Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Volumen 6

Capitulo 1: Mokomoko, Hace Tiempo Que Lo Pienso, Pero Has Comenzado A Sonar Como Un Auténtico Señor Demonio

Tomochika y Yogiri continuaron su viaje en el carruaje. Su primer objetivo era llegar a un puerto del Reino de Brea. Limitaba con el Reino de Lindy, donde se encontraba la Ciudad del Dios de la Guerra, así que siguiendo la carretera, podrían llegar a ella en pocos días.

Las cosas habían ido bien, y justo cuando Tomochika empezaba a pensar que estaban a salvo, el carruaje se detuvo de repente. Inmediatamente temió que hubiera ocurrido algo. Acababan de terminar su descanso para comer y no habían hecho planes para detenerse de nuevo durante un tiempo.

Bueno, esto es un problema, dijo Mokomoko, flotando a través de la pared. Había estado manejando el robot tipo Enju en el exterior.

“¿Qué pasa?”

Echa un vistazo.

Tal y como se le indicó, Tomochika sacó la cabeza por la ventana y miró a su alrededor. Había picos gigantes frente a ellos: grandes pilares de piedra con puntas afiladas, que sobresalían del centro de la carretera. Parecía que habían caído del cielo y que el impacto de su aterrizaje había provocado daños importantes en la carretera en la que se encontraban.

“Oh, eso es un problema. ¿No podemos rodearlos?”

El carro sólo está diseñado para operar en carreteras pavimentadas.

Un número de los picos se extendió a través de la zona. Incluso si fueran capaces de rodear el primero de alguna manera, había muchos más bloqueando el camino.

“Ese camión blindado que teníamos antes era tan conveniente”, suspiró Yogiri, aunque ya hacía tiempo que había desaparecido. “Me da cierta pena haberlo perdido”.

La región por la que viajaban en ese momento era una meseta, por lo que el terreno junto al camino era bastante rocoso. El camión blindado habría podido pasar por encima sin problemas, pero el carruaje no era tan capaz.

“¿Y si matas los picos?” Tomochika sugirió.

“Ya no estarían en nuestro camino, pero la carretera seguiría destruida. No puedo arreglar eso”.

Además, parece que no somos los únicos con problemas aquí, observó Mokomoko.

A poca distancia, varios individuos armados se arremolinaban confundidos. Con su atención puesta en los pinchos, los adolescentes no habían notado su presencia.

Los soldados siguieron gritando mientras caían más objetos del cielo. Aplastándolos por debajo, se incrustaron profundamente en el suelo rocoso, levantando nubes de tierra y escombros. Cuando los dos adolescentes miraron más de cerca, pudieron ver un color rojo oscuro que cubría la base de los picos. Parecía que los pilares estaban siendo dirigidos específicamente a los soldados.

“¡¿No deberíamos huir?!”

“Deberíamos estar bien por ahora. Pero supongo que no podemos quedarnos aquí indefinidamente”. Yogiri tenía el poder de detectar cualquier tipo de amenaza a su seguridad. Según esa habilidad, no corrían ningún peligro inmediato, pero no sabía cuánto tiempo duraría eso.

La voz de una mujer se interrumpió de repente. Soy una persona que lleva el título de Señor de los Demonios. Nunca huiría y me escondería, pero esta resistencia es realmente inútil. ¿Por qué me atacan a mí?

“Mokomoko, he estado pensando esto durante un tiempo, pero realmente comienzas a sonar como si fueras el Señor Demonio últimamente”, comentó Tomochika.

¿Por qué iba a empezar a actuar de repente como un Señor Demonio?

“Oh, viene de esto”, explicó Yogiri, sacando una pequeña joya del bolsillo de su uniforme. Era una herramienta mágica de traducción, que le había regalado la conserje Celestina. Debía ser un collar, pero a Yogiri le resultaba molesto llevarlo, así que lo había quitado de la cuerda y lo llevaba a todas partes.

Hm. Parece que recoge la voz de alguien de un canal público y la traduce en voz alta.

“¿Qué quieres decir?”

Es como ese cliché: “¿Quieres poder? Entonces te lo daré”. ¡Ese tipo de voz siempre viene de ninguna parte en particular!

“Esa es una forma extraña de explicarlo. ¿Te refieres a la telepatía?”

Claro, si quieres.

Los que poseían el Don podían comunicarse entre sí, y esta herramienta traducía sus comunicaciones.

¡Silencio, Señor Demonio! ¡Debes ser castigado por el dolor que has infligido a los inocentes! ¡Acepta tu destino y sé destruido!

Hm. ¿No es tu culpa por interponerte en mis actividades?

¡¿Qué?!

Simplemente estábamos disfrutando de una cacería, aprovechando lo que estaba convenientemente cerca. Ustedes hacen lo mismo todo el tiempo, ¿no es así?

¡Los humanos no son sólo animales!

Es cierto, los humanos son mucho más inteligentes. Así que si sabes que estás siendo cazado, deberías moverte. ¿Por qué te niegas a hacerlo? ¿Por qué atentas tan imprudentemente contra mi vida? Al final, supongo que no eres tan diferente de los animales que cazas.

Pudieron escuchar no sólo la voz del Señor Demonio, sino también la de alguien que parecía ser un héroe. Ninguno de los interlocutores estaba a la vista, pero era evidente que estaban discutiendo mientras luchaban.

“¡¿No pueden tener su batalla final en el castillo del Señor Demonio o algo así?!” gritó Tomochika, irritada por las molestias que su pelea estaba causando a su propio grupo.

◇ ◇ ◇

La situación era la siguiente: la pareja acababa de pasar por el lugar de la batalla final entre un héroe y un Señor Demonio. Era extremadamente improbable que se encontraran con un evento así por casualidad, pero técnicamente no era imposible. En este caso, fue una simple coincidencia. No habían buscado ser testigos de tal batalla ni estaban interesados en involucrarse.

Los Señores Demonio no representaban una gran amenaza para el mundo en su conjunto y sólo eran peligrosos para los habitantes de sus alrededores. Eran los líderes de los reinos demoníacos, por lo que si uno de ellos llegaba a las manos con un héroe, básicamente equivalía a un conflicto entre países. La batalla no tendría mucho efecto sobre los demás. Si el bando del Señor de los Demonios ganaba, sólo cambiaría el equilibrio de poder en el área inmediata. No había mucho de qué preocuparse para Tomochika y Yogiri.

“Supongo que deberíamos empezar por evaluar la situación”, dijo Yogiri.

Efectivamente. Por el momento, no hemos sido perjudicados directamente, pero no podemos sentarnos y relajarnos.

“¡¿Puedes reaccionar un poco más, por favor?!” Exigió Tomochika. “¡Esto es un héroe y un Señor Demonio! Es el desarrollo más fantasioso que hemos visto hasta ahora!”

“¿No era Hanakawa uno de esos ‘héroes’? Probablemente no son tan raros”.

“Sí, la última vez que Hanakawa vino a este mundo, formó parte del grupo de héroes, y derrotaron a un Señor Demonio, ¿verdad?”

Debía haber varios reinos demoníacos, y en su mayoría se oponían a los humanos. Los países cercanos los veían como una amenaza, así que como medio para combatirlos, de vez en cuando convocaban a guerreros de otros mundos.

“Hablando de eso, ¿por qué se molestan en convocar a guerreros de otros mundos?” se preguntó Yogiri.

“¿Lo preguntas ahora?”

Al parecer, los que proceden de otros mundos tienen más probabilidades de manifestar una forma más fuerte del Don. Incluso Hanakawa y sus compañeros eran razonablemente fuertes en comparación con los locales.

“Hanakawa no es importante en este momento”, respondió Yogiri. “¿Qué debemos hacer aquí?”

“Volvamos”, sugirió Tomochika. “No parece que podamos usar el camino en ningún sentido”.

“¿Hay alguna otra ruta que podamos tomar?”

Nuestro camino era más o menos recto. Incluso si damos la vuelta, puede que no haya otro camino para el carruaje.

“Entonces, ¿supongo que tenemos que seguir adelante de alguna manera? ¿Tal vez dejar el carruaje atrás y cabalgar en el caballo?”

El caballo pertenecía al Batallón Invencible. Debería ser capaz de arreglárselas en un camino dañado como este, pero pensé que no se podía montar en uno.

“¿No podemos montar doble?”

“No es imposible, pero será bastante duro si no estás acostumbrado”.

“Seguro que es mejor que ir andando. Sólo tenemos que llegar al puerto”.

Todo su equipaje estaba guardado en la mochila de Yogiri, así que eso era todo lo que tendrían que llevar. Era una bolsa mágica que podía llevar mucho más de lo que su tamaño sugería. Actualmente contenía suficientes provisiones para acampar y comer, así que incluso sin el carruaje, no iban a tener problemas.

¡¿Qué?! ¡El Señor Demonio!

¡Lo hiciste, Yoshimasa!

Mientras se preparaban para dejar atrás el carruaje, escucharon otra voz.

“¿Eh? ¿Qué fue eso?” Preguntó Tomochika, teniendo inmediatamente un mal presentimiento.

“Oh, el Señor Demonio o lo que sea usó un ataque de área que nos habría golpeado”.

“¡Me imaginé que era algo así!”

Aunque no habían tenido intención de interferir en la pelea, Yogiri la había terminado automáticamente.