Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 10

Capitulo 4: Una Escena De La Infancia

Según ella recordaba, Chihiro Hashima había deseado tener un hermano mayor incluso antes de que empezara la escuela primaria. Su madre la había llevado al centro comercial—necesitaba comprar ropa para su trabajo. Chihiro no esperaba que mamá le comprara nada, pero el mero hecho de salir juntas por la ciudad ya era divertido de por sí.

Ambas recorrieron la tienda durante un rato y luego su madre la sentó en un banco de un área de espera. Chihiro estaba acostumbrada a esperar sola. Observaba a la gente pasar—era fin de semana, así que había muchos padres con sus hijos. No se inmutó mientras esperaba pacientemente a su madre.

Entonces oyó el llanto de una niña. Al girar la cabeza, vio a una niña de su edad sentada en el suelo y llorando. A su lado había un niño unos años mayor que ella, con cara de preocupación. Para Chihiro se veían como dos hermanos que se habían perdido en la tienda.

La hermana, gritando por mamá y papá a pleno pulmón, irritó un poco a Chihiro. ¿No puede callarse? Prácticamente tiene mi edad. Qué infantil es, pensó la pequeña Chihiro mientras miraba.

De repente, el hermano se sentó en el suelo, acercó la cabeza a la de su hermana y le puso cara de bobo. La hermana lo miró por un momento y luego empezó a llorar de nuevo. El hermano volvió a poner cara de bobo, pero no surtió efecto. Aun así, siguió

intentándolo, hablándole pacientemente con una gran sonrisa en el rostro para que dejara de llorar.

Al cabo de un rato, la hermana se fue calmando poco a poco. Tomó la mano extendida de su hermano y se levantó, todavía con cara de descontento, mientras los dos empezaban a alejarse.

Repentinamente, ambos comenzaron a sonreír. La hermana soltó la mano de su hermano y empezó a correr. Delante de ellos había una pareja de aspecto amable, presumiblemente sus padres. La madre abrazó con fuerza a la niña, quien volvió a echarse a llorar. El niño se tomó su tiempo para acercarse, parecía un poco tímido; su padre le dio unas palmaditas en la cabeza y entonces empezaron a salir lágrimas de los ojos del hermano. Él también tenía ganas de llorar, pero se contuvo y sonrió todo el tiempo para animar a su hermana.

Algo en toda la escena le pareció realmente sublime, hermoso incluso, a Chihiro. Eso era un hermano mayor. Aquí había una hermana, una madre, un hermano y un padre—una verdadera familia—y Chihiro los observó atentamente mientras se marchaban felices, sin darse cuenta de que ella misma estaba empezando a llorar.

***

Hermanita

Al despertarse por la mañana, Chihiro notó restos de lágrimas en su rostro.

Oh. Cierto.

Ahora comprendía lo que había estado pensando en aquel momento. “Quiero un hermano mayor”. “Quiero una familia normal y feliz”.

Cuando se enteró de que Keisuke Hashima podría cancelar el matrimonio con su madre, Natsume, quiso detenerlo. Incluso hizo una sugerencia que sabía, a pesar de su edad infantil, que era cuestionable. Pero,

¿por qué? ¿Por qué anhelaba tanto una familia, un hermano mayor?

Chihiro sonrió al recordar aquella primera etapa de su vida. Era una pequeña viñeta de una escena— demasiado pequeña, en realidad, para llamarla experiencia traumática o instructiva. En realidad, no era más que una escena típica de una familia típica. Y ella lo deseaba con todas sus fuerzas. Pero durante toda su vida, le había parecido algo fuera de su alcance.