Monogatari (NL)

Volumen 15

Capítulo 2: Acertijo Sodachi

Parte 16

El epílogo, o quizás, el remate de esta historia.

Al día siguiente, mis hermanas pequeñas Karen y Tsukihi me despertaron de la cama como de costumbre antes de dirigirme a la escuela con pasos pesados. Ahora la verdad estaba clara. La realidad de la situación había quedado al descubierto. Mis recuerdos olvidados habían sido desenterrados y había aprendido lo que significaban, pero lo que tenía que hacer seguía siendo lo mismo—mejorar mi relación con Oikura Sodachi.

Nuestra disputa de dos años antes.

Nuestra conexión perdida hace cinco años.

Era demasiado tarde para retractarme de ambas fechorías y errores, no podía hacer nada para remediarlo, que era exactamente por lo que ahora no podía fallar. Por lo menos, tenía que tener cuidado para asegurarme de que no hubiera otra conmoción como la de ayer.

Al pasar por las puertas de la Secundaria Naoetsu mientras pensaba esto, vi a Hanekawa Tsubasa caminando con pasos aún más pesados, como si ella sola cargara con todos los problemas de este mundo.

Normalmente caminaba con una postura excelente, así que verla encorvada… Bueno, ella era la segunda en preocuparse por la hostilidad entre Senjougahara y Oikura. Teníamos que trabajar juntos como representante y vice representante de la clase para hacer frente a la situación, pensé, y la llamé por detrás.

Entonces le hablé abiertamente de lo que había aprendido en los últimos días sobre mi relación con Oikura, confesando toda mi tontería, que no me sentó nada bien, pero ahora no podía mantenerlo en secreto ante Hanekawa. No cuando nos encontramos en este lugar.

Parecía prudente esperar y ver un poco más antes de contarle a Senjougahara sobre esto…

En cualquier caso, me preparé para la reacción despiadada que merecía, pero para mi sorpresa Hanekawa dijo:

“¿Oshino Ougi?”

Ella había reaccionado al nombre de Ougi-chan. “¿La sobrina de Oshino-san?”

“Um… sí. Descubrí muchas cosas gracias a ella. Supongo que se puede decir que es algo que corre en la familia Oshino, ella era toda una detective. Dudo que hubiera podido resolver el misterio de ayer o el de anteayer sin ella.”

“…”

Hanekawa pareció reflexionar en silencio. Más severamente de lo que cabría esperar. “¿Estás seguro de que es su sobrina?”

“¿Eh? Sí. Estoy seguro, Kanbaru nos presentó.” Dije, dándome cuenta de que la presentación de Kanbaru no garantizaba en absoluto que su identidad fuera auténtica. Había algo en ella que me parecía

insondable, pero ahora me daba cuenta de que no había comprendido nada de ella.

No sé nada.

Tú eres el único que lo sabe.

Pero parecía que tampoco sabía nada.

¿Qué más sabía?

“Araragi-kun. Me duele tener que decir algo que sólo seguiría hurgando en esta herida…”

Hanekawa se enfrentó a mí. Era muy propio de ella no reconfortarme a medias, pero incluso ella parecía resentirse ante la idea de tener que regañarme.

No te preocupes por mí, le insté, dilo.

En todo caso, no quería más motivos de arrepentimiento después de haber llegado tan lejos. Si Hanekawa se daba cuenta de algo desde su punto de vista, quería que fuese y lo dijera.

Entramos en el edificio de la escuela y empezamos a subir las escaleras hacia nuestra clase mientras continuamos nuestra conversación codo con codo.

“No sería extraño que se enterara, de alguna manera, de que te habías topado con un muro con las matemáticas durante tu primer año, los finales del primer trimestre en la escuela media. Y me la imagino poniendo el problema de Monty Hall en tu casillero de zapatos y

jugando con eso. Pero, ¿cómo se enteró Oikura-san del hecho más importante de su plan, que tus padres son policías?”

“Huh…”

“¿No hacías lo posible por ocultarlo?” Sí.

Ni siquiera Hanekawa sabía lo que hacían mis padres hasta que mis hermanas pequeñas se lo contaron el otro día. Tenía la costumbre de no decírselo a nadie, ni siquiera cuando me lo pedían, para evitar problemas extraños o innecesarios… ¿por qué?

¿Por qué lo sabía Oikura?

¿Cómo?

“Bueno, puede que se haya enterado de una forma u otra.” Dijo Hanekawa, matizando su pregunta. “Pero ¿no podría haber todavía algo? No sé qué, pero algo. Algún tipo de recuerdo que los implique a ti y a Oikura-san y que tengas que ir más atrás para recordarlo. Una puerta que tienes que abrir.”

En lo que respecta a los recuerdos y las familias, Hanekawa Tsubasa tenía más que decir que la persona media. Las palabras tenían mucho peso cuando venían de esta chica con alas desparejadas.

Un recuerdo que necesitaba ir más atrás para recordar. Una puerta que necesitaba abrir.

Si existiera, sería de una época anterior a que yo fuera un estudiante de escuela media, más o menos cuando Oikura y yo estábamos en la escuela primaria… ¿Qué podría haber pasado entonces?

¿Realmente podría haber algo que todavía estaba olvidando, además de todo eso?

Si lo hubiera.

¿Qué tan tonto era Araragi Koyomi?

¿No hay fin a mi estupidez?

—¿Cómo podría olvidarte?

Oikura me dijo eso. Lo que significa que ella debe recordarlo. Sobre este tonto, de hace dos años, de hace cinco años, e incluso antes.

Llegué al frente del salón de clases; si Oikura Sodachi estaba o no del otro lado era una prueba imposible.