Risou No Himo Seikatsu (NL)

Volumen 13

Intermedio 2: Un Regreso Temporal

Cuando Zenjirou abrió los ojos después de la teletransportación fuera del bosque, fue a una habitación oscura. No había ventanas. En cambio, la habitación estaba iluminada con un brasero.

Era una habitación familiar para él, y el calor sofocante de las pieles y cueros que lo cubrían no se debía al fuego. La habitación en sí (no, el continente) estaba así de calurosa.

“Bienvenido de nuevo, Maestro Zenjirou”.

“Nos alegra ver su regreso sano y salvo”.

Zenjirou levantó la mano para saludar a los sorprendidos guardias y habló.

“Este es un breve regreso. Regresaré mañana. Dado el carácter no oficial de la visita, les agradecería que sólo le informaran a Su Majestad. Me dirigiré al palacio interior inmediatamente”.

““Comprendido””.

Este era el palacio real de Capua. Mientras Zenjirou estaba en medio de su rito, había regresado temporalmente a casa.

Había pasado un tiempo desde que había estado en el palacio interior, y realmente se sintió como un regreso a casa para él. Lo primero que hizo al entrar al salón fue liberarse de su mochila, quitarse los zapatos y luego desnudarse.

“Hombre, eso estuvo caliente y pesado. Siempre es pesado, pero hacía un calor sorprendente”.

A su regreso de la isla desierta, vestía su ropa habitual y realmente no había notado el cambio de clima. Esta vez, sin embargo, vestía pieles y cueros adecuados para el bosque profundo y la nieve. Incluso la temporada de lluvias, que era relativamente fresca para los capuanos, resultaba sofocantemente calurosa en comparación con los bosques de Uppsala.

Los guardias debieron haber avisado porque las sirvientas estaban esperando en la habitación y recogieron su ropa desechada antes de doblarla cuidadosamente.

“Bienvenido a casa, Maestro Zenjirou”, le dijo Amanda.

“Gracias”, respondió.

Más bien había echado de menos su imperturbable y perfecto cumplimiento de la etiqueta, incluso ante un repentino regreso de él. Vestido sólo con su camiseta y boxers, sintió la necesidad de recostarse en el sofá y descansar la vista. Aunque estaba moderando su ritmo, la docena de días de caminata por el bosque y las reuniones nocturnas con los líderes y agitadores en Uppsala significaron que el agotamiento mental que no había notado hasta ahora había surgido de repente. Aun así, ahora no podía simplemente dormir. Había algo importante de lo que tenía que ocuparse lo antes posible.

Zenjirou sacudió la cabeza para deshacerse de su somnolencia y sacó la cámara y el reproductor de música de su mochila, los cuales estaban incómodamente cerca de quedarse sin batería. La cámara en particular ya mostraba una luz de batería baja.

Esa era la principal razón por la que necesitaba regresar. Se había acostumbrado mucho más a usar el hechizo durante este viaje, pero fuera de su “base” de la habitación de piedra en Capua, todavía necesitaba las imágenes de la cámara para hacerlo bien. Dado su viaje diario mediante teletransportación en Uppsala, la cámara fue un salvavidas casi literal para él.

“Eso está solucionado”, dijo, dando un suspiro de alivio cuando vio que sus indicadores de carga se iluminaban. No necesitaba preocuparse ahora y se desplomó en el sofá.

“Su Majestad tiene asuntos pendientes y no podrá regresar por un tiempo. El baño puede estar listo para que usted lo use primero, entonces, ¿Preferiría usarlo ahora?”, Amanda preguntó amablemente.

Zenjirou se estremeció levemente al recordar. Si bien su piel estaba enrojecida por el calor y el sudor, todavía estaba helado hasta los huesos.

Era un síntoma característico de trabajar físicamente duro durante un período prolongado en el frío. El frío interior no se desvanecería fácilmente, incluso cuando volvieras al calor. La forma más rápida de aliviarlo era con un baño.

“Sí, entraré tan pronto como esté listo”.

“Entendido”, respondió Amanda con una reverencia antes de salir de la habitación.

***

Más tarde, Zenjirou pasó un tiempo disfrutando de un baño adecuado en lugar de un sauna. El escalofrío se había levantado de sus huesos y se había limpiado el cabello y el cuerpo de todo el sudor y la suciedad usando el jabón líquido que los comerciantes habían seguido mejorando.

Su esposa aún tardaría más en regresar a pesar de su largo baño, por lo que Zenjirou aprovechó el tiempo para visitar a sus amados hijos, Carlos Zenkichi y Juana Yoshino.

Había estado demasiado emocionado y los hizo llorar a ambos. Las nodrizas lo habían regañado por ello, pero el tiempo que pasó con ellos fue tan satisfactorio que casi no pensó en ello.

Después de disfrutar el tiempo con sus hijos, Zenjirou estaba casi medio dormido en la sala de estar. La puerta se abrió de repente con un poco más de fuerza de lo habitual.

“¡Zenjirou, realmente has vuelto!”.

La voz de su esposa, que había estado ausente de su vida durante bastante tiempo, lo devolvió inmediatamente al despertar.

“Sí, lo he hecho”, respondió. “Bueno, sólo será una noche y luego tendré que partir de nuevo por la mañana”.

Zenjirou se levantó del sofá mientras hablaba y acortó la distancia con su esposa mientras ella caminaba rápidamente hacia él. Su abrazo no fue impulsado por ninguno de los dos, pero ambos se movieron hacia él al mismo tiempo. Zenjirou sintió el amor, igual en magnitud, pero diferente en tipo a cuando abrazó a Zenkichi y Yoshino, en la calidez y suavidad del abrazo. El mismo amor que había sentido a diario mientras estaba en el palacio interior.

“Estoy de vuelta”, repitió.

“Bienvenido a casa”.

Los dos continuaron abrazándose por un rato. Un abrazo largo y profundo para apretarse lo más posible.

“Sabía que estabas a salvo por la sirvienta y el Príncipe Eric, pero abrazarte así realmente me tranquiliza”.

“A mí también; finalmente parece que las cosas han vuelto a la normalidad”.

Se habrían quedado como estaban el resto del día. Sin embargo, la realeza no podía priorizar sus emociones por sobre los asuntos de Estado, ni siquiera en privado.

Los dos se separaron de mala gana y tomaron asiento en sofás opuestos. Pasaron el siguiente momento intercambiando la información que tenían en privado. Zenjirou había estado en el Continente del Norte mientras Aura no podía salir del palacio, por lo que tenía nueve veces más información que ella, pero Aura también tenía cosas nuevas que contarle.

“Ya veo, entonces el Príncipe Eric encontró un espíritu afín en el Mariscal Pujol. Tiene sentido ahora que lo escucho”, reflexionó.

Había estado nervioso por la desconexión emocional entre los dos cuando envió a Eric a Capua, pero se alegró de que el hombre hubiera logrado construir relaciones algo positivas con el mariscal y la reina.

“En efecto. También aprobó el matrimonio de la princesa Freya. No habías mencionado que fue ella quien empezó las cosas en público. Eso lo habría solucionado de inmediato”, se rio Aura.

“Honestamente no lo había pensado. De cualquier manera, el rey Gustav necesitaba dar su permiso”, respondió rascándose la cabeza. En retrospectiva, no fue una idea sorprendente. Para bien o para mal, este mundo era muy patriarcal, en cualquier continente en el que estuvieras. Era fácil imaginar el daño que podría haber causado una mujer que hubiera hecho una propuesta así sin ninguna preparación. Era algo que debería tener en cuenta.

“Aun así, pensar en lo exitosa que me sentí al obtener una respuesta favorable de él, y él ni siquiera es el próximo rey… me siento bastante engañada”, comentó Aura con una sonrisa arrepentida.

Eric se había presentado como el primer príncipe del país y no como su príncipe heredero. El alma del lenguaje hacía que fuera fácil olvidar, dado lo fácil que resultaba conversar con extranjeros, pero una diferencia cultural podía hacer que las mismas palabras tuvieran matices diferentes. O a veces no había una palabra que coincidiera entre los dos idiomas. Era como si “duque” fuera un título de realeza en Capua, pero también asignado a los jefes de las cuatro tribus en los Reinos Gemelos.

De ahí la suposición de Aura de que la diferencia en el título con respecto a la introducción de Eric era una peculiaridad del proceso de traducción. En cambio, fue su error.

“Debo decir que nuestras culturas parecen fundamentalmente diferentes si un país está dispuesto a aceptar a un príncipe extranjero como rey. Había oído hablar de algunas de las diferencias por parte de la princesa Freya, pero la enorme amplitud de esas diferencias podría convertirse en un peligro”.

“Eso es cierto”, estuvo de acuerdo Zenjirou. También hizo una advertencia: “Aun así, que las familias reales de los países del norte sean animistas es similar a nosotros, por lo que es la mejor solución”.

“¿Mencionaste la Mancomunidad Noble de Złota Wolność?

Técnicamente tienen un rey, ¿No es así?”.

“Lo tienen. Pero debes asumir que es completamente diferente del tipo de rey en el que estás pensando. Tanto el rey como la familia real prácticamente no tienen poder general. El Sejm son los verdaderos gobernantes”.

También estaba el hecho de que el rey era elegido, cada miembro de la nobleza tenía un solo voto, y el Senat administró la elección, y aunque se llamó “elección”, sólo la persona que otros países llamarían príncipe heredero podía presentarse, entonces fue más bien un voto de confianza. Sin embargo, detalles como ese podrían esperar.

Sólo regresó por una noche, por lo que Zenjirou había decidido que exponer toda esa información sin una explicación adecuada haría más daño que bien.

“Ese país está al borde de una guerra a gran escala con los

‘Caballeros’. ¿Son estos Caballeros un país también?”.

“Sí, su nombre oficial es Orden de Caballeros de la Garra del Dragón del Norte. Hay una orden religiosa en el Continente del Norte con mucha influencia llamada simplemente ‘La Iglesia’, y son de su facción de la garra. Originalmente se estableció para “mantener el orden público en el extremo norte del continente con enseñanzas menores”.

Los países del norte, incluido Uppsala, los ven como enemigos naturales por eso. No conozco los detalles técnicos exactos, pero tienen el territorio, el dinero y la fuerza militar de un país, por lo que probablemente esté bien considerarlos un Estado por derecho propio 15”.

No había podido aprender sobre la Mancomunidad ni sobre los Caballeros con suficiente detalle para explicar las minucias de ninguno de los dos países.

“Muy bien. Dejaremos los detalles hasta que regreses de ocuparte del asunto que nos asalta. De todos modos, ambos son poderes o influencias fuertes en el Continente del Norte por derecho propio.

¹⁵ Los elementos de un Estado son: 1. Territorio: es el espacio geográfico donde se asienta el Estado y ejerce su poder. 2. Población: es el conjunto de personas que habitan el territorio y comparten una identidad nacional. 3. Gobierno: es el órgano que dirige el Estado y administra los asuntos públicos. 4. Soberanía: es la capacidad del Estado de autogobernarse y tomar sus propias decisiones sin interferencias externas. 5. Ordenamiento jurídico: es el conjunto de normas y leyes que regulan el funcionamiento del Estado y garantizan los derechos y deberes de los ciudadanos (Imagen).

Ambos están a punto de chocar en una guerra abierta, pero ¿Sabemos cuándo?”, ella preguntó con una mirada inflexible en su rostro.

Zenjirou negó con la cabeza en respuesta a su pregunta. “Tampoco conozco los detalles sobre eso, pero si lo que dijo la princesa Anna mientras estábamos allí es cierto, los exploradores de la Husaria detectaron a los Caballeros moviéndose en la frontera. Eso fue hace aproximadamente treinta días”.

Su cara se puso amarga ante eso. “Bueno… tengo que empezar diciendo que se basa enteramente en mi propia experiencia, pero que la guerra podría estallar en cualquier momento en esa situación.

¿Realmente los combates no llegarán a Uppsala?”.

“Eso estará bien. Es una explicación aproximada, pero los Caballeros están al norte de la Mancomunidad y Uppsala está aún más al norte. Sin embargo, entre sus territorios hay montañas escarpadas cubiertas de nieve. Tanto es así que obtienes importantes elogios incluso cruzándolas en pleno verano”. Mientras hablaba, Zenjirou tomó un bolígrafo y dibujó un mapa en una hoja de pergamino de dragón sobre la mesa para explicarlo.

“¿Y el océano no será un problema?”.

“Sería poner todo en juego. Los Caballeros no se han centrado en la expansión naval, por lo que no tienen fuerzas para dividirse de esa manera. Incluso si lo hicieran, la capital está al menos a un día de la costa en barco por el lago Mater. Parece que no es realista que la capital sea atacada”.

“Mmm”.

Aura preguntó a continuación cuánto tiempo se tardaba en llegar a Logfort desde Pomorskie, cuánto duraba el camino terrestre entre Pomorskie y Tannenwald, y otras cosas similares. Una vez que tuvo una idea completa de las distancias involucradas, estuvo de acuerdo en que parecía que Uppsala saldría ilesa.

Aliviada, dijo: “Aunque puede ser injusto para mí decirlo considerando que te envié allí, escapa tan pronto como las cosas parezcan peligrosas. Si es necesario, no dudes en utilizar la herramienta mágica de teletransportación. ¿Comprendido?”.

“Sí, lo haré”, dijo él, sonriendo para tranquilizarla. “Una vez que los dispositivos terminen de cargarse, copiaré todo en la computadora. Deberías poder hacerte una idea del Continente del Norte y, en particular, de la fortaleza de la Mancomunidad. Personalmente, creo que hay un nivel de riesgo decente allí. Pero ahora no tenemos tiempo para eso, así que volvamos a hablar de Uppsala”.

La información sobre el Continente del Norte era importante, pero el acuerdo de concubinato y el acuerdo comercial que lo acompañaba seguían siendo las cosas más importantes. La reina no puso objeciones y asintió, instándolo a continuar.

“Como el Príncipe Eric ya no encabeza la oposición, los acuerdos reales probablemente no serán un problema. Incluso si tengo que dar media vuelta y seguir el Rito de la Edad, debería arreglármelas. Así que el próximo tema que tendré será después de eso, pero el príncipe Yngvi (aunque no es el príncipe heredero, será el próximo rey) ha dicho que le daría la bienvenida a una concubina de Capua”.

“Oh, vale la pena considerarlo”, dijo Aura, alzando una ceja.

El hecho de que Capua tomara a su primera princesa como concubina hizo que Yngvi hiciera lo mismo de manera mucho más equitativa, incluso si seguía siendo el segundo príncipe en lugar de convertirse en el rey.

“El príncipe Yngvi es el gemelo menor de la princesa Freya, ¿No?”.

“Sí, aunque él se hace llamar el mayor de ellos. Parece casi idéntico a ella. También es bastante similar en temperamento. Mi primera impresión de él fue que es una rareza para la realeza, pero no una mala persona. La princesa Freya ha dicho lo mismo, por lo que debería ser bastante exacto”.

“Entonces eso me tranquiliza un poco. Había oído que el Continente del Norte tenía una tendencia a menospreciar al Continente del Sur. Se necesitaría alguien con mucha integridad para poder casarse con una cultura así. De lo contrario, incluso un matrimonio político estaría en riesgo”.

Un matrimonio político era exactamente lo que implicaba el nombre. Tanto un acto político como un matrimonio. Si bien nunca sucedería si no fuera por la política involucrada, también podría desmoronarse dependiendo del hombre y la mujer involucrados.

“¿Entonces estás interesada?”. Preguntó Zenjirou.

“Dependiendo de sus condiciones y nuestros deseos. Estoy segura de que el mariscal Pujol estaría encantado de ofrecerle a Fátima…”.

“Sí, pero esa no es una buena idea, ¿Verdad?”.

Aura asintió con la cabeza. “Ni siquiera valdría la pena considerarlo. Fátima Guillén tiene la misma madre que Pujol Guillén y tiene la misma cantidad de sangre real”.

Ella no era alguien a quien pudieran permitir salir del país. Si bien la posibilidad era extremadamente baja, era factible que un descendiente suyo algún día pudiera manifestar la magia espacio-temporal latente en su línea de sangre.

“En ese sentido, ¿Supongo que con Mirella de la familia Márquez sería lo misma?”.

“No, ella es de una rama familiar de sangre. Si bien puede tener algo de sangre de la familia Márquez, su vínculo con la familia real es tenue. Ella sería adecuada. Sin embargo, sea lo que sea, sus capacidades, disposición y voluntad reales serían más importantes que sus políticas ostensibles al respecto. Sería unirse no sólo a través de fronteras, sino a otro continente completamente. No se puede forzar”.

Eso no era algo que ella estuviera diciendo por consideración emocional. Era simplemente que, si los primeros avances en las relaciones amistosas en forma de matrimonio terminaban en desastre, Aura sentía que sería mejor no molestarse en primer lugar.

“Eso hace que la princesa Freya sea aún más impresionante”, comentó Zenjirou.

“De hecho, ciertamente posee un nivel de coraje e iniciativa superior al normal”.

En ese sentido, tal vez era exagerado decir que ella presionaba por el acuerdo de concubina debido enteramente a su propio egoísmo.

Capua sería una tierra completamente extraña para las mujeres nobles de Uppsala. No había nadie más familiarizado con ello que Freya para casarse con esta tierra.

“Por el momento, consideraremos que el príncipe Yngvi es el que tiene más probabilidades de suceder el trono. También tendremos en cuenta su interés por una concubina de nuestras tierras. Me aseguraré de que el diplomático que enviemos como tu reemplazo esté al tanto de esos asuntos. ¿Hay algo más que debas informar ahora?”.

Zenjirou consideró las cosas por un momento antes de darse una palmada en la pierna. “Bien. Un viejo herrero llamado Völundr me buscó y me pidió que lo trajera aquí. La princesa Freya también estuvo presente y estaba encantada, mientras que Skathi estaba en shock. Parece que Völundr es como el nombre de Skathi, algo que se le otorga a un herrero particularmente hábil”.

“¿Oh? Ciertamente vale la pena celebrarlo, aunque temo lo que se esconde debajo de tal situación”. Mirarle así el diente a un caballo regalado fue quizás la reacción obvia del gobernante de una nación.

“Bueno, incluso si él mismo no tiene motivos ocultos, imagino que el rey querrá alguna compensación por separarse de él”.

“Si es tan valorado, entonces tendremos que negociar. El problema más importante sería su capacidad para enseñar más que su habilidad como herrero. Si tienen una persona así, haría todo lo posible para conseguirla”.

La habilidad que no se traducía en capacidad de enseñanza era la misma sin importar en qué mundo se encontrara. Un solo maestro herrero no aumentaría mucho la producción general de herramientas de hierro, y sus propias creaciones cesarían después de aproximadamente una década si fueran viejas. Lo más importante era que las técnicas avanzadas que tenía pudieran extenderse y echar raíces en el reino.

“En cualquier caso, en general todo va bastante bien. Aun así, parece que regresaré después de la ceremonia de matrimonio, así que probablemente será más tarde de lo planeado”.

La reina sintió una punzada en el pecho cuando habló de la ceremonia de matrimonio que se celebraría en el extranjero. Sin embargo, nada de eso se mostró en su rostro. Por él tomaría una concubina, y arriesgó su vida tanto en el viaje por mar como en este rito actual. Se sentía demasiado avergonzada de todo eso como para mostrar algún signo del malestar que le causaba.

“Estaré esperando”, dijo en cambio, ofreciéndole una sonrisa serena.