Monogatari (NL)

Volumen 15

Capítulo 3: Perdida Sodachi

Parte 3

Después de dos años de ausencia a raíz de la reunión de la clase 3 de primer año, celebrada el 15 de julio, la ex representante de clase, Oikura Sodachi, había regresado por fin, ya fuera porque era el momento adecuado o a pesar de todo, a la escuela, sólo para dejar de venir al día siguiente. No vino al día siguiente, ni al siguiente, es decir, volvió a ausentarse de la escuela. No, ni siquiera había asistido a las clases ese primer día, por lo que los registros sólo mostrarían una racha ininterrumpida de ausencias. Si fuiste testigo del incidente ocurrido aquella fatídica mañana, su reanudación de ausencias fue el resultado de su comportamiento delirante, lo que no impide en absoluto poner en duda la opinión de que fue culpa mía, pero, por desgracia, también hubo testigos de la violencia ejercida por el puño de Senjougahara. La rapidez con la que se desplomó en el acto consiguió mantenerla fuera de peligro, pero sólo fue una medida provisional, aunque, por supuesto, Oikura había sido la primera en golpear.

Tal y como esperaba, nadie estaba seguro de que me hubiera apuñalado el dorso de la mano con un bolígrafo. Pero si una chica que reanudaba su ausencia después de haber regresado finalmente a la escuela se relacionaba con una gran pelea, seguramente se convertiría en un problema.

Aunque estudiantes de espíritu libre e incontrolable como Kanbaru ocultan el hecho, la Secundaria Naoetsu es en general una escuela secundaria centrada en prepararte para acceder a una universidad, lo

que significa que es excepcionalmente estricta en lo que respecta a los escándalos.

En otras palabras, el hecho de que Oikura Sodachi volviera a marcharse de la escuela también ponía en peligro la posición de Senjougahara Hitagi en cierta medida, ya que la situación ahora la involucraba a ella, aunque, por supuesto, estamos hablando de una chica inteligente.

Muy consciente del inquietante ambiente que se respiraba en la escuela, tampoco había vuelto desde aquel día. Senjougahara se tomó una licencia (¿?) en sintonía con Oikura. La razón declarada fue probablemente una anemia, o tal vez una pequeña fractura (por golpear a Oikura con su puño), pero en lo que respecta a personas como Hanekawa y yo, con nuestro profundo conocimiento de Senjougahara, estaba fingiendo al cien por cien.

Ella había vivido pensando sólo en su propia autoprotección, aunque la vieja Senjougahara nunca se enfrentaría a Oikura y precipitaría tal conmoción, ni siquiera por accidente.

Sea como fuere, parecía una de esas situaciones en las que ningún implicado en una pelea es realmente inocente. Senjougahara consiguió dificultar los comentarios de las partes externas, por lo que la felicito, pero también se podría decir que es cosechar lo que se siembra.

De todos modos, Oikura había dejado de venir a la escuela, y también Senjougahara. Al segundo día, la representante de la clase, Hanekawa Tsubasa, decidió actuar.

“A este ritmo Senjougahara-san podría perder su recomendación.” Me advirtió.

“Espera… ¿Por qué? Te refieres a su recomendación de la universidad, ¿verdad? ¿Debido a un escándalo violento?”

“No, no es por eso. Ella se las arregló para hacer que ambas partes parezcan culpables, pero simplemente como una cuestión de asistencia. Puede que no sea tan mala como tú, pero se está tomando muchos días libres.”

“Oh, supongo que sí…”

Ahora que lo pienso, su tasa de asistencia durante su primer y segundo año no podía ser peor. Por supuesto, fue debido a su supuesta enfermedad, así que mientras que había vuelto a vivir como una estudiante de secundaria normal desde mayo…

“Estuvo enferma de gripe o algo así en agosto, cuando tú no estabas. Estoy segura de que no tendría ningún problema para entrar por la vía de los exámenes incluso si su recomendación fuera anulada, pero una recomendación cancelada es un asunto bastante importante que podría tener repercusiones para nuestros kouhais—tenemos que resolver este problema.”

Nosotros.

Eso me incluye a mí. Por supuesto.

“Bien, ¿pero cómo? ¿Vamos a casa de Senjougahara, le decimos que tiene que dejar de fingir que está enferma y la sacamos de la cama?”

No es que estuviera encerrada, ya que era una enfermedad fingida. A juzgar por las mentiras poco perfectas que siempre contaba, podría estar de compras.

Realmente me preocupó en muchos aspectos.

“No es sólo Senjougahara-san, también debemos preocuparnos por Oikura-san.”

“¿Oikura?”

“Sí. También de Oikura-san… ¿no estás preocupada por ella?”

“…”

Oír una afirmación tan cierta hacía difícil contradecirla… pero para ser honesto, no sabía si preocupación resumía todo lo que sentía por Oikura.

No es que no me afectara saber que había vuelto a ser una “encerrada”, pero no sabía cómo acercarme a ella cuando pensaba en la relación entre nosotros que había descubierto el otro día.

Sentí que era demasiado tarde para agradecerle o disculparme con ella… bueno, eso no era más que una excusa conveniente. Si soy sincero, me pareció incómodo y vergonzoso, y esa era la verdadera razón por la que no quería tener que enfrentarme a ella.

A menudo se oye decir que hay que vivir la vida mirando al futuro, no al pasado.

No se puede cambiar el pasado, pero sí el futuro. Ese tipo de cosas.

Absolutamente, sí, es exactamente como se dice, pero enfrentarse al futuro para alejarse del pasado no se sentía como mirar hacia adelante, se sentía como mirar hacia atrás.

Una forma negativa de ser previsor.

Debemos vivir mirando tanto al futuro como al pasado, y yo era el hombre más alejado de eso.

Tanto si me enfrentaba al pasado como al futuro, mis ojos estaban cerrados mientras intentaba mantener el statu quo.

Ese era mi trato hacía las cosas.

“Sí, supongo que estoy preocupado.” Terminé diciendo. Las palabras debieron sonar reticentes.

O mejor dicho, objetables y ofensivas.

“Pero es como te dije ayer—estoy en un punto en el que incluso pienso que sería mejor que no la molestara en este momento. Me preocupa que haya dejado de volver a venir en la escuela, pero tengo que admitir que una parte de mí se siente aliviada.”

“Decir esa clase de cosas sin tapujos está bien, ya sabes.” Aprobó Hanekawa con una alegría forzada.

Como las dos partes implicadas en el incidente no venían a la escuela, algunas de las consecuencias estaban empezando a llegar a la representante de la clase, lo que la hacía parecer agotada, pero ahí estaba, tan valiente como siempre.

“Está bien decirlo. Nadie va a escuchar eso y pensar que estás tratando de pasar por alto la situación, y no es que mantener las apariencias sea lo único que importa.”

“Me alegro de que pienses así.”

No le estaba dando las gracias, sino que estaba siendo sincero con ella—Hanekawa Tsubasa siempre estaba ahí para reparar mi corazón cuando se acercaba a su punto de ruptura. De hecho, así ha sido desde las vacaciones de primavera.

Todo este tiempo.

“Hanekawa, si tienes alguna idea, te ayudaré, por supuesto. Sea lo que sea lo que has planeado, ha salido de tu cerebro. ¿Básicamente estás conspirando para que se reconcilien?”

“Mmh. Mmmm hacer las paces podría ser un poco demasiado pedir. Especialmente de la nada… Tuvieron una pelea a puñetazos. A la antigua Senjougahara-san le habría parecido bien, pero no sé si a la de ahora.”

“Sí… a la de ahora no.” Acepté.

De hecho, empecé a sentirme avergonzado por haber hecho una pregunta estúpida—en realidad era un caso en el que la Senjougahara-

san reformada actuaba como algo negativo. Tal vez no lo esperes, pero el número de casos fue mucho mayor que uno.

Fue en momentos como éste cuando sentí que la antigua Senjougahara Hitagi, tensa y que sólo pensaba en su propia autoprotección, había desaparecido realmente. Podría decirse que me había dejado a mí la tarea de idear un plan y limpiar su desorden, pero también se alejaba de la escuela porque allí ocurría algo que la molestaba.

No fue por terquedad ni por estrategia. Realmente, estaba siendo una chica normal. Una chica de secundaria.

Pero al definirla de ese modo, se debería ver a Oikura bajo la misma luz.

De lo contrario, no sería justo.

Dada nuestra historia, no podía evitar ser parcial y prejuicioso y ver las acciones de Oikura como algo excepcional y fuera de lo común. No podía evitar encontrar algún tipo de significado más profundo en lo que hacía, pero también necesitaba alejarme de nuestra conexión—por muy imposible que fuera de olvidar—y verla como una compañera de clase.

Lo que significaba que no podía descuidarla.

“Entonces, Araragi-kun. Mi plan para hoy es ir a visitar sus casas después de la escuela, tanto la de Senjougahara-san como la de Oikura- san.”

“¿Hm?” Respondí, sorprendido.

Parecía una suposición natural de hacia dónde iría la conversación a continuación, o un giro natural incluso si no lo adivinaba. Me sorprendió más de lo necesario.

No debería haber estado soltando esa clase de ruidos interrogantes a estas horas del día.

“Si es la dirección de Oikura-san lo que te estás preguntando, la conseguí de nuestro profesor de aula, pero aquí es donde llegamos a lo que quería discutir.” Dijo Hanekawa, dando a entender que la visita del representante y el vice representante de la clase a ambas casas casa para resolver esta situación era un procedimiento predeterminado y un camino abierto a ninguna discusión. “Tenemos tan poco tiempo que he pensado que podríamos dividir el trabajo—¿a quién prefieren visitar?

¿A Senjougahara-san o a Oikura-san?”

“…”

“Lo dejaré en tus manos.”

La pregunta era como una especie de juego psicológico.

Pero no era ningún juego y no implicaba la lógica, sólo mi psique.