Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Youko no era invencible en este mundo. Como sus poderes provenían del juego, también estaban limitados por él.

Uno de esos límites era el sistema de guardias. Los que patrullaban las ciudades siempre se daban cuenta si cometía algún acto ilegal en público, y aparecían de la nada para detenerla. No eran invencibles, y Youko podía incluso derrotarlos en combate, pero cada vez que lo hacía, se hacían más fuertes. A medida que cometía más crímenes, los guardias seguían aumentando su poder hasta que ella ya no podía vencerlos.

Ser capturada no era el fin del juego, pero estaría atrapada en la prisión durante un tiempo, donde sus estadísticas bajarían continuamente. Por ello, Youko optó por actuar como una aventurera normal y corriente mientras estaba en las ciudades. Las restricciones impuestas a los criminales eran una amenaza demasiado grande para su vida diaria. Sin embargo, mientras no hiciera nada que la tachara de criminal, podía hacer lo que quisiera.

Por ejemplo, podía crear una habitación cerrada. Mientras estuviera en un lugar al que los guardias no acudieran normalmente, no habría ningún problema. Si se apoderara de una mansión y sellara todas las salidas y entradas, los guardias no tendrían forma de saber qué crímenes se estaban cometiendo dentro. Por otra parte, dado que los guardias sólo existían en las grandes ciudades, siempre podía ir a los asentamientos rurales. Algunos guardias patrullaban las carreteras, pero no eran demasiados, así que podía evitarlos si tenía cuidado.

Además, no había guardias en los barcos. Tenían soldados cuyo trabajo consistía en proteger el barco de las amenazas externas, pero el juego no los consideraba guardias. Los “guardias” estaban afiliados al Estado, por lo que los barcos de pasajeros privados estaban fuera de su jurisdicción.

Teniendo esto en cuenta, supuso que forzar la cerradura de un camarote de primera clase o atacar a un héroe no se consideraría un acto criminal. Por supuesto, tendría que tener cuidado al enfrentarse a un héroe, pero al bajar el nivel de dificultad, supuso que podría arreglárselas.

Al principio, las cosas fueron bien. Incluso pudo derrotar al héroe en la batalla si ponía la dificultad en Muy Fácil. Pero, por alguna razón, su oponente había cambiado. De repente había empezado a utilizar ataques completamente diferentes a los de antes, cogiendo a Youko por sorpresa. Se sintió un poco preocupada después de que él borrara tan fácilmente al PNJ que había traído con ella, y luego invocara un enorme enjambre de insectos. Ese era uno de los puntos débiles de Youko. El Sistema de Apoyo Táctico podía rastrear a varios enemigos, pero se congelaba si había demasiados a la vez.

Así que ella había huido inmediatamente. Dependía completamente del SAT para el combate, por lo que habría estado totalmente indefensa ante el enjambre. Era posible luchar sin el apoyo del sistema, pero eso requería una mentalidad totalmente diferente.

Justo después de escapar, activó su habilidad de sigilo y se alejó todo lo posible antes de esconderse en una habitación al azar. La habilidad de sigilo podía usarse y subir de nivel de diversas maneras, por lo que su nivel actual era extremadamente alto. Encontrarla cuando se esforzaba por esconderse sería casi imposible.

“Qué molestia. Quizá debería haberle dejado en paz”.

Youko no era una adicta a la batalla. Disfrutaba ganando en el combate, pero sólo cuando podía abrumar a un oponente con el mínimo esfuerzo. No le gustaba el proceso de desarrollar una estrategia compleja para derrotar a un enemigo poderoso y ganar sólo por los pelos.

“¿Tal vez debería encerrarlo en algún lugar? Aunque probablemente tenga algún tipo de habilidad de deformación”.

Atrapar a los NPC en lugares era algo que le gustaba mucho y que hacía a menudo. Los llevaba a una habitación cerrada, la hacía indestructible y luego ponía un objeto indestructible en el camino de la salida. Los NPC hacían todo lo posible por escapar, pero al final caían en la desesperación y perdían la cabeza. Ése había sido su plan de reserva si le resultaba demasiado difícil derrotar al héroe: encerrarlo en algún lugar para que no pudiera enfrentarse a los piratas.

Pero ahora no estaba segura de que ese plan funcionara contra él. Le inquietaba la perspectiva de intentarlo contra alguien que podía moverse por el subespacio.

“Mi objetivo principal era llegar a Ent y quemar la aldea de los elfos, así que podría ignorar todo esto de todos modos. No tengo que derrotarlo; tal vez sólo lo moleste un poco”.

La idea de huir y esconderse la irritaba. Quería hacer algo que le diera un buen contenido. Comenzó a pasearse por la habitación, tratando de pensar en lo que exactamente debería ser ese contenido.

Pero había algo que no encajaba. Al principio no estaba segura de lo que era, pero pronto encontró la respuesta en el espejo. En él vio a una mujer delgada que la miraba con ojos muy abiertos.

“¿Eh?” Youko se congeló al ver esa imagen tan familiar. No era el avatar Yousuke Hiiragi, sino la imagen de la propia Youko. “¿Qué está pasando?”

“Ah, esperaba una revelación más dramática”.

Mientras miraba atónita, oyó una voz detrás de ella. Al girarse, vio a dos chicas que parecían gemelas. A diferencia de su aspecto sórdido, eran genuinamente lindas.

“¡Soy Malna!”

“¡Yo soy Rilna!”

“Las dos juntas son… ¡Malnarilna! ¡Yay!” Aplaudieron al unísono.

“¿Quiénes sois…?”

“¡Somos Dios!”

“¡Hemos venido a estropearte algo!”

“¡Queríamos venir a sorprenderte antes de que lo descubrieras tú mismo!”

“La verdad es que este juego-”

“¡no es un juego en absoluto!”

“¡Es otro mundo!”

“¡Realmente moriste en tu mundo natal!”

“¿Qué?”

Los dos hablaban en rápida sucesión, lo que le dificultaba seguir el ritmo. Al principio no entendió lo que decían.

“Hubo un experimento para intentar imitar todos los sentidos humanos, así que te clavaron una aguja en la cabeza y te inyectaron electricidad”.

“¡Y entonces bam! ¡Tu cerebro se frió!”

“Pero pensamos, ¿no sería divertido que pensaras que era un juego?”

“Así que hicimos que pareciera que lo era.”

“Hicimos un cuerpo para ti aquí y metimos tu alma en él.”

“¡Entonces te dimos poderes que hacían parecer que estabas en un videojuego!”

Decidiendo atacar a estos dos extraños, Youko hizo el gesto habitual de abrir la ventana del sistema. Pero no ocurrió nada.

“Ahora mismo, alguien está usando un poder para anular todas las demás habilidades”.

“Sus poderes son todos parte del sistema Canción de Batalla”.

“Así que si alguien utiliza un poder muy fuerte para anularlo, ¡no hay nada que puedas hacer!”

No importaba cuántas veces lo intentara, la ventana no se abría. El Sistema de Apoyo Táctico no se activaba, y ella no podía usar ninguna magia. No podía cambiar la configuración del juego ni siquiera mirar sus estadísticas.

Pero Youko seguía sin poder creer lo que decían las chicas. No podía estar en otro mundo, donde los monstruos vivían y la magia era real. Era mucho más creíble que todo esto fuera sólo parte del juego. Incluso ahora, era más natural pensar que había algún tipo de problema con el sistema que le impedía ejecutar los comandos. Estos dos debían ser desarrolladores que habían venido a explicar el problema. Su explicación original había sido una broma, pero seguramente le dirían lo que estaba pasando en cualquier momento.

“Vamos, usa el sentido común”, dijo una de las chicas. “¿De verdad crees que alguien podría hacer un juego tan realista?”.

“¡Pero… me dijeron que era una tecnología que aún no se había hecho pública! Que era una tecnología militar súper avanzada y secreta”.

“Espera, ¿realmente creíste eso? ¿No sospechabas nada?”

Youko recordaba haber sentido una vaga sensación de sospecha en un momento dado, pero después de iniciar el juego y ver la ventana del sistema, había dejado de preocuparse.

“Sería mucho más difícil hacer un mundo entero en Realidad Virtual—”

“—que añadir Realidad Aumentada a otro mundo”

“Bueno, la mayoría de los poderes de este mundo provienen de Canción de batalla”.

“Ya es como un juego”.

“¡Es bastante fácil de malinterpretar!”

“P-Pero, ¿por qué los dioses de otro mundo sabrían de algo como los videojuegos? Eso es raro, ¿no? Deben estar trabajando para los desarrolladores!”

“No sabemos tanto sobre ellos”.

“Sólo nos asomamos a otros mundos para ver qué tipo de cultura y entretenimiento tienen”.

“Sin embargo, no hay forma de que haya muerto, ¡¿verdad?! Estoy viva ahora mismo!”

“Bueno, quiero decir…”

“Somos Dios.”

Una luz repentina apareció por detrás de las gemelas, obligando a Youko a arrodillarse. Había sido golpeada por un miedo primario, una emoción que provenía de ver algo realmente enorme, arraigado en sus instintos más básicos. Algo que no dejaría que Youko se mantuviera en pie. Y con ello, quisiera o no, se vio obligada a aceptar que este mundo no era un juego. No pudo evitar reconocer que traerla de vuelta de entre los muertos y llevarla a este mundo sería posible para estos dos.

“Entonces, sobre toda la gente que mataste hasta ahora…”

“Ninguno de ellos era NPC”.

“Todos nacieron y crecieron en este mundo”.

“Sintieron dolor, y tuvieron hambre”.

“Amaron, se casaron y tuvieron hijos”.

“Eran gente normal, viviendo vidas normales”.

A pesar de escuchar eso, Youko no se sintió culpable de inmediato. El filtro de violencia había hecho que todas esas muertes fueran lo más caricaturescas posible. Incluso después de que le dijeran que estaba muriendo gente real, no parecía cierto.

“Entonces… ¿qué se supone que debo hacer?”

“¿Eh?”

“¿Qué?”

Como si estuviera rezando, Youko trató de sujetar a estas gemelas que se habían llamado a sí mismos Dios, pero todo lo que le dieron fueron miradas confusas.

“Realmente no nos importa”.

“Sólo queríamos ver cómo reaccionabas cuando te lo estropeáramos”.

“Se suponía que iba a ser un shock, pero qué respuesta más rara”.

“¿Por qué has hecho esto? ¡¿Esto es lo que llamas diversión?!”

“Sí.”

“Por supuesto que es divertido”.

“Tal y como pensabas que era”.

“Disfrutaste siendo muy poderosa y jugando con las vidas de todos esos NPCs, ¿verdad?”

“Te divertías jugando con todos sus destinos, ¿verdad?”

“Nosotros disfrutamos haciendo lo mismo”.

“Realmente, ser un dios es algo aburrido”.

“Realmente te hace querer entrometerte en las cosas”.

“De todos modos, ¡es hora de que nos vayamos!”

“¡Sí, esta situación sólo será temporal!”

“Si el que está neutralizando tu poder se detiene…”

“O si te alejas lo suficiente, ¡podrás volver a disfrutar de esto como un juego!”

“¡Nos vemos!”

Con eso, Malna y Rilna desaparecieron. Youko se quedó de rodillas en estado de shock. No tenía ni idea de cómo lidiar con la información que acababan de arrojar sobre ella.

Pero mientras estaba allí sentada, boquiabierta, algo cambió. Su cuerpo volvió a transformarse en una forma masculina delgada pero musculosa. Como si todo lo anterior hubiera sido una ilusión, sintió que el poder volvía a recorrer su cuerpo. Con un pequeño gesto, la ventana del sistema apareció en su visión. Sus poderes habían vuelto.

“¡Maldita sea! ¿Qué demonios ha sido eso?”

El hecho de haber recuperado su poder no significaba que pudiera relajarse. Alguien tenía la capacidad de anular sus habilidades y estaba en esta nave. ¿Se habían ido a otra parte o simplemente habían apagado su propio poder? No podía sentirse segura hasta saber la respuesta.

“Primero, supongo que debo llamar a mis aliados”.

Usando el sistema, llamó a las tres criadas que habían estado esperando en su habitación. Aparecieron al instante. Podía llamarlas a su lado sin importar dónde estuvieran.

“Sabéis luchar, ¿verdad?”

“Pues sí, somos Doncellas de Batalla”, respondió una de ellas.

Si sus poderes estaban anulados, al menos sus habilidades de combate en bruto serían útiles. Youko las había contratado formalmente, así que aunque sus habilidades estuvieran bloqueadas, deberían estar dispuestas a luchar por ella.

Pero no sé si mantendrán su contrato si ven mi forma original.

“Bien, registren el interior de la nave y eliminen al usuario de ese poder”. El héroe era ahora una preocupación secundaria.

“¿Quién sería?”

“No lo sé. Mata a cualquiera que parezca ser responsable. Mi forma podría cambiar debido a su poder, pero no te preocupes por ello. Si los matas, volveré a la normalidad”.

“Entendido.”

Youko salió de la habitación con las tres criadas a cuestas. Las cosas fuera parecían bastante ruidosas. Un hombre regordete pasó corriendo con miedo. Youko activó el Sistema de Apoyo Táctico y utilizó el hechizo Aguja de Hielo. El hombre se desvaneció en un destello de luz, su costosa ropa fue lo único que quedó atrás.

Por alguna razón, la forma en que el hombre había corrido la había molestado. No sintió ningún remordimiento ni culpa por su muerte. En su mente, este mundo era un juego. Su mente no sería capaz de manejarlo si pensara lo contrario.

“Así es como se suponía que debía ser desde el principio. Matar a todos los que encontremos”. Youko pensó que si mataban a todos los que estaban a bordo, el usuario del poder problemático acabaría desapareciendo.

“¡Entendido!”, respondieron sus criadas, llenas de energía. “¡Ah, ahora hay alguien!”

Un chico apareció desde la esquina. Las leales criadas de Youko se lanzaron a cumplir las órdenes de su amo antes de caer repentinamente al suelo y quedarse quietas.

“Eh, ¿qué estáis haciendo?” No entendía cómo habían tropezado y caído en un lugar sin obstáculos.

“Oh, eres tú. Me imaginaba que acabarías haciendo algo así”, comentó el chico.

Youko recordaba haber hablado con él brevemente antes de subir a la nave, pero una conexión tan fugaz no era suficiente para que ella considerara perdonarle la vida. Ya había decidido matar a todos los que estaban allí, así que lo despacharía de inmediato.

Activó el Sistema de Apoyo Táctico.