Risou No Himo Seikatsu (NL)

Volumen 13

Capítulo 3: Días De Búsqueda Y Charlas Privadas

Parte 2

Mientras tanto, dos miembros de la realeza de aspecto muy similar, cada uno con cabello plateado y ojos azules, estaban sentados a cada lado de una mesa.

“Ha pasado un tiempo, Freya. Me alegro de verte bien”.

“Tú también, Yngvi”.

Eran la princesa Freya y el príncipe Yngvi de Uppsala, la primera princesa y el segundo príncipe. Al ser gemelos, los dos eran muy similares. En términos del orden real en el que nacieron, Freya era la mayor de los dos, pero Yngvi aún afirmaba ser su hermano mayor y no se refería a ella como “mayor” ni siquiera en privado. Eso llevó a que ambos afirmaran ser los mayores de los dos, formando una extraña igualdad entre ellos.

Al ser un hombre y una mujer de la realeza, tomó un gran esfuerzo concertar una reunión, pero habían crecido juntos compartiendo cama y comida por igual. Él era el miembro de la familia real con el que mejor se llevaba.

“Sin embargo, tardaste más de lo que esperaba”, le dijo ella.

“Pensé que aparecerías al día siguiente de mi regreso”.

Yngvi era lo suficientemente similar en su curiosidad, aunque enfocada de manera diferente, que nadie dudaba de que eran gemelos, y Freya sintió que se había tomado su tiempo para organizar la reunión considerando eso.

El príncipe de cabello plateado hizo un puchero ante su reflejo femenino. “Eso es principalmente tu culpa. Te equivocaste con la princesa Anna en la Mancomunidad, así que tuvimos que poner a la marina en alerta en Logfort por el riesgo de guerra. Recién terminamos hoy. Quizás incluso tenga que abordar el Naglfar 9. ¿Supongo que el resto sería culpa de Su Majestad? Normalmente, este sería el trabajo de Eric, pero actualmente se encuentra en el Continente del Sur”, dijo con tristeza.

Freya tampoco se sentía del todo cómoda con que él lo señalara con tanta fuerza. “Lo siento”, se disculpó en voz baja, mirando hacia otro lado. “Mi padre dijo lo mismo. Entonces, las cosas también nos afectarán a nosotros”.

“Bueno”, dijo Yngvi, consolando a su gemela caído, “no creo que sea gran cosa. Es una cuestión de velocidad. Si la Mancomunidad realmente choca con ellos, entonces no podemos simplemente sentarnos y mirar de todos modos. Tuurukku 10 y Berggen 11 están haciendo lo mismo”.

“¿Qué pasa con Utgard 12 y Ofus 13?”.

⁹ En la mitología nórdica, “Naglfar” o “Naglfari” es un barco hecho enteramente de las uñas de los dedos de las manos y de los pies de los muertos. Durante los eventos del Ragnarök, se predice que Naglfar navegará hacia Vígríðr, transportando a las fuerzas del caos que lucharán contra los dioses (Imagen).

¹⁰ Turku, o Åbo, es una ciudad situada en la costa suroeste de Finlandia, y es capital administrativa de la región de Finlandia Propia. Situada a orillas del río Aura y fundada en el siglo XIII, es la ciudad más antigua de Finlandia y hasta mediados del siglo XIX la más importante del país (Imagen).

¹¹ Bergen es un municipio, y además la capital de la provincia de Hordaland. La ciudad se sitúa en la costa sudoeste de Noruega, cerca del Mar del Norte, en un valle formado por un grupo de montañas conocido colectivamente como de syv fjell “las siete montañas”. Bergen es la capital oficiosa de la región de Vestlandet, y también se la conoce como la puerta de entrada a los famosos fiordos noruegos, y por ello también se ha convertido en el mayor puerto de cruceros turísticos de Noruega, y uno de los mayores de Europa (Imagen).

¹² Utgard, también transcrito como Utgardar o Utgart, es la fortaleza de los gigantes de la mitología nórdica, ubicada en Jötunheim, rodeada de hielo y nieve y habitación de del rey gigante Útgarða-Loki. Fue supuestamente fundada por el gigante Narvi (Imagen).

¹³ Sveitarfélagið Ölfus es un municipio de Islandia. Se encuentra en la zona occidental de la región de Suðurland en el condado de Árnessýsla. Ölfusingar fue un clan familiar de Islandia cuyo origen se remonta a la Era vikinga y la figura histórica del colono Þorgrímur Grímólfsson. Dominaron la región de Norður-Ísafjarðarsýsla.

Aparecen mencionados expresamente en la saga de Njál (Imagen).

“Ofus aún no ha hecho ningún movimiento. Tienen la presencia más fuerte de la Iglesia de nosotros cinco, por lo que no pueden actuar descuidadamente en esta situación. Utgard probablemente mantendrá su neutralidad habitual. Pase lo que pase, no van a actuar hasta el final”, dijo Yngvi, resumiendo las reacciones de los cinco países del norte, incluido el suyo.

Si bien tenían la misma edad, siendo hombre, Yngvi había sido asignado a roles militares y políticos, y prosperó.

“Es una pena que te hayas visto atrapada en estas cosas, pero considerando la situación internacional, estaremos mejor si los Caballeros no derrotan a la Mancomunidad. Tendremos que seguir los deseos de la princesa Anna de todos modos. Los riesgos son demasiado altos para enviar refuerzos, pero al menos tenemos que disuadirlos”.

“¿Mmm? Si tendremos que hacerlo de todos modos, ¿No fue un error de su parte? El resultado será el mismo de cualquier manera, pero de esta manera hay rencor entre nosotros”. Preguntó Freya.

“No”, respondió, sacudiendo la cabeza. “Será beneficioso para ella en general. Hacer lo que ella hizo significa que a nivel nacional puede argumentar que estamos involucrados debido a sus acciones.

Claramente somos los que reaccionamos más rápido, por lo que parece que también hay algo de verdad en ello. Ganarse el favor de su propia gente es más importante que evitar la mala sangre con la realeza extranjera. Es la flagrante arrogancia de los países más grandes”.

Si bien había un atisbo de desprecio en sus palabras, su explicación fue inequívoca. Ella no pudo evitar mirarlo con envidia.

“Eres tan afortunado. Puedes escuchar sobre política internacional e influir en nuestras políticas”.

“Bueno, trabajé duro para lograrlo… aunque no tanto como tú”.

Pudo tomar sus quejas con mucha gracia e incluso estar de acuerdo con ella porque sabía que ella había trabajado más duro que él.

Las mujeres que recibían incluso más entrenamiento que un centurión 14 podían obtener el título de guerrera como excepción y se les permitían las mismas ocupaciones que los hombres. Cuando Freya descubrió eso a una edad temprana, puso todos sus esfuerzos en eso. Sin embargo, era delgada para ser una mujer de Uppsala, por lo que sólo había logrado ganar la fuerza de un guerrero promedio.

Todavía no se había rendido y se había esforzado mucho en convencer a su padre, a su madre y a su nodriza para que le permitieran salir a cazar renos y pescar focas, y convocó a gente de las universidades para profundizar sus conocimientos. Todavía recibió instrucciones sobre la etiqueta de una mujer real, pero recibió otras instrucciones por separado.

“Aún lo has hecho bien. Sea lo que sea, capitaneaste el primer viaje intercontinental con la Hoja de Glasir. Felicidades.”

“Gracias. Aunque eso también se debió a tu ayuda”.

Yngvi había sido el único miembro de la familia real que apoyó su deseo de obtener la capitanía y emprender el viaje. De hecho, era poco probable que hubiera sido nombrada capitana del barco si no fuera por su ayuda, incluso si esa “asistencia” principalmente tomara la forma de amenazar con confabularse con Freya y hacer algo aún peor si otros interferían demasiado, por lo que no había nada que hacer. Ciertamente había mucho que decir sobre sus métodos.

“Aun así, ¿Te vas a casar? Podría entender que te casases con alguien del Continente del Sur, pero, sinceramente, me sorprende más que te casarás con la realeza”.

Eso fue lo que lo convirtió en el mejor para entenderla. Teniendo en cuenta su intensa pasión por los viajes y su curiosidad cuando era niña, era prácticamente inevitable que eligiera una tierra lejana.

¹⁴ El centurión fue un oficial del ejército romano que contaba con mando táctico y administrativo. Los candidatos eran escogidos por sus cualidades de resistencia, templanza y capacidad de mando, además de contar con considerable influencia y responsabilidad (Imagen).

“Eso es rudo. No soy del todo desconsiderada. Tuve el sentido común de saber que con quien me casara tendría que beneficiar al país”.

“Una princesa con sentido común no habría capitaneado un viaje internacional ni concertado un compromiso sin el permiso de su padre”.

“No dije que tuviera sentido común en todos los aspectos. Sólo ‘el sentido común para saber eso’”, gruñó, llevándose la taza de té a la boca.

“Eso es bastante limitado para ser ‘común’. Aun así, me alegro.

Has encontrado un matrimonio mejor de lo que imaginaba. Con lo amable que es Su Majestad y la propia Reina Aura que lo desea, probablemente te tratarán bien”.

Después de tragar un sorbo de té de hierbas, Freya lo miró con curiosidad. “¿Eh? ¿De dónde vino eso? Aún no he mencionado nada sobre Su Majestad. ¿Te enteraste por Skathi? ¿O tal vez Su Majestad?”. Sólo esos tres deberían saber la disposición de Aura hasta donde ella podía pensar.

“No”, dijo Yngvi con confianza. “Nadie me lo dijo; fue sólo una simple deducción de la información que tengo. Capua ya ha terminado con los trámites, y sólo hay dos personas que podrían tomar esa decisión: Sus Majestades. Sin embargo, su personalidad es significativamente más respetuosa y considerada con las personas que la mayoría de los miembros de la realeza. Alguien como él no ignoraría su posición como consorte para pedir a la primera princesa de otro país como concubina. Lo que significa que sólo hay una explicación: la Reina Aura fue quien lo sugirió. ¿Me equivoco?”.

Freya miró hacia otro lado con torpeza mientras Yngvi detallaba su explicación lógica y bien razonada, que había llevado a una conclusión falsa. Se conocían desde que nacieron, así que no había forma de que se lo perdiera.

“¿Freya?”, preguntó él vacilante.

Ella permaneció en silencio, sin mirarlo a los ojos y, en cambio, dejó que su mirada vagara por la habitación. La mirada de Yngvi se convirtió en una mirada entrecerrada.

“Dime, Freya, dime claramente, ¿Quién fue el primero en sugerir este matrimonio? ¿Quién se lo propuso a quién?”.

Con la pregunta planteada tan claramente, no había forma de evitarla. Levantó la mano débilmente y respondió: “Me le propuse a Su Majestad…”.

“¿¡A qué estás jugando!?”, demandó su hermano, su voz era más estrangulada de lo que Freya había escuchado jamás.

Después de eso hubo un largo período de interrogatorio, donde Freya simplemente sonrió desafiante mientras admitía todo lo que había sucedido. Su sonrisa se debió únicamente a que no tenía otro recurso para distraerse del asunto.

Por su parte, una vez que escuchó todos los detalles, el príncipe se dejó caer en su silla y dirigió su mirada hacia el oscuro techo.

“Pediste acompañarlo a una boda en público, frente a la Reina Aura… ¿Su Majestad simplemente dejó de ser ‘una persona amable’ y en cambio perdió todas las emociones negativas?”.

Su comentario significó que, si las circunstancias de la propuesta hubieran sido claras desde el principio, no estarían en esta situación en primer lugar. Si Zenjirou simplemente le hubiera dicho a Uppsala que se iba a “casar con su mujer desvergonzada”, a los niveles superiores les habría resultado difícil negarse. Y, sin embargo, había ocultado la verdad y permitió varios comentarios acerca de que estaba “fuera de discusión”, que él necesitaba “seguir sus tradiciones” para casarse con ella y que “él era totalmente inadecuado para ella”. Incluso el Rito de la Edad que estaba llevando a cabo actualmente en el bosque era parte de eso.

“Su Majestad evita chocar con la gente tanto como sea posible. Esta vez, sin embargo, pudimos advertirle con antelación y pudo adoptar una postura mucho más dura”.

“¿Esa fue una postura más dura?”. Preguntó Yngvi, horrorizado y asombrado. A Zenjirou le habría dolido si lo hubiera escuchado. Había hecho todo lo posible para llevar a Eric al borde de la violencia y todavía se lo consideraba “amable” desde la perspectiva de Uppsala.

“Lo fue. El matrimonio se considera un hecho en Capua, por lo que estoy casi segura de que hará todo lo posible para asegurarse de que me sienta cómoda”.

“Tienes que agradecerle por eso”.

“Lo sé”.

Ella vio su silencio y su amabilidad como parte de su consideración, pero la verdad era diferente. Simplemente él había olvidado la etiqueta. Se había criado en Japón, por lo que, que una mujer diera el primer paso no era particularmente notable. Si bien entendía intelectualmente que este mundo era mucho más patriarcal, tener una excepción constantemente a su lado en la forma de Aura hacía que fuera difícil internalizarlo verdaderamente. La única razón por la que estaba en este mundo era porque Aura lo había convocado para ser su esposo, así que nada de eso se sentía extraño.

Habiendo recuperado la compostura nuevamente, Yngvi habló. “Tengo que decir que su magia lineal es impresionante. Sólo eso valdría por dos o tres de ti”, dijo con certeza.

Ya era de conocimiento común que Zenjirou viajaba entre el bosque y el palacio todos los días. Era inevitable que la gente se diera cuenta del valor de la magia lineal de Capua que lo hizo posible.

“No hay límite para tu mala educación, ¿No es verdad? Aunque tengo que estar de acuerdo. Pero el Continente del Sur es mucho más sensible que nosotros a que la magia lineal abandone sus fronteras, por lo que traer a nuestros hijos de regreso aquí será bastante difícil”.

Aura había recalcado ese punto firmemente en sus negociaciones iniciales.

“Eso tiene sentido. Aun así, con la teletransportación, podrías visitarnos con bastante facilidad incluso después de casarte. Así que quizás incluso puedas dar a luz aquí, ¿No?”.

El estrés mental del embarazo que llevaba a las madres a pasar ese tiempo en su tierra natal era bastante común si los países eran vecinos.

Aun así, Freya sabía que su hermano no lo estaba sugiriendo por la bondad de su corazón, y le ofreció una leve mirada.

“¿Y de ser así?”.

“Bueno, todo es simplemente hipotético. Estaba pensando que si su hijo naciera aquí y mi esposa diera a luz al mismo tiempo y se intercambiaran accidentalmente, sería simplemente horrible. Después de todo, los dos somos gemelos, así que estoy seguro de que nuestros hijos se parecerán”.

“Y Su Majestad es de una etnia completamente diferente. Puede que seamos gemelos, pero nuestros hijos no se parecerán”. Ella le suspiró.

Él le devolvió la sonrisa. “Eso no es necesariamente cierto. Un niño tuyo y de él se parecería a un niño entre una mujer del Continente del Sur y mío, creo”.

“Yngvi… si intentas eso en serio, nos convertirá en enemigos”, dijo en voz baja, mirándolo.

Levantó las manos. “Aja, ja, ja, estoy bromeando”.

“Bien entonces”.

Por supuesto, habiendo crecido con él desde su nacimiento, sabía muy bien que él no estaba bromeando en lo más mínimo. Sin embargo, también sabía que el hecho de que lo llamara una broma significaba que estaba renunciando al turbio plan, por lo que no seguiría adelante.

Obtener la magia lineal de Capua sería el mejor resultado para ellos, pero si eso cortaría su único vínculo con la familia real en la forma de Freya, no valía la pena considerarlo. Freya entendía los extraños criterios que tenía para evaluar las cosas, ya que tenía profundas ambiciones y voluntad de dejar pasar las cosas.

“Entonces, ¿En qué medida fue una broma?”.

“La confusión de los niños fue una broma. Tomaremos todas las precauciones posibles para asegurarnos de que eso no suceda, para que puedas regresar sin preocuparte”.

“¿Qué significa casarte con alguien de Capua?”, preguntó de manera indiscutible.

“Eso dependería de la persona, por supuesto, pero es algo que estoy considerando. Te enojarías conmigo si dijera que fue ‘afortunado’, pero eres nuestra primera princesa y te casas con un príncipe consorte.

Eso significa que yo, siendo el próximo rey de Uppsala, también podría tomar a alguien de la alta nobleza de Capua como concubina. Después de todo, el Continente del Norte no estará contento de tener a alguien del Continente del Sur como reina”.

Para Freya fue sorprendente escuchar que consideraba que el acuerdo comercial con Capua era tan importante, pero lo dijo con una expresión seria. Aun así, Freya se dio cuenta de algo que estaba acostumbrada a escuchar pero que tenía que encontrar fallas.

“Es arriesgado decir eso. Puede que seamos individuos con relaciones fraternales en lo que respecta a la realeza, y sin signos de división de facciones, puede tomarse como una broma, pero realmente deberías dejar de aprovechar cada oportunidad para decir que serás el próximo rey, sólo eres el segundo príncipe”.

Por lo general, dicha advertencia provocaría una disculpa y un cambio de tema. Freya esperaba eso, pero esta vez su reacción fue diferente.

“Lo seré. Probablemente mi padre reinará durante aproximadamente una década más, lo que significa que Carl podría ser un contendiente, pero Eric no será el rey de Uppsala”.

La especificidad de sus palabras y la comprensión de Freya de la situación política en el Norte le permitieron llegar a una conclusión.

“¿Se ha decidido oficialmente?”.

“Así es. No se puede hacer público todavía, pero parece que nuestro padre ha recibido la comunicación oficial. Eric será el rey de Ofus. El rey actual finalmente ha desistido de transmitirlo su linaje”.

“Entiendo…”.

Freya dejó escapar un suspiro ante la nueva información y consideró las cosas. El Reino de Ofus era uno de los territorios del norte del continente, al igual que Uppsala. El país también se encontraba en medio de una situación particularmente complicada. El rey actual era un anciano de más de sesenta años, pero actualmente no había ningún príncipe heredero que lo sucediera.

Hubo varios factores que complicaron las cosas, pero el mayor problema fue que el príncipe heredero anterior había muerto en un accidente más de una década antes. Tenía veintitantos años y su esposa también había muerto. Su única hija aún era joven y su cadáver nunca había sido recuperado, pero no había ninguna posibilidad de que ella sobreviviera.

Lo que empeoraba la situación era que el rey sólo había tenido dos hijos. El primer príncipe ahora muerto y una hija mayor. La primera princesa ya se había casado con Gustav y era reina de Uppsala. Ella ya había dado a luz a Eric.

El rey había llorado personalmente la pérdida de su hijo, pero no había sentido demasiado pánico en público. En ese momento todavía tenía cuarenta y tantos años. Al principio no había tenido más hijos para facilitar la sucesión, pero todavía estaba lo suficientemente sano como para engendrar más. Aun así, hacerlo no aliviaría los temores de sus ciudadanos de no tener un sucesor al trono hasta que el niño fuera mayor.

Luego, el rey habló con Uppsala y le planteó la posibilidad de que, a su nieto, Eric, se le diera un lugar en la sucesión. Gustav, con varias condiciones propias de su reunión privada, había aceptado.

Eric Uppsala había sido distinguido con los nombres de ambas familias, convirtiéndose en Eric Estridsen Uppsala. Fue una medida temporal hasta que el rey extranjero tuviera un hijo con su nueva concubina. Todos lo habían visto así, pero la situación había continuado hasta hoy.

“Si bien el rey goza de buena salud y cumple bien con sus deberes, es poco probable que tenga otro niño cuando tiene más de sesenta años. Incluso si tuvieran la suerte de tener uno, no habría garantía de que el rey sobreviviría hasta que el niño pudiera sucederlo. Así que Eric es oficialmente el segundo en la fila, pero el primero en la práctica”.

La actual primera en la fila era la primera princesa presuntamente muerta. Las mujeres normalmente ocuparían un lugar inferior en la sucesión que los hombres, y el hecho de que el rey dejara a su hija probablemente fallecida en primer lugar en la fila sugería un conflicto tanto dentro de él como de su país a la hora de entregar el derecho de sucesión a un príncipe extranjero.

“Siempre supimos que era una posibilidad, pero es sorprendente que Eric se convierta en su rey y no en el nuestro. La familia Estridsen todavía debería tener gente”.

El comentario infeliz de Freya fue correcto. La propia familia real no había sido aniquilada. La línea directa había sido cortada, pero aún quedaban líneas colaterales. Sin embargo, esas líneas eran el problema.

“Eso no sucederá. Pasar el trono a una línea filial lo obligaría a pasar a la línea de su hermano. Dejando a un lado al hombre mismo, la mayoría de sus descendientes siguen a la Iglesia”.

Ofus era un país que consistía en una gran isla justo entre una península de los países del norte y el continente. Su ubicación convirtió a la Iglesia en más cercana y era el más influenciado por ella dentro de los estados del norte. Más de veinte por ciento de la población seguía las enseñanzas de la Iglesia, por lo que era inevitable tener en cuenta su existencia en sus políticas.

Como parte de eso, el hermano del rey se había casado con una mujer dentro de la esfera de influencia de la Iglesia, pero el problema era su esposa. Por supuesto, llamar a la mujer un problema era injusto.

Resultó que ella era más devota de lo que pensaban, y eso había influido en sus hijos.

El rey y su hermano tenían casi la misma edad. Pasar el trono a su línea no sería pasarlo a su hermano, sino a los hijos de su hermano. En otras palabras, sería la ascensión de un rey bautizado a los estados del norte. Eso era algo que el rey de Ofus, y de hecho todas las demás naciones, quería evitar a toda costa. Tanto es así que estaba dispuesto a tomar al príncipe de otro país como su próximo rey, y Uppsala estaba dispuesto a permitir que su primer príncipe fuera el rey de otro país.

Había una mirada seria, aunque bastante animada, en el rostro de Freya mientras escuchaba a su hermano detallar la situación.

“Comprendo. Entonces él realmente será el rey de Ofus …”, reflexionó antes de interrumpirse al considerar presente la reunión anterior con Eric. “Espera, ¿No insinuaste que el comunicado acaba de llegar? ¿Eso no significa que cuando se presentó como nuestro primer príncipe ya estaba decidido?”.

“Aún es un secreto y ni Carl ni yo somos el príncipe heredero todavía. Por eso nuestros asientos y presentaciones fueron los mismos de siempre”.

La respuesta fue lógica, pero considerando el conocimiento que Freya tenía del estado de Capua, parecía claramente diseñado para engañar a Zenjirou.

“Mi padre declaró explícitamente que Eric sería rey algún día”.

“Es cierto. Él será el rey de Ofus”.

“Es ciertamente incuestionable, sí, pero ¿No es también claramente engañoso?”.

“Bueno, no soy padre, así que no podría decirlo con seguridad”.

Freya ignoró a su hermano haciéndose el tonto y consideró la situación. ¿Por qué había dejado a propósito a Zenjirou con la impresión de que Eric sería el próximo rey de Uppsala? La respuesta más obvia sería garantizar aún más su seguridad. Ciertamente eso había sido parte de ello, pero parecía poco probable que fuera toda la explicación.

“¿Estaba… usando a Eric como rompevientos?”.

La sonrisa silenciosa de Yngvi fue un acuerdo en lo que a ella respectaba. Ahora que lo pensaba, su padre fue quien comenzó a explorar el comercio intercontinental. Había hecho arreglos para Naglfar y la Hoja de Glasir, además de asegurarse de que tuvieran capitanes capaces de navegarlos. También había ampliado Logfort hasta convertirlo en un puerto capaz de albergar varios de esos barcos, tanto de carga como de guerra. Por supuesto, no todo fue con miras al comercio intercontinental, pero ese era sin duda el objetivo principal.

Teniendo en cuenta todo el esfuerzo que había realizado, le gustaría que el comercio con Capua tuviera éxito pase lo que pase.

Para bien o para mal, Gustav gobernó como debería hacerlo un rey. Por muy malo que hubiera sido para su reputación, si tuviera que ser Freya quien se convirtiera en concubina para asegurar el comercio con Capua, pagaría ese precio.

Por el contrario, Eric era (nuevamente, para bien o para mal) una persona profundamente emocional que valoraba la reputación y el honor por encima de todo. Gustav fácilmente habría podido predecir que su hijo estaría en contra del acuerdo. Sin embargo, todavía lo tenía presente. Habría podido mantenerlo ausente diciendo que sería el rey de Ofus. Sin embargo, pensando en retrospectiva, no había restringido el comportamiento de Eric en lo absoluto, tanto como era posible, dejándolo hacer lo que deseaba.

Una visión simple de eso sería que permitirle hacerlo y ganarse la ira de Zenjirou no era más que algo negativo. Sin embargo, simplemente impedir que Eric hablara no habría influido en las cosas. Era obvio que la renuencia a entregar a la primera princesa a un consorte no se limitaba a Eric. Muchas otras figuras destacadas del palacio tenían la misma opinión. Por lo tanto, se le había permitido actuar como su representante y expresar esos pensamientos. Sus subordinados eran una cosa, pero un príncipe (y uno que suponían que sería el próximo rey) que tuviera esas opiniones no sería fácilmente eliminado de las negociaciones.

Normalmente, chocar de esa manera podría dejar rencor, pero eso no era una preocupación para Eric. Después de todo, él no sería parte de Uppsala en el futuro; él simplemente sería el rey de su país vecino.

Hacer que Eric se opusiera al matrimonio permitiría que la oposición se desahogara, y una mala relación entre él y la familia real de Capua daría como resultado que los problemas reales pasaran a Ofus.

“Padre…”, suspiró, mirando hacia el techo. “¿Y deberías decirme eso ahora?”. Luego le preguntó a Yngvi.

¿Cuál era su plan si esa información llegara a Zenjirou a través de ella? Pero el príncipe se limitó a reírse de la pregunta y dio una respuesta ridícula.

“Bueno, él no lo dijo explícitamente, pero estoy bastante seguro de que quería que lo mantuviera en secreto para todos”.

“Yngvi, ¿Qué?”.

“Pero estoy proporcionando cobertura. A Su Majestad no le gustan mucho este tipo de planes, ¿Verdad?”.

“No lo discutiría, pero eso no significa que él no los entienda”, dijo ella, casi defendiéndolo.

La sonrisa de Yngvi se hizo más profunda. “Es exactamente por eso. Puede que lo entienda, pero le resultará desagradable. No es una decisión limpia, sino algo que se le impuso. Ese malestar se irá acumulando y eventualmente podría superarlo. Aunque es una persona de buen carácter. Explicar nuestras circunstancias lo mejor posible y admitir que le causará problemas y pedirle su cooperación mientras enfatizamos que trabajaremos para su beneficio también sería más efectivo para él”.

“Yngvi…”, murmuró Freya, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda por lo bien que entendía a Zenjirou sin siquiera hablar con él.

Cuando era niño, había afirmado inocentemente que nunca su primera impresión de una persona había resultado errónea. Fue bastante tardío, pero Freya se estaba dando cuenta de lo útil que era esa habilidad.