permitiría que sucediera algo así, ¡pero otras Highlands no harán lo mismo!” Exclamó Rafinha.

“Eso es, Rani.”

Después de una cuidadosa consideración, Miriela dijo: “Debo estar de acuerdo con Inglis en este caso. No importa lo que dijo Reddas, la gente muy por encima de nosotros está tramando algo “.

“Si no, las negociaciones serían mucho más lentas y la Guardia Real sufriría pérdidas significativas. Quizás incluso la capital también, si lo hicieron mal”, señaló Inglis.

“Eso sería bastante malo, pero también, el mando de las amenazas hierales está en teoría confiado a los Paladines, al Príncipe Wayne. Si el asunto con Ripple fuera a pintar a los Paladines con mala luz, el príncipe podría ser considerado responsable y perder sus deberes. Si es así, ¿qué pasaría con la academia? “

“Lo peor de todo, ¿no podría convertirse en una guerra civil? Si el comercio fuera por tierras, el príncipe Wayne podría no guardar silencio cuando se entere, y si la corona predice una reacción violenta, pueden colocar preventivamente a la Guardia Real y la nueva amenaza hieral para atacarlo por la espalda. Atrapados entre eso y el ejército de Venefic, los Paladines serían despedazados”.

El embajador del ejército de Venefic pertenecía a la facción Altar. Si los hombres del rey de Carelia se alineaban de la misma manera, podrían coordinarse para atacar al príncipe Wayne y al embajador Theodore.

“¡Eso es ridículo! ¡Mi hermano nunca atacaría a un aliado por la espalda! ¡No es una mala persona así!” Silva gritó.

“Entonces las cosas se volverán aún más peligrosas. Simplemente encontrarán a alguien que lo haga. Para los países, las personas son como peones. Fácilmente reemplazado”, respondió Inglis con frialdad.

Silva la miró sorprendido. “Te emocionas mucho en la batalla, pero estás terriblemente tranquilo y despiadado en situaciones como esta. ¿Cómo puedes mantenerte tan distante? “

“Bueno, ¿experiencia de vida, supongo?” Inglis dijo con una sonrisa, pero Silva solo respondió con una mirada confusa. No había ninguna razón para que él supiera de las experiencias de Inglis en su vida pasada.

“Yo… me gustaría decir que eso sería impensable…” dijo Miriela, “pero es cierto que las relaciones entre Su Alteza y el Príncipe Wayne son todo menos buenas. Debemos tener presente la posibilidad de que ocurra el peor de los casos”.

Inglis asintió. “Así que a este ritmo, el peor de los casos es una guerra civil, y el mejor de los casos es… Hmm. Si las negociaciones se alargan, el príncipe Wayne y el embajador Theodore resuelven la situación con Venefic sin grandes pérdidas y sin retorno, y como resultado, no pasa nada. Algo así sería nuestro mejor resultado. Si la situación empeora, creo que la solución contundente de antes sería efectiva”, sugirió.

“En conclusión, debemos evaluar cuidadosamente cómo van las cosas antes de tomar medidas decisivas”.

“Supongo.” Inglis se rió entre dientes. Por supuesto, preferiría ver una situación en la que tuviera que usar la fuerza y ​​esperaba que fuera así. ¿No es tan emocionante imaginar cuán fuertes pueden llegar a ser los enemigos convocados? pensó.

Por la sensación de su propia práctica, podía decir que la nueva técnica que estaba desarrollando requería un enemigo de cierta fuerza para ser viable.

Espero que aparezca un oponente que sea suficiente para usarlo.

Vamos, Chris. Tus pensamientos están claros como el día en tu rostro. Deja de sonreír de esa manera,” la reprendió Rafinha.

“Correcto. Que embarazoso.” Inglis abandonó su alegría y adoptó una expresión sería una vez más.

Leone suspiró. “Bueno, Inglis es como de costumbre, y tengo la sensación de que saldremos adelante como de costumbre también”.

“En efecto. Eso rompió la tensión justo al final”, dijo Liselotte.

“De todos modos, Silva, por esa razón, trate de posponer nuestro traspaso de Ripple por el mayor tiempo posible”, dijo Miriela.

“Comprendido. Haré lo que pueda.”

El director continuó: “Además, el príncipe Wayne y el embajador Theodore deben ser informados de esto. Deberíamos enviar un mensajero de inmediato. Después de eso, como dije, observaremos atentamente la situación. Me apoyaré en todas las conexiones que pueda para averiguar cómo van las negociaciones. Además, Ripple, por favor, no crea que su sacrificio sea una mejor opción. Cree en nosotros.”

“Está bien… lo siento mucho, todos…” Ripple miró al suelo, su voz débil.

“No te preocupes por eso. En todo caso, le agradezco la oportunidad”, comentó Inglis.

“¡Chris! Todo el mundo está hablando en serio, ¡deja de bromear!” Rafinha regañó y tiró de nuevo en las mejillas de Inglis.

“Mmh, ¡ah pocoshuh! (¡No, lo digo en serio!)”

“¿Sobre pelear, quieres decir?”

“¡Vef!”

Ripple se rió entre dientes mientras miraba a Inglis y Rafinha. “Sheesh. Son buenas chicas, descaradas, pero de la manera correcta”. Después de un día difícil, una leve sonrisa finalmente apareció en su rostro.